Nuestro
mundo está lleno de misterios, durante mucho tiempo muchas historias se han
conocido sobre nuestros orígenes y el desarrollo de nuestra propia evolución. El
ser humano es por naturaleza curioso y siempre está tentado a pisar terrenos
inexplorados, sobre todo en los últimos años, cuando ya un gran porcentaje de
la población ha ido paulatinamente dejando atrás viejas creencias. Si bien
muchas teorías de la conspiración, son precisamente eso, historias de ficción,
en algunos casos con muchas similitudes con la realidad. Al fin y al cabo, ¿Qué
es real? ¿Qué no es ficción? No creo que alguien de forma racional afirme tener
un conocimiento 100% seguro de la historia, porque aunque muchos rastros son
huellas exploradas y reconstruidas en el tiempo, también desde que la
información y la misma historia vinieron a representar una gran fuente de
poder, se volvió “manejable” y “manipulable”.
Todo este
párrafo introductorio me va servir para ir sustentándolo poco a poco a
continuación. Si hay un escritor contemporáneo que ha aprovechado de la mejor
forma las conspiraciones y misterios históricos, y que además ha creado una fórmula
increíble de éxito editorial, es el novelista estadounidense Dan Brown.
Desde su
increíble éxito desde el 2003 con la publicación de El Código Da Vinci, que en
menos de una década se convirtió en uno de los libros más vendidos de la
historia, Dan Brown ha sido criticado por algunos de sus colegas, críticos
literarios, historiadores, grupos, la iglesia, entre muchas otras
organizaciones. Al mismo tiempo que creaba una enorme legión de lectores y seguidores,
que lo tienen hoy en día como uno de los salvavidas de la industria editorial. Ya
que cada una de sus obras despierta una enorme expectación, siendo el único
escritor que en una primera tirada puede apostar en imprimir más de 5 millones
de ejemplares, con la seguridad de agotarlos a los pocos días.
Cada uno
de los detractores de Dan Brown tiene un argumento distinto, algunos similares.
En este post abordaremos esencialmente los literarios. Muchos críticos
literarios y lectores comunes han propiciado la idea de que leer a Brown, es
leer mala literatura o literatura basura. Y que desde el punto de vista
literario sus libros no tienen ningún valor. La literatura, así como todas las
cosas en el mundo, especialmente con las artísticas, es para todos los gustos. Desde
que creé mi blog en el 2011 no había escritor ninguna reseña sobre un libro de
Dan Brown, a pesar de haber leído todos sus libros. Aún no entiendo por qué no
lo había hecho, pero aprovecho el próximo lanzamiento de su novela “Inferno”
para hacer esta retrospectiva, que a la vez es un pequeño homenaje al escritor.
Porque como un eterno lector de todo tipo de literatura, desde libros
infantiles, hasta los eternos clásicos y las novelas más contemporáneas, de
premios nobel y de eternos olvidados, tengo que decir que me gusta Dan Brown. Y
a todos los que tengan prejuicios con el escritor, les invito a que no dejen de
acercarse a su obra por comentarios ajenos. Porque a pesar de todo, una de las
cualidades más importantes de un escritor, es su capacidad de atrapar y tener
pegado al lector desde el inicio hasta el final, y Brown lo logra con su
fórmula ya patentada. Atrévanse a acercarse si no se han acercado, y decidan
por ustedes mismos si les gusta o no.
La fórmula
de Dan Brown comprende varios ingredientes, hay inicialmente una pequeña “trampa”,
pero que es una herramienta válida de ficción histórica. Brown se dedica a
explorar lugares, ciudades, misterios, grupos, entre otros, con el fin de
ambientar la historia en un lugar conocido y real. Luego de que el lugar es
seleccionad y la información relativamente comprobada, averigua sobre los
acontecimientos, grupos, lugares, historias, monumentos y símbolos presentes en
el lugar. A partir de ese momento, puede empezar a construir una historia. Ya tiene
a su héroe eterno y con una profesión bastante pertinente, Robert Langdon,
experto en simbología. Su héroe, casi siempre con una acompañante de turno, si
es una mujer hermosa e inteligente con alguna otra especialidad, mucho mejor.
Siempre iniciando las novelas con “Los Hechos” y “El Prólogo”, donde incluso
muchas veces anexa mapas de los lugares reales. Todo esto hace parte de la
fórmula, la ficción histórica, y siempre recordar en el inicio, que los lugares
mencionados, los grupos y otros elementos son reales.
Brown
también ha aprovechado un nuevo mercado, el de muchas personas que se
encuentran investigando sobre otros conocimientos, entre ellos los grupos de
New Age y todo ese cuento. Gracias a sus libros se ha despertado la atención
nuevamente por grupos que han estado vigentes históricamente como los masones o
los illuminati. No fue el primer en hacerlo, ya que hay investigadores que han
dedicado a estos misterios, pero Brown con una prosa sencilla pero hipnótica y
con su fórmula ha logrado sacarle el mejor provecho.
La
fórmula de Dan Brown ha sido seguida por otra legión de escritores muy
interesantes, y debo decir que también son algunos de mis favoritos, como Steve
Berry o Katherine Neville, por mencionar algunos. Algunos de los cuales han sido
categorizados como mejores que Brown o más “serios”. Pero la verdad es que el
enorme éxito del escritor a muchos ofende.
Yo he
leído todas sus novelas, algunas me gustan más que otras. El primer libro que
leí de él, obviamente fue el Código Da Vinci, en esos años cuando fue publicado
y estaba más pequeño, y había mucho furor por su publicación. Según la iglesia
quemó compraba libros para quemarlos, a la vez que daba una publicidad, quien
sabe si realmente indirecta. A mí no me lo querían comprar porque según me iba
a volver ateo, aunque en realidad ya hace tiempo tenía bastante claro mis tendencias
ideológicas, y por si la duda, no, no soy ateo, jeje. En fin, al final terminé
ahorrando y comprándome clandestinamente el libro. Fue el primer libro que
compré con mi propio dinero, el primer libro al que decidí destinar parte del
dinero que podría haber utilizado para otra cosa. Eso sí, no fue el primer
libro que leí, ya en ese momento había leído un montón de libros, de la
biblioteca de mi casa, que pedía a mis padres que me compraran, de bibliotecas
públicas, etc. Ya había leído a Dante, Nietzsche, Hemingway, Shakespeare,
Homero, Cortázar, Gabo, entre otros. Y hasta a Pablo Coelho, jeje, pero no
mencionaré nada sobre el escritor brasileño en este post.
La primera
vez que lo leí, me gustó. Al tiempo que pedí a mi papá que me comprara otro
libro que se llamaba “Los secretos del Codigo Da Vinci” de Dan Burstein. Uno de
los tantos libros que salió posteriormente para aprovechar el éxito editorial
de Brown, y que se dedicaba a mostrar investigaciones sobre varios de los
detalles del libro.
Ya posteriormente
leí Ángeles y Demonios (que es mi favorito de Brown hasta el momento), La Conspiración,
La Fortaleza Digital y el penúltimo publicado en el 2009 El Símbolo Perdido.
En el
Símbolo Perdido, Brown sigue con su fórmula, en esta ocasión con el escenario
de la misteriosa y simbólica ciudad de Washington D.C. abordando el tema de los
masones y develando la hasta el momento desconocida para la opinión pública
Ciencia Noética. La narración es ligera, la prosa sencilla pero sigue
construyendo la trama con pulso, ritmo y manteniendo el interés del lector
durante toda la lectura.
Aún no
sabemos cómo será visto Dan Brown en el futuro, como pasará a la historia, al
menos por sus ventas, ya lo tiene garantizado. Pero quien quita que sea una
especie de Agatha Christie, otra escritora subvalorada con gran talento para
atrapar al lector con sus historias de misterio.
En pocos
días, saldrá a la luz su próxima novela “Inferno”, la cual como siempre ha
generado mucha expectación. En esta ocasión la espero con recelo, ya que Brown
se meterá con una de mis obras favoritas como es “La Divina Comedia” de Dante.
Y tuve la oportunidad de leer el primer capítulo, y me dejó un sinsabor. Esperemos
a leerlo completo. Mientras tanto, la idea del post era resaltar mi admiración
por Dan Brown, a quien en muchas ocasiones he tenido que escuchar como
destrozan. Esperemos a ver cómo nos va con Inferno.
(A.S.B)
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