domingo, 11 de noviembre de 2018

Especial: El Decamerón (Giovanni Boccaccio). Reto #Boccaccio2018 (A.S.B)




Luego del éxito del reto y lectura colectiva de #Dante2018, del 1 de enero al 10 de abril del 2018, bajo el hashtag #Dante2018; y del siguiente, #Ovidio2018 para leer la famosa obra de Ovidio: Las Metamorfosis, desde el 1 de Mayo hasta el 3 de Agosto. Y del gran reto de leer “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra (que se peleó el honor de suceder a #Dante2018 junto con #Boccaccio2018 y #Ovidio2018 entre otras, al final decidimos leerlas todas), desde el 1 de Junio hasta el 06 de Octubre; el 27 de Julio llegaría otro reto, que se cruzaría al mismo tiempos con otras 2 lecturas colectivas, “El Decamerón” de Giovanni Boccaccio, que iría hasta hace pocos días que terminó, el 10 de Noviembre. Con lo que completé más de 11 meses seguidos entre las 4 lecturas colectivas, leyendo a diario. 

Para los interesados, dejo el post general que hice sobre mis publicaciones diarias de #Dante2018, #Ovidio2018 y #Cervantes2018:

Especial: La Divina Comedia (Dante Alighieri) Reto #Dante2018
Especial: Las Metamorfosis (Ovidio) Reto #Ovidio2018
Especial: Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes) Reto #Cervantes2018

Las publicaciones diarias las hacía por mi cuenta personal de Facebook, o la página de Facebook de mi blog A.S.B Virtual Info, y el grupo de Facebook con el nombre “#Boccaccio2018 – Lectura Colectiva”. Pero sobre todo, y la esencia de estos retos y lecturas colectivas nació de la interacción en Twitter, donde también a diario compartía mis posts de cada lectura. Si en Dante era un canto al día, y en Ovidio, un poco diferente, fue la división de 15 grandes libros, aunque en cada uno de los libros hay pequeños subcapítulos; y en #Cervantes2018 se siguió el esquema también de un capítulo al día; en #Boccaccio2018 también seguimos el esquema de un cuento al días, porque El Decamerón son una serie de cuentos, narraciones o relatos divididos en 10 jornadas. 

Del 27 de Julio al 10 de Noviembre, un conjunto de lectores curiosos, primerizos, expertos, ilustradores, nos sumergimos en esta aventura épica. En el camino, como siempre, hubo varias bajas, por la extensión de la obra, pero varios persistieron y otros decidieron ir a su propio ritmo, y otros estuvieron como espectadores constantes y fieles.

Desde #Dante2018 mi papel activo, constante y diario, fue el de realizar textos diarios en todas mis redes sociales, que muchas veces eran resúmenes, otras veces eran reseñas, otras análisis, otras selección de fragmentos, y en el mejor de los casos, una mezcla de todas las anteriores. Cada texto dependía de lo que me generara cada capítulo. Y en el camino me fui enterando que muchas personas seguían y esperaban atentas mis textos para seguir el ritmo de la lectura colectiva. 









Sobre “El Decamerón”

No había leído antes El Decamerón, por lo que me pareció perfecto leerlo por primera vez en esta dinámica de las lecturas colectivas. La idea de además de hacer la lectura diaria, hacer un texto diario, siempre ha sido para al final de cada reto recopilar todos los textos y publicarlos en un post general, como hice en Dante, Ovidio y Cervantes. Y este ejercicio como algo personal, donde yo pueda ir nuevamente a mis textos y recordar lo que decidí recordar de cada capítulo. Y por supuesto, muchas más personas disfrutaran de ese trabajo. 

Lo que me dejó “El Decamerón” después de 101 días de leerlo, es que es una obra particular, y no se puede juzgar a la ligera y en solo sentido. Aunque ya mencionaré detalles del texto ahora que inicie la recopilación, es sólo para mencionar, que “El Decamerón” son una serie de 100 cuentos, divididos en 10 jornadas. Tenemos desde el inicio a 10 personajes, 10 jóvenes florentinos que deciden escapar del drama de la epidemia de la peste y refugiarse en una casa de campo. Cada uno de los 10 jóvenes se turna el reinado de cada jornada, propone un tema y cada uno cuenta un relato. 
Es increíble que de los 10 jóvenes no sabemos gran cosa, y nunca se ahonda mucho en sus vidas, pero Boccaccio deja pequeños detalles, pero lo suficientemente insignificantes para resaltar la idea de que ellos no son lo importante de esta obra. Tenemos los momentos en que reaccionan tras contar una historia, los momentos en que cada uno cuenta su relato y hace algún pequeño comentario al respecto. Hay que estar pendiente de esos detalles que nos da Boccaccio sobre los jóvenes. En los textos diarios, creo que hago varios comentario al respecto. 

Como todo libro de relatos y cuentos, no todos resultan sobresalientes, y siempre vamos a encontrar algunos que no están a la altura de otros. Sobre este tema se refiere el mismo Boccaccio al final del libro en el epílogo. Pero en general los cuentos son muy buenos, son retratos psicológicos, sociales y culturales de la sociedad de la época, con un realismo revelador. 

Hay temas como el erotismo, la religión, el adulterio, la violencia contra la mujer, el machismo, el engaño, la venganza, el sexo, tantos temas, tan inherentes a la naturaleza humana, y retratados con mucho realismo, sin censuras y con crudeza, que es entendible que causara tanta polémica en su momento, llegando a ser uno de los libros prohibidos por la iglesia. Precisamente la iglesia no sale bien librada, pero los textos son más complejos que una simple crítica a la iglesia, a Boccaccio no le importan tantos las instituciones, le interesan los seres humanos y sus comportamientos básicos. 

Siempre se presentaba una discusión sobre si Boccaccio era machista o no, por mostrar en varios cuentos de forma muy cruda la situación de la mujer en la época. Pero por otro lado, a veces Boccaccio nos traía cuentos donde la mujer era independiente, rebelde y era la dominante en la relación frente a los hombres. A veces Boccaccio ridiculiza a la iglesia y sus líderes, o simplemente los muestra como humanos, y otras veces se muestra religioso. Así es Boccaccio y los cuentos de El Decamerón, no hay extremos, hay matices y estudios en cada posición. Explora distintos escenarios, distintas emociones, así como los temas que eligen los mismos jóvenes narradores. 

Es inevitable que a veces nos ofendamos por el contenido de algún relato, pero al final Boccaccio defiende su postura, y el lector debería entenderlo. Yo lo entendí. 

Durante mis publicaciones diarias utilicé algunas ilustraciones para acompañar mis textos. Fueron las ilustraciones de Celedonio Perellón, un gran ilustrador que se tomó el trabajo de hacer una ilustración para cada cuento. Los dibujos y grabados de Perellón, que en cada jornada cambiaba de técnica para diferenciarlos de los otros son tan crudos y fieles como los mismos relatos. 

Me pasó algo con esos dibujos, y es que como yo los compartía a diario, y como hay muchos relatos muy eróticos, las ilustraciones de Perellón eran igual de eróticas. Entonces varias personas me escribían preguntando sobre esas imágenes pornográficas que compartía a diario, jejeje.  

Para este recopilatorio he decidido rescatar varias de las ilustraciones de Celedonio Perellón, no todas, pero escogí las más atrevidas… por supuesto!

Pero para no seguir alargando la introducción y entrar en material, sólo queda decir que espero disfruten de estos textos, y que “El Decamerón” en su conjunto es una gran obra, un clásico perdurable, que nunca puede juzgarse por una de sus partes sino que hay que ver el dibujo completo, y analizar todos los detalles que nos dejó Boccaccio tan importantes para entender la sociedad en que él vivió, en la que vivió la antes de él, y en la que seguimos viviendo. Porque muchos, para no decir todos los relatos, pueden ser ambientados en estos tiempos que corren. 


Nota: Para entender, si quiere saber el capítulo a que corresponde cada texto:
#Boccaccio2018 (Jor. 5 C. 4)
(Significa Jornada Quinta, Cuento Cuarto)





EL DECAMERÓN 

GIOVANNI BOCCACCIO





Día 1:






Día 1: Inicia el Decamerón de Boccaccio, obra intermedia cronológicamente entre Dante y Cervantes. Con esta obra regresamos un poco a Dante, no sólo en geografía sino en alma. Boccaccio fue gran admirador de Dante y su commedia, a la que catalogó por primera vez de "divina", y así quedó bautizada para la posteridad. En el proemio y la introducción a la Jornada Primera, que nos llevará por 10 días, 100 cuentos, a través de 10 personas (7 damas y 3 caballeros), Boccaccio hace un retrato y descripción magistral de lo que fue la Peste Negra en Italia. Pero antes de ello, en el prefacio, menciona una parte fundamental de esta novela, como es la relación entre las personas, sus oficios, sus deseos, la posición de la mujer; que hay que decir que muy en parte tuvieron que ver como efecto de la misma peste negra: la caída de lo conservador hacia una población más hedonista, en busca del placer ante la amenaza de la muerte segura; la masiva muerte de personas sin importar clase social, hizo sentir a todos vulnerables e iguales... en fin, el removimiento total de la sociedad feudal y medieval, que abría poco a poco las puertas al Renacimiento. En la introducción a la Jornada Primera, Boccaccio sigue esta detallada descripción de la época, hacia el año 1348, en plena llegada de la peste a Italia. Menciona las rupturas sociales tan fuertes, como el abandono de las familias, incluso de los padres a los hijos, todos pensaban en no contagiarse de esa mortal peste que estuvo apunto de extinguir la población de Europa, y que se pensó en mucho tiempo que era una plaga de Dios, un castigo divino, el Apocalipsis. Boccaccio en un momento siente repugnancia de contar los detalles de esta peste y pasa a introducir su historia. Diciendo que en medio de ese ambiente, un martes, un grupo de 7 amigas se reunieron en la Iglesia de Santa María la Nueva: Pampinea, Fiammetta, Filomena, Emilia, Laurita, Neifile y Elisa. Pampinea, la mayor y la líder, es la que propone retirarse a una finca en el campp, lejos de la muerte y los cadáveres, y de sus propias casas, donde también había llegado la muerte. Y hace un discurso en pro a su empresa, para que se dedicasen a fiestas, regocijos y placeres. Todas las mujeres estuvieron de acuerdo, aunque Filomena dijo que eran 7 mujereres vulnerables, y cualquiera de ellas sabía lo que eso implicaba, el riesgo, y propuso llevar a algunos hombres. Elisa se preguntó de cómo conseguir hombres de confianza. Mientras hablaban, a la iglesia llegaron 3 mozos de las mismas edades, menos de 25. Conocidos de las damas, y algunos de ellos enamorados de algunas de las 7. Las mujeres discutieron y al final decidieron hacer la propuesta a los jovenes: Pánfilo, Filostrato y Dioneo. Partieron juntos hacia un palacio a la cima de una colina, que estaba abandonado. Inmediatamente Pampinea tomó la vocería y propuso que para poner orden y todos tuviesen ese compromiso, se eligiera a un superior, para honrar y obedecer. Y para que no haya envida, que cada día se rotara a ese líder. El primero sería elegido por todos, y luego el encargado iría eligiendo a su sucesor. Todos nombraron a Pampinea como la primera reina. Ella dividió las labores entre todos, y por supuesto con tiempo para el ocio. Dio libertad de que cada uno eligiese lo que quería hacer en tan grande lugar. Al ir a tomar una siesta, Pampinea los levantó y los reunió haciendo una nueva propuesta: no estaba bien dormir tanto, y cada quien puede tener tiempo para hacer lo que quiera, pero ella creía que aprovecharían mejor el tiempo si se contaban cuentos entre ellos. Cada uno relatando un cuento por día, antes de que el sol decline. Todos aplaudieron y aceptaron la propuesta. Pampinea eligió a Pánfilo, como el primero en contar su cuento. Pánfilo se preparó y todos lo escuchaban.

Bienvenido Boccaccio!

#Boccaccio2018 (Proemio, Jor. 1 Intro)


Excelente texto de Vargas Llosa sobre El Decamerón de Boccaccio: La epidemia que invadió Florencia en 1348 hizo que un autor de élite cambiara por completo de registro y se interesara por narrar la vida de las personas comunes. El resultado fue el Decamerón, pilar indiscutible de la prosa en Occidente. En esta presentación de su obra teatral Los cuentos de la peste, Vargas Llosa argumenta por qué esos relatos tienen aún plena vigencia. 
#Boccaccio2018

http://www.letraslibres.com/mexico-espana/boccaccio-en-escena


"Participó con su obra en la transformación de la cultura, de la vida social y del pensamiento de la época en que le tocó vivir y por eso apreció, sin escrúpulos, al hombre en sí mismo y supo juzgarlo en forma integral, con sus virtudes y sus defectos, con toda su capacidad para dominar a la Naturaleza y con sus lógicas limitaciones. Este es el verdadero mérito del autor".

(Ángeles Cardona de Gibert) #Boccaccio2018


Dante y Boccaccio... más relaciones:

"Su padre (de Boccaccio) tomó luego como esposa a Margarita de Mardoli, emparentada con los famosos Portinari, parientes de Beatriz, la musa de Dante"
(Ángeles Cardona de Gibert)

#Dante2018 #Boccaccio2018 @maurette79



PRIMERA JORNADA


Día 2: Pánfilo cuenta la historia de Micer Ciappelletto, un hombre pecador que murió siendo llamado San Ciappelletto. Pánfilo hace una introducción, y también comentarios al final. Musciatto Franzasi, rico mercader francés debía encaminarse a Toscana con micer Carlos Sin Tierra, solicitado por el papa Bonifacio, por asuntos embarullados, como los tienen los comerciantes. Así que decidió entregar el asunto a tercera personas, pero dudaba en la persona para rescatar ciertos créditos abiertos a unos borgoñones. Debía ser alguien muy malo y desleal, como eran los borgoñones. Y recordó a un tal micer Ciappelletto de Prato, un notario regordete, con fama de falsificador, mentiroso profesional, mujeriego, blasfemador de Dios y corrupto. Ciappelletto, necesitado del dinero, aceptó. Se dirigió a Borgoña, donde nadie lo conocía, y le fue fácil fingir ser otro. Se alojó en la casa de dos hermanos usureros. Pero al llegar se puso enfermo, y los hermanos llamaron al médico, quien dijo que estaba afectado un mal de muerte por vivir desordendamente. Los hermanos preocupados de que el hombre se muriese en su hogar, discutieron sobre qué hacer. Ciappelletto los mandó a llamar, al escucharlos hablar, y les dijo que le llevasen al fraile más santo y devoto, y lo dejarán obrar, que él haría todo y solucionaría sus asuntos y los de él mismo. Le llevaron los hermanos a un fraile santo y devoto. Lo primero que le preguntó el fraile fue hace cuando no se confesaba, y aunque nunca en su vida lo había hecho, respondió que casa semana. Y así siguió la larga y extensa confesión de mentiras, donde dijo entre tantas que era virgen, que donaba en caridad y varias mentiras que lo hicieron ver como un santo ante el fraile, que terminó preguntando a Ciappelletto si le gustaría que su cuerpo fuese enterrado en el convento. Los hermanos usureros se reían tras la puerta. Y así fue como en el día en que iban a enterrar a Ciappelletto en el convento, el fraile dio un discurso sobre la bondad de ese gran hombre, y al final todos besaron sus pies y lo elevaron a santo. Y según muchas personas les concedió milagros. Y terminó Pánfilo su cuento.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 1)


Día 3: Todos disfrutaron y rieron con el cuento de Pánfilo. Llegó el turno de Neifile, que se encontraba junto a Pánfilo, y la reina le dijo que siguiera en la temática libre. Neifile siguió, y dijo que si el anterior cuento hablaba de la benevolencia con que Dios perdona los pecados, su cuento demuestra cómo esa benevolencia a veces soporta los defectos de aquellos que deben dar testimonio verídico, obrando de manera contraria, pero presentando argumentos infalibles para creer con mayor fuerza. E inició contando historia de Giannotto de Civigni, hombre bueno y mercader, que traficaba en paños. Era muy amigo de un rico judío llamado Abraham, también comerciante y buen hombre. Giannotto sufría porque su amigo se perdía en los errores del judaísmo, una mala fe. Y a diario le insistía que se cambiase al cristianismo. Hasta que Abraham le dijo que le daría una oportunidad al cristianismo, viajando a Roma y comprobando por sí mismo las buenas costumbres del lugar donde residía el vicario de Dios en la tierra. Giannotto se asustó, pensando en que si iba a Roma y veía la vida depravada de los eclesiásticos no se haría nunca cristiano. Trató de convencerlo de no hacer el viaje, pero Abraham insistió. El judío fue bien recibido en Roma, y fue observando la conducta del papa, los cardenales, prelados y cortesanos. Y de cada uno encontró todos los pecados del mundo. Todos los hechos desagradaron al judío y volvió a París. Cuando Giannotto se enteró de su llegada, no tardó en ir a preguntarle su experiencia. Abraham en efecto dijo que no encontró santidad alguna, pero que puesto que la religión cristiana aumentaba, y más lúcida y clara se vuelve, creía que era más santa y verdadera que otras. Así que aceptaba convertirse en cristiano. Giannotto que esperaba lo peor, de acuerdo a la forma en que empezó el discurso, se puso muy contento y fue con su amigo a la iglesia para recibir el bautismo, y llamado Juan. Juan aprendió muy rápido y siguió siendo un hombre bueno y de santa vida.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 2)


Día 4: El cuento de Neifile fue alabado por todos, y pidió la palabra Filomena para continuar la ronda. Acá veremos un relato sencillo dentro de otro relato. Filomena dijo que después de oír su cuento, quizás los hiciese más prudentes en las respuestas a las preguntas que les formulen. Saladino, valioso combatiente, que pasó de hombre vulgar a sultán de Babilonia, por sus méritos y victorias sobre sarracenos y cristianos. Pero Saladino había consumido muy rápido su tesoro. Yviéndose necesitado pensó en Melquíades, un judío avaro que prestaba a usura en Alejandría. Saladino pensó la forma en que Melquíades le sirviese y le mandó a llamar. Estando juntos le preguntó que debido a su sabiduría, cuál de las 3 religiones tenía en mayor consideración: la musulmana, la judía o la cristiana. El judío que no era tonto, percibió la intención engañosa en la pregunta, sabiendo que si escogía alguna, Saladino advertiría el error. Así que le contestó con cuentecillo: Un hombre muy rico tenía en sus tesoros un valioso anillo, y quería dejarlo a su descendencia. El anillo fue pasando por generaciones hasta que le tocó a un hombre con 3 hijos, los 3 muy buenos. Los jóvenes conocían la historia y cada uno quería ser el favorecido. El padre indeciso no sabía que hacer, hasta que decidió satisfacer a los 3. Contrató a un artista para que hiciese dos réplicas exactas del anillo. Estando enfermo dio un anillo a cada hijo por separado. Luego de la muerte todos los hijos querían la herencia y honor de herederos, y cada uno sacó su anillo, para sorpresa de todos. Eran tan parecidos que era difícil cuál era el genuino, no conociéndose hasta día de hoy. Y retomó Melquíades, que por eso respondía a tal pregunta, que las 3 leyes dadas a los 3 pueblos de Dios, cada una ha recibido la herencia y su verdadera ley, obligando a cumplir sus mandamientos. Por lo tanto, como e el caso de los anillos, sigue la cuestión en suspenso. Saladino comprendió la ingeniosa evasiva y terminó contando su verdadera intención. El judío aceptó servir a Saladino, y ambos mantuvieron una buena relación.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 3)






Día 5: Dioneo fue el siguiente que tomó la palabra, conociendo ya el orden. Y dijo que estaban allí para que al narrar sintieran placer. Así que habiendo escuchado las anteriores, ahora escucharían la discreción con que un monje salvó su cuerpo de una pena. En un pueblo cercano, había un monasterio lleno de frailes y santidad. Entre ellos un fraile joven, cuyo vigor no había podido doblegar sus deseos. Una vez, al mediodía, mientras los demás sesteaban, fue a un lugar apartado de la iglesia y encontró a una mozuela muy hermosa, hija de algún labrador de la región. Se acercó y le habló, y llegaron a un acuerdo de ir a la celda del monje, sin que nadie lo notara. Mientras ambos disfrutaban, el abad se levantó de su siesta, y al pasar cerca a la celda del monje, escuchó lo que hacían. Y acercó su oído, dándose cuenta que había una mujer adentro. Dudó en interrumpir, pero decidió volver a su celda en espera que salieran. El fraile, aunque disfrutaba, no dejaba de preocuparse, y más cuando escuchó ruidos en el corredor. Al mirar por la cerradura, vio al abad que escuchaba. Pensando en qué hacer, sabiendo el castigo, encontró una solución. Le dijo a la moza que iba a salir para encontrar una forma de que saliera sin ser vista. Salió, cerró con llave la puerta y fue directo a donde el abad, y le entregó su llave diciendo que iba a traer leña, con su permiso. El abad se alegró de la situación y gustoso recibió la llave. Le daba vueltas la cabeza pensando en ir a la celda, quizás recolectar mayor información y conocer la versión de la joven. Finalmente decidió ir a la celda del fraile, la joven se asustó al verlo y lloró, pero él la calmó, y al verla tan hermosa pensó que por qué no aprovechar el momento. La consoló, y palabra tras palabra le expuso su deseo. La joven que ya estaba iniciada, aceptó el deseo del abad. Se besaron muchas veces, y el abad pensando en no dañarla, hizo que la joven se subiera encima suyo, y así duraron. El joven monje mientras, fingiendo ir al bosque, estuvo atento de todo lo sucedido. Y su treta había funcionado. Cuando el abad terminó, dejó a la moza encerrada en la celda y fue a su estancia a esperar al fraile. Al llegar, el abad lo reprendió severamente, al fin de quedarse él con la joven solo. Y quiso castigarlo en un calabozo. Pero el joven fraile le dijo que llevaba tiempo en la orden de San Benito y conocía las reglas. Y que no le había enseñado aún que los monjes deberían dar tanta preeminencia como a los ayunos y vigilias. Pero ahora se lo había demostrado, y prometía si le perdonaba, no volver a pecar y hacer siempre lo que los había visto hacer a él y la moza en su cuarto. El abad viéndose sorprendido y descubierto, avergonzado de su culpa, no castigó al monje. Le perdonó y pidió guardar silencio. Los dos honestamente hicieron salir a la moza... y debe creerse que otras veces la hicieron regresar.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 4)



Día 6: La narración de Dioneo impresionó a las oyentes, que sonrojadas y risueñas lo celebraron. Fiammetta, que estaba junto a Dioneo siguió en su turno y dijo que ya que las historias anteriores habían mostrado la fuerza de las respuestas rápidas y oportunas, y entendiendo que los hombres de juicio eligen las mujeres de mejor linaje que ellos, y por el contrario, las mujeres sagaces cuidan de no dejarse arrastrar por hombres superiores a ellas. Prueba de ello, su historia: el marqués de Monferrato era un hombre de valor, trasladado a ultramar en una incursión de cristianos armados. Pero se hablaba también de la belleza y virtudes de su esposa. Lo que llamó la atención del rey de Francia, deseoso de conocer a la dama y aprovechando la ausencia del marido. La marquesa le dio la bienvenida y presentó sus respetos, estando precavida de la visita. Mandando a llamar todos los hombres que estaban en la casa, y encargándose personalmente de las viandas, mandó a reunir todas las gallinas que tenían, y ordenó que todos los platos fueran aderezados con gallina. El rey llegó y quedó maravillado de su belleza. En el momento de la cena, y se dio cuenta de que todos los platos tenían sabor a gallina. Cómo él sabía que en esas tierras abundaban la variedad para la caza, preguntó asombrad a la dama: ¿Señora, nacen en este país gallinas solamente, sin gallo alguno?
La marquesa, entendiendo la intención de la pregunta, contestó: No, mi señor, pero las mujeres, aunque en honores y vestido varían algo unas de otras, todas son aquí iguales que en otra parte.
El rey entendió el mensaje, el convite de gallinas y la virtud tras las palabras de la marquesa. Decidió despedirse educadamente y partió a Génova.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 5)





Día 7: Todos disfrutaron del ingenio de la marquesa, y Emilia siguió en su turno, diciendo que quería contar la lección de un hombre de bien a un avaro religioso, con una ocurrencia no menos digna de risa que de encornio. No hace mucho tiempo, vivía en la ciudad un fraile, inquisidor de herejías; a quien, como todos, le importaba más quien tenía la bolsa llena. Un día se encontró con un hombre de bien y rico en dinero, quien en una noche de copas dijo a sus amigos que poseía un vino digno de que lo bebiese cristo. El inquisidor se enteró, y confiado de su poder y la bolsa del hombre, lo llamó a juicio, pensando que si no pasaba nada, al menos arrancaría algunos florines. El inquisidor ofendido, lo acusó de comparar a Cristo con los bebedores y borrachos amigos de taberna. El hombre se salvó del fuego y de la expedición a ultramar pagando una buena suma, y reduciendo su penitencia a asistir y oír la misa todas las mañanas, dejándole libertad de hacer lo que quisiese después. Un día en el Evangelio escuchó la frase: "Y recibiréis ciento por uno y poseeréis la vida eterna". Y las recordó cuando fue al mediodía a casa del inquisidor, quien le preguntó sobre si había escuchado frase alguna interesante o que le hubiese generado duda en el Evangelio de la mañana. El hombre dijo que si, que no dudaba en lo que escuchó pero si sentía compasión de él y los otros frailes, por el mal estado en que llegarían a la otra vida. Inmediatamente el inquisidor preguntó por qué lo decía, y el hombre le repitió la frase de "Recibiréis ciento por uno", porque desde que estaba en ese lugar había visto dar a mucha gente unas veces y otras dos, grandes cacillos de sopa, que se les quitaba a él y los demás frailes del convento, teniendo de sobra; y si por cada uno les van a dar ciento en el más allá, recibirían tanta sopa que se ahogarían en ella. Todos en la mesa se rieron, y el inquisidor comprendió la broma y su propia hipocresía. Y pensando en cargarle otro proceso al hombre, al final decidió dejarlo ir y que hiciera lo que quisiera.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 6)



Día 8: La narración de Emilia divirtió a todos, y al terminar, Filostrato continuó con su turno, donde propuso contar la historia de micer Cane della Scala, señor curado de la avaricia al leer un cuento donoso en que se dirigía a otro lo que quería decirse de él. El cuento decía, que micer Scala un hombre muy importante y noble, decidió dar una fiesta en Verona con muchos invitados. De repente, rehusó hacer lo propuesto, despachando a todos los invitados, excepto a Bergamino. Éste no era muy bien considerado socialmente, y tenía problemas económicos. Él tenía 3 ricos trajes dados por otros señores, para asistir a fiestas decorosamente. Con uno pagó la posada y con otro comió. Para la 3ra vestidura, un día pidió ver a micer Cane, quien al verlo melancólico, le preguntó sobre su mal. Bergamino le contó una fábula: Primaso, fue hombre muy docto y famoso. Estando un día en París, en mala situación económica, escuchó sobre el abad Cluny, quien según era después del Papa, el más rico de la Iglesia. Primaso fue a verlo, y quedó impresionado por la casa y la gran mesa de comida. Fue acomodado en la mesa con los otros para el almuerzo. Pero al abad entrar el comedor lo vio y se alarmó. Salió a preguntar sobre aquel individuo desastroso que se atrevía a sentarse en su mesa. Los empleados decían que nadie lo conocía. Primaso esperando y con hambre, porque nadie comía primero si no lo hacía el abad, sacó un pedazo de pan que llevaba y se lo comió. El abad no se atrevía a pasar al comedor y preguntaba si ya se había marchado. Quería que se fuera por su cuenta, no se atrevía a echarlo. Primaso, mientras sacó un 2do pan, y hasta el 3ro. Esto hizo al abad preguntarse sobre lo que le pasaba contra ese hombre, dado que siempre compartía su mesa con extraños, se preguntó si era avaricia. Así que decidió conocer al forastero. Cuando se enteró que había ido a conocerlo por sus virtudes y fama, el abad lo agasajó de varias formas, y al despedirse le dio dinero y un caballo. Al terminar la historia, micer Cane entendió el mensaje de Bergamino, y le dijo que había mostrado su virtud, y le había hecho ver su avaricia. Y también llenó de regalos al hombre.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 7)



Día 9: Laurita fue la siguiente en contra su relato. Y dijo que en su cuento veremos como un prudente cortesano, igual a Bergamino, del cuento anterior, condenó la avaricia de un hombre rico. En este cuento se sigue la tendencia de los primeros, donde se hace mención a personajes reales, y vemos también la estructura de un cuento muy tradicional, casi una parábola, con enseñanza al final. La historia contaba que en Génova vivía micer Herminio de Grimaldi, un avaro y mísero, considerado por sus posesiones, el hombre más rico de Italia. Vestía miserablemente a pesar de su riqueza, e igualmente con la comida y la bebida. Por eso le llamaban, Herminio Avaricia. A Génova llegó el cortesano Guillermo Borsiere, un hombre sencillo y honrado, al que Laurita aprovecha para lanzar una pequeña diatriba sobre los cortesanos y la sociedad. Guillermo escuchó de la avaricia de Grimaldi, y se dispuso a visitarle. Grimaldi lo llevó a ver junto con otros, una nueva casa. Después de visitarla, le preguntó a Borsiere, si le podría enseñar algo nunca antes visto para que él pudiese mandarlo a pintar en la sala de su casa. Guillermo aprovechó y le dijo, que le sugeriría algo que no había visto nunca... la Generosidad. Grimaldi sintió pena al escuchar esa palabra, y dijo que la haría pintar de forma que nadie aún la habría visto. A partir de ese momento el avaro se convirtió en un hombre más humilde.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 8)



Día 10: Elisa siguió con su cuento diciendo que todas las cosas buenas y provechosas deben oírse, dígalas quien las diga. En tiempos del primer rey de Chipre, una dama Gascuña iba en peregrinación al santo Sepulcro, y cuando iba de regreso a Chipre, fue injuriada villanamente. La desconsolada mujer fue a reclamar al rey, pero le aconsejaron no hacerlo, porque era un hombre muy relajado e incapaz de resolver problemas ajenos. A pesar de ello, decidió ir donde el rey, reprobar su torpeza y contar su mala suerte. Ella le dijo, que no iba por venganza, sino para soportarla, y le pidió que le enseñase cómo sufría él aquellas que le hacían para seguir su ejemplo. El rey sintió el dolor de la mujer y cambió desde entonces, volvióse más severo perseguidor de la injuria.

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 9)



Día 11: Turno para la reina de la Jornada 1, Pampinea, para el último cuento de la jornada. La reina dijo que hablaría sobre la naturaleza de los hombres y mujeres, y cómo a veces no sólo la mujer lleva la peor parte. Hace mucho tiempo en Bolonia hubo un médico de mucha fama, llamado Alberto. A pesar de sus 70 años, era vivaz y noble de espíritu. Vio en una fiesta a una bella y joven viuda, Margarita de Ghisolieri, de la que cayó perdidamente enamorado. La siguió por todos lados y pasaba frente a su casa en todas las formas. Margarita y otras damas se dieron cuenta y criticaron al médico por ser un hombre tan mayor pueda pretender almas más jóvenes. Un día en una fiesta, las damas lo vieron llegar y lo llamaron para burlarse de su enamoramiento. Le preguntaron cómo se había enamorado de Margarita, sabiendo que ella era amada y pretendida por tantos jóvenes apuestos, gentiles y donosos. El médico se dio cuenta de la situación, y dio una respuesta que impresionó a las jóvenes; habló de la experiencia de los hombres mayores y su derecho a amar, e hizo una analogía con el puerro, que es tan desagradable, que lo único bueno es su cabeza; sin embargo, muchas personas llevadas por un equivocado apetito, sostenían la cabeza y comían las hojas, que además de no tener alimento, saben mal. Y terminó: "¿Qué sé yo, señora, si al escoger amante no haréis cosa parecida? Y si tal hiciereis, el escogido sería yo, y rechazados los otros". La dama sorprendida se disculpó, apreció su amor y se puso a su disposición. El médico se levantó, dio las gracias a la mujer y partió.
Ya casi se ocultaba el sol, y la reina se preparó para escoger una nueva reina. Eligió a Filomena, para reinar en la 2da jornada. Filomena tomó la palabra y mencionó que quería mantener el orden propuesto por Pampinea, se hacer lo que a cada uno plazca, comer, jugar, dormir y contar cuentos. Aunque esta vez si dejó un tema específico para los cuentos, sería sobre los hombres, y aquellos que tras diversas aventuras, contra toda esperanza lograron llegar a buen fin. Todos estuvieron de acuerdo, menos Dioneo, quien pidió que fuese el último en contar su historia, y no ser obligado a contar sobre ese tema si no quisiese y los ánimos al final no estuviesen altos. Filomena entendió la intención y aceptó. Se fueron al arroyo a divertirse, y luego al palacio a cenar. Cantaron, bailaron, y llegada el final de la noche, la reina ordenó poner fin a la jornada, y cada uno volvió a su alcoba.

Fin Jornada Primera

#Boccaccio2018 (Jor. 1 C. 10)



SEGUNDA JORNADA




Día 12: Filomena inicia su reinado y se preparan para contar historias sobre los infortunados que contra toda esperanza alcanzan buen fin. Los jóvenes siguieron la rutina habitual y al llegar la hora nona, luego de la siesta, se dirigieron al prado alrededor de la reina, quien eligió a Neifile para empezar las nuevas narraciones. Neifile contenta inició: La historia de Martellino, un hombre que un día llegó a Treviso con otros dos compañeros; eran artistas e imitadores. Se interesaron en la historia del Santo Enrique, un hombre inválido que al morir, hizo que las campanas de la iglesia sonaran sin que nadie las tocase. Los 3 amigos recién llegados queriendo ir a ver al santo, Martellino se ofreció a fingir invalidez para que los dejasen pasar más fácil, por lo lleno de la congregación. En efecto, la gente dejó pasar al inválido y lo puso cerca del santo para que se sanara. Con la mala suerte, que un conocido de Martellino lo reconoció y lo puso en evidencia frente al gentío. La gente ofendida lo arrastró y atacó al blasfemo. Los dos amigos intentaron ayudarlo, mientras Martellino era interrogado por un juez. Gracias a sus amigos, con la ayuda de un tal Sandro Agolanti, logró salir libre y evitar la horca.

#Boccaccio2018 (Jor. 2 C. 1)



Día 13: Las mujeres disfrutaron con el cuento de Martellino, siendo Filostrato el próximo en continuar por estar junto a Neifile. Filostrato dijo que contaría un asunto devoto y católico, para los desorientados por los inciertos parajes del amor, en donde quien no haya rezando a San Julián, aunque tenga buen lecho mal se aloja: En tiempos del marqués Azzo Ferrara, un mercader llamado Reinaldo Asti había ido a Bolonia por negocios. Al terminar y regresar a casa cargado de dinero y provisiones, en compañía de su criado, se topó con unos hombres que parecían comerciantes, pero eran en realidad bandoleros y ladrones. Reinaldo inocentemente se hizo amigo y dejó que le acompañaran. Uno de los hombres le preguntó sobre ¿qué clase de oración rezaba cuando iba de camino? Reinaldo respondió que pocas oraciones se le ocurrían, que sólo un padrenuestro, un avemaría por el alma del padre y la madre de San Julián, rogando que por la noche diese buen albergue. Poco tiempo después cuando el camino estaba solitario, asaltaron al mercader, robando todo, y le dijeron que viera si San Julián le daba buen albergue esa noche. El criado huyó al ver que asaltaban al amo hasta Castel Guglielmo. Reinaldo con frío y desolado vagó buscando albergue , y llegó también a Castel Guglielmo pero ya estaba cerrado. Llegó a una casa adosada a un castillo, y allí lloró a San Julián, quien pronto le consiguió buen albergue. En el castillo habitaba una viuda, amante del marqués Azzo, donde vivía cada vez que planeaba un encuentro con el marqués. Esa noche el marqués no había podido ir al encuentro porque tuvo un problema. La hermosa viuda resignada decidió tomar el baño caliente, comer y acostarse sola. La viuda escuchó los lamentos de Reinaldo y pidió a su criada que averiguase. La criada contó todo a la viuda y ésta pidió que le dejase pasar, ya que no quería comer sola. Dijo a Reinaldo que tomase una ducha, aprovechando el agua caliente y prestó ropas de su difunto marido. Cuando le vio limpio y vestido se dio cuenta de lo guapo que era. Y quiso pasar la noche con él también. Le consultó a su criada, que la animó. Luego de comer, se insinuó a Reinaldo, quien aprovechó al instante y accedió a los deseos de la bella viuda. Lo hicieron plenamente y muchas veces esa noche. Al amanecer, la viuda le dio otras ropas para disimular, le dio dinero y le dijo dónde encontrar a su criado, que la noche anterior había llegado y contado lo sucedido. Al salir, Reinaldo encontró a su criado, y en ese momento traían a los 3 bandoleros sometidos por otro crimen realizado, y como ellos confesaron la afrenta a Reinaldo, le devolvieron su caballo, ropas y dinero. Reinaldo dio gracias a Dios y a San Julián.

#Boccaccio2018 (Jor. 2 C. 2)





Día 14: Todos disfrutaron la historia de Filostrato, y siguió en turno Pampinea. Siguiendo los relatos de la Fortuna, contó la historia de tres hermanos muy ricos, Lamberto, Teobaldo y Agolante. Su padre, Teobaldo les heredó su gran fortuna, la cual éstos derrocharon en poco tiempo. Para recuperarlo vendieron lo que les quedaba y viajaron a Inglaterra, donde se dedicaron a prestar dinero, hasta que se recuperaron y decidieron volver a Florencia, donde recuperaron parte de los bienes. Y para mantener el negocio del préstamo en Inglaterra, enviaron a Alejandro, un sobrino suyo. Tiempo después estaban en la misma situación, nuevamente en crisis, y Alejandro los solventaba desde Inglaterra. Hasta que estalló una guerra. Los hermanos contrajeron más deudas y terminaron en la cárcel y sus familias diseminadas en los campos. Alejandro esperando el fin de la guerra, viendo que no acababa, decidió regresar a Italia. En el camino se encontró con dos conocidos parientes del rey, que escoltaban a un joven abad, que iba camino donde el Papa para que confirmase su cargo. El joven abad se dio cuenta de que Alejandro los acompañaba, y llamó su atención. El abad decidió acogerlo y Alejandro servirle. Cuando llegaron a una villa a descansar, Alejandro se alojó en un pequeño cuarto junto a la posada del abad. En la noche, el abad lo llamó en susurros y pidió se acostara junto a él. Alejandro aceptó pero se incomodó cuando el abad lo empezó a acariciar. El abad vio la duda de Alejandro y se descubrió el pecho. Dejando ver dos senos redondos. Era una mujer, y confesó amarlo desde que lo vio, y pidió que se casase con ella. Alejandro la aceptó y se acostaron. Cuando llegaron donde el papa, la doncella con nuevos vestidos, confesó al papa que había huido de su padre, el rey de Inglaterra porque quería casarla con el rey de Escocia. Pero ella había elegido a Alejandro. El Papa decidió darles su bendición. Alejandro se convirtió en caballero y le asignaron un condado, pudo sacar a sus tíos de la cárcel y reunir a su familia de nuevo. Los tíos fueron a Inglaterra y convencieron de que el rey perdonase a su hija y aceptara a su yerno. Y juntos, tiempo después, conquistaron Escocia.

#Boccaccio2018 (Jor. 2 C. 3)



Día 15: Sin esperar mucho continuó Laurita con su relato sobre la Fortuna, diciendo que ningún acto de Fortuna puede ser mejor que el de elevar a uno desde la miseria a la condición real. Contó la historia de Landolfo Ruffolo, un hombre rico, quien descontento con su riqueza decidió aumentarla. Salió a Chipre en su embarcación con mercancía, con la decepción de encontrar varias iguales. Cayó en la pobreza y vendió su barco por uno más ligero y se dedicó a la piratería. Al poco tiempo recuperó todo lo perdido, pero cuando decidió retirarse y partir con el botín, le hicieron lo mismo, saqueando y hundiendo la nave posteriormente. Landolfo quedó en una de las naves con parte de su tripulación. Al poco tiempo la nave se estrelló con un arrecife y se hundió. Los tripulantes buscaban ayuda para no morir, y Landolfo invocaba a la muerte, porque no quería vivir pobre. Se aferró a una tabla, que milagrosamente lo llevó a la isla Corfú, donde una mujer lo acogió y lo ayudó. La mujer decidió entregarle el arca que le permitió salvarse. Era tan liviana que no esperaba mucho, pero cuando la abrió vio un montón de piedras preciosas. Las envolvió en trapos para no cometer nuevamente un error y pidió un saco a la mujer, entregando el arca a ella. Al llegar a salvo logró vender las joyas y recuperó y dobló su anterior fortuna. Al estar a salvo, mandó parte del dinero a la mujer que le ayudó. No volvió a negociar más y vivió de su fortuna.

#Boccaccio2018 (Jor. 2 C. 4)



Día 16: Fiammetta siguió con su turno, y contó la historia de Andreuccio di Pietro, un tratante de caballos, que al enterarse que en Nápoles había buen mercado se dirigió hacia allá para comprar. En una noche sufre 3 grandes peligros y desgracias: El primero, con una bella y joven mujer que lo engaña, haciéndole creer que es su hermana, y logra robarle su bolsa con 500 florines, dejándolo encerrado. Andreuccio logró salir, y se vio engañado y robado. Al vagar sucio por la calle se encontró con otros dos hombres, a quienes les contó su historia, y éstos lo invitaron a que los ayudase a hacer un robo que le ayudaría a recuperar lo que perdió; el obispo de Nápoles había muerto y lo habían enterrado con sus joyas, entre ellos un valioso anillo con un rubí. Luego de lavarse fueron al sepulcro, donde ordenaron a Andreuccio que entrara y les pasara las joyas sino lo golpearían. Al Andreuccio entender que lo iban a engañar y seguro se irían apenas les pasara el botín, decidió entrar, y asegurar el anillo en su dedo y le pasó las otras cosas. Los ladrones insistían en el anillo y él decía que no lo encontraba, entonces se fueron y lo dejaron encerrado con el muerto. Andreuccio se lamentaba porque no podía salir, hasta que escuchó que algunas personas venían a ver al muerto junto con el cura. Cuando lo vieron a él con el muerto salieron corriendo, y así Andreuccio pudo salir y con su anillo, regresó a la posada y a Perusa y partió de Nápoles.

#Boccaccio2018 (Jor. 2 C. 5)






Día 17: Emilia siguió en su turno y contó la historia de Madama Beritola, una mujer de alta sociedad que se ve obligada a escapar con sus dos hijos, uno pequeño y otro en el vientre, tras la muerte del emperador Federico II, y la coronación de Manfredo como rey de Sicilia. Su esposo, Arrighetto, hidalgo de Nápoles, de gran estima del Rey. Llegando a la isla de Ponza, nació su otro pequeño, y un día unos corsarios saquearon la isla, y Madame Beritola no encontró a sus hijos. Hallada en una isla con dos cabritillos, y habiendo perdido a dos de sus hijos, se va hacia Lunigiana en compañía de Conrado, fiel amigo de su esposo, y su familia. Allí uno de sus hijos va a servir a su señor y con la hija de éste se acuesta, y por la injuria es puesto en prisión por su señor. Sicilia se revela contra el Rey Carlos, y el hijo es reconocido por su madre, y éste conmueve con sus intenciones y discurso a su señor, quien le da a su hija en compromiso. Se casan y encuentra a su otro hermano, y vuelven a tener una alta posición social y vivieron felices. Las historia se vuelven más extensas, los jóvenes narradores van tomándose más tiempo para desarrollar sus historias. Y los cuentos sobre Fortuna requieren esa extensión por su natural contraste y estructura de conflicto y solución y fortuna.

#Boccaccio2018 (Jor. 2 C. 6)



Día 18: Pánfilo, uno de los mejores narradores de la 1ra jornada, regresa en su turno en la 2da jornada con otro excelente relato sobre la fortuna. Una aventura dramática y terrible, tratada con humor y erotismo. El sultán de Babilonia manda a su hermosa hija para desposarla con el rey de Algarbe. Pero en el camino en barco, los azota una tormenta que acaba con todos los tripulantes, menos con la bella Alaciel y sus criadas. Alaciel vive seguidamente 9 desventuras... y aventuras... tristes y felices con 9 hombres distintos. El primero, Pericón, que es el que la encuentra tras el drama del barco y la acoge y se enamora perdidamente de ella. Intenta poseerla, hasta que un día lo logra tras emborracharla con vino, con la sorpresa que Alaciel lo disfrutó tanto que pensó cómo desde ante no se lo había permitido a Pericón. Y luego de Pericón, fueron apareciendo hombre tras hombre, que enamorados de la belleza de Alaciel, se deshacen de sus rivales y se quedan con la joven, llevándola a recorren gran distancia en kilómetros y amantes. Ella sufría cada vez que le mataban un amante, pero se olvidaba apenas la satisfacía el nuevo. Durante un tiempo, los idiomas de los hombres eran tan distintos, que ella pasaba de sordomuda, hasta que escapó con un sirviente que hablaba su idioma. En ese camino, el sirviente se la encomendó a un comerciante amigo, con quien también tuvo amores. Hasta que se encontró con un sirviente de su padre, el sultán, que la creían ahogada en el mar. Ella le contó toda su historia, y el sirviente le recomendó que no contase la historia verdadera a su padre, sino que la cambiara y se hiciese pasar aún por casta. Así lo hizo, y su padre feliz volvió a enviarla a casarse con el rey de Algarbe. "Boca besada no pierde frescura, sino que se renueva, como hace la luna".

#Boccaccio2018 (Jor.2 C.7)





Día 19: Turno para Elisa, que contó la historia del desafortunado conde de Angers, mano derecha del rey de Francia, quien al partir a la guerra, encomendó el gobierno al conde. En ese tiempo, el conde cumplió con su trabajo y siempre presentó respetos a la reina madre y a la esposa del rey. La esposa, sintiendo deseos del conde, le manifestó su amor una noche, pero el fiel conde la rechazó. La mujer iracunda dijo que lo castigaría, y empezó a gritar que se estaba aprovechando el conde de ella. El conde entendiendo la gravedad de la situación, escapó y se llevó consigo a sus pequeños hijos, una niña y un niño. En efecto, el conde fue buscando con recompensa incluida. El conde para evitar lo reconocieran, tuvo que pasar de mendigo con sus hijos, y poco a poco fue dejando a sus hijos en manos de buenas personas que prometieron cuidarlos y educarlos. Al haberlos dejado en buenas manos partió a Irlanda, donde trabajó de criado. Cada uno de los hijos creció y se ganó el afecto de sus benefactores. Luis y Violante contrajeron nuevos nombres: Perotto y Juanita. Juanita se ganó el afecto de la señora, especialmente el de su hijo, que enfermó de muerte por el amor de Juanita. Juanita aceptó solamente con la condición de ser su esposa y no un simple affaire, como pretendía la madre. Y así fue como Juanita se convirtió en la esposa del hijo del secretario de estado. Perotto por su parte, quedó a cargo del gobernador del principado de Gales, y querido por todos, era hábil con las armas y para los ejércitos. Una enfermedad invadió el lugar, contagiando a toda la familia, menos a Perotto y la hija del gobernador, que quedó encargada y decidió casarse con Perotto. El conde después de varios años decidió regresar para ver la suerte de sus hijos, a cada uno lo encontró con buena fortuna. Tiempo después la hija del rey, arrepentida confesó su mentira contra el conde a un arzobispo. Al rey enterarse buscó por todos lados al conde y sus hijos para pedir disculpas y restituirlo de su título y propiedades. El conde fue donde Perotto, se dio a conocer su identidad y hubo emotivo encuentro. Luego mandaron a llamar a la hija y fueron a presentarse ante el rey, quien les devolvió la honra.

#Boccaccio2018 (Jor.2 C.8)






Día 20: En la novena narración de la 2da jornada, llegó el turno de la reina Filomena, quien recordó dejar el último turno a Dioneo. Prosiguió a contar la historia de Bernabé de Génova, mercader italiano que una noche llegó a una posada en París junto con otros mercaderes. Hablaron sobre sus infidelidades y las de las mujeres. Bernabé salió en defensa de su esposa, diciendo que era la más honesta y que nunca lo engañaría, ni por la distancia. Un joven mozo, Ambrosuelo, escuchando, le propuso una apuesta; él sería capaz de cortejar y seducir a su esposa, y lo demostraría con pruebas. 5.000 florines fue la apuesta. Ambrosuelo viajó a Génova, y comprobó que la esposa era fiel. Por eso, con ayuda de una mujer logró entrar a la casa, y cuando la señora dormía, éste recolectó prendas íntimas y mientras dormía la vio desnuda, viendo un lunar que tenía bajo el seno. Con eso tenía suficiente. Regresó a París y mostró la evidencia a Bernabé y los otros mercaderes, Bernabé desconfió pero palideció cuando escuchó lo del lunar. Bernabé pagó la apuesta y viajó enojado a Génova, donde llamó a un sirviente y le ordenó matar a su esposa. El sirviente cumplió pero la esposa logró convencerlo de dejarla escapar y llevar sus vestidos como evidencia de la muerte. La mujer se dirigió al mar y en la costa encontró un catalán que la acogió, ella se vistió de hombre para no despertar deseos de los hombres, y trabajó como criado del catalán. Tan bien hizo su trabajo, que el sultán en una visita con el catalán pidió que le diese su criado. Trabajó y se ganó el afecto del sultán. Un día, en una cantina de mercaderes, escuchó a un hombre relatando una historia con prendas que le parecían conocidas. Era Ambrosuelo, y ella se reconoció a sí misma y el engaño a su marido. Decidió pedir al sultán que llamase a Ambrosuelo y a mandar a llamar a su marido Bernabé, y fue así como en una audiencia los enfrentó, y al final ella pidió al sultán que le permitiera castigarlos, y se reveló como la mujer de la historia. El sultán cumplió todos sus pedidos. Perdonó a su marido Bernabé, castigaron a la muerte lenta a Ambrosuelo, y regresaron con fortuna a Génova.

#Boccaccio2018 (Jor.2 C.9)



Día 21: El público alabó la narración de la reina, especialmente Dioneo, quien por petición contaría el último cuento de la jornada. Como le interesó el tema y el cuento de la reina decidió seguir con el tema de la fortuna, pero haciendo un cambio en cuanto a la motivación de las mujeres y contra la idea de que se quedan esperando sin saber lo que quieren. La historia de Ricardo de Chinzica, un juez, más inteligente que corpulento, y que pensaba que podía satisfacer a las mujeres con los mismos medios del estudio. Ricardo se casó con una hermosa joven y mandó a preparar grandes fiestas. Aunque la primera noche sólo pudo tocarla una vez, y tuvo que dejarla para no terminar en contratiempo, y aún así terminó agotado. Y así siguió, como era flaco, seco y con poco apetito sexual, decidió incluir en su agenda grandes fiestas y celebraciones a diario para no cumplir sus deberes conyugales. Con todos los compromisos, todo quedó reducido a una vez al mes, con la desaprobación de su mujer. Y demoraron largo tiempo viviendo así. Un día salieron a un viaje por el mar, y Ricardo separó a las mujeres de los hombres en dos barcos. Las mujeres se divirtieron y se adentraron al mar. Allí encontraron el galeote de Paganino de Mónaco, un corsario que pudiendo asaltar toda la nave, quedó prendado de la hermosa mujer del juez y se la llevó consigo. Al inicio ella lloraba, pero al Paganino complacerla y consolarla, la mujer olvidó del juez y sus fiestas. De día y de noche cumplían sus faenas. Al cabo de un tiempo, Ricardo se enteró donde estaba su esposa y fue a buscarla. Confrontó a Paganino, quien le respondió que lo llevaría a ver a su mujer, y si ella decía que era su esposa y quería irse con él, él accedería, y cobraría el rescate, sino sería una villanía de despojarlo de tan hermosa mujer. Ricardo fue a la casa, y habló a su mujer frente a Paganino, pero ésta fingió no conocerlo. Luego los dejaron solos, y ella le confesó que si lo conocía pero él no supo valorar su juventud, gallardía, ni las necesidades que tenía. Ricardo le decía que pensara en su honor, pero ella decía que de su honor no se preocupaba nadie, ni sus padres que se la entregaron en matrimonio. Que se quedaría con Paganino como su esposa, y que él se dedicara a vivir más, que estaba muy pálido y flaco. Ricardo regresó desconsolado, y al poco tiempo murió. Finalmente Paganino se casó con la mujer, y siguieron viviendo el amor y la pasión, sin importar celebraciones.
El cuento gustó al público. La reina juzgó que era tarde y que con el último relato concluía su reinado. Entonces le pasó la corona a Neifile. La nueva reina habló y dijo que mañana era viernes y luego sábado, y ambos días descansarían, y el domingo también. Al retomar las narraciones propuso que el tema fuera: los lances de la fortuna, es decir, alcanzar o recuperar alguna cosa muy deseada o perdida. Al final dio las instrucciones y se fueron al jardín a distraerse; luego de la cena, cantaron, bailaron, hasta que la reina dio orden de ir a dormir.

Fin Jornada 2

#Boccaccio2018 (Jor.2 C.10)







TERCERA JORNADA


Día 22: Inicia la 3ra Jornada, con Neifile como reina, y el tema: sobre quienes adquirieron con astucia algo deseado o consiguió lo perdido. Luego de su habitual rutina, y de reconocer el palacio a lo alto de la colina, se reunieron a iniciar los nuevos relatos. Inició Filostrato, diciendo que muchos creían que las monjas eran santas por sus vestimentas y ya no sentían nada, pero se equivocan. E introdujo la historia de Masetto de Lamproecchio, un joven labrador, quien un día se encontró con un hortelano que había renunciado a su trabajo como jardinero en un convento de monjas, porque todas eran muy jóvenes y exigentes. Masetto al escucharlo, vio su oportunidad, y decidió tomar el puesto del hortelano. Se dirigió al convento, donde habitaban 8 mujeres y la abadesa, con la intención de hacerse pasar por mudo, para que no lo rechazaran por joven y apuesto. Se ganó la confianza del administrador, que inmediatamente lo recomendó a la abadesa para cuidar el jardín, y como era mudo no había problema de que hablara a las monjas. Así fue como Masetto inició su trabajo en el convento. Al inicio las monjas le exigían y pedían muchas cosas, y le preferían injurias al creerlo mudo. Hasta que una noche, dos de las monjas hablaban sobre el placer y deseo de yacer con un hombre, y por qué no aprovechar y ensayar con el mudo. Masetto escuchaba y disfrutaba por dentro, dispuesto a satisfacer sus deseos. Así fue como las dos monjas se lo llevaron a una cabaña y ambas obtuvieron lo que querían más de una vez, antes de irse. La noticia se regó y todas las monjas querían probar a Masetto, y lo hicieron... hasta la abadesa finalmente también. El pobre Masetto abrumado de la demanda sexual de 9 mujeres, fue donde la abadesa y habló por primera vez, diciendo que no podía satisfacer a todas. La abadesa se sorprendió con el "todas", y por su habla, pero él explicó que su mudez era por enfermedad y ya se había curado. La abadesa prometió que se organizarían entre ellas para no abrumarlo por turnos. Al poco tiempo murió el administrador y Masetto se convirtió en el nuevo administrador. Siguió satisfaciendo a las monjas, con las que tuvo varios hijos. Finalmente, Masetto viejo y con dinero se marchó sin preocupación de mantener a sus hijos, regresó a su país natal, afirmando que así trataba la suerte a quien le pone cuernos.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.1)






Día 23: El relato de Filostrato divirtió y ruborizó a las damas, entonces la reina indicó a Pampinea que era la siguiente. Diciendo que contaría la historia de un rey con menos valor que Masetto. Agilulfo, rey de los longobardos, vivía con su hermosa esposa. Un palafrenero suyo, se enamoró perdidamente de la reina. Sufriendo por su amor, pensó en quitarse la vida, pero antes prefirió ingeniárselas para acostarse con ella. Vigiló los movimientos diarios del rey y de la reina con el objetivo de imitarlo. Se dio cuenta que a veces el rey iba con una antorcha, que era apagada antes de entrar al cuarto. Buscó una antorcha y una vara, y esperó en la sala. Una mujer lo dejó entrar y sin decir nada se acostó junto a la reina y le hizo el amor varias veces. Con pesar al final salió escabullido del cuarto con la manta y la antorcha. El rey fue al cuarto de la reina y ella se sorprendió en verle volver después de la faena que habían tenido. El rey se dio cuenta que había sido engañada y decidió revisar los latidos del corazón de cada empleado, pensando que el atrevido debía estar asustado aún. Cuando llegó al cuarto del palafrenero sintió sus fuertes latidos y le cortó el cabello, como marca. El palafrenero al darse cuenta, corrió y cortó el cabello a los demás empleados también. Al día siguiente el rey mandó a llamarlos y al ver a todos iguales se decepcionó de sí mismo y amenazó a todos que no volvieran a hacerlo, pero sólo el palafrenero entendió el mensaje, y nunca más volvió a intentar peligrosa hazaña.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.2)






Día 24: Llegó el turno de Filomena, quien dijo que contaría la historia de cómo una mujer engañó a un fraile para conseguir los favores de un hombre. Una mujer hermosa y de buenos modales estaba casada con un lanero que la desdeñaba, por lo que decidió buscar un hombre que la satisfaciera. Se enamoró de un hombre de gran linaje y edad mediana, que veía pasar todos los días. Cuando no lo veía, no podía dormir. Se dio cuenta que el hombre se comunicaba con un fraile, por lo que decidió usar al religioso para llegar al hombre. Así fue a confesarse ante el fraile, a quien le dijo que había un hombre que la acosaba, y no podía salir a la ventana sin hallarle. Y para evitar escándalos había decidido decirlo al fraile, que era amigo del hombre, para que le llamase la atención. El fraile dijo que su secreto estaba a salvo con él, y que le llamaría la atención al hombre. Cuando el fraile habló con el hombre, éste entendió el mensaje interno de la mujer, por lo que empezó a pasar más a menudo delante de la casa, mirando hacia la ventana, donde ella lo recibía con una sonrisa. Y así, siguió la mujer enviando recados pasionales disfrazados de indignación al hombre a través del fraile: que le había enviado una mensajera con una escarcela y un ceñidor (que ella le mandó, diciendo que se lo devolvía, con el fraile), y hasta le mandó a decir de forma cifrada cuando su esposo salió de viaje a Génova, y que podía entrar por la ventana, donde ella estaría desnuda. El fraile inocentemente (o aparentemente inocente de la situación) envió cada mensaje, y en una de ellas, la dama le recompensó con un florín. Al final el hombre al recibir el mensaje que el esposo había viajado, fue y entró por la ventana a donde la dama, y se encontró en sus brazos. Ella dijo: "Demos gracias al fraile, que te enseñó tan bien el camino".

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.3)



Día 25: El cuento de Filomena fue alabado por Dioneo, y la reina le dijo a Pánfilo que siguiera con algo divertido. Pánfilo inició diciendo que aunque unas personas no van al cielo, si ayudan enviando a otros. Contó la historia de Puccio de Rinieri, que se hizo terciario de San Francisco, por lo que se le llamó, fray Puccio. Entregado a la vida espiritual, no hacía más que rezar padre nuestros y asistir a sermones y misas. Su mujer, Isabela, una joven de 28 años, era bella y redondita. Cuando deseaba acostarse con su marido, éste le contaba la vida de Cristo. En ese tiempo llegó un joven fraile, don Félix, que se hizo amigo de fray Puccio, y le solucionaba todas la a dudas espirituales. Cuando lo llevó a su casa, don Félix vio a Isabela y le interesó. Siguieron las visitas, hasta que Isabela lo miraba también con deseo. Entonces para quitarle peso a fray Puccio, decidió suplirle a su esposa. Pero era complicado porque Puccio pasaba todo el día en la casa. Decidió recomendarle a Puccio un ritual riguroso para alcanzar la santidad, para lo que tenía en gran parte del día y noche, refugiarse en un rincón de la casa a orar, no yacer con mujer alguna, y buscar una gran mesa donde se apoyaría y acomodaría como si estuviese clavado a una cruz; entre otros muchos pasos. Y al acabar experimentaría algo extraordinario sobre la santidad. Apenas empezó la penitencia, Puccio avisó a su mujer, y está captó la intención de Félix. Por lo que, apenas el ingenuo Puccio se internaba en su penitencia, Félix e Isabela se revolcaban hasta el amanecer. Un día hicieron tanto ruido, que interrumpieron la oración de Puccio, pero Isabel sagaz en plena faena supo responder. Decidieron cambiar la cama de cuarto. Isabela decía: "Con la penitencia que le has impuesto, nosotros hemos ganado el paraíso". Luego que terminó la penitencia, Isabela y Félix se siguieron encontrando por fuera, y todos felices; uno creyendo alcanzar la santidad y otros en el constante paraíso.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.4)





Día 26: Siguió Elisa con su turno, quien dijo antes de iniciar: que algunos por saber demasiado, piensan que los otros no saben nada, y creyendo burlarlos, salen burlados ellos. Vivía en Pistoia, un joven llamado Francisco, que era rico y avaro. Fue nombrado podestá de Milán, y preparó todo para su viaje, menos el caballo. En la misma ciudad vivía un joven de origen modesto, Ricardo; de aspecto pulido y aderezado, que le apodaban el "Adornado". Ricardo amaba a la mujer de Francisco, y poseía uno de los caballos más finos de Toscana. Como todos conocían el amor por la mujer, decían que conseguiría la mujer a cambio del caballo. Francisco mandó a llamar a Ricardo, para comprarle el caballo, pensando se lo regalaría por su esposa. Pero el perspicaz Ricardo le dijo que no se lo vendería por todo el oro del mundo, pero se lo regalaría si le dejase hablar con su esposa, en presencia de él, pero a suficiente distancia para que sólo la oyera ella. Francisco aceptó victorioso, le comunicó a su mujer el trato, y le ordenó que en ese tiempo no se atreviera a decir ni una palabra. Ella se opuso, pero finalmente aceptó. Estando en la reunión, Ricardo le confesó su amor y se puso a su disposición. Como vio que la mujer no decía nada, astutamente cambió de voz y empezó a hablar como si ella estuviese hablando, y manifestó lo que a él le hubiese gustado escuchar: que ella también lo amaba en su interior, pero guardaba su fama y virtud. Y que aguardara a que micer Francisco partiera a Milán, y prometía entregarle su amor. Y para quedar de acuerdo, ella extendería en su ventana dos toallas, indicando que por la noche llegara a su jardín, donde pasarían la noche juntos. La mujer no dijo nada, y Ricardo retomando nuevamente su voz, agradeció a la mujer y pidió que le diese justa interpretación a sus palabras. Cuando se despidieron, Ricardo se quejó con Francisco, porque su mujer no había dicho palabra alguna (por lo que Francisco se sentía orgulloso de engañarlo). Así fue como obtuvo el preciado caballo. Francisco se marchó a Milán, y la esposa llena de dudas, reflexionaba sobre lo que debía hacer. Finalmente decidió extender las toallas, y esa misma noche llegó Ricardo por su jardín. Se besaron mil veces y se acostaron igual veces. Incluso después que Francisco regresó.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.5)



Día 27: Continuó Fiammetta con su turno, diciendo que seguiría con historias que sucedían en otras partes. En este caso, en Nápoles, donde vivía Ricardo Minutolo, un joven noble y rico, casado con una hermosa mujer, pero se enamoró de otra. Su nombre era Catella, y estaba casada con Felipe Sighinolfo, a quien amaba. Pero Ricardo no se daba por vencido. Y un día coincidió con Catella, y le hizo creer que su marido la engañaba con su propia esposa. Catella iracunda y celosa, quiso averiguar quién era la otra. Ricardo prometió ayudarla, pero que prometiese no contar nada a nadie hasta comprobarlo. Entonces le hizo creer que según su esposa, Felipe se le había insinuado y le había invitado a encontrarse con él en unos baños; al parecer, en venganza por los amores sabidos de Ricardo a Catella. Siguió diciéndole, que su mujer había quedado en verse con Felipe a la hora nona el día siguiente. Ricardo le propuso que fuera en lugar de su esposa para que encontrase a su marido en el engaño. Ricardo organizó todo con la mujer de los baños, que era amiga suya. Cuando Catella llegó a casa, acarició a su marido, pero al ver que éste no reaccionaba aumentaron sus celos. Y salió esa noche hacia los baños, y preguntó a la mujer encargada si estaba Felipe allí. La mujer dijo que sí y la dejó pasar. Catella entró decidida y con el rostro tapado en la oscuridad. Ricardo aprovechó y la tomó en sus brazos y le hizo el amor. Al terminar, Catella explotó en insultos, pensando que había encontrado a su marido en el engaño. Inmediatamente Ricardo dijo que era él y no su marido. Catella se impresionó del engaño y se quiso ir, pero Ricardo no la dejó, diciendo que ya no podían deshacer lo que habían hecho, y siguieron toda la noche. Al final hicieron las paces y se siguieron viendo.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.6)





Día 28: Siguió el turno para Emilia, quien decidió regresar a las historias locales. Contando historia de Teodaldo del Elisi, y lo que hizo para recobrar a una mujer perdida. Teodaldo estaba enamorado de Emerlinda, que a la vez estaba casada con Aldobrandino Palermini. Pero un día la mujer decidió terminar la relación extra matrimonial para tristeza de Teodaldo, que abandonó Florencia sin decir nada a nadie, y a vivir aventuras y hacer fortuna por fuera. En pocos años se hizo rico, pero seguía recordando a aquella mujer, entonces decidió regresar a Florencia, y disfrazado de peregrino del Santo Sepulcro fue a ver la suerte de la mujer. Encontró la casa de luto, y le informaron que era por la muerte de Teodaldo hace 15 días, a manos de Aldobrandino, que lo había encontrado en la cama con su mujer. Teodaldo estaba impresionado por esa noticia, estando él presente como peregrino. Se fue a meditar sus planes, y escuchó a una joven con 3 hombres, que hablaban de la muerte de Teodaldo, y confesando que había sido acción de ellos y no de Aldobrandino. Teodaldo pensó qué hacer con esa nueva información, y el día siguiente fue como peregrino a donde la mujer; y para sorpresa de la mujer, el peregrino conocía todos su problemas. Y le hizo ver el error que había cometido en abandonar a Teodaldo. Finalmente, Teodaldo descubrió su identidad ante la mujer, quien se asustó pero alegró de verlo vivo. Se abrazaron y besaron pero Teodaldo le dijo que ayudaría a su marido a salir de la cárcel, porque conocía a los asesinos. Teodaldo fue a ver a Aldobrandino y dio la dirección de la mujer y los 3 hombres que cometieron el crimen. Teodaldo reveló su identidad públicamente, para sorpresa de todos. Todo se aclaró tiempo después cuando confundieron a Teodaldo con un tal Fazinolo de Pontriemoli, que se le parecía mucho, y fue el que realmente murió. Aclarado todo, Teodaldo siguió perseverando en la mujer, que correspondía a todos sus afectos.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.7)






Día 29: Laurita siguió con su turno, y contó la historia en Toscana de Ferondo, un hombre rico pero tosco y grosero, que tenía una bella esposa sometida a la que guardaba celosamente. También había una abadía, donde estaba un abad casi santo, si no fuera por su gusto por las mujeres. Aunque nunca le habían descubierto nada. El abad se hizo amigo de Ferondo, y se enamoró de su esposa, convenciendo que la llevara a confesarse más a menudo. En una de esas confesiones, la mujer se deshaogó por los celos de su marido. El abad le propuso una solución: enviarlo al purgatorio, y luego regesarlo a la vida. La mujer contenta, fue sorprendida cuando el abad le pidió algo a cambio por sus favores: su amor; ella se sintió incómoda pero finalmente aceptó. El abad recibió a Ferondo y le dio un vino con polvos para dormir, con la cantidad como para 3 días. Lo pusieron en un ataúd y su esposa le lloró. El abad junto con un monje boloñés fueron a sacarlo de noche y lo pusieron en una habitación oscura. El abad no tardó en visitar a la mujer y recordar su promesa, por lo que se acostaron muchas veces con mucha discreción. Cuando Ferondo despertó, el monje boloñés lo atormentó, haciéndole creer que seguía en el purgatorio, y analizando su vida, comiendo y bebiendo. Pasaron 10 meses y el abad seguía frecuentando a la mujer, hasta que quedó embarazada. El abad pensó que ya era hora que Ferondo regresara a la vida, y se le avisara que su esposa quedó encinta por obra y gracia divina, y debía llamar al niño, Benito. Montaron el teatro, lo hicieron dormir, y cuando despertó, se creyó devuelto a la vida. El abad cogió fama de santo, y Ferondo se comportó mejor con su mujer, quien agradecida se encontraba con el abad de vez en cuando.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.8)



Día 30: Sólo quedaban el turno de la reina y de Dioneo, al que volvieron a dejarle el último cuento. La reina contó la historia de Gileta de Narbona: En Florencia vivía el conde de Rosellón, un hombre que por enfermizo tenía siempre a su lado a un médico, Gerardo de Narbona. El conde tenía de hijo a Beltrán, y el médico a Gileta. Ambos crecieron y jugaban juntos, y Gileta desde pequeña amaba a Beltrán. Hasta que el conde murió, Beltrán heredó todo y decidió mudarse a París, para desgracia de Gileta. Gileta había heredado la ciencia de la medicina de su padre, por lo que cuando el rey de Francia enfermó, ella se presentó diciendo que podía curarlo dentro de 8 días. Si no se curaba en ese tiempo, podía mandarla al fuego, pero si se curaba pidió que le casara con quien ella quisiera. El rey aceptó, y se curó a los 8 días. El rey agradecido, dijo que había ganado un buen marido y le ofreció a sus propios hijos, pero Gileta dijo que quería a Beltrán de Rosellón. El rey obligó a Beltrán a casarse con Gileta, a pesar de la negativa de éste de desposar a una curandera. Al casarse y regresar al condado a consumar el matrimonio, Beltrán cogió otro camino y huyó de su esposa, quien se posesión como condesa de Rosellón. Gileta mandó a llamarlo y él le contestó que la única forma que regresara era que ella llevase un anillo del que él nunca se despegaba y tuviera un hijo suyo. Gileta adolorida no se dio por vencida. Dejó el condado al cuidado de los mejores hombres y se vistió de peregrina y salió en busca de su marido y de tener lo que él le exigía para volver. Lo encontró en Florencia, y preguntó sobre él, y le dijeron que era el conde Beltrán, y estaba enamorado de una humilde hidalga pobre que vivía con su madre. Gileta buscó a las dos mujeres y les contó su historia con Beltrán, y les propuso un trato, para obtener el anillo y el embarazo, mientras le ofrecía riquezas y buen matrimonio a la hija. Las mujeres la entendieron y aceptaron. Beltrán pensando en yacer con la humilde hidalga, estaba con su verdadera esposa, que quedó embarazada. También obtuvo el anillo. Gileta recompensó a las mujeres, que escaparon de Beltrán al campo. Tiempo después, Gileta se presentó ante Beltrán llorando con el anillo y sus dos hijos, pidiendo que cumpliese su promesa de volver con ella. Beltrán sorprendido y los vasallos escucharon su historia, y decidió volver con su esposa, por su verdad y constancia.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.9)





Día 31: El último cuento de la 3ra jornada estuvo a cargo del celebrado Dioneo, quien no decepciona y se apunta otro relato divertido, diciendo a las damas que quizás no sabían cómo se mete el diablo en el infierno. De eso trataba su historia: En la ciudad de Capsa en Barbería, vivía un hombre muy rico, quien tenía una bella hija, Alibech. Ella no era cristiana, pero viendo tantos cristianos servir a Dios, un día le preguntó a uno cuál era la manera más adecuada de servir a Dios. Éste le respondió que eran más aptos los que se aportaban de las cosas del mundo, como los que iban al desierto de la Tebaida. La joven, de sólo 14 años, aún muy ingenua e inexperta, decidió escapar e irse al desierto de la Tebaida. Agotada del camino, llegó a una casita donde había un santo varón, que se impresionó al verla, y le preguntó qué buscaba. Ella dijo que inspirada por Dios, quería prestar servicio y aprender la mejor manera de servirle. El hombre viéndola tan hermosa, temiendo que el demonio lo tentara si se quedaba con él, le dio agua y la envió donde otro santo varón, que era mejor maestro que él. Alibech llegó a la siguiente casa, donde estaba un ermita, que con iguales argumentos la envió donde otro ermita más joven, llamado Rústico. Rústico la recibió en su refugio y le hizo una cama para dormir. Pero Rústico no pudo aguantar su pasión por la joven, hasta que dejó las oraciones para atender a la belleza de la joven. Fue a su cuarto, y primero comprobó si ya había estado con un hombre, al comprobar que no, pensó sacarle partido. Bajo la apariencia de servir a Dios, primero le enseñó sobre lo malo y enemigo de Dios que era el diablo, diciendo que el mejor servicio era poner al diablo en el infierno. Ella preguntó cómo se hacía. Rústico dijo que hicera lo mismo que él, y se empezó a desvestir hasta quedar desnudo, y ella también. Simulando rezar, la atrajo hacía él mismo, logrando una erección. Ella le preguntó qué era eso que se le salía afuera y ella no tenía. Rústico dijo que era el mismo diablo del que le había hablado. Ella contenta de no tener al diablo, pero Rústico le dijo que ella tenía el infierno, y Dios la había enviado para salvar su alma. Ella aceptó su servicio. La primera vez fue un poco dolorosa, y ella entendió lo malo que era el diablo, porque dolía al meterlo al infierno. Pero mientras seguían practicando y exorcizando al diablo, Alibech le fue gustando cada vez más, y feliz de comprobar que servir a Dios era cosa buena. Tan complacida estaba Alibech que obligaba a Rústico a meter varias veces al día al diablo al infierno, hasta que el pobre hombre que sólo comía raíces y agua, no aguantó el ritmo, y pensó restringir las faenas, ante la incomprensión de la insaciable joven, que decía que si su diablo estaba castigado y no le molestaba, su infierno no la dejaba vivir y necesitaba el diablo. Pensaba que Rústico no estaba sirviendo bien a Dios. Mientras tanto en Capsa hubo un incendio donde murió el padre de Alibech, y ella quedó como heredera. Un tal Neerbale, se enteró que aún vivía y fue a buscarla para hacerla su esposa y la justicia no se apropiara de la herencia. Rústico alegre la dejó ir, ya abatido. Las mujeres de Capsa le preguntaron cómo sirvió a Dios, y ella explicó con detalles, ante las risas de ellas, que decían que allá también se hacía eso, y ya le tocaría con su esposo. Dioneo terminó advirtiendo que por eso debían aprender a meter el diablo en el infierno.
Las mujeres se rieron mucho de la historia e hicieron bromas. La reina se quitó la corona y se la puso al próximo rey, Filostrato, el primer hombre que asumía el mandato. Diciendo que verían si el lobo guía mejor a las ovejas. Filostrato en su discurso manifestó que estaba enamorado de una de las presentes, y que por eso le interesaban las historias de final infeliz, parecida a las suyas. El rey ordenó ir a jugar y luego se reunieron a ver a Laurita cantar y bailar, donde ella cantó una canción de amplia interpretación. Hasta que se fueron a dormir. Cada uno a sus cuartos.

#Boccaccio2018 (Jor.3 C.10)





CUARTA JORNADA


Día 32: Inicia la 4ta Jornada con Filostrato como rey, que propone que el tema de los cuentos sea sobre los amores que tuvieron final infeliz. Hizo una larga introducción, donde hablo de su caso personal con el amor, y nuevamente su interés por una de las presentes; habló del amor infeliz en la historia y hasta un fragmento de una narración, de un hombre que quedó viudo con su pequeño hijo, y decidió criarlo lejos del mundo. Hasta que un día, ya con 18 años, bajó con su viejo padre al pueblo, y se impresionó de ver los edificios, pero sobre todo cuando vio a un grupo de bellas mujeres. El padre trató de que no les prestara atención porque eran la perdición, pero se dio cuenta que la naturaleza es más fuerte que el ingenio. Filostrato le dio el primer turno a Fiammetta, que contó la triste historia de amor entre Guiscardo y Guismunda. Guismunda era hija de Tancredo, príncipe de Salerno. Fue entregada en matrimonio al hijo de un duque, pero al poco tiempo quedó viuda y regresó con su padre, que estaba feliz de tenerla en casa, y no pensó volver a casarla. Por lo que Guismunda tuvo un amante clandestino, y se enamoró de un humilde paje, Guiscardo. Buscaron la forma de encontrarse y yacer juntos varias veces, hasta que su padre los descubrió. Tancredo iracundo ordenó matar a Guiscardo y sacarle el corazón, y se lo mostró a su hija en la cena en una copa de oro. Ella vierte encima agua envenenada, la consume y muerte lentamente, ante el padre aterrado, que los enterró juntos.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.1)






Día 33: La narración de Fiammeta hizo llorar a las mujeres, por lo que el rey le dio el turno a Pampinea, quien prometió algo más animado. Contó la historia de Berto de la Massa, un hombre corrompido y de mala fama. Viendo que no podía engañar a más nadie, fingió arrepentimiento y se hizo fraile menor, quedando como Fray Alberto. Un día, una joven mujer, esposa de un famoso mercader, que estaba de viaje, fue a confesarse con él. Viendo que era veneciana, al terminar de confesarse le preguntó a la joven si tenía amante. La mujer puso mala cara y se ofendió, pues saltaba a la vista su belleza, que le generaba muchos pretendientes. Siguió hablando de ella misma y su hermosura, que el fraile la tomó por tonta, pero le gustó. La bendijo y la dejó ir. Pero días después iría a visitarla a su casa. Fue a pedirle perdón por su imprudencia y a contarle que había visto al arcángel Gabriel, quien le reprendió por portarse mal con la dama. La mujer se impresionó por el ángel que adoraba. Entonces el fraile aprovechó y le dijo que el ángel también gustaba de ella, y que la iría a visitar por la noche, pero para poder deleitarla mejor tomaría forma humana. La mujer ingenua y emocionada de yacer con un ángel, le dijo que tomará la forma que quisiera, ella lo aceptaría. Esa noche, el fraile visitó a la mujer disfrazado de ángel, y ella creyéndolo ángel, se acostaron toda la noche, haciéndole ver los mismos cielos, como nunca su esposo había hecho. La mujer el día siguiente contó detalles al fraile, y estaba muy feliz. Siguieron repitiendo varias noches. La mujer contó a una amiga que yacía todas las noches con un ángel, y la amiga burlona difundió la noticia por todo Venecia. Los cuñados de la mujer, enterados, decidieron averiguar quién era el ángel. Y una noche, mientras el fraile se vestía, escuchó un ruido en la puerta, por lo que abrió la ventana que daba al Gran Canal y se tiró al agua, encontrando refugio donde un vecino. Cuando los cuñados entraron al cuarto, sólo encontraron las alas. La noticia se difundió y el vecino se enteró y entendió que el hombre que había pedido refugio era el ángel. Lo chantajeó con entregarlo si no le daba 50 ducados. Y le propuso que se disfrazara de ángel para poder escapar, porque era noche de disfraces. El fraile se dejó engañar, y el vecino le amarró una cadena y lo expuso en la plaza, mostrando al famoso ángel, que todos querían conocer. Descubrieron que era el fraile y lo atacaron, hasta que los demás frailes lo buscaron y encerraron en un calabozo, donde murió.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.2)


Día 34: Menudo drama de romances juveniles... tres jóvenes aman a tres hermanas y se fuman con ellas a Creta. La primera mata por celos a su amante; la segunda se entrega al duque cretense, para salvar a la primera, y su marido la mata y huye con la otra. La tercera hermana y su amante, son acusados del crimen y confiesan por miedo a morir; pero sobornando a la guardia escapan, pobres, a Rodas.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.3)





Día 35: El rey dio el turno a Elisa, quien contó la historia de cierta estirpe de reyes de Sicilia. Rogelio, hijo de Guillermo, tuvo como hijo a Gerbino, que fue criado por su abuelo. Gerbino creció con gran fama por ser un apuesto mozo. Entre a los que llegó la fama de Gerbino, fue a la hija del rey de Túnez, también famosa por ser de las más hermosas. Ambos se enamoraron desde la distancia por sus famas, y se enviaban mensajes. Pero el rey de Túnez casó a su hija con el rey de Granada, para la tristeza de los jóvenes enamorados. El rey de Túnez le pidió a Guillermo que controlara a su nieto. Pero Gerbino no escuchó e ideó un plan para raptar a su amada. Gerbino le dijo a los hombres de la nave, que sólo quería a la mujer, y las otras riquezas de la embarcación se las podían quedar. En medio del enfrentamiento, viéndose perdidos los sarracenos hicieron subir a la hija del rey, y frente a Gerbino la degollaron y tiraron al mar. Gerbino enojado atacó con todo a los enemigos, y llevó el cuerpo de su amada a Sicilia. El rey de Túnez al enterarse de lo ocurrido, se quejó con Guillermo, quien viendo la promesa rota, no tuvo más remedio que condenar a su nieto a perder la cabeza.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.4)


Día 36: Siguió el turno para Filomena, quien dijo que contaría una historia patética y real ocurrida en Mesina. En dicho lugar vivían 3 hermanos mercaderes y ricos con su bella hermana, Isabel, aún soltera. En uno de los negocios de los hermanos, trabajaba el joven Lorenzo, que gustaba de Isabel, y a ella también le gustaba. Por lo que a escondidas empezaron a verse y a yacer juntos, hasta que un día el hermano mayor los encontró y contó a los otros hermanos. Quienes decidieron, para no deshonrar a su hermana, llevar a Lorenzo a un lugar apartado y matarlo. Sepultaron su cuerpo, y al no aparecer, le dijeron a su hermana que estaba en negocios fuera de la ciudad. Una noche se le apareció Lorenzo en sueños y le dijo la verdad, y donde se encontraba su cuerpo. Ella fue a comprobar y encontró su cuerpo, aún en descomposición. Se llevó la cabeza y la enterró en su casa junto con una mata de albahaca, que era regada por sus lágrimas. La planta creció grande y hermosa, llamando la atención de los vecinos. Los hermanos decidieron averiguar y descubrieron la cabeza de Lorenzo en la maceta. Por lo que decidieron volver a enterrarla en otro lugar. Isabel murió después de un tiempo y el caso se hizo famoso, de donde salió una canción que dice:

"¿Quién pudo ser el mal cristiano 
que me robó el tiesto de albahaca?"

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.5)





Día 37: Turno para Pánfilo, quien dice que narrará una historia sobre los sueños, y cómo a veces se hacen realidad. En la ciudad de Brescia vivía Andreilla, hija de Negro de Pontecarraro. Andreilla se enamoró de su vecino, Gabriel, que era de condición más baja que ella. A escondidas ambos se manifestaron su amor y se casaron. Un día Andreilla tuvo un sueño oscuro con su amado Gabriel, donde moría en sus brazos. Por lo que no quiso ver a su amante y esposo esa noche. La noche siguiente se encontraron, y luego de amarse, Gabriel le preguntó por su falta la noche anterior. Ella le contó su sueño y manifestó su miedo. Gabriel se burló y él también le contó un sueño que había tenido, igual de oscuro. Para no seguir con los sueños oscuros, se amaron nuevamente. De repente, Gabriel gritó por ayuda y cayó tendido en la hierba muerto. Andreilla desconsolada llamó a su criada gritando y la ayudó a cargar el cuerpo. Decidieron adornar y envolver su cuerpo con seda y dejarlo en la puerta de su casa para que lo encontrasen pronto. Pero en el camino se encontraron con ayudantes del podestá, que inmediatamente las llevaron donde su señoría. El podestá mandó a revisar el cadáver, y confirmaron que la muerte fue natural, por obstrucción de una vena. Pero el podestá intentó seducirla y estuviera con él para dejarla libre, pero Andreilla se rehusó, incluso a la fuerza. Su padre se enteró y fue a buscarla, y a la vez reclamó el cuerpo de su yerno para darle digna sepultura. El podestá seguía insistiendo, entonces Andreilla pidió permiso a su padre y se fue a un convento.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.6)





Día 38: Siguió el turno para Emilia, quien sugirió regresar a Florencia, porque se iban alejando y contar historia de amor entre los pobres. Contó la historia de Simona, una bella mujer, hija de un pobre hombre. Para comer debía hilar lana, pero el amor le llegó. Pasquino fue el causante, joven encargado de distribuir las lanas. Ambos se enamoraron y se entregaron al placer, que repetían incansablemente. Pasquino le dijo que la llevaría a un jardín, donde estarían más tranquilos. Fueron un domingo en la tarde con unos amigos, y tras solazarse un buen rato, Pasquino tomó una rama de salvia y se la restregó en los dientes para limpiarlos. Pero al rato quedó tendido muerto. Simona lloró y llegaron los amigos, quienes la acusaron de haberlo envenenado. La llevaron donde un juez, que pidió ver el cadáver y lugar de los hechos. Simona repitió la historia y al final ella también tomó una rama de saliva y se la restregó en sus dientes, muriendo al acto. El juez se lamentó y ordenó quemar la planta, de donde salió un sapo enorme venenoso que también quemaron. ¡Oh, almas felices, que en un solo día acabaron su amor y su vida! Si se ama en la otra vida, allí se amarán más.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.7)




Día 39: Siguió Neifile en el orden, y contó la historia de Leonardo Sighieri, rico Mercader, y padre de Jerónimo. De niño Jerónimo jugaba con la hija del sastre, Silvestra, de la que quedó enamorado. La madre trató de censurar ese amor, enviándolo lejos para que se olvidara de ella. Se fue a París para conocer sus negocios, y negoció que sólo fuera por un año. Pero estando allá se entretuvo más de lo debido y regresó en dos años. Regresó aún enamorado de Silvestra, pero se encontró con que se había casado con un artesano. Ella intentó ignorarlo, pero no dándose por vencido se metió a su casa por la noche y la sorprendió mientras dormía. Ella rogó que se fuera, porque ya estaba casada y vivía bien. Jerónimo muy dolido, sólo deseaba morir, pero pidió acostarse un rato a su lado sin hacer nada. Ella lo dejó, pero él contuvo la respiración y expiró. Cuando Silvestra le iba a decir que se fuera, ya estaba muerto. Le contó a su esposo, y lo dejaron frente a su casa. Silvestra acordó con su marido ir al funeral, donde se avivó su dormido amor, y se tiró a llorar al cadáver, y murió de dolor. Decidieron enterrarlos juntos. Los que el amor no unió en vida, lo unió la muerte.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.8)



Día 40: El rey tomó la palabra para narrar su relato, diciendo que haría llorar a todos. En Provenza vivían dos nobles caballeros, Guillermo Rosellón y Guillermo Guardastango, eran muy amigos. Pero Rosellón tenía una bella esposa, y su amigo se enamoró de ella. Se lo demostró hasta que ella cedió y se amaron mutuamente. Rosellón no tardó en descubrirlo pero aguardó a una venganza. Lo invitó a una cena, y cuando llegaba se le lanzó encima, lo hirió de muerte y le sacó el corazón. La esposa, que esperaba a Guardastango para la cena, se entristeció al saber que ya no iría. Rosellón mandó a cocinar el corazón, diciendo que era de jabalí, y dejó que su esposa se lo comiera con gusto. Al final le reveló que era el corazón de su amado. Ella confundida y abatida, le llamó desleal y se lanzó desde la ventana, muriendo en el acto. Rosellón arrepentido y temiendo ira de campesinos abandonó su hogar. Todos se enteraron el día siguiente y enterraron los dos cadáveres juntos.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.9)



Día 41: Y el turno final de la 4ta jornada, correspondió nuevamente al aclamado Dioneo, que para contrastar todas las historias tristes, dijo que contaría una divertida. Contó que en Salerno vivía un médico cirujano, Mazzeo della Montagna, quien anciano se casó con una bella joven. Aunque ella se resfriaba a menudo por lo poco que la cubría el maestro en las noches, aludiendo que terminaba muy agotado. Lo que no gustaba a su esposa. Por lo que decidió conseguir un amante. El elegido fue Rogelio d'Aieroli, joven de origen noble pero llevaba vida desordenada. Pero a ella sólo le importaba para una cosa, y él aceptó sin dudar. Un día, el médico tenía una urgencia y salió a atenderla, dejando un agua para dormir, que había preparado en su cuarto. La esposa aprovechando la ausencia metió a Rogelio en el cuarto, y en un descuido Rogelio se bebió el agua para dormir. La mujer lo creyó muerto y llamó a la criada para que le ayudase. Dejaron el cuerpo dentro de un arca que tenía el vecino carpintero. Así lo hicieron. Rogelio se despertó haciendo ruido, y salieron los dueños de casa acusándolo de robo, por su mala fama, y fue condenado a la horca. La esposa del médico se enteró e intentó ayudarlo, y comprendió que había sido culpa del agua de su marido. Buscaron una coartada y la criada fue a hablar con el magistrado a explicar lo sucedido con detalle. El juez averiguó y verificó la historia, pero le divirtió tanto, que hacía que se la repitieran varias veces. Rogelio quedó libre y siguió con amores con la mujer.
Las mujeres se rieron de la historia de Dioneo. Viendo que el día llegaba a su fin, el rey se quitó la corona y se la puso a Fiammetta, quien aceptó contenta e inmediatamente propuso los temas de la próxima jornada: lo que ocurre a los amantes tras grandes peripecias, pero con un final feliz. Todos se esparcieron y luego fueron a cenar y a cantar. Filostrato cantó una canción, fiel a su estilo, lleno de sufrimiento y desamor; que ruborizó al tiempo a cierta dama. Y fueron a dormir.

Fin Jornada Cuarta.

#Boccaccio2018 (Jor.4 C.10)





Reflexión de la Jornada Cuarta:

En este primer día de descanso y de reflexión sobre la jornada cuarta, ¿qué podemos decir? Más que del amor trágico. Pero cómo la jornada por primera vez refleja el sentir interior del rey que propone el tema. Filostrato incluso cierra cantando una canción, por supuesto, de desamor. Y Boccaccio sigue dando pistas, porque una de las doncellas, sin decir cuál, se sonroja al terminar la canción, pero no se logra ver por la oscuridad de la noche. Y por orden de la reina cada uno regresa a su alcoba. A pesar de compartir libremente en sus historias sus deseos sexuales, éstos jóvenes siguen amarrados a las normas de la época... al menos hasta donde sabemos... pero tal parece que si. Cada jornada, es una oportunidad de vivir y ser libre, al menos en su imaginación, con los deseos y pasiones latentes alrededor... y la misma peste, que sigue sin nombrarse.

(Jornada 4, reflexiones)
#Boccaccio2018




QUINTA JORNADA

Día 42: Inicia la 5ta jornada y la reina Fiammetta escoge a Pánfilo para ser el primer narrador sobre historias con problemas con final feliz. Pánfilo cuenta la historia de un hombre rico que tenía un hijo muy necio, llamado Galeso, y le apodaban Cimón. A pesar de su cuna, no tenía modales y se comportaba como una bestia. Su padre agotado lo mandó a convivir con los labradores, lo que agradó a Cimón. Cierto día, en un bosquecillo encontró dormidos a una bella joven, Ifigenia, con sus criados. Esperó que se despertara, y ella se asustó al verlo y lo reconoció, porque era muy conocido. Cimón viendo el rechazo y miedo de la joven, por su fama, decidió volver a su casa y educarse como un caballero. En poco tiempo (4 años) logró ser un hombre nuevo. Pensó en pedir la mano de Ifigenia, pero su padre ya se la había dado a Pasimundo. Cimón ideó una manera de sorprender a Ifigenia y demostrar cuanto la amaba. Intentó raptar a la doncella pero el plan salió mal, y él terminó apresado. Un hermano de Pasimundo, también enamorado de otra mujer, Casandra, planeó una boda conjunta con la de su hermano. Pero Lisímaco amaba a Casandra, por lo que pensó en raptarla y pidió ayuda de Cimón, ofreciendo su libertad. Ambos lograron sus objetivos y vivieron felices con sus doncellas

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.1)






Día 43: Siguió Emilia en su turno. Contó la historia de Constancia, de buena familia y enamorada del joven Martucio. Se amaban pero el padre de la doncella impedía los deseos por la pobreza del joven. Martucio indignado decidió partir y probar suerte como pirata, logrando fortuna en los saqueos. Pero la avaricia los llevó a ser capturados y permanecer prisionero por mucho tiempo. Corriendo la voz de su muerte. Constancia desconsolada decidió tomar una barca y embarcarse al mar, esperando la muerte. Pero el mar la llevó a Berbería. Mientras tanto Martucio se gana la confianza del rey de Túnez, al plantear una estrategia para vencer a su enemigo. Martucio se hizo rico y famoso, llegando a oídos de Constancia, que vivía en la casa de una familia, donde aprendió quehaceres varios. Constancia logró llegar a donde Martucio, quien la reconoció y le pidió matrimonio. Regresaron a Lípari juntos y vivieron felices.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.2)


Día 44: Elisa siguió en su turno, con la historia de Pedro Boccamazza, de ilustre familia romana. Se enamoró de Angelita, una joven humilde y bella. Ante el reproche de los familiares decidieron huir juntos en sus respectivos caballos hacia donde unos amigos de Pedro. Pero en el camino se perdieron y fueron por otro camino donde encontraron 12 asaltantes. Angelita logró escapar pero atraparon a Pedro. Cuando iban a colgarle por ser amigo de sus enemigos, salieron otros hombres e iniciaron una lucha con sus captores. Pedro aprovechó y montó su caballo y escapó. Angelita encontró refugio en casa de dos ancianos, quienes le advirtieron que por ahí rondaban enemigos que asaltaban las casas y no podían protegerla. Preciso en la madrugada llegaron enemigos pero Angelita logró esconderse, y el día siguiente los ancianos la llevaron a un castillo más seguro, pero los hombres se habían llevado su caballo. Pedro encontró refugio de unos pastores, quienes le señalaron el camino al castillo de Liello. En el castillo se encontraron los amantes separados y nunca más se separaron.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.3)



Día 45: Turno para Filostrato, que llega con un relato de la misma línea pero lleno de humor y un pequeño toque de erotismo. Contó la historia de micer Licio de Vallbona, un noble mayor que tenía una hija, Catalina, a la que quería y cuidaba mucho, en espera de casarla bien. Eran visitados por el joven noble, Ricardo, que se hizo muy amigo de la hija de Licio, tanto que se enamoraron, pero Ricardo sabía ocultar sus sentimientos frente a los padres para poder seguirla visitando. Pero un día le confesó su pasión y para no padecer más la espera de estar juntos, Catalina convenció a sus padres que la dejaran dormir en la galería junto al jardín para dormir con el trino de los ruiseñores, alegando que en su cuarto (más custodiado) no podía dormir del calor. Los padres dudaron pero le dejaron hacer la prueba para escuchar su pájaro. La noche siguiente avisó a Ricardo, quien se metió por el jardín a la galería y retozaron toda la noche, quedando dormidos con Catalina agarrando el pájaro de Ricardo. Su padre fue el día siguiente a ver si había dormido bien y encontró la escena de los dos amantes agotados de la faena nocturna, y a su hijo con el pájaro en la mano. Licio no dijo nada y fue a avisar a su mujer, pero la tranquilizó diciendo que Ricardo era de buena familia, así que sería mejor que se casaran. Sorprendieron a la pareja, que se asustó y Ricardo pidió perdón y clemencia por su vida. Lucio los tranquilizó y le dijo a Ricardo lo que ahora debía hacer. Ricardo aceptó encantando y se casó con Catalina, y siguieron haciendo cantar al ruiseñor las veces que quisieron.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.4)





Día 46: Siguió Neifile con su turno, luego de que Filostrato hiciese reír con su cuento a todos. Neifile contó la historia de dos amigos, Guidotto y Jacobino, ambos mayores. Cuando murió el primero, al no tener hijos varones le dejó su hija de 10 años a Jacobino, quien la cuidó como suya. La niña creció hasta convertirse en una bella joven con varios pretendientes, dos de ellos, Giannole y Minghino. Ambos se ganaron la confianza de dos criados de la casa, quienes prometieron ayudarlos por aparte a ver a la joven cuando Jacobino saliera de la casa. Una noche finalmente Jacobino salió y los dos pretendientes citados, se encontraron y formaron una tremenda trifulca. Jacobino se enteró y se enojó mucho, y pensó en casar pronto a la joven. Jacobino confesó que la joven no era en realidad hija suya ni de su amigo que la dejó a su cuidado al morir, sino que desconocían sus verdaderos familiares. Y contó como su amigo Guidotto encontró a la niña abandonada cuando Cremona fue tomada por el emperador Federico. Entre los que escuchaban se encontraba Guillermino de Medicina, quien había estado con Guidotto y sabía a lo que se refería y le dijo a su amigo Bernandino, que había perdido a su pequeña hija. Bernardino fue a ver a la joven, y le pareció ver a su esposa. Reconoció a su hija perdida y volvio con ella. Giannole, uno de los pretendientes de la joven, era hijo de Bernandino, ósea hermano de la joven, por lo que quedó el camino libre a Minghino, quien se casó con ella.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.5)



Día 47: Siguió en su turno Pampinea, quien contó la historia de dos amantes, separados por la distancia. Restituta vivía en Ischia, cerca a Nápoles, hija de Marino Bolgaro, y en Prócida vivía Juan, su enamorado, que iba a verla cada noche, ya fuese en barco o nadando. Un día, mientras la joven paseaba por la ribera, unos jóvenes sicilianos la vieron bella y la raptaron. Al llegar a Calabria no se decidían por quién se la quedaba, por lo que la llevaron al rey en Palermo. El rey la vio muy bella y mandó que la llevaran a La Cuba, unos pabellones de recuperación. Mientras tanto Juan la buscó por todos lados hasta que se enteró por la gente a donde la habían llevado. Se paseaba delante La Cuba hasta que la vio y ella le dio instrucciones de cómo subir. A la noche subió y la pasaron toda la noche juntos y amanecieron. El rey preciso pensó en hacerla suya esa madrugada, y al entrar los vio juntos. Mandó a que los ataran y quemaran públicamente. Pero en plena hoguera pasó por ahí Ruggeri dell'Oria, almirante de rey y respetado, quien reconoció a los jóvenes y le hizo saber al rey el error que cometía, pues sus respectivos padres habían sido importante para mantener su gobierno. El rey se disculpó, los llenó de regalos y les permitió casarse.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.6)



Día 48: Siguió el turno de Laurita, que contó la historia de Américo de Trápani, hombre rico y con muchos hijos, que necesitaba varios criados. Compró a varios muchachos a unos corsarios genoveses. Todos tenían aspectos campesinos menos uno, Teodoro, que tenía talante aristocrático. Teodoro creció con los hijos de Américo, y ganó confianza de su señor, quien le dio libertad. Violante era la hija de Américo, y se enamoró de Teodoro, y él de ella. Un día que los cogió una tormenta estuvieron solos por primera vez en una cabaña abandonada y se entregaron al amor y la pasión, repitiendo las sesiones. Hasta que Violante quedó embarazada. Teodoro estaba asustado, porque era una falta que implicaba muerte. Pero Violante ocultó su nombre hasta que su padre la amenazó con matarla. Teodoro fue acusado, torturado y condenado a la horca. Pasaba en ese momento Fineo, y el acusado le pareció conocido y se acercó a preguntarle su identidad, recordando que años atrás unos corsarios habían raptado a su hijo. Reconoció a Teodoro y suplicó a Américo que no matara a su hijo, que él se casaría con su hija. Américo aceptó y los amantes se casaron y vivieron felices.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.7)





Día 49: Llegó el turno para Filomena, quien contó un cuento famoso y polémico, que hasta ha inspirado obras de arte. La historia de Anastasio degli Onesti, natural de Ravena y de familia noble con riquezas. Pero Anastasio se enamoró de la hija de micer Pablo Traversari, de familia más noble. Lo que hacía que la hija se le resistiera a los encantos. Decepcionado pensó partir por un tiempo en caballo, y a unas 3 millas llegó a Chiasi, donde se acomodó sin irse muy lejos. Estaba un día solo reflexionando cuando escuchó la voz de una mujer gritando y pidiendo ayuda. Iba desnuda y llena de arañazos. La perseguían dos perros que la iban mordiendo, y más atrás en un corcel negro con un caballero que amenazaba con matar a la dama. Anastasio impactado fue a defender a la joven, y el caballero le dijo que no se metiera y contó su historia. Él era Guido degli Anastagi, también de Ravena, y enamorado de una mujer muy cruel, que le hizo desgraciado, un día se mató y fue al infierno. Ella se alegró de su muerte y al tiempo también murió y fue al infierno. Como castigo para ambos, fueron condenados a repetir eternamente una misma escena: él la persigue para matarla y al alcanzarla le abre los sesos con su espada, le saca el corazón y se lo da de comer a los perros. Al rato todos resucitan y vuelven a repetir el acto. Todos los viernes se repetía. Y le pidió que le dejara cumplir la justicia divina. Anastasio quedó sorprendido y vio todo. Pero pensó que eso le podía servir. Dijo a sus padres que invitaran a la familia Traversari a una cena al aire libre. Los llevó al mismo lugar de los hechos, y puso a su amada en buen puesto para que viera la función. De repente escucharon los mismos gritos, y todos se asustaron y trataron de ayudar a la joven, pero el caballero les volvió a explicar la situación. Las mujeres se acordaron del caballero y la joven, y se pusieron a llorar, y la amada fue la que más se asustó. Tanto que su odio se convirtió en amor hacia Anastasio, y al poco tiempo empezaron a verse y se casaron.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.8)



Día 50: Turno para la reina, quien volvió a dejar a Dioneo para el final. La reina se luce con una historia bella y dolorosa. La historia de Federico degli Alberighi, hijo de un famoso hombre de armas. Federico vivía eternamente enamorado de una dama casada, Juanita. Federico siempre intentaba cortejarla pero ella siempre lo rechazaba. Federico gastaba mucho y ganaba poco, lo que lo llevó pronto a la ruina. Por lo que se trasladó a Capi, con su única posesión preciada: un bello e imponente Halcón. Un día murió el marido de Juanita, dejándola heredera y muy rica junto a su pequeño hijo. Fueron a pasar el luto al campo, casualmente muy cerca a donde vivía Federico. A Juanita le gustaba mucho el Halcón, y lo veía volar a diario, pero temía pedirle a Federico, conociendo su amor. Pero su pequeño hijo se enfermó, y el niño le dijo que lo único que podía hacerle mejorar era el Halcón de Federico. Juanita lo pensó mucho pero su amor maternal le hizo ir donde Federico. Éste al verla se alegró mucho, y dijo que se quedaría a comer. Federico alegre pero mortificado por no tener que ofrecerle a Juanita, sólo vio a su Halcón, por lo que le torció el pescuezo y mandó a asarlo. Juanita comió gustosa y luego le manifestó la razón de su visita. Federico enseguida lloró desconsolado al saber que no podía complacer a Juanita con el Halcón. Ella le reprochó que lo hubiese matado por ella. Pero entendió el gran amor que le tenía. Su hijo murió a los pocos días, y Juanita quedó como viuda heredera con muchos pretendientes. Pero ella eligió a Federico, por su gran muestra de amor al matar a su preciado Halcón para complacerla. Vivieron muchos años, después de haberla amado toda la vida.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.9)



Día 51: Turno final para Dioneo, que se apunta otro hit, con esta historia con final feliz pero llena de humor y picardía. Contó la historia de Pedro de Vinciolo, que se casó con una bella mujer, más que por ganas, para disimular la mala reputación que tenía. Su mujer era una bomba pelirroja ardiente, que sufría porque su esposo no la tocaba. Y empezó a pensar seriamente en buscarse un amante que la satisfaciera en sus necesidades. Buscó la ayuda de una mujer, que le hizo casting a varios mancebos y le escogió el mejor. Aprovechando que Pedro salía a un cena, dijo que le enviara el joven a la casa. Y así pasó. Con la mala suerte que Pedro regresó antes, y tuvo que esconder al joven debajo de una jaula de pollos. Pedro entró diciendo que no cenaron por un inconveniente, que contó en detalle... 《mientras cenaban, con su amigo Herculano y su esposa, escucharon varios estornudos, y descubrieron a un hombre oculto, que Herculano furioso buscó para matar y entregó el joven a unos vecinos que se lo llevaron》... la historia se parecía mucho a la que vivían en ese momento, por lo que la mujer trató de convencer a Pedro que fuese a dormir. Pero Pedro tenía hambre y quería comer. Un asno pisó uno de los dedos del mancebo escondido y Pedro se dio cuenta y ordenó salir al joven. "Este, por razón de su vicio, ya le conocía, y hasta le había corrido detrás". Ya Pedro conocía al joven por sus andanzas y preguntó qué hacía allí. Su esposa le explicó y le reclamó porque él nunca la tocaba y tenía que buscar por fuera lo que él no le daba. Pero al ver que su esposo estaba encantado con el joven mancebo también, ordenaron la cena y comieron los 3 felices. Dioneo termina diciendo: "Pedro acordó algo para los 3 que se me ha ido de la memoria... pero sí recuerdo que al día siguiente el joven no sabía si había pasado más tiempo con la mujer o con el marido. Por ello, queridas amigas, donde las dan las toman...".

"Felices los 3, como dice cierta canción"

Las mujeres no rieron mucho por vergüenza que le generaba ese tema. Acá nuevamente Boccaccio trata el tema de la homosexualidad, ya de forma más directa. La reina se quitó la corona y se la puso a Elisa. Elisa propuso enseguida el tema de la próxima jornada: ingeniosas respuestas que sirvieron para rehuir peligros. Todos aceptaron y se fueron a bailar y cantar. Dioneo cantó y tuvo que cambiar la letra 3 veces por parecerle inapropiada a la reina. Hasta que cantó una más bella pero no son cierto picante. Y se fueron a dormir.

#Boccaccio2018 (Jor.5 C.10)





Reflexiones de la quinta jornada:





En este otro descanso intermedio, antes de pasar a la 6ta jornada, comparto unas reflexiones de la versión ilustrada por Celedonio Perellón, con imagen de la fiesta final con Dioneo cantando:
En la nota a la quinta jornada, titulada “La Comedia Humana, el Decamerón o el libro de los diez días“, se dice… “el sentimiento, o el concepto moral edificante y propio de la literatura humanista, heredado de los tiempos oscuros medievales, no queda oculto, amanece en el sustrato que emana del relato como fiel contraseña de una racionalidad ineludible que pone freno a la pura animalidad.”
En la jornada con historias de finales felices, como era previsible, vimos muchos finales felices, pero afortunadamente unos con más matices que otros, como los dos últimos que me parecieron muy buenos. El final feliz, o alcanzar la fortuna luego de dificultades, es un alivio para estos jóvenes que esperan llegar el día de mañana, a pesar de la situación en que se encuentran, aislados de la peste, y alejados momentáneamente de la muerte. Y tras la jornada trágica anterior. Esta vez no hubo muchas insinuaciones entre los narradores, sólo reacciones. Mientras todos por fuera, sabiendo que la muerte llegará pronto, disfrutan todo como por última vez, y abren la puerta a sus más ocultos y humanos deseos, éstos jóvenes los reviven en historias... entre Florencia y alrededores; de sus tiempos y otros tiempos, dando a conocer que todo se repite.

#Boccaccio2018





SEXTA JORNADA


Día 52: Los jóvenes narradores iniciaron la 6ta jornada con el reinado de Elisa, quien eligió como tema el uso de frases o respuestas ingeniosas que evitaron gran peligro o burla. Estuvieron cantando, y escucharon un escándalo en la cocina. El mayordomo dijo que era una disputa entre dos empleados: Licisca y Tíndaro, quienes llegaron a presencia de los jóvenes y explicaron su problema. Radicaba en que hablado sobre otro caso, Tíndaro creía que las jóvenes mujeres eran tontas y sólo esperaban a casarse bajo la decisión paterna. La reina pidió a Dioneo que diera su opinión al terminar las narraciones, porque esos eran sus temas. Dioneo se adelantó diciendo que no había que esperar tanto: Licisca tiene razón; el asunto es como ella dice, y Tíndaro es un animal. Luego la reina mandó a todos a retirarse y dijo a Filomena que iniciase...
Filomena inició con la historia de doña Oretta. Pero antes dio un pequeño discurso sobre las frases ingeniosas, la brevedad de éstas, y la correspondencia entre hombres y mujeres a aplicarlas. Y su historia mostraría el ejemplo de una dama, que no tendrá por mérito que se calle su nombre (me parece curioso, y ya lo había comentado que en muchas de las narraciones anteriores se omite el nombre de la mujer): Se encontraban en el campo paseando un grupo de hombres y mujeres que iban a comer y faltaba un largo camino. Un caballero dijo a doña Oretta que si quería la llevaba a caballo y le contaba de paso una historia. Doña Oretta aceptó. El caballero inició el cuento, pero se trabó y repetía las palabras, lo que enojó a Oretta, y no pudiendo resistir más le dijo: "Señor, vuestro caballo tiene un trote demasiado recio, por lo que prefiero ir a pie". El caballero entendió el mensaje, y empezó otros relatos, dejando el primero fallido sin terminar.

#Boccaccio2018 (Jor.6 C.1)





Día 53: Siguió Pampinea con su relato. Y contó la historia del panadero Cisti, y cómo hizo bajar de sus pretensiones a micer Geri Spina. Este relato también nos habla un poco del servicio, de la calidad del servicio en un negocio. Especialmente de comidas y bebidas. En relación con la anterior historia de doña Oretta, Geri Spina era el esposo de la dama. Cisti era un excelente panadero, que hizo fortuna en su oficio. Era impecable al vestir, y todas las mañanas ponía en la puerta de su negocio un cubo lleno de agua fresca y un jarillo boloñés con vino blanco y dos vasos a los lados que parecían plata. Todos los que pasaban quedaban con ganas de entrar y beber. Entró micer Geri con unos amigos y probaron el vino blanco y quedaron matriculado a diario. Un día mandaron a un criado a comprar del buen vino de Cisti y el criado llevó un jarro demasiado grande. Por lo que Cisti devolvía al criado, diciendo que se había equivocado. Lo volvieron a mandar y Cisti insistió que no era con él. ¿Adónde me manda entonces?, le preguntó el criado, y Cisti respondió: al río Arno. El criado llevó el mensaje, y Geri revisó el jarro y se dio cuenta que estaba muy grande. Volvieron a mandar otro más pequeño, y el mismo Cisti llevó el vino y dijo, que pensó que no habían entendido sus atenciones al mandar ese jarrón tan grande, ese vino no era para criados, sino muy especial. Pero como le sobraba se los dejaba. Quedaron por amigos eternamente.

#Boccaccio2018 (Jor.6 C.2)



Día 54: Sigue el turno de Laurita, quien contó la historia de doña Nonna de Pulci, quien es una de las víctimas de la peste. Este dato lo sabemos gracias a Laurita, que además termina haciendo la primera mención directa a la peste en lo que va del libro. Pero el cuento dice que estando micer Antonio d'Orso como obispo de Florencia, un día llegó un caballero catalán, Diego de la Ratta, muy gallardo y les gustaban las mujeres florentinas, entre ellas la sobrina de un hermano del obispo. Al enterarse que el marido de la joven era avaro, le ofreció dinero por acostarse con ella. Contra el deseo de la mujer, el marido aceptó. La gente se enteró y repudió la actitud, y el obispo fingió no saber nada. Un día iban el mariscal y el obispo cabalgando y pasó Nonna de Pulci, bella joven y recién casada. El obispo se la presentó y trató de interceder entre ella y su amigo, preguntando a Nonna si conquistaría a su amigo. Nonna ofendida con la insinuación dijo: "Micer, no sé si le conquistaría; más yo quisiera, con todo, buena moneda". Ambos se sorprendieron con la respuesta, recordando el abuso a la sobrina del obispo. Se fueron avergonzados sin decir nada.

#Boccaccio2018 (Jor.6 C.3)





Día 55: Turno para Neifile, quien contó una curiosa historia del noble hombre, Conrado Gianfigliazzi y su cocinero, Chichibio. Un día Conrado le dio para cocinar una grulla que había cazado su Halcón. Chichibio la cocinó y despedía un fuerte y delicioso aroma. Atraída por el olor, entró una mujer del barrio, Brunita, quien le pidió una pata de esa grulla. Chichibio estaba enamorado de ella y aunque al principio se negó, con la promesa de tener algo con ella, le dio la pata. Cuando sirvió la mesa, Conrado reprendió al cocinero por la ausencia de la pata. Chichibio dijo que las grullas tenían una sola pata. Conrado confuso dijo que le mostrara esas grullas el día siguiente. Chichibio madrugó y le mostró un grupo de grullas, que dormidas levantaban una pata. Pero Conrado metió un gritó que las despertó y las alejó, bajando sus otras patas. Entonces confrontó al cocinero, si tenían una o dos. Chichibio le respondió, que por qué no había gritado así en la cena, que seguramente la grulla cocida hubiese sacado la otra pata. La respuesta le pareció ingeniosa y graciosa a Conrado, que le perdonó y siguieron su amistad.
#Boccaccio2018 (Jor.6 C.4)





Día 56: Micer Forese de Rabatta y el maestro Giotto, pintor, viniendo de Mugello se burlan mutuamente de su ruin apariencia.

#Boccaccio2018 (Jor.6 C.5)



Día 57 y 58: En el cuento sexto, Fiammetta contó la historia de Miguel Scalza, un hombre simpático, que un día ganó una apuesta a un grupo de jóvenes florentinos, al discutir sobre cuáles eran los linajes más hidalgos e ilustres de Florencia. Miguel apostaba por los Baronci. Para sustentar su respuesta, decía que los linajes más nobles son los más antiguos. Y dijo que Dios crió a un grupo cuando no sabía pintar, y otros cuando ya sabía pintar. Entonces invitó a que compararan físicamente a los Baronci con las otras familias nobles. Tenían rostro largo, estrecho y otros muy ancho, con quijadas de asno... y en definitiva habían sido hechos cuando apenas Dios aprendía a dibujar.
En el cuento séptimo, Filostrato contó la historia de doña Felipa. Diciendo que antiguamente en Prato, había un código que ordenaba quemar a toda mujer sorprendida con un amante. Doña Felipa fue encontrada con un amante por su marido, Reinaldo de Pugliesi. Su marido quiso matarla pero prefirió que la ley lo hiciese, y la denunció. Doña Felipa asistió y dijo al juez y al público asistente, que fue muy concurrente, que preguntase a su marido si alguna vez ella había negado satisfacer sus necesidades, siempre que le placía. El marido confuso respondió que ella nunca se había negado. Entonces Felipa remató: "Entonces, señor, os pregunto: Si él ha tomado de mí cuanto ha necesitado, ¿qué debo hacer de lo que me resta? ¿Tirarlo a los perros? ¿No es mejor servirlo a un hombre que me quiere, que dejarlo estropear?". La respuesta de Felipa hizo reír a todos, quienes la alabaron, y modificaron la ley para que fuese sólo a mujeres que lo hiciesen por dinero. El marido quedó avergonzado y la mujer contenta regresó a casa.

#Boccaccio2018 (Jor.6 C.6 y 7)






Día 59: Turno para Emilia, quien contó la historia de Fresco de Celático, que tenía una sobrina de nombre Ciesca. Ciesca era muy bella pero se creía noble y vivía criticando todo, llegando a ser soberbia y desagradable. Un día regresó temprano de una fiesta diciendo que no se aguantaba tanta gente desagradable. Su tío Fresco le dijo: "Hija, si tanto te enoja lo desagradable, y alegre quieres vivir, no te mires nunca al espejo". Ella, que además era tonta, no entendió la frase y se siguió viendo al espejo.

#Boccaccio2018 (Jor.6 C.8)





Día 60: Con la 9na narración llegó el turno de la reina, antes del privilegiado Dioneo, quien siempre cuenta el último. La reina contó la historia de Guido Cavalcanti, uno de los mejores pensadores de Florencia, gran filósofo, de nobles costumbres y con grandes bienes y riquezas. En la ciudad había una tradición donde los hidalgos se reunían y acordaban realizar una celebración donde cada uno convidaba a comer a todos. Entre esos hombres nobles estaba Betto Brunelleschi, quien con sus amigos criticaba a Guido de nunca querer unirse a sus celebraciones. Decían que pensaba tanto que se distraía del mundo. Cierto día, Guido se encontraba pensando y pasando por las urnas de mármol de una sepulturas en el cementerio. Al verlo entre tumbas los otros hombres se burlaron diciendo, que no quería ir a sus reuniones, pero cuando descubriese que Dios no existe, ¿qué haría? Guido respondió: "En vuestra casa estáis, y podéis decirme lo que os plazca, señores". Se levantó y se fue. Todos dijeron que era insensato, pero Betto furioso dijo que no habían entendido las palabras de Guido y tuvo que explicarlas, diciendo que los había ofendido, al decirles que esas tumbas eran sus casas, como los muertos. Entonces todos comprendieron y se avergonzaron, y no volvieron a hacerlo.

#Boccaccio2018 (Jor.6 C.9)



Día 61: El último turno de la jornada nuevamente para Dioneo, quien contó la historia de Fray Cebolla, quien cierto día estaba dando su misa, y al final del sermón, dijo a los fieles que les mostraría una reliquia recogida en ultramar: una pluma del ángel Gabriel. En la iglesia habían dos jóvenes astutos, Juan del Bragoniera y Blas Pizzini, quienes al escuchar, decidieron robar la pluma para dejarlo en ridículo. Fray Cebolla había dejado a su criado cuidando su cuarto, pero éste se distrajo con una mujer de su gusto. Los jóvenes encontraron la pluma, y pusieron en su lugar carbón. Al ver el contenido de la caja, apunto de hacer el descubrimiento al público, mantuvo la calma y se recriminó por dejarla con el incapaz de su criado. Pero siguió su discurso, diciendo que además de la caja con pluma del ángel Gabriel, también tenía una con los carbones de San Lorenzo, y es la que había llevado ese día. Y les dijo que aquel que se santiguara ante los carbones, en todo el año tocará el fuego sin sentirlo.
Todos los jóvenes se rieron con la historia de Dioneo, y la reina le puso la corona a Dioneo, diciendo que era su turno de gobernar. Dioneo aceptó gustoso, diciendo que si lo seguían y obedecían, él proporcionaría el placer. Pero diciendo el próximo tema a tratar en la siguiente jornada, recordó el evento con los criados esa mañana, y dijo que el próximo tema tratarían sobre las burlas que hacen las mujeres a sus maridos, sabiéndolo ellos o no. A algunas les pareció no muy correcto el tema y pidieron cambiarlo, pero Dioneo insistió y preguntó si acaso no conocían la situación actual, donde la mala vida actual había obligado a los jueces a abandonar los tribunales, y por tanto no había leyes, y todos tenían licencia de hacer lo que quisieran. Y siguió tratando de convencerlas. Y las mujeres no tuvieron más remedio que aceptar. Todos empezaron a hacer sus actividades de ocio, y las mujeres guiadas por Elisa, fueron a escondidas de los hombres al Valle de las Damas, un lugar bello con un riachuelo donde se bañaron. Al regresar, dijeron a los hombres que hoy les habian engañado. Dioneo dijo; "¿Cómo? ¿Comenzáis a obrar antes de hablar?". Y Pampina asintió. Luego los hombres fueron al paraje, que les pareció hermoso y también se bañaron. Al llegar estaban bailando, y hablaron del valle, al que irían todos juntos para la siguiente jornada. Dioneo agradecido con Elisa, le dedicó una canción, donde no todos entendieron la letra, pero Elisa respondió con un suspiro. Dioneo siguió bailando, y viendo era tarde mandó a todos a dormir.

Fin Jornada Sexta

#Boccaccio2018 (Jor.6 C.10)






JORNADA SÉPTIMA


Día 62: Inicia la 7ma jornada, bajo el mandato del rey Dioneo, quien propuso para su jornada historias de burlas que por amor o por salvarse hacen las mujeres a sus maridos. Los jóvenes se retiraron al Valle de las Damas, donde disfrutaron del lugar hasta que llegó la hora de iniciar las narraciones, y el rey ordenó a Emilia empezar. Emilia sonrojada por iniciar con este tema, contó la historia de Juan Lotteringhi, de Florencia, un lanero aplicado pero que no conocía de muchas cosas más allá de su arte. Iba mucho a misa, daba la limosna. Juan estaba casado con Tessa, que enterada de la simplicidad del marido se consiguió un amante, Federico de Neri Pegolotti, joven y gallardo. Tessa se veía con él en un casa que tenían en Camarata, donde ella pasaba el verano. Él iba frecuentemente para cenar y dormir. Cuando Juan no iba, se quedaban los dos juntos. Acordaron seguir una clave, antes de ir a su casa debía parar en una villa cercana donde había una cabeza de asno, y la cabeza miraría a distintas parte de acuerdo a sí estaba o no su marido. Pero un día, que esperaba a Federico y le había preparado una buena cena, llegó su marido Juan muy tarde. Ella mandó a esconder la cena y fue a dormir con su marido. Más tarde se escuchó la entrada de Federico, quien empezó a golpear la puerta. Juan se levantó y Tessa se hizo la dormida. Como seguían tocando, Tessa le dijo a Juan que ese era un fantasma que la estaba atormentando. Juan la tranquilizó diciendo todas las oraciones que había hecho antes de dormir, pero Tessa propuso conjurar al fantasma para estar tranquila. Se agarraron de las manos y dijo: "Fantasma, fantasma, que de noche vas, con la cola alzada viniste y con la cola alzada te irás. Vete al huerto, al pie del gran albérchigo, y encontrarás grasa cocida y unos huevos de mi gallina. Pon boca al frasco y sigue camino, y no nos hagas daño a mí ni a mi Juan". Federico estuvo apunto de explotar en carcajadas, pero entendió el mensaje y se llevó la cena a su casa. Se cuentas varias versiones de esta historia, pero al final Emilia cuenta quién la inspiró.

#Boccaccio2018 (Jor.7 C.1)






Día 63: El relato de Emilia fue celebrado y el rey ordenó a Filostrato que continuara. Contó la historia de Peronella, mujer casada con un albañil. Cierto joven estaba enamorado de la mujer, y le dio vueltas hasta que logró llamar su atención. Acordaron que cuando el hombre saliese temprano a trabajar, él joven entraría a la casa. Un día, el marido llegó más temprano de lo normal, y Peronella estaba en plena faena con el joven adentro. Lo hizo que se metiera en un tonel y fue a abrirle. La mujer montó un teatro por si llegada temprano, recriminando si hubiese dejado botado el trabajo, y diciendo que ella esa fiel. El marido dijo que había ido porque había vendido el tonel a buen precio, y ella inmediatamente dijo que ella lo había vendido a uno mejor a un hombre que se encontraba adentro ahora mismo probándolo. El joven salió y siguió el teatro con la mujer, e hicieron el negocio con el tonel.
#Boccaccio2018 (Jor.7 C.2)





Día 64: Siguió Elisa en su turno. Quien siguió con el tema de la posesiones, al recordar la historia de fray Reinaldo, un joven de buena familia que se enamoró locamente de una vecina, casada con un hombre rico. Se hizo amigo de la familia para acercarse a la mujer, que hasta fue padrino del hijo de la pareja. Reinaldo le confesó su amor a madona Inés, pero ella no le prestó atención. Luego, Reinaldo se hizo fraile y siguió perseverando en sus intenciones. Inés un día le dijo si a los frailes se les está permitido seducir y las pasiones carnales; Reinaldo dijo que si se quitaba el hábito quedaba como cualquier hombre normal. Reinaldo la enrredó con palabras, y ella finalmente aceptó yacer con él, y lo repitieron muchas veces. Un día el marido de Inés regresó más temprano, y los amantes desconcertados, pero Inés tomó la rienda de la situación y mandó a Reinaldo a que fuera donde el pequeño. Cuando el esposo entró, ella llorando le dijo que iban a perder a su hijo si no fuese por la ayuda del compadre fray Reinaldo, que le realizó un exorcismo para matarle las lombrices que lo afectaban. El marido se alegró y mandó a celebrar el milagro.

#Boccaccio2018 (Jor.7 C.3)





Día 65: Turno para Laurita, quien contó la historia de Tófano, un hombre rico que se casó con una bella mujer, Chita, pero era muy celoso. La mujer hastiada de los celos pensó finalmente en darle verdaderas razones, y se buscó un amante joven. Como Téfano bebía mucho, Chita le incentivó su vicio, y lo mandaba a dormir temprano, y aprovechaba a meter a su amante. Tófano se dio cuenta que su mujer nunca bebía, y decidió botar el trago para mantenerse despierto. Al irse a dormir, fingiendo estar ebrio, vio que su mujer salió (a veces iba a la casa del joven amante). Tófano la esperó en la ventana y cerró la puerta. Al llegar, le gritó desde la ventana que no volvería a entrar por desvergonzada. Chita dijo que estaba velando a una amiga, pero le amenazó que si no le abría le pesaría. Dijo que se iba a lanzar al pozo, y aprovechando la oscuridad, lanzó una roca pesada que hizo un ruido estruendoso, que asustó a Tófano, quien bajó a revisar. Chita, que estaba escondida, aprovechó y cerró la puerta con seguro y subió a la ventana desde donde lo llamó y lo expuso frente a sus vecinos, por bebedor y mal marido. Los vecino reprocharon a Tófano, y luego la familia de Chita le dio una paliza. Al final se reconciloaron y él le dejó hacer lo que quisiera... con discreción. Quedando, por lo tanto, cornudo y apaleado. ¡Viva pues el Amor, y mueran los tontos como él! (Finaliza Boccaccio o Laurita).
#Boccaccio2018 (Jor.7 C.4)





Día 66: Turno de Fiammetta, quien narra la historia de "El Celoso Confesor". Pero antes da un discurso sobre los hombres celosos que tanto problemas ponen a sus casi siempre inocentes mujeres. Dice: "porque los celosos son hostigadores de la vida de las mujeres jóvenes y diligentísimos procuradores de su muerte. Están ellas toda la semana encerradas y atendiendo a las necesidades familiares y domésticas. Deseando, como todos hacen, tener luego los días de fiesta alguna distracción, algún reposo, y poder disfrutar algún entretenimiento como lo toman los labradores del campo, los artesanos de la ciudad y los regidores de los tribunales, como hizo Dios cuando el día séptimo descansó de todos sus trabajos, y como lo quieren las leyes santas y las civiles, las cuales al honor de Dios y al bien común de todos mirando, han distinguido los días de trabajo de los de reposo. A la cual cosa en nada consienten los celosos, y aquellos días que para todas las otras son alegres, a ellas, teniéndolas más encerradas y más recluidas, hacen sentir más míseras y dolientes; lo cual, cuánto y qué consunción sea para las pobrecillas sólo quienes lo han probado lo saben. Por lo que, concluyendo, lo que una mujer hace a un marido celoso sin motivo, por cierto no debería condenarse sino alabarse". E inicia la historia de un marido muy celoso que no dejaba ni salir a su mujer, y ella cansada de sus constantes inseguridades, un día decidió conseguir un amante. Como no podía salir, era complicado. Entonces se interesó en su joven vecino, y podía verlo por un agujero desde su casa. Trató de contactarlo hasta que lo logró, y se comunicaban por el agujero, que se fue haciendo cada vez más grande. Hablaban y hasta se agarraban las manos. Pero la mujer decidió dar un paso más y l pidió permiso a su esposo para ir a confesarse a la iglesia. El esposo alarmado enseguida le preguntó sobre qué pecado había realizado. Y la esposa dijo que sólo se lo diría al cura. El marido celoso le dio permiso a ir a una iglesia particular, donde se disfrazó de cura para escuchar las confesiones de su mujer. La mujer que lo reconoció enseguida, le hizo la confesión que estaba enamorada de un cura que iba todas las noches a yacer con ella. El marido se alarmó pero siguió preguntando. Al final, el marido decidió montar guardia en la noche, diciendo a la mujer que iba a un viaje; mientras la mujer la avisó a su amante vecino, quien aprovechaba la ausencia del marido, que vigilaba la entrada. Pasó mucho tiempo hasta que el marido se cansó de vigilar. Y confrontó directamente a su mujer, quien le dijo que le había mentido en la confesión para darle una lección, porque ella sabía que era él el cura disfrazado. Le dijo:
"Me agrada mucho cuando a un hombre sabio lo lleva una mujer simple como se lleva a un borrego por los cuernos al matadero; aunque tú no eres sabio ni lo fuiste desde aquel momento en que dejaste entrar en el pecho al maligno espíritu de los celos sin saber por qué; y cuanto más tonto y animal eres mi gloria es menor. ¿Crees tú, marido mío, que soy ciega de los ojos de la cara como tú lo eres de los de la mente?".
El marido quedó apenado y ya no volvió a celarla. Y la mujer con más confianza siguió viendo a su amante todas las noches.

#Boccaccio2018 (Jor.7 C.5)






Día 67: Siguió Pampinea, quien contó la historia de Madona Isabel, una mujer casada con un caballero, pero que necesitaba cambiar de aires y se consiguió un amante joven, Leonello. Como era tan bella, se enamoró de ella también micer Lambertuccio, a quien ella rechazaba, pero ante la amenaza de desprestigiarla, accedió a sus deseos. Cierto día, el marido salió de viaje, y ella mandó a llamar a Leonello, pero Lambertuccio también se enteró y fue a su casa. Al llegar Lambertuccio, hizo que Leonello se escondiera, y atendió al micer. Pero regresó el marido de sorpresa, y la criada fue a avisarle. Isabel planeó todo rápidamente, y montó un teatro donde el micer había entrado persiguiendo a Leonello para matarlo por una equivocación. Así sucedió todo y el marido entendió la situación y felicitó a su esposa por impedir el homicidio. Nunca se enteró y Leonello fue más tarde a explicar a Lambertuccio.

#Boccaccio2018 (Jor.7 C.6)





Día 68: Turno para Filomena, quien contó la historia de Ludovico, joven hijo de un mercader rico y amante de la nobleza. Su padre lo puso al servicio del rey de Francia. Entre esas escuchó sobre la belleza de la mujer de Egano de Galuzzi, de Bolonia, que se llamaba Beatriz. Ludovico encantado fue a comprobar la belleza de la mujer y quedó enamorado. Para acercarse decidió ponerse al servicio de Egano y cambió su nombre a Anichino. Vendió sus caballos y empezó a trabajar para Egano, ganando su confianza y siendo muy importante y valioso. Un día se quedó jugando ajedrez con Beatriz y le confesó su identidad y lo que había hecho para estar con ella; le dijo que aceptara sus deseos, sino que lo dejara amarla en secreto. Beatriz abrumada por sus palabras aceptó, y dijo que esa noche lo esperaba, y le adelantó un beso. A la noche, Egano llegó cansado y se fue a dormir, Anichino entró y se tomaron de las manos, pero el esposo se levantó. Beatriz enseguida maquinó el plan: dijo que su servidor de confianza le había hecho una propuesta indecente, y la había citado a verse a escondidas, y que si quería comprobarlo se pusiera su vestido y bajara a esperarlo. Egano la obedeció y bajó con el vestido. Ludovico asustado, comprendió el plan de la dama, y Beatriz cerró la puerta y se acostó con Ludovico un buen rato. Luego le dijo que bajara y golpeara a su marido, que estaba vestido como ella. Ludovico bajó y empezó a golpearla por haberla puesto a prueba a ver si engañaba a su patrón. Así quedaron ambos por lo alto, y siguieron engañando a Egano por mucho tiempo.

#Boccaccio2018 (Jor.7 C.7)






Día 69: Turno para Neifile, quien narró la historia de Arriguccio Berlinghieri, un rico mercader, casado con la bella Sismunda. Como ocurre con los mercaderes, viajaba mucho y su esposa desatendida se enamoró del mozo, Roberto. Con quien estaba cuando su marido viajaba. Arriguccio escuchó algunos rumores y estuvo más atento. Cuando estaba en casa, Sismunda había elaborado una técnica de amarrarse un cordel en su dedo que llegaba hasta la puerta, y que jalaba Roberto cuando llegaba, y ella volvía a jalar para indicar que pasase o la esperase. Cierto día Arriguccio encontró el cordel e imaginó el engaño. Se lo amarró a su dedo, y en la noche sintió que lo jalaba Roberto. Arriguccio tumbó la puerta y cogió sus armas, mientras Roberto escuchando el estruendo poco habitual, huyó. Sismunda se despertó y vio el cordel suelto y se imaginó que su marido estaba riñendo con Roberto. Llamó a la criada y dijo que se acostara en su cama, que ella la recompensaría. En efecto, Arriguccio volvió a la casa, luego de dejar a Roberto por la gente que empezaba a aparecer, y le dio una tunda a su mujer y le cortó el cabello. Al tiempo, se dirigió a casa de la familia de la esposa para acusarla contra su madre y sus hermanos. Sismunda vio a la criada toda vapuleada por los golpes de su marido, y la ayudó a llegar a su cierto y le dio su recompensa. Cuando Arriguccio llegó con los hermanos y la madre de Sismunda, ésta se encontraba tranquila, tejiendo y sin un rasguño. Acusó a su marido de alcohólico y de inventar cuentos contra su honra y la familia lo amenazó por calumniador. Arriguccio siguió sorprendido pero no molestó más a su esposa, que tuvo vía libre para hacer lo que quisiera.

#Boccaccio2018 (Jor.7 C.8)



Día 70: Turno para Pánfilo, que narra la historia de Lidia, una bella mujer casada con Nicostrato, de avanzada edad. Nicostrato tenía un mozo joven y bello en quien confiaba ciegamente, llamado Pírro. Lidia se enamoró perdidamente de Pírro y lo quiso para ella, pero el joven no le prestaba atención. Hasta que utilizó a su criada Lusca, para que le hiciera llegar el mensaje de sus deseos. Pero Pírro se negaba a traicionar a su patrón. Lidia insistente le dijo a Lusca que había que insistir, que le dijera que iba a morir si no lo aceptaba. Lusca le llevó el recado a Pírro, y le dijo que era un tonto si no aceptaba acceder a los deseos de su señora. Pírro finalmente aceptó y dijo que tenía 3 condiciones: primeramente, que en presencia de Nicostrato mate ella misma a su bravo halcón; luego, que le mandara un mechoncito de la barba de Nicostrato, y, por último, una muela de la boca de él mismo, de las más sanas. Lidia sintiéndose retada aceptó y dijo que añadía una adicional: solazarse con Pírro delante de su marido y hacerle creer que había visto mal. Y así fue como Lidia decidida cumplió poco a poco todas las acciones hasta llegar a la última que ella agregó. Propuso que salieran los tres afuera de la casa bajo el árbol de peras. Pírro se subió al árbol y dijo que había visto una ilusión con Lidia y Nicostrato. Para comprobar Lidia se subió al árbol y empezó a solazarse con Pírro delante del marido, que se alarmó al verlos. Lidia le dijo que debía ser la ilusión óptica que tenía el árbol de peras, y se sintió ofendida por las dudas del marido. Nicostrato terminó aceptando la situación. Y Lidia y Pírro siguieron solazando.

#Boccaccio2018 (Jor.7 C.9)





Día 71: Turno para el rey Dioneo, quien se vio complacido por todas las historias, pero dijo que aunque había propuesto el tema, ya todos habían contado las historias que a él le hubiese gustado, así que contaría una distinta. Contó la historia de Tingoccio y Meuccio, dos amigos muy cercanos, que acordaron que el primero que muriese daría al otro noticias de su nueva vida. Tingoccio se hizo compadre de un tal Anselmini, que vivía en Camporeggio, y Tingoccio y Meuccio visitaron varias veces a su comadre, de la que se enamoraron los dos. Fue Tingoccio el primero que logró acceder a los encantos de la comadre, y Meuccio se dio cuenta. Lamentablemente Tingoccio murió poco tiempo después y al 3er día se le apareció a Meuccio. Hablaron de la vida en el más allá, y Meuccio le preguntó sobre la pena que le habían dado por yacer con la comadre. Tingoccio contó que cuando llegó había alguien que conocía todos sus pecados, y tuvo que ir a un sitio a llorar por ellos. Al acordarse de la comadre su susto aumentó, y alguno le preguntó sobre su preocupación. Tingoccio dijo que estaba preocupado por acostarse con su comadre, y le respondieron que no temiese porque allí de las comadres no se quería decir nada. Meuccio estuvo tranquilo, y sin temor persuadió a su compadre y tomó el relevo.
Dioneo al terminar le puso la corona a Laurita, como nueva reina, quien tomó el mando inmediatamente. Y el tema que propuso para la siguiente jornada fue sobre las burlas que a diario hacen los hombres a las mujeres, o éstas a los hombres, o ellos entre sí. Luego algunos fueron al agua, otros cantaron y bailaron. La reina ordenó a Filomena que cantara una canción, quien cantó una canción de anhelo de amor, y todos se dieron cuenta. Laurita recordó que el día siguiente era viernes, y debían consagrar el día al señor y harían pausa en las narraciones. Y se fueron a dormir.

#Boccaccio2018 (Jor.7 C.10)






JORNADA OCTAVA


Día 72: Inicia la 8va jornada, bajo el gobierno de Laurita, quien propuso el tema de los engaños de las mujeres a los hombres, de hombres a las mujeres o los hombres entre sí. Y eligió a Neifile para empezar las narraciones. Neifile se mostró contenta y dijo que narraría una historia donde una mujer merecía un reproche. En Milán vivía un soldado tudesco llamado Gulfardo, y se enamoró de Ambrosia, esposa de un mercader llamado Guasparruolo. Un día Gulfardo mandó un recado a la mujer manifestando sus deseos, y Ambrosia no lo vio mal, y pensó que como necesitaba 200 florines de oro, él se los podría dar. A Gulfardo no le gustó la codicia de la mujer y decidió hacerle una burla. Gulfardo le prestó el dinero al mismo esposo de Ambrosia. Guasparruolo salió de viaje a Génova y Ambrosia aprovechó y aviso a Gulfardo de la ausencia del marido. Gulfardo le llevó el dinero y le dijo que se los diera al marido, ella no entendió en ese momento, pero lo contó y luego fueron a la alcoba y estuvieron esa noche y otras más. Cuando regresó el marido de viaje, Gulfardo fue y se presentó ante los dos, y dijo al marido frente a la mujer, que el dinero que le prestó no lo necesitó y se lo devolvió a su mujer. Ambrosia no pudo negarlo pero estaba enojada por dentro. Y así Gulfardo la tuvo y no pagó un centavo.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.1)





Día 73: Siguió Pánfilo con su turno, quien contó la historia del cura Varlungo, un cura apuesto y al servicio de las mujeres especialmente, a quienes visitaba y les hacía regalos. Entre todas hubo una que le encantaba: Buencolor, esposa de un labrador, Bentivegna del Mazzo. Buencolor era una bella morena de muchas virtudes, pero ignoraba cada pretensión del cura, que le hacía regalos e incluso le decía palabras para cortejarla. Un día, el cura se encontró con el marido, que iba saliendo de viaje, y pensó en aprovechar la oportunidad e ir a visitar a Buencolor. El cura fue a su casa y no perdió tiempo en manifestar sus intenciones. Buencolor le daba vueltas y le reprochaba su condición de cura, hasta que él le prometió lo que ella quisiera pedir. Buencolor lo pensó y le dijo que le prestara 5 libras para poder ir a Florencia a vender la lana que había hilado. El cura dijo que no tenía ese dinero encima, que se lo daría después, y ella desconfiada se negó. Pero el cura le dijo que de garantía de pago le dejaba su tabardo azul, que valía 7 libras. Buencolor aceptó el tabardo y dijo que fueran al granero, donde se solazaron un largo rato. El cura se dio cuenta que no tenía el dinero para reunir 5 libras, y pensó haber obrado mal, pero quería recuperar su tabardo. Entonces envió el día siguiente a un niño a casa de Buencolor a prestarle un mortero para preparar salsas. Esperó a que fuera la hora de la cena, que Buencolor estuviese con su marido y envió nuevamente al monaguillo y le dijo que llevara el mortero y además le dijera a Buencolor que le devolviera el tabardo que le había dejado por el mortero. Cuando el marido escuchó eso se enojó mucho y la obligó a devolverle inmediatamente al cura su tabardo. Buencolor le mandó un mensaje también al cura con el monaguillo, dando a entender que no volviera. El cura se burló de la situación y regresó a casa de Buencolor y la obligaba a yacer con él en el granero amenazando con que sino iría al infierno. A cambio de las 5 libras, él le hizo tocar su címbalo, y ella estuvo feliz.

Nota: Aunque está en toque de comedia es un cuento horroroso de abuso sexual... aunque era lo normal en la época.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.2)





Día 74: Calandrino, es un artista ingenuo, y sus amigos Bruno y Buffalmacco deciden hacerle una broma, haciendo que se entere sobre unas piedras con virtudes mágicas, que entre otras cosas le harían invisible. Los amigos, invitados por él, deciden acompañarlo a la expedición de buscar las rocas, que como única especificación tenía que eran negras. Entonces en el camino recogieron y se cargaron de rocas negras. Los amigos para iniciar la broma fingieron que no lo podían ver, lo que hizo pensar a Calandrino que había encontrado entre todas la piedra de la invisibilidad. Los amigos se fingieron sorpresa y empezaron a lanzar piedras, aparentemente al aire enojados, pero dándole en todas al pobre Calandrino, quien iba apedreado pero feliz. Mientras iba llegando a casa se dio cuenta que nadie lo miraba, lo que confirmaba la gesta. Pero al llegar a la casa su esposa le habló, y tal fue el enojo de Calandrino, que pensó que su esposa por ser mujer le había quitado el hechizo. Y la levantó a palos. Los amigos llegaron a la casa y vieron a la pobre mujer apaleada y llorando, y Calandrino con ganas de terminar de matarla por su mala suerte. Pero los amigos lo calmaron y trataron de reconciliarlos.

Nota: Otro cuento horroroso... pero nuevamente muy de la época. La mujer era símbolo de mala suerte.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.3)





Día 75: Turno para Emilia, quien contó la historia del prepósito de Fiésole. El prepósito estaba enamorado de la rica viuda Picarda, que vivía con sus dos hermanos. Un día le confesó su pasión a la viuda, y como ya era viejo, desagradó a la viuda, quien le habló con sinceridad y le dijo no le gustaba. El prepósito siguió insistiendo hasta que la viuda le dijo que finalmente la había convencido. Lo citó a su casa esa noche, pero la viuda le tenía preparada una burla. Le dijo a su criada, de nombre Ciuta, que era jorobada y coja, y por lo fea le decían Ciutazza. Le dijo que la reemplazara esa noche en su casa y se acostara con el hombre que iba a llegar y ella le regalaba una camisa nueva. Ciutazza aceptó y dijo que hasta con 6 se acostaba. Esa noche llegó el prepósito y a oscuras se acostó largamente con Ciutazza. Mientras la viuda buscó a sus hermanos y al obispo y los llevó a su casa para mostrarles la escena en su habitación. El obispo reprendió fuertemente al prepósito, quien estaba muy avergonzado, y luego la viuda les explicó lo que había ocurrido. Todos conocían al prepósito como aquel que se acostó con Ciutazza y le hacían burlas en la calle. La viuda se quitó de encima al acosador y Ciutuzza tuvo su camisa nueva.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.4)





Día 76: Turno para Filostrato, quien trajo un personaje de vuelta, Maso de Saggio. Y cuenta como en Florencia era frecuente la presencia de magistrados de las Marcas, quienes a la vez llevaban notarios y jueces de dudosa reputación. Uno de esos jueces fue Nicolás de San Lépido, que parecía más un calderero, y se ocupó de los juicios criminales. Un día, Maso de Saggio buscando a un amigo fue al estrado y micer Nicolás le pareció un pajarraco. Le llamó la atención los calzones que se le abrían por delante. Maso buscó a sus amigos Ribi y Mateuzzo para que vieran al personaje y le planearon una broma. Notaron que debajo del estrado había un espacio para ocultarse. Al día siguiente fueron, formaron el teatro, Ribi y Maso discutiendo y Matteuzo le jaló los calzones al juez. Fue la burla entre la gente por mucho tiempo.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.5)






Día 77: Así como en el pasado cuento y anteriores repite personaje, Boccaccio vuelve a presentar a Calandrino y sus burladores amigos Bruno y Buffalmacco. Filomena narró la historia de cuando Calandrino mató un cerdo y pensaba cocinarlo. Al ver el suculento y enorme cerdo, sus amigos le propusieron que lo vendieran y se gastaran el dinero. Calandrino se negó porque su mujer lo echaría de la casa (curioso cambio, luego que en el cuento anterior Calandrino levantó a palos a su mujer). Antes la negativa, los amigos decidieron robarselo esa noche, luego de emborracharlo con ayuda del cura. Al día siguiente Calandrino estaba impresionado y triste, y sus amigos mostraban desconocimiento. Hasta le propusieron hacer una prueba a los vecinos y amigos sospechosos, con unas píldoras de jengibre, que le harían poner amarga la garganta al culpable. Los amigos repartieron las píldoras, y dieron al mismo Calandrino la píldora con boñiga de perro, que le causaría el amargor en el gusto. Con esto quedó Calandrino como el ladrón de su propio cerdo, y sus amigos volvieron a burlarlo. Y hasta lo chantajearon con dos pares de cupones, para no contarle a su mujer.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.6)





Día 78: Turno para Pampinea, quien contó una la larga historia de venganza, porque ya habían narrado muchas burlas. Contó la historia de una joven bella florentina, llamada Elena. Ella enviudó y no quiso volver a casarse porque estaba enamorada de un guapo mozo. Otro mozo, llamado Raniero, de estudios en París y de buena familia, también estaba enamorado de ella. Se conocieron en una fiesta, y Elena no tuvo reparos en coquetearle, levantando las esperanzas de Raniero. Se burló de él y le dijo a su criada como el joven ya había perdido la razón que adquirió estudiando en París. Lo citó a su casa, mientras de encontraba solazando con su amado mozo. Pampinea advierte sobre lo peligroso que resulta burlar a gente de estudio. Raniero asistió a la cita, pero la criada no lo dejó entrar porque Elena había recibido la visita de su hermano y no podía salir, y le dijo que siguiese esperando. Raniero estuvo apunto de congelarse, en pleno frío de Julio, mientras Elena y su amante lo burlaron, pero él advirtió la burla y prometió venganza. Sucedió entonces que el amante dejó a Elena por otra mujer, y ésta cayó en desgracia. Raniero enterado dijo que la ayudaría, porque él había estudiado nigromancia en París, y sabía la forma para volver a atraer a su amante. Ella lo escuchó, y el le dio los pasos de lo que tendría que hacer: una imagen de estaño del que se quería recuperar, la luna en cuarto menguante, bañarse desnuda y sola en un arroyo de agua cristalina; luego desnuda, subir a un árbol o casa deshabitada y con la imagen de estaño y pronunciar 7 veces unas palabras. Le dijo que cuando eso hiciese, se le aparecerían dos jovencitas a las que tendría que pedir lo que quería. Elena emocionada apuntó todo y pensó hacerlo en una finca alejada en Calderano donde podría hacer todo eso de forma discreta, con un arroyo y con una torre deshabitada. Raniero sabía del lugar, pero fingió desconocerlo. La noche siguiente, Elena tenía todo preparado e hizo todos los pasos uno por uno, mientras Ranieron la veía desfilar desnuda. Finalmente subió a la azotea de la torre abandonada, y Raniero aprovechó para quitar la escalera. Elena al no encontrar la escalera y amanecer desnuda en la torre, temió en la venganza de Raniero y se puso a llorar. Raniero se presentó temprano y le habló desde afuera. Aunque Elena le suplicó piedad y prometió que sería suya, Raniero no daba el codo a torcer y la dejó en la azotea expuesta al frío y al sol de la mañana. Elena terminó con el cuerpo quemado, con llagas y ensangrentado por las quemaduras. Aún así, Ranieron le decía que nuevamente le volvería a salir su bella piel y se recuperaría, mientras le recordaba como estuvo apunto de morir del frío. Finalmente luego de un tiempo fue donde la criada y le dio los datos donde se encontraba Elena, quien inventó otra historia para que no hablaran de ella. Hasta la alcahueta criada se rompió la pierna mientras iban a rescatarla. Finalmente Pampinea reflexionó sobre las consecuencias de burlar a un hombre inteligente y de cultura, de aquellos que saben dónde tiene el diablo la cola. Y advirtió a las presentes.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.7)






Día 79: Turno para Fiammetta, quien se mostró aterrada por la venganza del estudiante en el cuento anterior. Por lo que dijo que el suyo sería también sobre venganza pero más cómico. Contó la historia de 2 amigos de Siena, jóvenes y ricos, Spinelloccio y Zeppa, y ambos tenían esposas muy hermosas. Ocurrió un día, que de tanto visitar Spinelloccio a Zeppa, intimó con la esposa de éste y yacieron varias veces. Un día Zeppa descubrió el engaño, y dejó que hicieran de todo y al final le dijo a su esposa que no le haría daño alguno, pero debía colaborar para un plan que tenía. Le dijo que citara a Zeppa el día siguiente, y cuando estuviese en la casa le hiciese meterse en un arca (especie baúl) y lo encerrara. La esposa hizo todo lo que le dijo, y Zeppa cuando ya estaba encerrado, obligó a su esposa que invitara a comer a la mujer de Spinelloccio. Cuando la otra esposa llegó, Zeppa se encerró con ella en el cuarto donde estaba el amigo encerrado, y le dijo que debía acostarse con él porque su marido se había acostado con su esposa, para quedar a manos. La otra esposa aceptó, y al final Zeppa dejó salir a Spinelloccio, que estaba apenado y su esposa, que desconocía que su marido se encontraba en el cuarto, también se apenó. Al salir del arca, Spinelloccio dijo que era mejor que siguieran de amigos, y que ahora en adelante podían intercambiar esposas. Todos 4 quedaron alegres con la solución, y al final cada uno terminó con dos esposos y esposas. Y nuevamente Felices los 4!!!

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.8)






Día 80: Turno para la reina, que sigue la tendencia de dejar el último relato de la jornada a Dioneo. En un cuento excesivamente largo, se vuelve a acudir a dos personajes que ya habían aparecidos dos veces en esta jornada: Bruno y Buffamalcco, los colegas pintores de Calandrino. Bueno estos dos ahora deciden burlar a un médico, Simón de Villa, quien se interesa en la pareja de amigos pintores, y éstos al notar que era un tonto, decidieron aprovecharse de él y tomarle el pelo. Inventaron una historia, con un maestro en nigromancia (Miguel Scotto), que compartió con ellos sus artes, e inventaron que se acostaban con las mujeres más importantes de Europa, y tenían un gran grupo para escoger, entre ellas las reinas de Francia e Inglaterra. Y para compartir ese privilegio con el ingenuo médico, además de pedir favores y agasajos, también le hicieron una prueba al final que le hace terminar en una fosa de excrementos, y los pintores fingieron ser atacados también para poder seguir recibiendo favores del médico.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.9)





Día 81: Nuevamente el cierre de jornada a cargo de Dioneo, quien cuenta la historia de un mercader engañado, que luego se venga. Nicolás de Cignano, apodado Salabaetto, tenía mercancía valorada en 500 florines de oro. Una mujer, Blancaflor, le puso el ojo encima, y empezaron a coquetear. Un día se citaron en un baño y se acostaron, y siguieron el romance. Blancafor le hacía regalos valiosos y él se sentía incómodo, hasta que un día llegó desesperada diciendo que había recibido malas noticias de su hermano, pidiendo que vendiera todo lo que tuviese para obtener 1.000 florines de oro o le cortarían la cabeza. Salabaetto le dijo que podía prestarle 500 florines con pago dentro de 15 días, gracias a una venta hecha. Blancaflor aceptó con incomodidad. Pero apenas tuvo el dinero, Blancaflor desapareció y no pagó el dinero en el plazo acordado. Salabaetto viajó a Nápoles, donde el tesorero de la emperatriz, Canigiano, le dio una solución para ayudarle a recuperar su dinero. Compró 20 odres para aceite y lo llenaron y partió de nuevo a Palermo. Hizo todas las operaciones aduaneras y Blancaflor se enteró de la nueva mercancía, y se sintió interesada porque calculó que la nueva mercancía tendría valor de 2.000 florines. Por lo que buscó nuevamente a Salabaetto, y se disculpó y le pagó los florines que le debía. Volvieron a encender el romance y acostarse varias veces. Hasta que Salabaetto pidió prestado a Blancaflor 500 florines por una mercancía robada por piratas. Blancaflor, audaz, dijo que ella se los prestaría pero no los tenía, pero tenía un amigo que podía prestarle. Salabaetto ya conociendo a la hábil mujer, sabía que ella en realidad iba a hacer el préstamo. Por lo que le pagó de la misma forma, y Blancafor perdió los 500 y los 1.000 que había prestado. Había dejado de garantía los cargamentos de aceite, que en realidad tenían agua en su interior.
La reina Laurita terminó su reinado y le puso la corona a Emilia, quien inmediatamente propuso para la próxima jornada que hubiese tema libre, que cada quien contara lo que quisiera. Y pidió a Pánfilo que cantara una canción. Pánfilo cantó una canción de amor, que dejó a todos preguntando sobre la destinataria del mensaje. Al final todos fueron a dormir.

Fin Jornada Octava.

#Boccaccio2018 (Jor.8 C.10)




JORNADA NOVENA



Día 82: Inicia la Jornada 9, con Emilia de reina, y con la temática libre para las narraciones. Ese día fueron a un bosque cercano, y pasaron una mañana alegre y jovial, jugaron, cantaron, comieron, durmieron y llegada la hora se reunieron a relatar los cuentos. Inició Filomena, quien contó la historia de Doña Francesca, una bella viuda, que era amada por dos hombres: Rinuccio y Alessandro. La abrumaban tanto que pensó en una forma de quitárselos de encima. Pensó en pedirles que le hicieran un servicio que fuese imposible, y vio una oportunidad en la muerte de un hombre de Pistoya, famoso por su rostro desfigurado. Le pidió a su criada que informara a los florentinos pretendientes por separado dos pruebas para llevar a cabo con el recién muerto. A uno le mandó a decir, que fuese esa noche y entrara al sepulcro del Degüelladiós (como le decían), y ponerse sus ropas y quedarse en su lugar hasta que alguien fuese a buscarlo hasta llevarlo a su casa, donde estarían juntos. Mientras que al otro le dijo precisamente que fuese a la noche y arrastrara el cuerpo del muerto hasta su casa, donde también estarían juntos. Los florentinos hicieron todo al pie de la letra, y uno termino arrastrando al otro hasta la casa de Francesca, donde ella pudo verlos desde su ventana. Pero la guardia que andaba en el barrio se alarmó al escuchar el ruido, y sacaron sus escudos y lanzas, lo que asustó a los dos pretendientes que partieron corriendo. Rinuccio volvió después para ver si el cuerpo de Alessandro aún seguía en el piso, pero también se había escabullido. Y así, ninguno de los dos pasó la prueba y dejaron en paz a Francesca.  

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.1)



Día 83: Turno para Elisa, quien contó la historia de Isabetta, una bella y joven monja de sangre noble que se encontraba en un monasterio en Lombardía. Un día recibió la visita de un pariente, que iba acompañado de un bello joven, que quedó enamorado de ella y ella de él. Con tristeza pasó mucho tiempo sin que su amor rindiese frutos, hasta que el joven consiguió escabullirse al monasterio y yacer con su amada. Pero un día el joven fue visto por una de las monjas, que le comunicó a otras, y aunque pensaron en delatarla, decidieron dejar que la abadesa los sorprendiera juntos. La abadesa, Usimbalda, era una buena y respetada mujer. Las monjas se turnaron para descubrir cuando el joven ingresara al monasterio, hasta que un día lo vieron. Unas se quedaron de guardia en la puerta de la celda de Isabetta y otras fueron a avisar a la abadesa. La abadesa se encontraba en ese momento con un cura que la visitaba todas las noches. Se sobresaltó al escuchar el ruido de las monjas y salió disparada y sin darse cuenta se puso los calzones del sacerdote en la cabeza, y salió diciendo: “¿Dónde está esa maldita de Dios?”. La abadesa los descubrió e insultó a la monja, mientras la injuriaba y le decía los castigos. Isabetta avergonzada levantó su rostro y vio lo que la abadesa tenía en la cabeza y le dijo: “Señora, así os ayude Dios, ataos la cofia y luego me diréis lo que queráis”. La abadesa no entendía lo que decía, pero Isabetta le volvió a repetir lo mismo, hasta que las otras monjas se dieron cuenta que la abadesa tenía los calzones de un hombre en la cabeza. La abadesa avergonzada bajó el tono y lo cambió totalmente, diciendo que cada quien se divirtiese como quisiese. La abadesa volvió con el cura, Isabetta con el suyo, y las otras monjas con envidia procuraron conseguir sus amantes.

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.2)






Día 84: Luego de disfrutar con la historia de las monjas, llegó el turno para Filostrato, quien volvió a revivir en un relato a los ya “no tan gratamente famosos” amigos: Bruno, Buffalmacco y Calandrino. Calandrino recibió una herencia de doscientas liras de calderilla contante, por una tía fallecida, y empezó a decir que quería comprar una posesión con ese dinero. Bruno y Buffalmacco, enterados de la herencia de Calandrino, intentaron convencerle de gastársela con ellas en lugar de comprar tierras. Un día, a los dos amigos les llegó un nuevo cómplice, también pintor: Nello, y los 3 siguieron planeando la forma de disfrutar el dinero de Calandrino. Se pusieron de acuerdo para hacerle creer que estaba enfermo, lo hicieron refugiarse en su cama, fueron a buscar al maestro Simón para que lo revisara, pero le adelantaron los resultados: Calandrino estaba preñado. 
Calandrino empezó a gritar y a decir: “-¡Ay! Tessa, esto es culpa tuya, que no quieres sino subirte encima; ¡ya te lo decía yo!”

Bruno, Buffalmacco y Nello no podían aguantar la risa, y menos el maestro Simón, quien le dijo que podía curarlo pero necesitaba algo de dinero. Calandrino desesperado ofreció su herencia, no queriendo experimentar el dolor que tenían las mujeres. El maestro Simón le hizo un brebaje, mientras junto con los otros amigos se disfrutaban el dinero. Finalmente fue Simón a decirle a Calandrino que se había recuperado. Ya no estaba embarazado. Calandrino muy feliz y agradecido, difundió cómo en 3 días y sin dolor el maestro Simón le había hecho abortar.    

Interesante cuento pro-aborto, aunque fuese imaginario por un hombre. 

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.3)





Día 85: Turno para Neifile, quien contó la historia de dos hombres de edad madura llamados Cecco, pero uno de micer Angiuleri y el otro de micer Fortarrigo. Ambos odiaban a sus padres y se hicieron amigos. Aunque Angiulieri no estaba de acuerdo con la asignación de su padre, decidió irse tras un cardenal muy cercano al papa, creyendo mejorar su condición. Fortarrigo se enteró y fue a rogarle a su amigo que lo llevara consigo como criado. Angiulieri le dijo que no por sus vicios, pero su amigo juró cambiar, y lo aceptó. Ya en camino, se detuvieron en una posada a almorzar y pasar la noche. Mientras Angiulieri se durmió, Fortarrigo bajó a la taberna, se embriagó y luego jugó todo el dinero que tenía. Al acabarse, subió y robó el dinero de su amigo/amo, que también perdió. Angiulieri se despertó y no encontró a su amigo, y lo imaginó borracho en algún lugar, por lo que decidió abandonarlo. Pero cuando no encontró su dinero, formó un escándalo en la posada. Cuando ya Angiulieri se disponía a partir, Fortarrigo llegó y le dijo que lo esperase, pero Angiulieri se enteró por otra persona que su amigo había sido el ladrón de su dinero, enojándolo aún más. Partió a prisa sin seguir escuchando la palabrería de su amigo, pero Fortarrigo lo perseguía corriendo, hasta que vio a lo lejos a unos labradores, y les gritó: “¡Cogedlo, cogedlo!”. Los labradores le detuvieron y lo apresaron, creyéndolo ladrón. Fortarrigo siguió acusándolo y frente a todos se puso a sí mismo de víctima y acusó a su amigo del robo, y al final le despojó de sus ropas y hasta su caballo, y lo dejó abandonado. Angiulieri no se atrevió a regresar a Siena, y se resguardó hasta conseguir ayuda de su padre, y seguía sin comprender la malicia de su amigo. Pero dijo que ya le llegaría el castigo.  

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.4)



Día 86: Luego de la triste historia de Neifile, llegó el turno para Fiammetta, que volvió a revivir a los personajes de Calandrino, Bruno y Buffalmacco. Sabiendo que Calandrino fue un pintor que existió realmente, y del que al parecer se burlaban mucho. En esta oportunidad, Bruno y Buffalmacco, fueron contratados para pintar la casa de un rico, y como era tan grande se llevaron para ayudarles a Nello y Calandrino. Niccolo Cornacchini, el rico dueño, tenía un hijo joven y apuesto: Filippo, que metía a una mujer distinta a su cuarto. Niccolosa, era el nombre de la actual. Un día coincidió con Calandrino en el pozo, y ella decidió coquetearle y Calandrino cayó perdidamente enamorado de ella. Al regresar al trabajo, lo vieron suspirar y le preguntaron lo que tenía. Calandrino les contó que la mujer que estaba con Filippo se enamoró de él y él de ella. Bruno y Buffalmacco vieron la situación y pensaron enseguida en jugarle una broma. Le dieron consejos, y Bruno personalmente le dijo que hablaría con ella. Calandrino pidió no decirle a Nello, que era amigo de su esposa, Tessa. Bruno incluso incluyó a Filippo y Niccolosa en la broma. Hasta que llegó el día en que Niccolosa le iba a corresponder… El día anterior Bruno le pidió conseguir un trozo de pergamino nonato, un murciélago vivo y tres granitos de incienso, más una vela bendita. Escribió garabatos en el pergamino y se lo dio a Calandrino para que se lo acercara a la mujer, y ella se iría inmediatamente con él al pajar. Así sucedió todos, lo siguió al pajar, mientras Filippo, que había fingido irse se quedó mirando todos desde lejos. Y cuando estaba uno encima del otro en el pajar, Nello llegó con Tessa, la esposa de Calandrino, que lo arrastró e insultó, y al tiempo se vengó de los golpes que le había dado en un episodio anterior. Y este se suma a la lista de las bromas a Calandrino.        
#Boccaccio2018 (Jor.9 C.5)





Día 87: Luego de todos burlarse de las nuevas aventuras de Calandrino, continúo Pánfilo, quien el nombre de Niccolosa, la amada por Calandrino, le recordó la historia de otra Niccolosa. Una hermosa mujer, esposa de un hombre bueno que daba posada, comida y bebida a viajeros a cambio de dinero. Tenían dos hijos, y de vez en cuando acogían a conocidos. Un joven mozo, Pinuccio, estaba enamorado de Niccolosa, y ella con el tiempo se enamoró de él. Pero lo mantenían en secreto y aún no habían yacido juntos. Un día el joven con ganas de consumar su amor con su amada ideó un plan para hacerlo dentro de su misma casa. Salió con su amigo Adriano y con un cargamento pretendiendo ser viajeros, y llegaron tarde a la posada para alojarse. El esposo de Niccolasa los atendió y les alojó en una pequeña alcoba. Teniendo solo 3 camas, le dio a los viajeros una para los dos, acomodó a su hija en otra, y él con Niccolosa en la otra, y junto a ellos la cuna del bebé. Pinuccio se escabulló en la noche y se arrimó junto a Niccolosa y yacieron juntos finalmente. Adriano, el amigo de Pinuccio, se levantó al baño y tropezó la cuna y la cambió de sitio junto a su cama. Cuando Niccolosa terminó con Pinuccio regresó junto a su marido, pero cuando no sintió la cuna en plena noche, pensó que se equivocaba de camino y buscó la cuna, y se acostó en la cama. Terminó acostada en la cama con Adriano, quien aprovechó la compañía de la mujer, y también retozaron, ella pensando que era su marido. Pinuccio al contrario, terminó en la cama del marido de Niccolasa, quien lo escuchó cuando le contaba que había acabado de acostarse con Niccolasa. Al final, se formó un escándalo, el marido de Niccolasa amenazando a Pinuccio, y la mujer se dio cuenta que no estaba junto a su marido. Fueron hacia los gritos, y dijo que Pinuccio mentía, que no habían estado juntos. Adriano para calmar la situación, dijo que Pinuccio estaba sonámbulo, como solía hacer, y por eso se había equivocado de cama y decía locuras. Todo se calmó y Pinuccio fingiéndose sonámbulo se fue a su cama. Después se siguieron encontrando en otra parte, y Adriano le decía a Niccolasa que él también estaba dormido, por lo que ella era la única despierta esa noche. Noches de enredos y camas.   

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.6)






Día 88: Turno para Pampinea, que decidió contar una historia sobre la veracidad de los sueños. Reviviendo a un personaje nuevamente, Talano de Molese, quien estaba casado con la bella pero antipática Margarita. Una noche Talano soñó que su esposa era devorada por un fiero lobo. Entonces él le recomendó no salir ese día siguiente de casa. Margarita desconfiada pensó que le decía para encontrarse con otra mujer. La mujer salió y lo siguió. Se escondió en el bosque, con la mala suerte de ser atacada por un lobo. Afortunadamente unos pastores le ayudaron y la salvaron pero su rostro quedó desfigurado y fue una mujer fea el resto de su vida. Y nunca más salió de casa.

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.7)



Día 89: Turno para Laurita, quien como sus compañeros volvió a usar otro personaje ya mencionado, Ciacco. Quien era un glotón y se hacía invitar a los banquetes de los ricos, aunque no lo hubiesen invitado. También estaba Biondello, que se dedicaba igual a hacer recados a los ricos. Un día se encontraron en el mercado, cuando Biondello estaba haciendo compras para micer Vieri de Cerchi. Ciacco se acercó a preguntar por el banquete y Biondello le dio el nombre equivocado de micer Corso Donati. Ciacco se presentó a comer en la casa Donati, y no encontró banquete sino una comida sencilla. Ciacco planeó su venganza, y mandó un mensajero para que pidiese a Felipe Argenti, un hombre muy fuerte e ingenioso, que Biondello lo mandaba a que le llenase un frasco de vidrio de buen vino tinto. Felipe enojado por esa broma de mal gusto, intentó atrapar al mensajero, que logró escapar. Ciacco le dijo a Biondello que micer Felipe lo estaba buscando, y cuando se presentó ante el fortachón, éste lo arrastró y le dio su merecido por la broma del vino. Ambos amigos quedaron en paz.

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.8)



Día 90: Turno para la reina, quien dejo el último turno para Dioneo. La reina hizo un comentario terrible y contó otra narración terrible. Primero da un discurso sobre la fragilidad de la mujer y su naturaleza de ser dócil, sumisa y obediente. Sino debe corregirse. Y contó la historia de dos hombres que fueron a pedir consejo al sabio Salomón. El primero, Meliso, tenía el problema de una mujer muy terca que no podía dominar. Y Josefo, tenía el problema que nadie le amaba. Salomón le contestó al primero, que fuese al Puente de Oca, y al segundo que amara. Ambos contrariados se fueron caminando y el camino vieron a un mozo pegando muy fuerte a una mula que no quería caminar. Le pegaba más fuerte hasta que caminó. Meliso protestó pero el mozo le dijo que era su animal y el lo conocía. Preguntaron el nombre de ese puente, y el mozo les dijo el Puente de la Oca. Y entendieron el mensaje de Salomón. Meliso invitó a su amigo a la casa y pidió a la mujer que les hiciese comida, y ésta les hizo algo que no fue de su gusto. Meliso siguió el consejo y cogió un bastón y golpeó a su mujer muy fuerte. Al día siguiente la mujer les hizo el desayuno de su gusto y vieron los resultados del "sabio" consejo. Y el otro amó y fue amado.

Horroroso, y no sólo por su tema, es una narración sin gracia y anodina.

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.9)






Día 91: Finaliza la jornada nuevamente Dioneo, luego de que la narración anterior mantuvo a las mujeres murmurando y los hombres riendo. Antes de empezar, Dioneo les dijo que prestaran atención a lo importante de hacer las cosas al pie de la letra. En Barletta vivía un sacerdote llamado Juan de Barolo, que transportaba en su yegua y vendía mercancías en una feria para sostener la iglesia. Un día conoció a Pedro de Tresanti, que también hacía lo mismo pero transportaba con un asno. Se hicieron amigos, y como Pedro no era pobre también, cuando lo invitaba a quedarse en su casa, sólo podía invitarlo a dormir en un haz de paja. La esposa de Pedro se ofreció a dormir por fuera para darle comodidad, pero el cura Barolo dijo que no se preocupara, que cuando tenía ganas transformaba su yegua en una bella mujer y yacía con ella. La mujer y Pedro quedaron impresionados con esa confesión, y la esposa de Pedro quiso también transformarse en yegua, y pidieron que les enseñara el conjuro. El cura les siguió la corriente, y dijo que les enseñaría, que lo más difícil era pegarle la cola. Al día siguiente se encontraron y el padre les dijo que sólo se lo diría a ellos y que hicieran todo al pie de la letra… Ordenó que desnudara a su mujer y la puso en cuatro. Empezó a manosearle todo el cuerpo mientras decía que cada parte se convirtiera en parte de yegua. Pasó por los brazos, por los senos, el vientre, las caderas, las piernas, hasta que quedó la cola. Entonces sacó la herramienta con que plantaba a los hombres y le introdujo en el bajo orificio… y la humedad había llegado. A Pedro no le agradó el último movimiento y dijo que “No quería cola”. Entonces Don Juan reaccionó diciendo que había interrumpido el proceso, que la yegua estaba a punto de crearse. Al hablar había interrumpido todo. Pedro dijo que no quería esa cola, que por qué no la dejó ponerla a él, y que además la puso muy abajo… Don Juan dijo que por novato no lo hubiese hecho bien. La mujer se levantó furiosa y empezó a reñir a su marido por interrumpir su proceso… y no dejarla ser yegua. 

La narración causó mucha risa en las mujeres. La reina pasó la corona al último miembro que faltaba por reinar, a Pánfilo, como rey de la última jornada. Y propuso de tema para las próximas narraciones: sobre aquellos que liberal y magníficamente obrasen a propósito de hechos de amor, o de otro estilo. Todos estuvieron de acuerdo, y cada uno fue a hacer lo que quiso. Luego de la cena, el rey ordenó cantar a Neifile, quien cantó una bella canción de amor y pasión. Y todos fueron a dormir. 

Fin de la Jornada Novena 

#Boccaccio2018 (Jor.9 C.10)






JORNADA DÉCIMA


Día 92: Inicia la última jornada del Decamerón, con el reinado de Pánfilo, donde se contarán historias sobre quienes liberal y magníficamente obraron en asuntos de amor o de otra cosa. 
Luego de una mañana tranquila, se reunieron para seguir las historias. Inició Neifile, quien contó la historia de Ruggeri, un caballero valeroso con muchas aspiraciones. Abandonó la Toscana para servir la rey de España, de mucha fama. Pero se dio cuenta que el rey Alfonso daba muchas dádivas a gente que no lo merecía, y él seguía sin cumplir sus ambiciones. Por lo que decidió marcharse, y el rey le dio una mula y un sirviente de compañía. El sirviente era una espía del rey que iba anotando todo lo que Ruggeri dijera del soberano. Y llovieron insultos para el monarca en el camino. Llegando a la Toscana, el sirviente me dijo que el rey lo mandaba a llamar. El rey enterado de todo lo que había dicho le preguntó en qué se parecía él a la mula. Ruggeri aprovechó para decirle al rey sobre su injusticia. El rey le dijo que era culpa de la fortuna y no suya. Y para demostrarlo, lo llevó a una sala donde había dos cofres. Le dijo que en una estaba su corona y sus joyas y en la otra solo tierra. Dijo que eligiera uno y sería suyo. Ruggeri eligió el lleno de tierra. El rey le dijo que tenía razón con la fortuna. Pero le dijo que le daría el cofre que la fortuna le había quitado para que regresara a su tierra. Ruggeri agradecido aceptó.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.1)






Día 93: Turno para Elisa, que contó la historia de Ghino de Tacco, un ladrón famoso, expulsado de Siena, enemigo de condes y hasta la Iglesia de Roma. Estando el papa Bonifacio VIII en Roma, el abad de Cluny fue a la corte, poniéndose tan enfermo del estómago, que le recomendaron los baños de Siena. Camino a los baños lo rodearon los secuaces de Ghino y lo obligaron a ir al castillo de Ghino. Ghino se presentó sin darse a conocer y hablando de sí mismo en tercera persona, y le dijo que podía ayudarlo sin ir a los baños con sus conocimientos de medicina. Le llevó unas tostadas y un vaso de pardillo de Corniglia. El abad se recuperó pero ansiaba la libertad y conocer a Ghino. Ghino le despidió, liberó y se presentó a sí mismo. Le explicó sus razones para robar, y le dijo que no le iba a quitar nada porque le pareció buena persona pero que le dejase lo que considerara mejor. El abad al volver le contó todo al papa y le pidió devolverle el favor a Ghino, porque era una gran persona. El papa aceptó y lo mandó a llamar. Le dio un gran priorato de la Orden Hospitalaria y le hizo caballero.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.2)





Día 94: Siguió el turno para Filostrato, quien contó la historia de Mitrídates, un hombre rico que tenía envidia de otro aún más rico y mayor: Natán. Mitrídates competía en todo, hasta dando limosnas a una mujer que tocó todas las 13 puertas de su casa pidiendo ayuda. En la 13, Mitrídates le dijo que era muy solícita en sus peticiones. Y la mujer se ofendió diciendo que en la casa de Natán, que tiene 32 puertas, el le daba en todas sin decir nada. Esto le dio muy duro y decidió acabar con la vida de Natán. Fue a su mansión y Natán lo recibió pero no le reveló su identidad y se hizo pasar por un servidor de Natán. Se hicieron amigos y Mitrídates le reveló su plan de matarlo y las razones. Natán quedó pasmado pero le dijo a donde podía encontrarlo solo el día siguiente. Mitrídates fue con su arco y espada y al llegar llamó a Natán y le dijo que iba a morir. Al viejo decir que lo habría merecido, Mitrídates reconoció la voz de su amigo y se postró a sus pies pidiendo disculpas. Que había conocido su bondad y jamás le mataría. Natán dijo que siempre complacía a sus invitados, incluso a él que manifestó querer matarlo. Mitrídates dijo que al contrario, si pudiera, le regalaría varios años de vida. Natán propuso que cambiaran de casa pero Mitrídates rechazó y cada uno siguió con su vida. Y reconoció que jamás le ganaría a Natán.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.3)





Día 95: Turno para Laurita, quien contó una historia sobre la generosidad del amor. En Bolonia vivía micer Gentil de Carisendi, quien se enamoró de Catalina, que estaba casada con Niccoluccio Caccianemico. Catalina estaba embarazada y un día se enfermó tanto que los médicos la dieron por muerta junto con la criatura aún temprana en gestación. Gentil se enteró y sufrió enormemente. Se dirigió en la noche a la tumba de la mujer, abrió la fosa y se acostó junto a ella, besando y tocando el cadáver. Al tocarle el seno sintió que su corazón latía débilmente. La sacó y la llevó a su casa. La madre de Gentil la ayudó y con baños y fuego la devolvió a la vida. Cuando se despertó se asustó, pero micer Gentil la tranquilizó y pidió un favor por haberla salvado. Que lo esperase y viviese en su casa mientras él regresaba de un viaje. Ella aceptó. El viaje se extendió y Catalina tuvo el bebé en casa de Gentil. Cuando regresó, Gentil organizó un festín e invitó a varias personas, entre ellas a Niccoluccio. Al momento de la cena preguntó a los asistentes sobre qué harían en una situación como la que él pasaba en ese momento. Una servidora abandonada y la salvación de un extraño que le acoge y la cura. Todos dieron su opinión, y Niccoluccio dijo, que en efecto, que el primer señor no tenía derecho a reclamar. Dicho esto, Gentil llamó a Catalina y su hijo y los presentó a los invitados. Presentándola como sus más preciadas posesiones. Volvió a relacionar la historia que contó, pero con el dolor de su alma llevó a la mujer y su hijo frente a su marido y padre, y se los entregó. Niccoluccio feliz y sorprendido los aceptó y todos lloraban. Al final Laurita reflexiona diciendo que nunca se ha visto algo igual.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.4)



Día 96: Turno para Emilia, quien dijo que contaría una historia parecida y que incluso superaba la anterior. Dianora era una rica mujer, esposa de Gilberto. Micer Ansaldo Gradense, un noble, se enamoró de Dianora ciegamente, y la pretendía sin éxito. Un día Dianora, para quitárselo de encima le mandó a decir que como prueba de amor le ofreciese en el mes de enero un jardín lleno de hierba verde, flores y árboles, como si fuese mayo. Si no lo hacía, no quería verlo más. Ansaldo desesperado buscó ayuda, hasta que la encontró con un hombre experto en nigromacia, quien dijo podía ayudarlo. En enero tenía su jardín floreado y le envió como muestra un ramo de flores a Dianora. La mujer arrepentida y preocupada le contó todo a su marido, quien le reprochó haber aceptado esos mensajes, pero le dijo que lo mejor era concederle su cuerpo por una vez, pero no el ánimo. Dianora ofendida por la propuesta de su marido, finalmente fue donde Ansaldo y le confesó la charla con su marido, que había ido no por su voluntad sino por la de su marido que le obligó a cumplir la promesa. Ansaldo contrariado le dijo que no le exigiría nada, y que seguirían siendo amigos, y mandó saludos a su marido. La mujer feliz se fue, el nigromante no le cobró porque lo juzgó como buen hombre. Y Ansaldo siguió de amigo de la pareja. Emilia preguntó al final si existía mayor liberalidad que esa.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.5)





Día 97: Luego de una discusión entre los narradores sobre quién tenía mayor liberalidad, llegó el turno para Fiammetta. En Florencia, cuando el rey Carlos el Viejo, venció a Manfredo, expulsó a los gibelinos y güelfos. Un joven llamado Neri degli Uberti, resistió a irse y se mantuvo oculto en un sitio apartado en Castellamare donde hizo un bello jardín. Un día el rey Carlos fue a descansar al mismo sitio y quiso conocer el bello y famoso jardín de Neri, quien preparó un banquete para recibir al monarca. En el banquete habían dos jovencitas de 15 años que enamoraron al rey. Durante el banquete las tuvo a su servicio y le cocinaron pescados y entraron en la fuente a pescar saliendo con sus trajes húmedos y pegados al cuerpo. Preguntó a Neri quienes eran, y éste respondió que sus hijas Ginebra e Isolda. El rey se sorprendió y le recomendó que las casara. El rey enloquecido por las hermanas se hizo más amigo de Neri para verlas más seguido y hasta pensó en raptarlas. El conde Guido lo hizo entrar en razón haciéndole ver su error, por el reino ajeno, la situación inestable y la injusticia. Y recordó que la derrota de Manfredo fue en gran parte por la violencia con las damas. El rey recapacitó y para enmendar sus deseos decidió casar a las jóvenes con buenos matrimonios y buena dote dignos de hijas del rey, y se resignó. Fiammetta destacaba como poderoso rey dominaba sus pasiones.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.6)





Día 98: Al terminar la narración Fiammetta alabó la magnificencia del rey Carlos, pero una gibelina del grupo no quiso (no mencionan cual). Aunque enseguida Pampinea, por orden del rey, sigue con su turno. Cuenta la historia de un enemigo del rey Carlos, que también actúo de forma muy digna. Cuando los franceses fueron expulsados de Sicilia, vivía en Palermo Bernardo Puccini, un hombre rico con una hermosa hija. El rey Pedro de Aragón era el dueño de la isla, y organizó una fiesta donde la hija de Bernardo quedó enamorada de él. El rey ignoraba la situación pero ella lo amaba perdidamente. Hasta que un día enfermó, quizás del mismo amor, y mandó a buscar a Minuccio, cantor del rey. Ella le confesó su amor por el rey, que era razón de su enfermedad y antes de morir quería que se lo dijera al rey. Minuccio aceptó y fue donde un amigo para componer una canción. Escribieron una bella canción de desamor, donde resumía el sentir de la bella Lisa. La llevaron ante el rey que se conmovió y preguntó por los autores. Minuccio le contó la historia de Lisa, y decidió ir a visitarla. El rey la visitó y ella dijo que se recuperaría pronto pero siempre lo amaría. El rey decidió ayudarla dándole un buen esposo. El día que se lo informó, Lisa nuevamente se despidió con palabras de amor ante la reina, que no le gustó mucho. El nuevo prometido, Perdicón, les dieron dote y riquezas para que viviesen bien. El rey sólo le dio un beso en la frente a Lisa y conquistó a sus súbditos.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.7)





Día 99: Turno para Filomena. En Roma vivió Publio Fulvio, padre de Tito Quinto, un hombre de ingenio. Su padre lo envió a Atenas para aprender filosofía, y se quedó en la casa de un amigo de su padre, que también tenía un hijo, Gisippo, y se hicieron muy amigos. Con el tiempo le propusieron a Gisippo casarse con la bella Sofronia. Cuando Tito la conoció cayó perdidamente enamorado de ella. Tito intentó olvidarla pero no fue capaz. Le confesó su amor a su amigo llorando, y Gisippo lo entendió y decidió renunciar a Sofronia por su amigo. Planearon todo para que siguieran los preparativos de la boda, y Sofronia en lugar de casarse con Gisippo se casara con Tito. Finalmente Tito se casó con Sofronia a escondidas, y su padre falleció. Teniendo Tito que ir urgente a Roma, pregunta a Gissipo para llevarse a Sofronia, y acordaron en decirle toda la verdad. Pero todos se enteraron y causó disgusto entre las familias. Tito da un discurso, como buen filósofo, alabando la actitud y acciones de su amigo. Al final aceptaron y Tito se fue con Sofronia a Roma, y el pobre Gisippo fue mal mirado en Atenas, hasta llegaron a expulsarlo de la ciudad. Gisippo llegó a Roma buscando a su amigo, y se le partió el corazón cuando ni siquiera lo saludó. Triste se cobijó en una cueva, donde llegaron unos ladrones con el botín, habiendo matado a otra persona. Gisippo que quería la muerte, se quedó en la cueva dispuesto a aceptar los cargos. Tito se enteró de las acusaciones a su amigo, y para salvarlo decidió echarse a sí mismo la culpa. En la cárcel ambos se echaban la culpa, hasta que llegó el verdadero culpable y salvó a los dos amigos. Octavio se enteró del caso y los mandó a llamar, para entender. Entonces Octavio los escuchó uno por uno, y decidió liberarlos. Dos por inocentes y uno por las súplicas de los primeros. Tito acogió a Gisippo en su casa y le dio a su hermana en matrimonio. Todos vivieron felices en la misma casa en Roma. "La amistad es cosa muy loable, digna de alabanza, enemiga de todo mal. Por ella, el amigo desea para el otro lo que quisiera para él mismo", terminó Filomena.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.8)






Día 100: Turno para el rey, que le deja el último turno a Dioneo. Contó una larga historia, también sobre la amistad y vuelve a utilizar un personaje conocido: Saladino. En tiempos de las cruzadas (cristianos conquistando tierra santa), Saladino quiso enterarse de los preparativos cristianos y se disfrazó de mercader y se infiltró en una peregrinación. Cuando el grupo iba en camino de Milán a Pavía se encontraron a Torello d'Istria, quien los agasajó y acogió. Al final los dejó ir. Cuando llegó el turno de partir, Torello le dijo a su esposa que si no regresa no tiene noticias de él en un año que se casara de nuevo. Y se embarcó con los cristianos. Fueron víctimas de una peste y murieron muchos, y los que quedaron fueron prisioneros de Saladino, entre ellos Torello. Torello se dedicó en prisión a domesticar aves, haciéndolo Saladino halconero. Aún no se habían reconocido entre sí, y a Torello le decían "El Cristiano". Saladino hablando con él lo vio reírse y lo reconoció enseguida. Viendo la oportunidad de demostrar su agradecimiento por aquella atención, lo llevó por aparte y le mostró las telas que les había regalado su esposa. Saladino ofreció una fiesta de agradecimiento. Mientras tanto en Lombardía, llegó la noticia de la muerte de un Torello, lo que provocó dolor en la esposa. Por su belleza fue pretendida al poco tiempo, a lo que ella no quería aceptar, pero finalmente cedió por la promesa a su marido. El verdadero Torello cayó en preocupación al enterarse que el mensaje enviado a su esposa nunca había llegado. Torello cayó enfermo gravemente y Saladino preocupado y triste por la partida, le pidió a un nigromante que hallase la manera de trasladar a Torello a su casa. Después de la triste despedida de los amigos, el nigromante hizo su trabajo y Torello desapareció en el acto, quedando todos sorprendidos. Torello apareció en la iglesia en Pavía. Algunos se asustaron al verlo, creyéndolo muerto, pero él les explicó. Ya su esposa se había casado nuevamente. Él decidió ir a una cena en su casa con el abad. Ella no lo reconoció enseguida por creerlo muerto. Entonces él le envió una copa de vino y en la copa metió el anillo que ella le había dado en su partida. Cuando ella lo vio reconoció a su esposo, y se abrazaron. Se disolvió el matrimonio y volvieron a estar juntos. Torello envió un mensaje a Saladino, diciendo que todo estaba bien. 

Quien halló la recompensa en la cortesía.

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.9)





Día 101: Luego de acabar la larga historia, que a todos gustó, llegó el turno de Dioneo, encargado nuevamente de cerrar la última jornada. Dijo que no iba a narrar una buena acción sino una loca necedad que tuvo buen fin. Y aconsejó que ninguno siguiera su ejemplo. Gualterio, era el primogénito de los marqueses de Saluzzo, y no tenía mujer ni hijos, ni pensaba en casarse. Sus vasallos le insistían en que casara para tener un heredero, hasta que decidió hacerles caso. A Gualterio le gustaba una joven humilde, por lo que la escogió y arregló con su padre, que era un hombre de mala reputación. Organizó una gran celebración y fue a buscarla a su casa, donde consultó nuevamente al padre si era dócil y obediente, y el padre siempre dijo que sí. Y así fue como se casó con Griselda, y al poco tiempo tuvieron una hija. Griselda cambió y se convirtió en una mujer refinada y aún más hermosa con sus lujos. Gualterio, para ponerla a prueba, a veces la hostigaba de palabra, le echaba en cara su baja cuna y que hubiese tenido una hija y no un varón. Griselda siempre se mostraba dócil y no mostraba enojo, lo que gustaba a Gualterio. Pero un día Gualterio le mandó un criado en busca de la niña, diciendo que si no le entregaba la niña, lo matarían. Griselda entendió y le dio a su hija, diciendo que no la abandonara a las bestias. Gualterio se sorprendió de la actitud de su esposa, y a escondidas envió a su hija a Bolonia donde unos parientes para que la criaran. Al poco tiempo, Griselda dio a luz a un varón, lo que alegró a Gualterio, pero no bastándole le dijo a su mujer que también debía deshacerse de ese niño, porque sus súbditos de quejaban de la baja clase del abuelo. Griselda, inmutable, volvió a decirle que hiciera lo que quisiera. Gualterio hizo lo mismo y a escondidas envió el niño a Bolonia. Los vasallos censuraban tal comportamiento, porque también creían que los mataba. Queriendo hacer una última prueba a Griselda, le dijo que se arrepentía de casarse con ella, y que pediría permiso al papa para casarse con otra mujer. Griselda aceptó todo y se fue a vivir nuevamente a su casa paterna, yéndose solamente con una camisa. Gualterio siguió con su teatro, con el nuevo matrimonio, y se atrevió a invitar a Griselda nuevamente a su casa para que le ayudase a preparar la boda, porque ella conocía las cosas del palacio más que sus sirvientas. Esto ofendió a Griselda, que siguió aguantando y aceptó. Y se convirtió en criada, preparó la boda y hasta recibió a los invitados. También invitó a sus hijos, que mandó a traer de Bolonia, ya la niña tenía 12 años y el niño 6. Hizo creer que la niña era la esposa que venía a casarse con él. Griselda recibió a su hija, sin saberlo. Finalmente, Gualterio pensó que ya había ido demasiado lejos y las llamó frente a frente. Le preguntó a Griselda por su esposa, y Griselda dijo que era hermosa pero pedía no la hiciese sufrir como a ella. Gualterio le dijo que era hora que recogiera los frutos de su paciencia, dijo que le devolvería todo lo que le había quitado, entre ellos sus dos hijos. Nuevamente Griselda recuperó todo, y Gualterio dijo que nadie podía presumir de mujer como ella. 

Y la maquiavélica moraleja de Dioneo: “Esto demuestra que en las casas pobres también se puede encontrar la virtud que demostró Griselda en todo momento”. 

Dioneo calló y su narración generó muchos comentarios y susurros, sobre todo en las mujeres. Dioneo tomó la palabra y dijo que mañana se cumplirían 15 días desde que dejaron Florencia para distraerse de las angustias que generó la epidemia de la peste. Que la habían pasado bien, pero que era hora de regresar. Todos aceptaron y disfrutaron su última noche. El rey pidió a Fiammetta cantar una canción, y entonó una canción que sonó reivindicativa para la condición de las mujeres en varias narraciones, y en esa última narración. A Dioneo le gustó la canción. El día siguiente regresaron a Florencia, se despidieron y cada uno tomó su camino. 

#Boccaccio2018 (Jor.10 C.10)





Epílogo o Conclusión del Autor (Giovanni Boccaccio)


En el cierre a su gran obra, Boccaccio se dirige nuevamente al lector, y se adelanta a las opiniones del lector sobre su obra. A las críticas sobre “el machismo” (aunque esa palabra no existía en ese entonces) o la terrible condición de las mujeres en varias de sus historias; sobre que algunos cuentos eran flojos y sobraban; que algunos eran bueno o malos… Boccaccio se adelanta a toda discusión y responde a cada una de las dudas. Dice:

“Quizás se me censure excesiva libertad al tratar asuntos no muy convenientes para escucharlos honradas mujeres. Yo sostengo que todo lo deshonesto, dicho con palabras honestas, no sienta mal a nadie”

Boccaccio justifica la dureza y realidad de algunas narraciones, porque si no estaría mintiendo y maquillando la realidad de su época.  Recogió historias de la población común y corriente, del pueblo, y eso fue lo que engrandeció su obra, que un escritor de clase acomodada como Boccaccio, se dedicara a recoger historias de la gente del común, y plasmarlas en una gran obra recopilatoria de la época. También dice que él escribió para las mujeres ociosas, que para ellas nada resulta largo. Para las críticas sobre la extensión de algunos cuentos, y dice, que quien tenga otro trabajo, es necio al perder su tiempo leyendo estos relatos. Sobre las burlas y mofas (acá especialmente a las hechas a la iglesia), responde que agradece la preocupación, pero él es hombre de poco peso, pero ni era tan grave ni tan ligero que flotase en el agua. Y que había otros libros religiosos que los podían curar de ello. 

Y se despide: “Y dejando a cada uno creer y decir cuánto se le antoje, debo terminar mis palabras y agradecer a Aquel que me ha ayudado a lograr mi fin. En cuanto a vosotras, complacientes damas, quedad en paz y acordaos de mí, si algo de lo que leéis os aprovecha”





Aquí termina la décima y última jornada del libro titulado Decamerón, llamado también Príncipe Galeoto. 



¡Adiós Decamerón¡ 

¡Adiós Pampinea, Filomena, Neifile, Fiammetta, Elisa, Lauretta, Emilia, Filostrato, Pánfilo y Dioneo!

¡Adios Boccaccio!

#Boccaccio2018 









Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)