El reconocido director de fotografía mexicano, Rodrigo Prieto, hizo su debut como director con la adaptación de una de las grandes novelas en lengua castellana, "Pedro Páramo" de Juan Rulfo. Demoré varios días o semanas en verla, pero finalmente lo hice y debo decir que la disfruté mucho. Creo que Prieto aprueba con muy buena nota su debut, especialmente al ser con un material tan especial y delicado, como es la gran novela de Rulfo.
La novela de Rulfo la he leído dos veces en mi vida con un enorme intervalo de tiempo entre ambas lecturas, y resulta fascinante que en tan breve novela, como lo hizo en su obra en general, Rulfo haya podido abarcar todo un universo, en donde conviven vivos con muertos, historia (pasado) con presente (de la época y con ecos premonitorios del futuro) e inocentes con tiranos, junto a muchos traumas, perversiones, pérdidas, desamores, represiones y muchas más emociones, que se dividen y transfiguran en cada uno de los personajes.
Comala, que es el microuniverso donde la historia transcurre, es otro personaje ya emblemático de esta historia, y Prieto logra recrearla de forma acertada, así como la esencia vital de la novela. Como buen director de fotografía, que ha trabajado con grandes cineastas como Martin Scorsese, Iñárritu, etc., la ambientación y la atmósfera eran los elementos que me esperaba que fuesen sobresalientes, y en efecto lo son. Y además de eso, Prieto muestra su agilidad con la cámara para irnos narrando con paciencia esta historia llena de elementos y dividida en los personajes de Juan Preciado y el mismo Pedro Páramo. Logra llevarnos de la mano y apoyándose de los elementos artísticos y visuales para transitar esa compleja narración, que al igual que en la novela, transcurre por momentos de forma lineal, pero en otros de forma atemporal, con saltos al pasado, y en el presente con personajes que ya no existen. Me gusta el efecto que le da a esos personajes, en encuadre, iluminación y hasta en sonido para lograr en algún momento diferenciarlos. Y son esos diversos detalles, lo que hacen que la narración sea pausada pero a la vez ágil y rica en símbolos, como debía hacerse.
El guión lo realiza Mateo Gil, otro talentoso y experimentado guionista español, que ha trabajado en varios proyectos con Alejandro Amenábar, y me parece que hizo un buen trabajo en el guión, que se acopló muy bien con el trabajo de Prieto en la dirección, además de la música de Santaolalla y la fotografía de Nico Aguilar. Puedo notar un gran respeto por el material original, pero también la suficiente confianza y libertad para alimentar con elementos visuales y cinematográficos los elementos narrativos y literarios que lo permitían. La novela es en sí misma novedosa y experimental, por lo que simplemente se debían extraer los elementos narrativos, simbólicos y oníricos, para traducirlos a un lenguaje audiovisual. Y me parece que en forma general lo hicieron de forma acertada.
Me gustó estar durante 123 minutos recorriendo esa especie de Purgatorio que es Comala, con todos los elementos importantes de la novela, y a la vez creando una propuesta audiovisual independiente, viva y maleable. En cuanto a su reparto, creo que cumplen bien sus papeles, y son a la vez, entes, símbolos e ideas, que viven o trabajan en función a la obra general. Algo que ocurre mucho en obras de autores que le dan una importancia muy alta a la parte visual y conceptual de sus obras. Y la misma novela original también dota a sus personajes de ese poder simbólico individual, como por ejemplo, el mismo Pedro Páramo, que es símbolo de la tiranía, del macho predominante en la cultura, del padre ausente para los habitantes del pueblo (orfandad que también sufrió él mismo) y del hombre que busca el poder para conseguir un amor que nunca pudo obtener, entre otras lecturas que podemos hacerle a él y otros personajes.
Me gustó el uso de tantos recursos alternos a la palabra, porque precisamente es un gran error en el que caen varias películas que adaptan obras literarias, en querer adaptar e incluir todo, incluso diálogos completos o las narraciones con voz en off. El narrador de voz en off en esta película existe pero no me pareció excesivo ni molesto, sino bien medido. Como todo lo demás, es una película muy bien medida y pensada. Esperemos que sea un buen vaticinio para las demás adaptaciones de clásicos literarios latinoamericanos que están pendientes de estrenarse. La recomienda, y seguro querrán leer o volver a leer el texto para repasar ciertos pasajes de este clásico universal que todos necesitamos leer y conocer.
Tráiler de Pedro Páramo - (Link 1)
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)