Shane
Carruth es un matemático y ex ingeniero, que un día decidió que quería hacer
cine. En el año 2004, con un presupuesto de $7.000 dólares, cifra absurda para
muchos directores para hacer una película, presentó su ópera prima “Primer” en
el Festival de Cine Independiente de Sundance. El filme revolucionó el festival
y ganó el Gran Premio del Jurado a la Mejor Película y recibió miles de elogios
en los lugares que era presentada, por su complejo, enigmático y excelente
guión que trató de retratar la forma en la que muchas veces nacen los grandes
inventos, por accidente y casualidad. La película demostró que para hacer cine
no se necesitaban grandes presupuestos, y que bastaba con tener talento.
Carruth no estudió cine pero todo lo aprendió mientras hacía el filme, de forma
autodidacta. La dirigió, escribió el guión, compuso la música, se encargó del
montaje y la fotografía, y además de eso protagonizó el filme.
Casi 9
años después, Carruth volvió a presentar un nuevo trabajo, nuevamente en
Sundance, “Upstream Color”. La película, contiene muchos de los ingredientes de
su ópera prima, se mantiene el minimalismo, lo que nos hace pensar que hubo un
poco más de presupuesto, pero el director mantuvo su estilo, dejando el mayor
trabajo a su talento tras la cámara, que aquí debo decir, borda por todos los
lados. Nuevamente hace de todito, dirigiendo, escribiendo el guión, componiendo
la música, encargándose del montaje, la fotografía y actuando.
La
película cuenta la historia… déjame ver, es un poco difícil describir en una
sinopsis del contenido del filme, sin develar algo importante de la trama,
sobre todo después que la he visto dos veces y la he comprendido un poco mejor.
Así que tratando de resumir, digamos que cuenta la historia de un hombre y una mujer,
que se encuentran en un momento de sus vidas en donde han perdido el equilibrio
de la misma y que además comparten similitudes que al inicio desconocen. En paralelo,
desde el inicio se presenta a un hombre misterioso, que maneja un negocio con
unos gusanos especiales que contienen una sustancia que tienen una reacción
desequilibradora en el ser humano.
Por el
momento, eso es todo lo que contaré de la historia. Es uno de esos filmes en el
que tienes que estar atento a todo, porque todo tiene un significado y está
concebido para que el espectador vaya construyendo, estructurando y asimilando
la trama. Es notable la capacidad del director en estructurar sus filmes y la
historia, poner todo al servicio para introducir símbolos y dejar rastros,
huellas, que ayuden al espectador a además de entender trama, atisbar algunos
mensajes ocultos del director. Todo esto es gracias al gran montaje que el
mismo Carruth construye.
La película
me parece una bella rareza, una historia interesante con tintes surrealistas,
rodada bajo el lente de un gran artista. Porque el director construye una pieza
de arte totalmente hermosa y altamente artística. Lo que hace, que aunque no
entiendas un poco la trama al inicio, eso no evita que te sientas hipnotizado
ante las prodigiosas escenas rodadas por el director.
“Upstream
Color”, al final me parece una enorme y bella metáfora sobre el control social,
la alienación moderna y el concepto del hombre máquina. Todo este cuento
contado de forma muy original y particular.
Como
mencioné al inicio, hay muchas relaciones entre este filme y su ópera prima “Primer”,
pero algo nuevo que veo en Carruth, es que aunque mantiene su racionalidad inherente,
en este filme veo una gran sensibilidad. Una sensibilidad tanto en el guión en
menor proporción, pero sobre todo en su forma de dibujar con la cámara un
hermoso lienzo que habla por sí mismo, con los continuos trazos de arte puro
que dibuja en el mismo. Hay mucha poesía visual que me recuerda a mi venerado
Terrence Malick, lo cual me emociones y me hacer admirar mucho más a su
director.
También,
antes de finalizar, es importante la mención al libro “Walden” de Henry David
Thoreau, una obra tan fascinante y enigmática, que escritores notables como el
mismo Paul Auster, que en su trilogía de Nueva York, específicamente en la
segunda parte titulada “Fantasmas”, hace una continua mención del libro, que en
cierta forma argumenta la importancia del contacto con la naturaleza para
generar un sentimiento de libertad en el ser humano. Aquí Carruth no la incluye
de forma arbitraria, también funciona para entender la esencia de la trama.
Y no puedo olvidar las excelentes interpretaciones de ambos protagonistas. Sin duda viven sus personajes y son siempre creíbles. La joven revelación Amy Seimetz y el polifacético Shane Carruth.
En síntesis,
creo que estamos sin duda ante uno de los filmes del año, ante el crecimiento
de uno de los directores más prometedores dentro del panorama mundial y ante
una obra abstracta e hipnótica de principio a fin, racional y con una
abrumadora sensibilidad. Planos y tomas con mucho cuidado y detalle, todo un
deleite de principio a fin. Hoy en día, ante la falta de nuevas ideas en el
cine y de nuevas perspectivas, se agradecen mucho estos filmes. Y la
versatilidad del director, es simplemente digna de los más grandes elogios. Por
todo esto:
8.5/10
Frases de la película
Creo que hacer un film es un reto enorme, pero hacerlo con poco presupuesto y que los espectadores la aprecien y la valoren ya es algo extraordinario. Con lo que contaste lo único que te puedo decir es que me has motivado para verla, se me hace que me gustará sobre todo por que tendré pendiente datos que sin leerte seguro hubiera pasado por alto.
ResponderEliminarUn gran saludo y que tengas excelente semana.
R.
Muchas gracias amigo, por tu amable comentario y por pasarte. Me alegra saber que la reseña te animó a verla. Espera que la vea muchos más.
EliminarMuchos saludos
A.S.B