Toy Story 3 (Pixar Homenaje)

Confieso que después de casi una década de la segunda parte de Toy Story (1999), y la primera parte (1995), no me esperaba una tercera parte. La primera fue revolucionaria y genial, la segunda igual pero un poco más madura. Pensé que la historia había quedado bien así. Por eso, cuando vi en el 2010 el estreno de la tercera parte, me sorprendió pero no me llamó la atención. Porque andaba haciendo varias cosas, y prefería ver otras películas. Por eso no me la vi en cine.

Un tiempo después del estreno, cuando ya se había convertido en la película animada más taquillera de la historia, y una de las películas más taquilleras, había estado nominada al oscar a Mejor Película (como muy pocas películas animadas), y ganadora del oscar a Mejor película animada. Además de estar respaldada por excelentes críticas, decidí vérmela.

Cuando la empecé a ver, las primeras escenas que mostraban todo el proceso en el que Andy iba creciendo, hasta convertirse en un joven de 17 años, a punto de entrar a la Universidad. Que es el momento en donde transcurre la película. Y llega al punto de decidir qué hacer con sus juguetes.

Bueno, no voy a contar la historia. Sólo puedo decir que mientras veía la película, mis prejuicios de verla quedaron destruidos y absorbidos por la genialidad que estaba contemplando. En efecto, la película es una enorme obra maestra de la animación.

Pixar con este peliculón, una vez más ha mostrado su maestría al realizar películas animadas y llevarlas al nivel de obras de arte.

Disney y Pixar, hicieron algo muy inteligente. Cuando vi la primera parte de Toy Story tenía 6 o 7 años, y cuando vi la segunda parte, también alrededor de 11 o 12. Obviamente todavía tenía juguetes. Los cuales inconscientemente, como muchos otros niños también, dotamos a nuestros juguetes de vida, y los hacemos interactuar y representar situaciones.

Y sacan la tercera parte, casi 10 años después, cuando esos niños que vimos las primeras partes ya crecimos y estamos en la Universidad, e incluso terminándola. Por esto, esta última parte iba dirigida a una gran audiencia. También recuerdo que antes de estrenar la tercera parte, volvieron a estrenar la segunda parte en 3D, para aquellos que no pudieron ver las anteriores partes, la vieran y se prepararan para lo que venía. Entre ese público están los pequeños, que no habían nacido cuando se estrenaron las primeras partes. Y pues los padres, nuestros padres vieron con nosotros esas películas cuando éramos niños. Por eso, esta estrategia utilizada por Disney y Pixar me pareció fantástica.

Pero dejando aparte la excelente estrategia de marketing de estos dos grandes estudios, debo admitir que no me importó en absoluto cuando vi la película. Porque la película es un extraordinario cierre a esta trilogía animada, y una de las mejores de la historia del cine.

Hay aventura, comedia, drama, animación y sobre todo escenas que te emocionan y te dejan sin respiración, como las escenas que te conmueven casi o totalmente hasta la lagrima. Esta tercera parte, indudablemente la mejor de todas, hace un cierre magnifico a la historia. La película conmueve y va a lo más hondo de tu interior, tus recuerdos y te retuerce, te ríes y sufres por una simple historia de juguetes.

Aunque la película toda es genial. La mayor carga dramática y conmovedora se encuentra al final. En ese momento, los que ya estamos en la universidad y vimos esta película de niños, no podemos evitar conmovernos y reflexionar sobre nuestra infancia. Y eso hace Andy, recuerda su infancia con nostalgia y ternura, pero toma la mejor decisión para él y sus preciados juguetes, que lo acompañaron en sus primeros años de vida, y siempre estuvieron allí para él.

Un final genial e inspirador.

Trailer de Toy Story 3

Y de anexo, como no mencionar a otras dos obras de arte de Pixar: Wall-e y Up. Que son muestras, de lo mucho que se puede hacer con la animación, incluso llegando a superar a las mejores películas no animadas.

Wall-e y UP

Trailer de Wall-e

Mejor escena de Up