El Club de Lectura en el Love and Jazz Fest en Ciudad Móvil (A.S.B)

El pasado viernes 14 de septiembre, un día antes del famoso “Día de Amor y Amistad”, aunque la celebración siguió hasta las primeras horas del 15, en Ciudad Móvil, ese maravilloso lugar que no había tenido la oportunidad de visitar, pero del que si había escuchado mucho, hubo una celebración especial de este día, en donde no faltó la buena música y el arte.

Primero debo decir que me gustó mucho el trabajo y el proyecto de “Ciudad Móvil”, ubicada en la Calle del Espíritu Santo en el barrio Getsemaní. Admiro, celebro y apoyo esa iniciativa que ha permitido y facilitado el acceso del arte a una gran parte de la población de la ciudad que antes no tenía acceso, ya sea por prejuicios o falta de espacios. Como les comentaba hace unos meses a varios artistas de la ciudad en una capacitación, la ciudad de Cartagena no tiene una cultura muy fuerte en el arte, tradicionalmente no, son muy limitadas las expresiones conocidas. Por eso, es necesario facilitar, hacer llegar y educar, entre otras cosas a la población, especialmente a los menores, para que se vaya creando una cultura de apreciación y sensibilidad al arte mucho más amplía. Y creo que este sitio (Ciudad Móvil), es un verdadero ejemplo de lo que les decía en ese momento a los distintos artistas. Es por esto, que estaré más pendiente de la programación del centro cultural y trataré de asistir a los eventos que se presente. Pueden seguir la página en Facebook de Ciudad Móvil:

Ciudad Móvil (Facebook)

Siguiendo con el evento de “Live and Jazz Fest”, fui en compañía de los compañeros del Club de Lectura, quienes fuimos invitados por la productora de eventos y artistas “Azótala”, quienes fueron los que organizaron el evento en Ciudad Móvil. También otra gran felicitación y admiración a estos chicos que están trabajando desde muy temprana edad de forma seria en la difusión del arte en la ciudad.

Azótala (Twitter)

Mientras nos aclimatábamos al calor de la noche e íbamos contagiándonos con la atmósfera especial del lugar, hablamos, reíamos y observábamos, mientras disfrutábamos de unas bebidas y una deliciosa pizza.

Cuando se escucharon las primeras melodías, todos sabíamos que el show iba a empezar y nos enfilamos a deleitarnos con el espectáculo de la noche. La primera presentación fue de un grupo de jóvenes que con el piano, la trompeta y la guitarra, acompañados de una lista interesante de composiciones hechas y realizadas por ellos mismos, trasladaron al público a vivir distintas sensaciones en su particular mezcla de sonidos e intercalando géneros musicales y letras, desde algunos con toques poéticos o antipoéticos, hasta otros más pegajosos.

Luego vendría el turno de tres solistas, tres jóvenes con estilos diferentes. La primera deleitó con su recordatorio y homenaje a canciones clásicas como piel canela, entre otras. La segunda, con una voz imponente interpretó con mucha fuerza algunas canciones, dejando maravillado al público. Y la tercera, que es la única que recuerdo el nombre, fue una joven barranquillera que se llama EMJE Rosse, quién nos sorprendió con temas propios en donde a través de un estilo bastante irreverente divertía al público con su talento e increíble personalidad. Me gustó mucho su estilo, creo que tiene un espíritu de rockera que salta a la vista, y que lo mezcla con sus letras que son vivencias, historias e incluso pensamientos de muchos jóvenes, no sé por qué incluso en el estilo se me recordó a la cantante española Bebe. Creo que entre todos estos jóvenes, los grupos y las solistas hay mucho talento para explotar y exportar.

Luego de esa variada y nutrida muestra musical, nos trasladamos a uno de los espacios de Ciudad Móvil, en donde íbamos a apreciar una muestra de Arte Moderno, de la artista plástica Jessica Cárdenas. Cuando entramos, ya la sala de danza del sitio se encontraba modificada y convertida en un cuarto de arte, esperando al público que iba a interactuar directamente con el arte. Debo confesar que tengo una relación de amor y odio con el arte moderno. Hay algunas muestras que me parecen muy interesantes, pero otras que verdaderamente me parecen fuera de lugar. Pero creo que es esa divergencia y amplitud de visiones, la que busca este tipo de arte. La muestra de Jessica Cárdenas me pareció muy interesante. Consistía en que algunas de las personas del público debían ponerse unas túnicas de color blanco, y luego el resto del público debía acudir a una mesa central en donde habían varias pinturas con pínceles. La idea era de dibujar sobre la túnica lo que cada persona quería expresarle a la otra persona.

Traté de evitar llevar la túnica para poder observar los distintos trabajos en el momento de la realización, y hasta para poder pintar sobre alguna. Muchas de las personas se encontraban muy serias y sonrientes dibujando sobre la otra persona, dibujaban garabatos, símbolos, corazones, flores y escribían mensajes. Una de las escenas más tiernas del ejercicio, fue cuando una señora escribía sobre la túnica de su pequeño hijo, escribiendo un mensaje especial, donde le decía lo especial que era.

Yo dibuje sobre dos túnicas, en una dibujé una estrella bastante rara y en otro una flor mutante. En una dibuje con pincel y en otra con los dedos. Fue una experiencia muy interesante y gratificadora de ver. Al final, cada persona se quitaba las túnicas y quedaba puestas nuevamente en sus respectivos ganchos para que las personas las apreciaran por fuera. Un ejercicio y una obra muy interesante y muy buena. Felicidades a la artista.

Finalmente, luego de la muestra artística se cerró con otra presentación musical, a cargo de Ophium Blues Band, quienes llevaron nuevamente al público a experimentar nuevas sensaciones, luego de la introspección artística y personal vivida con las túnicas. Ya luego pasadas las 12 o la 1, ya nos retiramos algunos de los últimos miembros del Club de Lectura que quedábamos. No sé como siguió y terminó el evento, pero sin duda, para ninguno de los asistente iba a acabar en mucho tiempo, porque cuando hay una fusión con el arte, el amor y contigo mismo, no estás asistiendo a una experiencia pasajera, donde sólo bebes y bailas, sino que estás asistiendo a una experiencia sensorial y realmente artística en donde como todo lo que aborda el arte, te llena y te ayuda a crecer. Por lo tanto, se puede decir que definitivamente fue una celebración del “Amor y la Amistad” muy diferente, en el muy buen sentido de la palabra, y alegando verdaderamente a los significado de esas dos palabras banalmente prostituidas.

(A.S.B)