“El Piedra” es la opera prima del joven director, guionista y productor colombiano (y cartagenero), Rafael Martínez Moreno. Rafael, quien anteriormente había realizado cortometrajes y comerciales exitosos fuera de la ciudad, regresa a su ciudad natal, Cartagena de Indias, para dirigir su primer largometraje, con una historia local.
“El Piedra” me ha parecido una película muy emotiva, inspirada en una historia real, que retrata el estado de varios boxeadores de la ciudad de Cartagena; una ciudad donde se respira el boxeo, y donde así como lo representa en otros países, es una vía de escape de la pobreza para muchos jóvenes. Yo personalmente conozco varios ex boxeadores, salgo a trotar con algunos, y algunos de ellos que fueron campeones mundiales, o viejas glorias, como los llaman algunos.
Reynaldo “El Piedra” Salgado es uno de esos boxeadores cartageneros, pero que tiene la particularidad de arreglar los encuentros para perderlos de antemano, aguantando algunos asaltos y obtener un beneficio económico. Pero un día aparece Breyder, un niño que dice ser su hijo y quiere que lo entrene para ser boxeador. Entre ellos empieza a formarse un lazo y a efectuarse un descubrimiento mutuo, donde ambos aprenden a valorarse y a reconocerse por lo que son.
La película tiene buen ritmo, tiene un buen guión, y adapta varios elementos de las películas de boxeo al contexto y la realidad de la ciudad de Cartagena. Se siente muy íntima, cercana e incluso personal. Porque aunque el tema visible sea el boxeo, y casi en su culminación encontremos una pelea decisiva como todas las películas de boxeo, la película trata más el tema de las relaciones humanas, de las relaciones filiales, de la paternidad, y la relación padre e hijo. Además del descubrimiento de los afectos y la sensibilidad. Sin olvidar dejar planteado el tema de la realidad social de la ciudad, que está muy bien representado y fielmente desde distintas formas.
También hay un correcto retrato sociocultural, dentro de las imágenes y el lenguaje utilizado, haciéndola aún más cercana y más respetuosa con los personajes que homenajea y lleva a la pantalla, que como en el buen cine, siempre son símbolos representativos de algo más.
Y gran parte de ese trabajo se debe al excelente trabajo que hacen sus actores y su reparto general, con actores naturales que seguramente fueron muy bien dirigidos. Logran ser naturales y evocar auténticas emociones. Pude ver la película antes del pre-estreno en la inauguración de Festival de Cine de Cartagena (FICCI) en la sección de Cine en los Barrios, en el barrio Canapote. Esa noche fue especial porque la mayoría del público eran los habitantes del barrio Canapote, conformado en gran parte por niños, quienes disfrutaron la película de inicio a fin, y que según los comentarios que hacían, se notaba que se veían identificados, y que la trama logró involucrarlos emocionalmente con los personajes y la historia. Es una historia efectiva, emotiva, bien narrada y distribuida, lo que muestra un buen hacer y un conocimiento del oficio de su director, que también compone planos muy buenos y significativos, que resaltan su talento como narrador visual.
Esperemos que películas como “El Piedra” sirvan para que se siga explorando más a la ciudad desde el lente cinematográfico, rescatando historias y personajes, con los que su población se pueda ver y sentir representada y reflejada. Pero en ningún momento desde el punto de vista de la representación de la miseria y la pobreza, esa sería una visión reduccionista y donde la película no cae, sino en la representación y valoración de los personajes y seres que por cuestiones de la vida nacen y mueren en difíciles condiciones, pero que sobreviven a diario de distintas formas, así como tantos cartageneros. Y por supuesto, sus historias merecen también ser contadas.
Y ATENCIÓN al estreno en salas de cine el próximo 16 Mayo en salas de Cine Colombia del país.
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)
Una opinion muy personal y constructiva : se equivocan los directores de cine al escoger actores naturales, es decir, sin experiencia para dar un ambiente espontaneo a la historia, pero que oculta realmente una reduccion de costos de produccion. Actores con experiencia, ademas de arrastrar publico, dramatizan con mucha mejor calidad los relatos : la experiencia no se improvisa - aunque estoy seguro que Manuel Alvarez, Mirla Aaron y el que hace de entrenador, con unas clases intensivas de actuacion desempenarian muy buenos papeles.
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