Iniciando los comentarios de las distintas películas que observé en el marco del FICCI, escojo para iniciar precisamente la primera película que pude ver: Porfirio. Esta película colombiana participaba dentro de la Competencia Oficial del festival.
La película basada en hechos reales, y filmada en estilo documental cuenta la historia de Porfirio Ramírez, un hombre que recibió el impacto de dos balas pérdidas que lo dejaron paralitico e inmovilizada para siempre en una silla de ruedas. En su calvario, Porfirio trata de sobrevivir con su familia como puede, vendiendo minutos de celular, mientras espera la llegada de una indemnización a cargo del estado. La desesperación de este hombre por su condición, lo lleva a tomar medidas para que el Estado le preste atención y para poder hablar con el presidente.
Esta es la base argumental del filme. No es necesario conocer de antemano la historia de Porfirio para ver la película, pero si quieren documentarse un poco y tener mayor claridad sobre la historia general, pues no está de más hacerlo.
En el filme, más que todo, Landes se encarga de mostrar el día a día de Porfirio, su cotidianidad, rutina y como lo conlleva con sus limitaciones físicas. Además del sufrimiento interno con el que convive.
La película es interesante por la verdadera historia del personaje, y más aún porque los protagonistas de la película son los personajes reales, tanto Porfirio como su hermano menos y su esposa, son los personajes reales. En este punto, aunque son los personajes reales, en ocasiones sentí que las actuaciones eran forzadas y para nada naturales. Algo entendible teniendo en cuenta la falta de experiencia, pero hay mucho directores que saben llevar muy bien a actores debutantes, incluso llegan a parecer más naturales. Pero debo hacer una excepción con Porfirio, que si llega a trasmitir en la mayor parte su angustia y sufrimiento.
Sin embargo, la película tiene muchos defectos. Hacer “planos largos” es una apuesta muy arriesgada para realizadores novatos. Algunos piensan que por hacerlos, ya son automáticamente buenos realizadores, pero la verdad es que hay que saber utilizarlos, ya que mal trabajados pueden resultar realmente insoportables. En muchas escenas de esta película, creo que hay planos largos muy mal trabajados, o al menos para mi gusto.
Pero el trabajo en la dirección no es totalmente fallido. Es interesante la ubicación de la cámara durante todo el filme, manteniendo la cámara siempre a la altura visual de Porfirio en su silla de ruedas. Una forma interesante de trasmitir al espectador la perspectiva del personaje principal y facilitar la conexión emocional con este, aunque en algunas escenas ese efecto sea perdido.
A pesar de todo, esta es una ópera prima del director brasileño, que antes sólo había hecho un documental: “Cocalero”. Y como mencionamos al inicio, esta película tiene muchos elementos de un documental.
En síntesis, creo que por ser ópera prima son entendibles las fisuras del filme, y hay que rescatar que hay también algunas escenas y planos bien trabajados y detallados con un marcado simbolismo.
6/10
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