Película presentada en el Festival de Berlín del 2010, donde alcanzó el premio a la Mejor Ópera Prima. Sebbe es una película dura, preciosa, sencilla e impactante. Me ha conmovido y estremecido mucho. La aparente sencillez argumental es llevada de gran forma por Najafi, que sabe explotar y exprimir de gran forma desde los momentos dramáticos y de mayor tensión hasta los de mayor tristeza y sensibilidad.
En Sebbe, nos cuentan la historia de Sebastián, un joven de 15 años que vive con su madre en un pequeño apartamento. El espectador será transportado a presenciar la difícil vida de Sebbe, que debe de lidiar, además de la muerte de su padre, de los problemas de su desequilibrada madre y del acoso de los chicos de su escuela. Situaciones que lo harán sufrir mucho, y buscar alternativas para amortiguar toda esa carga.
Sebbe busca el amor de su madre, una mujer que aunque luzca un poco mayor, debe ser muy joven, esta se gana la vida repartiendo periódicos en las noches, y guarda para sí misma los problemas que tiene y el dolor que guarda por la muerte de su esposo, muchas veces desquitándose con su hijo, ya que tal vez su infancia también fue difícil. Y
Sebbe también busca el amor de su padre, en esta búsqueda tiene mayor libertad, ya que como evidentemente ya falleció, Sebbe lo busca en sus sueños y habla con él. Y se aferra a una imagen. Una imagen que tal vez no coincide realmente con la de su padre (como llegamos a imaginar por un comentario de su madre), pero esa idea lo hace sentir mejor y le ayuda a sobrellevar un poco su miserable vida.
Sebbe impacta por su crudeza y la vez por su sensibilidad, es una historia real que muchos jóvenes viven en el mundo. Como siempre, en la búsqueda del “origen del mal”, muchos de los caminos llevan a la familia. Y de la familia actual, hasta la de pasadas generaciones, todas victimas. Así como Haneke nos mostró en ese extraordinario filme llamado “La Cinta Blanca”. Afortunadamente, a pesar de todas las condiciones hay algunos que son demasiado fuertes como Sebbe, se tragan sus problemas o simplemente los olvidan y se ven obligados a crecer más rápido. Es por eso que no activa esa bomba, en uno de los momentos más tensionantes y dramáticos del filme. Lastimosamente hemos sido testigos históricamente, y más en la reciente historia, que son muchos más los que se atreven a detonar la bomba. E incluso me pasó algo extraño, que experimenté con Dogville de Von Trier, en un momento quise que explotara la dinamita, tal vez para que acabara con su propio sufrimiento o para que acabara con todas las almas en sufrimiento de esa escuela. O simplemente para causarle dolor a su madre… como recordamos en el caso reciente de “Kevin”.
Además de todo esto, ya específicamente en el filme, algunas escenas me recordaron a Gus Van Sant, sobre todo cuando al inicio la cámara muestra a Sebbe de espaldas caminando, entre otros detalles. El guión escrito por el mismo director es muy notable, y lo que enaltece al filme definitivamente son esas dos actuaciones tan reales, naturales y poderosas, como son las de Sebbe y su madre Eva. Ambos se comen la pantalla entera y le dan una fuerza increíble al filme.
En síntesis, Sebbe me ha encantado, me ha conmovido mucho y me ha hecho sufrir. Como mencioné al inicio, admiro su crudeza al mostrar todo sin censura, y su sensibilidad, reflejado en la parte humana de cada uno de los personajes. Todo un contraste propio del ser humano. Me ha encantado que el mensaje final no es del todo negativo, aunque sea triste. Al contrario, es una muestra de superación y fortaleza. Y nos queda la pregunta de ¿Qué pasará a continuación con Sebbe? En donde ya cada uno de los espectadores con el visionado anterior, puede hacer sus suposiciones y simplemente no hacerlas. Enorme ópera prima y muy recomendada.
8/10
Desde la IMPECABLE dirección (esos planos no son dignos de un debutante, todo lo contrario, Najafi consigue lidiar como todo un veterano tras las cámaras), sus devastadoras interpretaciones, su solido argumento (tanto la historia de Sebbe como la de su madre me resulta escalofriante y triste) hasta su poderosa puesta en escena, hacen de Sebbe un film impresionante y sorprendente. Recuerdo cuando la vi, termine con un bajón tremendo, pero igualmente agradecido porqué esta clase de historias, y específicamente, esta clase de finales, me resultan admirables y muy razonables. La vi hace muchos meses y desde entonces no pude dejar de pensar en ella, por ello la incluí en mis 10 preferidas del pasado año. Excelente análisis y contentísimo porqué te haya gustado. Un saludo.
ResponderEliminarSi, de acuerdo. Es excelente el trabajo de Najafi, me ha estremecido mucho la película. Digo "conmovido" para no aceptar que estuve al borde la lágrima (jeje). Gracias por la recomendación José. Saludos
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