Hace unos días estaba sentado en pleno Parque de Bolívar en una banca que mira hacia la Catedral, como a las 4:00 p.m. Curiosamente en ese preciso momento, un imitador del Rey del Pop, Michael Jackson, deleitaba a la gente que pasaba y se quedaba mirándolo en pleno sol, con movimientos característicos del artista.
Todas las personas miraban entusiasmados y quizás recordando al extinto ídolo, incluso yo también lo miraba. Pero de repente un poco aburrido del show y del gentío que empezaba a obstruir la visión, miré al frente. Al hacerlo me encontré con la oscura, triste y desesperada mirada de un caballo cochero.
Se preguntarán que cómo percibí todo eso y cómo fue posible que lo haya mirado de frente… Pero así fue, durante prolongados segundos me detuve en su mirada y pude percibir su dolor en medio de ese espectáculo donde nadie más lo miraba, incluso el cochero que lo montaba, se encontraba extasiado viendo a Michael, riendo y disfrutando. En ese momento para mi desapareció todo alrededor y sólo me encontraba en ese juego de miradas desconsoladoras con el caballo, aunque en ese momento aprovechaba para descansar una de sus patas, que se sostenían sobe herraduras destruidas, así como su propia voluntad y espíritu.
Recuerdo que siempre tuvo la idea del caballo como símbolo de libertad, corriendo y galopando sobre campos frondosos, como siempre aparecen en distintas publicidades y como nos lo han idealizado… dejando de pensar en los millones que murieron en las guerras históricas de hombres, algunos de ellos famosos por los “héroes” o vencedores que los cabalgaron, y que hoy en día sólo recordamos para llenar el crucigrama del periódico.
Los animales frente al ser humano son seres indefensos, desde la pequeña hormiga hasta los feroces leones o tiburones… con todos ellos, históricamente hemos cometido crueles asesinatos por temores heredados o inducidos. Y todo eso es lo que históricamente demuestra nuestra brutalidad, inconsciencia y amnesia universal. Quien es cruel con un animal, es inevitablemente cruel con el mismo ser humano. Muchas veces cuando llevamos una “mascota” domesticada a la casa, son ellos los que nos enseñan valores como la lealtad, el amor incondicional y nos hacen rozar pequeños atisbos de nuestra humanidad. Lo digo porque siempre me han encantado los animales, he tenido tres mascotas, más otras en el camino de mi vida, de los cuales he aprendido mucho de cada uno… desde mi fallecida perrita Abril, hasta las tortugas, pollitos y pajaritos que alguna vez tuve, llegando a los dos perros que tengo actualmente, Igor y Leo, y otros apadrinados que tengo en otras casas… Todos me han enseñado mucho, sobre la vida, el amor, la responsabilidad, la educación y la vida en general. Recordemos algo que mencionaba El Principito, domesticar no es dominar y ejercer poder sobre el animal, es crear lazos. Y así, como desde la casa lo hacemos con nuestras mascotas, cada persona que sea responsable de un animal, en especial si éste hace parte fundamental de su vida laboral, debería asumir esa enorme responsabilidad y debería educarse para poder tenerlo. Porque lo que demuestran la mayoría de nuestros cocheros, es una enorme falta de responsabilidad, de educación y humanidad. Y si, también es cierto que el gobierno local debe intervenir en estos momentos, que han demostrado ser otro grupo de insensibles, esto no le quita responsabilidad de quien maneja directamente al animal. Recuerda que tú también eres un animal, un mamífero con algunas ventajas fisiológicas y generales, pero que en nivel de importancia se encuentran en el mismo nivel y merecen respeto y consideración como un ser vivo, no tu sirviente ni tu esclavo. Ellos mismos deberían ser los que exijan garantías al gobierno local para lograr el adecuado cuidado de los animales, que representan un atractivo turístico y tradicional de la ciudad. Y de no hacerlo, el gobierno local debe actuar, y si ambos no reaccionan, ¿Dónde quedamos? Los que tenemos alguna pizca de humanidad, sensibilidad y nos duele la situación, debemos presionar de distintas formas para lograr un efecto. Así sea de forma radical.
Hoy martes 02 de septiembre, he recordado a ese caballo indefenso que vi en el Parque de Bolívar hace unos días, al enterarme de la muerte de otro que cayó desplomado en plena vía el día de ayer, y murió. Pero esto empezará a cambiar, cuando tomemos un momento y apartar la vista del show, del espectáculo y de la moda, para realmente mirar a estos seres a los ojos… Puede que descubras nuevas cosas, sobre el animal y sobre ti mismo.
A.S.B
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