sábado, 29 de diciembre de 2018

Especial: Ficciones (Jorge Luis Borges). Lectura Colectiva #Borges2018 (A.S.B)

Jorge Luis Borges



Luego del éxito del reto y lectura colectiva de #Dante2018, del 1 de enero al 10 de abril del 2018, bajo el hashtag #Dante2018; y del siguiente, #Ovidio2018 para leer la famosa obra de Ovidio: Las Metamorfosis, desde el 1 de Mayo hasta el 3 de Agosto. Y del gran reto de leer “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra (que se peleó el honor de suceder a #Dante2018 junto con #Boccaccio2018 y #Ovidio2018 entre otras, al final decidimos leerlas todas), desde el 1 de Junio hasta el 06 de Octubre; y del 27 de Julio con “El Decamerón” de Giovanni Boccaccio, que iría hasta el 10 de Noviembre. Y de seguir otras lecturas “no oficiales” como #Kafka2018 y #Virgilio2018, para finalizar el año 2018 llegó la lectura colectiva de #Borges2018, con la lectura de dos de las obras más emblemáticas del escritor argentino: “Ficciones” y “El Aleph”, dos recopilaciones de relatos, que contienen varios de los cuentos más alabados de la literatura universal. Con todas estas lecturas completé casi 12 meses seguidos entre todas lecturas colectivas, leyendo a diario. 
Para los interesados, dejo el post general que hice sobre mis publicaciones diarias de #Dante2018, #Ovidio2018 #Cervantes2018 y #Boccaccio2018.

Especial: La Divina Comedia (Dante Alighieri) Reto #Dante2018
Especial: Las Metamorfosis (Ovidio) Reto #Ovidio2018
Especial: Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes) Reto #Cervantes2018
Especial: El Decamerón (Giovanni Boccaccio) Reto #Boccaccio2018

Las publicaciones diarias las hacía por mi cuenta personal de Facebook, o la página de Facebook de mi blog A.S.B Virtual Info, y el grupo de Facebook con el nombre “#Borges2018”. Pero sobre todo, y la esencia de estos retos y lecturas colectivas nació de la interacción en Twitter, donde también a diario compartía mis posts de cada lectura. Si en Dante era un canto al día, y en Ovidio, un poco diferente, fue la división de 15 grandes libros, aunque en cada uno de los libros hay pequeños subcapítulos; y en #Cervantes2018 se siguió el esquema también de un capítulo al día; y en #Boccaccio2018 también seguimos el esquema de un cuento al días, porque El Decamerón son una serie de cuentos, narraciones o relatos divididos en 10 jornadas; en #Borges2018 se dividieron los relatos de acuerdo su extensión en distintos días entre el 26 de noviembre y 29 de diciembre del 2018, oficialmente terminando el año leyendo. 

Desde #Dante2018 mi papel activo, constante y diario, fue el de realizar textos diarios en todas mis redes sociales, que muchas veces eran resúmenes, otras veces eran reseñas, otras análisis, otras selección de fragmentos, y en el mejor de los casos, una mezcla de todas las anteriores. Cada texto dependía de lo que me generara cada texto. Y en el camino me fui enterando que muchas personas seguían y esperaban atentas mis textos para seguir el ritmo de la lectura colectiva. Especialmente ahora con Borges, que es un autor muy críptico y le genera cierta dificultad leerlo a varias personas. Pero personalmente considero que es un autor con obsesiones, con trucos, y muy culto, que le gusta jugar con la narración y con cada historia. Es cuestión de identificar los elementos que componen su obra, que son casi una constante, disfrutarlo, y aprender.  
Como la separación de la lectura por días a veces hacía que un cuento se leyera en dos o tres días, cada uno de los cuentos está dividido por partes (I, II, III).





FICCIONES

JORGE LUIS BORGES





Tlön, Uqbar, Orbis Tertius


Especial: Ficciones


Prólogo, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (I)

Borges inicia describiendo y clasificando algunos de sus cuentos por géneros. Pronto llega a la confesión de lo irreal, tanto en su generalidad como en su detalle. La base de las Ficciones. Y finalmente aboga por la naturaleza de la brevedad de los cuentos y los relatos, y su preferencia a escribir sobre otros libros, pequeños comentarios sobre libros imaginarios... Como en el caso de Tlön, Uqbar, Orbis Tertius.
Borges discute con Bioy Casares sobre la ejecución de una novela en primera persona, que omitiese la claridad de su destino a los lectores. Al menos a la mayoría. Y luego, el espejo. Siempre presentes en las pesadillas de Borges. "Bioy Casares recordó que uno de los heresiarcas de Uqbar había declarado que los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de hombres". Aparece Uqbar, al parecer desde el artículo de una enciclopedia, pero no vuelve a salir de la mente de Borges. Nunca había existido como antes. La información del universo de Uqbar confirma una cosa a través de su literatura: lo fantástico. Aunque como todas estas cosas, pronto pierden el rastro físico, pero continúa en el imaginario.

(Ficciones)
#Borges2018


Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (II)

Borges sigue recordando, esta vez a Herbert Ashe, ingeniero de ferrocarriles, y propietario de otro libro sobre el mundo de Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, que deja a nuestro narrador tras su muerte; y recuerda la rigurosidad matemática de sus planteamientos. Del planeta, del continente, del país, de la ciudad, del mismo universo, y del cosmos. Gracias a la enciclopedia heredada, renace su pasión por el falso país. Y se encuentra con la vasta información de un planeta desconocido, y toda su organización social, cultural, política, su mitología, su naturaleza, su álgebra, su lengua y su historia en general. Y surgen las preguntas. La primera que se hace cada ser humano: ¿De dónde vinimos? ¿Quiénes inventaron a Tlön? (Importante el uso del plural). Se especula como una especie "brave new world" (un mundo feliz), obra de una sociedad secreta de astrónomos, biólogos, ingenieros, y distintos hombres de saber, dirigidos por un oscuro hombre de genio. Y así Tlön pasa del anonimato a tomar su lugar en el imaginario científico y de la gente, que con curiosidad la investiga, la recrea e imagina. Nunca había sido tan real. Y en ese proceso establecen su filosofía y disciplina general: la psicología, y su concepción del universo como una serie de procesos mentales que no se desenvuelven en el espacio sino de modo sucesivo en el tiempo. Y tal filosofía ocupa a la de los propios filósofos terrestres. Se contrasta, se compara, se trata de entender.

(Ficciones) #Borges2018


Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (III)

Se sigue ahondando en la filosofía y la ciencia en Tlön. Viven y experimentan la ciencia en el diario vivir, "Los metafísicos de Tlön no buscan la verdad ni siquiera la verosimilitud: buscan el asombro". También la metafísica es considerada rama de la literatura fantástica, y omiten el errado uso del lenguaje. En Tlön se encuentran también distintas escuelas ideológicas que son descritas: la que niega el tiempo, la que dice que todo el tiempo ha transcurrido y vivimos en el recuerdo falseado... Otras que avalan la escritura como método creación de universos y realidades, la criptografía y lo simbólico, y la que profesa que vivimos dos realidades al tiempo... En fin, las Ficciones. Borges sigue explayando su erudición filosófica, y a la vez desentrañando la radiografía del conocimiento de Tlön, hablando de lógica, sofismas y paradojas, con los heresiarcas como los grandes exponentes de ese conocimiento. Y sobre dilemas semánticos y lingüísticos, sobre la diferencia entre igualdad e identidad... "Todos los hombres, en el vertiginoso instante del coito, son el mismo hombre. Todos los hombres que repiten una línea de Shakespeare, son William Shakespeare". Como buena enciclopedia se sigue ahondando en todas las ramas del conocimiento, ciencia, lenguaje, arquitectura, matemáticas, lógica, filosofía, biología, geometría etc... Gran parte del conocimiento científico se explican en la asociación de ideas, con tendencia al pensamiento y la doctrina gnoseológica. Y así sigue la disección al universo de Tlön, según el Onceno Tomo, cerrando con la nota de publicación, que data desde 1940, y Borges sigue con una posdata que recuerda que el anterior texto fue publicado como artículo en la Antología de Literatura Fantástica, con algunas adiciones y resúmenes burlones.

(Ficciones) #Borges2018


Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (IV)

La posdata del año 1947 sigue y revela muchas cosas sobre el universo de Tlön. Y dice como una carta de Gunnar Erfjord fue descubierta en un libro, donde revelaba el misterio de Tlön. Corrobora la hipótesis que inicia en el siglo XVII con una sociedad secreta que decidió inventar un país. Los miembros fundadores comprendieron que una generación no bastaba para articular un país, por lo que fueron pasándolo a distintas generaciones posteriores a través de sus escogidos discípulos. Uno los descendientes de ese plan habla con un millonario (Ezra Buckley) y deciden que ya no sea un país sino un planeta, porque en América era absurdo sólo inventar un país. Y le añaden crear una enciclopedia metódica del planeta ilusorio. "La obra no pactará con el impostor de Jesucristo", fue la condición del millonario para financiar el proyecto. Quería comprobar que los mortales podían crear un mundo nuevo. 40 volúmenes conformaron la enciclopedia, y la sociedad tomó el nombre de "Orbis Tertius". Se sigue contando como la enciclopedia fue viajando y siendo descubierta con el tiempo. Se menciona a la princesa de Lucinge (la misma de El Inmortal), quienes encuentran unas cajas metálicas con el alfabeto de Tlön. El mundo fantástico chocando con el mundo real. Y años después, recuerda Borges cuando en 1.944 se exhumaron los 40 volúmenes de la enciclopedia, y se discute si fue casualidad o maniobrs de la Orbis Tertius. Desde ese momento toda la información de Tlön se difundió y causó mucho interés en el mundo... Se hizo realidad en muchas mentes y generaciones. El trabajo estaba hecho, y la realidad cedió. "Lo cierto es que anhelaba ceder. Hace diez años bastaba cualquier simetría con apariencia de orden - el materialismo dialéctico, el antisemitismo, el nazismo- para embelesar a los hombres. ¿Cómo no someterse a Tlön, a la minuciosa y vasta evidencia de un planeta ordenado? Inútil responder que la realidad también está ordenada". Queda desvelado el plan de la Orden, que trascendió los años y de la ficción pasó a la realidad, y transformó distintos aspectos de la realidad. Y menciona que si todo sale como predicen, en algunos años encontrarán los 100 tomos de la 2da enciclopedia. Y todo seguirá cambiando, y algunas desaparecerán, como el inglés, el francés y el español. Y la tierra se convertirá en Tlön.
Magistral relato de Borges, que muestra como la ficción se transforma en realidad de la mano del hombre que va construyendo su propia realidad y su propio imaginario. Es un texto fantástico pero con un mensaje profundo y letal, que debería llevarnos a cuestionarnos todo lo que conocemos como realidad. Para Borges, siempre hemos vivido en la ficción.

(Ficciones) #Borges2018





Pierre Menard, autor del Quijote


Pierre Menard, autor del Quijote (I)

Inicia con la indignación ante una omisión, en un catálogo publicado en un diario por madame Henri Bachelier, de la obra de Pierre Menard. Luego sigue una enumeración de la obra de Menard, pasando por monografías, sonetos, traducciones, obras entre otras, para reforzar tal indignación. Eso en cuanto a obras visibles, pero también cuenta las obras invisibles de Menard, en donde se cuentan los capítulos 9 y 38 de la primera parte del Quijote, y de un fragmento del capítulo 22. Menard quería, al parecer, sin copiarlo, reproducir unas páginas que coincidieran palabra por palabra y línea por línea con la de Miguel de Cervantes. El narrador cuenta los pormenores con que Menard le contó su arduo proceso de creación para llevar a cabo tan ambicioso proyecto. Conocer el español, recuperar la fe católica, luchar contra los turcos y olvidar la historia de Europa entre 1602 y 1918... Y ser Miguel de Cervantes. Aunque pronto ese método quedó obsoleto, por lo que renunció a ser Cervantes, y llegar al Quijote desde el mismo Pierre Menard. "Mi empresa no es difícil, esencialmente. Me bastaría ser imnortal para llevarla a cabo". Siguió tratando de leer el Quijote pensando en que Menard lo había escrito, y llegó a pensar y encontrar rastros de él en otros capítulos que Menard no había tocado. Incluso empezó a ver a Shakespeare en el Quijote. Y así Borges sigue ahondando en la inmortalidad, en el juego narrativo de Cervantes en el Quijote, y trasladarlo a su propia historia, a su propio cuento, a su propia ficción.

(Ficciones) #Borges2018


Pierre Menard, autor del Quijote (II)

El crítico sigue ahondando en el trabajo de Menard, quien se pregunta ¿por qué el Quijote precisamente? Ya que su trabajo abarca la influencia de otros escritores como Poe, Baudelaire, quienes a la vez eran lectores con sus respectivas influencias. Lo que nos lleva a un punto importante de este relato, como es la dinámica y la imagen del escritor/creador y el lector, y como ambas virtudes pueden descansar en una misma persona, como lo hicieron en los grandes escritores mencionados. Habla de la reelectura, y del estudio de la obra de Cervantes, y de la gran diferencia de componer el Quijote a principios del siglo XVII, como una empresa razonable; y la imposibilidad de crearlo en el Siglo XX, por todas las cosas que habían pasado entre 300 años, entre ellos el mismo Quijote. Sigue explicando la diferencia entre las obras, diciendo que en la adaptación de Menard elige como "realidad" y ambientación geográfica la tierra del Carmen durante el siglo de Lepanto y de Lope. Lo que me recuerda a algo no exactamente igual, pero si parecido, que hizo la escritora mexicana Carmen Boullosa con "La gitanilla" en su "Otra mano de Lepanto". Por eso sirve tanto el ejemplo del Quijote, quien era un gran lector. Se muestra también un ejemplo entre las dos versiones, exactamente iguales, pero este ejemplo nos lleva a pensar en el proceso del lector que reescribe una obra ajena. Y si además es escritor, en esa reescritura, aunque en el papel esté lo mismo, en la mente del lector ocurren otras cosas. "Pensar, analizar e inventar no son actos anómalos, son la normal respiración de la inteligencia". Menard con su ejercicio creativo enriqueció el arte de la lectura, de la creación, y del mismo análisis y crítica literaria. La literatura... La humanidad... al fin y al cabo.

(Ficciones) #Borges2018




Especial: Ficciones


Las ruinas circulares



Las ruinas circulares (I)

En las ruinas circulares nos sigue hablando de la creación y de los sueños. El narrador describe a un hombre gris que emerge misteriosamente y se arrastra ensangrentado hasta un recinto circular. Durmió bajo el pedestal del templo, y al despertar encontró la evidencia de verse observado entre sueños, y que solicitaban su amparo con ofrendas. El hombre gris tenía un objetivo: "Quería soñar a un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad". El arduo proyecto lo tenía agotado y consumido. Se soñaba en el centro de un anfiteatro circular, que era el mismo templo incendiado... Y que enseñaba anatomía, cosmografía y magia. Los rostros estaban atentos a sus lecciones, pues pensaban que era importante para cambiar su aspecto de vana apariencia hacia una visible en el mundo real. El hombre gris escuchaba las respuestas de los fantasmas e identificaba los impostores. Buscaba un alma que mereciese participar en el universo. Estaba insatisfecho por el grupo, pero de entre todos se quedó con uno. Con la realidad en potencia, no tardó en llegar la catástrofe. El hombre se dio cuenta un día que no había soñado, el insomnio lo acompañó. Quiso congregar el colegio, pero éste se deformó y se borró. La creación había dado pasos atrás.

(Ficciones) #Borges2018


Las ruinas circulares (II)

El hombre gris comprendió que el empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de que se componen los sueños es el más arduo que se puede acometer. Pronto se recuperó y buscó otras formas. Pensó en descansar de los sueños y al reanudar la tarea se purificó en el río y adoro a los dioses planetarios, pronunció las sílabas lícitas de un nombre poderoso y durmió. Y esa noche, soñó con un corazón que latía. Lo exploró a profundidad en el sueño. Viendo el éxito, la otra noche decidió no soñar, pero la siguiente volvió a invocar el nombre de un planeta, retomó al corazón, y emprendió la visión de otros órganos. Antes de un año llegó al esqueleto, a los párpados. El pelo fue difícil. Soñó un hombre íntegro, un mancebo, que aún no hablaba ni abría los ojos. Noche tras noche lo soñaba dormido. Habla de las cosmogonías gnósticas y los actos de creación, del demiurgo, de Adán, de polvo, de magia... Hasta que casi al darse por vencido y pensar en destruir la creación, sueña con un estatua. La soñó viva, y un múltiple dios, que era animales y plantas al tiempo, le reveló el nombre de su creación: Fuego, y que en ese tiempo circular le habían rendido sacrificios y cultos que animarían al fantasma soñado. En el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó. Siguió un proceso de aprendizaje entre sueños, donde el hombre lo instruía sobre los arcanos del universo y el culto del fuego. No podía esperar a soñar para ver a su hijo, a su creación. Lo iba preparando para la realidad. Y para que nunca supiera que era un fantasma, le infundió el olvido total de sus años de aprendizaje. Pasado un tiempo, escucharon que en un templo del Norte un hombre mágico era capaz de hollar el fuego y no quemarse. El mago recordó que sólo el Fuego conocía la identidad de su hijo, y se atormentó. Temió que su hijo descubriese que era mero simulacro. No ser un hombre sino la proyección de otro hombre, ¡qué humillación! Y se repitió lo acontecido hace muchos siglos. Las ruinas del santuario del dios del Fuego fueron destruidas por fuego. El mago observaba. Pensó refugiarse en las aguas, pero pensó que la muerte venía tras él, a coronar su vejez y absolverlo de los trabajos. Caminando entre el fuego, no sintió nada, ni calor ni combustión. Sólo las caricias de las llamas. "Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo".
Otra magistral muestra del talento de Borges en crear universos entre sueños, así como el hombre gris y el mago. Obra llena de filosofía, de metafísica y misticismo (temas que le fascinaban). Pero también una metáfora sobre el acto de crear en todos los campos, desde un texto hasta nuestras preguntas existenciales sobre la vida. Porque todo se repite.

(Ficciones) #Borges2018




La Lotería de Babilonia


La Lotería de Babilonia (I)

Con Ecos lejandos a “El Jugador” de Dostoyevski, “La Lotería de Babilonia” muestra precisamente la diferencia o características entre ambos autores (Borges y Fedor): Mientras al ruso le interesa la psicología de la persona, del individuo, del jugador; Borges siempre más general, más amplio, más metafísico, se decanta por el espíritu, la historia, la filosofía, la raíz, la estructura y la constitución del juego en sí, del azar, de la lotería. Borges también aprovecha para indagar, porque tampoco renuncia al estudio del ser humano, en la figura de los babilonios y su comportamiento. Obviamente como sociedad, como grupo, como ente conjunto; siguen las representaciones y los simbolismos. También ahonda en la radiografía del juego y del azar, donde al fin y al cabo de encuentran las matemáticas y las estadísticas: 

Por inverosímil que sea, nadie había ensayado hasta entonces una teoría general de los juegos. El babilonio no es especulativo. Acata los dictámenes del azar, les entrega su vida, su esperanza, su terror pánico, pero no se le ocurre investigar sus leyes laberínticas, ni las esferas giratorias que lo revelan. Sin embargo, la declaración oficiosa que he mencionado inspiró muchas discusiones de carácter jurídico-matemático. De alguna de ellas nació la conjetura siguiente: Si la lotería es una intensificación del azar, una periódica infusión del caos en el cosmos ¿no convendría que el azar interviniera en todas las etapas del sorteo y no en una sola? ¿No es irrisorio que el azar dicte la muerte de alguien y que las circunstancias de esa muerte la reserva, la publicidad, el plazo de una hora o de un siglo- no estén sujetas al azar? Esos escrúpulos tan justos provocaron al fin una considerable reforma, cuyas complejidades (agravadas por un ejercicio de siglos) no entienden sino algunos especialistas, pero que intentaré resumir, siquiera de modo simbólico”.

Borges sigue con una explicación del juego y del azar con un ejemplo de un sorteo que dicta la muerte de un hombre, y recuerda la famosa y pertinente parábola dl Certamen entre la Liebre y la Tortuga, que utiliza en otros textos. Y al final explora algunas hipótesis sobre el destino de la compañía de Babilonia, que se extinguió, que es omnipresente, y desde los heresiarcas enmascarados que nunca ha existido. Y otra, no menos vil, razona “que es indiferente afirmar o negar la realidad de la tenebrosa corporación, porque Babilonia no es otra cosa que un infinito juego de azares”. 
   
(Ficciones) #Borges2018




Especial: Ficciones



Examen de la obra de Herbert Quain


Examen de la obra de Herbert Quain (I)

"Herbert Quain ha muerto en Roscommon; he comprobado sin asombro que el Suplemento Literario del Times apenas le depara media columna de piedad necrológica, en la que no hay epíteto laudatorio que no esté corregido (o seriamente amonestado) por un adverbio".
Así inicia este particular relato de Borges, donde vuelve a acudir a los personajes ficticios. Para construir o sugerir la figura de Quain, Borges utiliza a otros escritores, otras vidas, y explora su bibliografía, la recrea, la explica, la analiza, la reseña y la construye. A través de la obra, sigue el análisis de su pensamiento, también basados en la de otros escritores. Y se va edificando una biografía de un autor hasta ahora inexistente. Fiel a sí mismo, Borges construye y crea universos, planetas, seres y hasta personas... Y por supuesto, escritores. Dentro de esa exploración ajena, siempre termina explorando su propia imagen, figura y escritura. Cuando habla del juego literario, la novela ramificada, los enigmas literarios, y posteriormente lo ilustra en un esquema matemático, que ayuda a entender la estructura de la novela, como un enramado de hipótesis y posibilidades narrativas. Borges sigue explorando otros de los libros de Quain y sus personajes, y recuerda recepciones de la crítica, y el estado del escritor ante la recepción de su obra, y tras publicarlas. Y termina explorando otro libro "Statements", donde decía que lo lectores eran una especie extinta: "No hay europeo (razonaba) que no sea un escritor, en potencia o en acto". Entre muchos otros temas, como la formulación de argumentos frustrados por el autor en esa novela, dejados en el aire para que los lectores los tomen, quizás crean haberlos inventado, y los transformen en literatura. Y hasta recuerda un libro de Quian de donde confiesa extrae sus Ruinas Circulares.
Sigue con su hipótesis de la literatura como una eterna e infinita construcción colectiva. De autores que renuevan temas, que se inspiran, que reescriben, así como Pierre Menard.

(Ficciones) #Borges2018




Especial: Ficciones



La Biblioteca de Babel


La Biblioteca de Babel (I)

"El universo (que otros llaman la Biblioteca) se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas"... Borges sigue la descripción detallada de la imponente biblioteca. No hacen falta las espirales, lo infinito, los espejos, y demás obsesiones de Borges. "La biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible". El narrador, como otros, ha viajado a la biblioteca desde su juventud buscando un libro; peregrinó entre estanterías, y ahora que no podía ver bien y estaba preparado para morir se encuentra a pocas leguas del hexágono donde nació. La biblioteca es el universo, el comienzo, ¿y el fin? La de babel no parece tener uno. Las salas hexagonales son una forma necesaria de espacio absoluto, dicen los idealistas. Y una cámara circular con un gran libro circular de lomo continuo, que da vuelta a todas las paredes... Dicen los místicos que es Dios. Sigue una aproximación hacia los muros, hacia los anaqueles, hacia los libros en cada anaquel, hacia las páginas de cada libro, hacia los renglones, hacia las letras... Y todos acompañados de un número. 
Luego se rememoran algunos axiomas sobre la biblioteca. "La biblioteca existe ab aeterno" "El número de símbolos ortográficos es 25" y se habla del hombre como imperfecto bibliotecario, la naturaleza caótica de los libros, y la invención de la escritura basada en los 25 símbolos naturales, entre otros curiosos detalles. Se habla de la diferencia en el lenguaje de unos libros, y que 90 pisos arriba en la biblioteca el lenguaje es más incomprensible. Al fin y al cabo Babel.

(Ficciones) #Borges2018


La Biblioteca de Babel (II)

Sigue la descripción de la imponente biblioteca. Antes, por cada tres hexágonos había un hombre, un bibliotecario o jefe de hexágono superior. Hace 500 años uno de ellos dio con un libro de lenguaje confuso. Algún descifrador ambulante dijo que el idioma era portugués; otros que en yidish. Antes de un siglo se supo que era un dialecto samoyedo-lituano del guaraní, con inflexiones de árabe clásico. También se descifró el contenido del libro. Todo esto permitió a un genio bibliotecario descubrir la ley fundamental de la Biblioteca. “Todos los libros, por diversos que sean, constan de elementos iguales: el espacio, el punto, la coma, las veintidós letras del alfabeto”, y “No hay, en la vasta Biblioteca, dos libros idénticos”. Vuelve la estadística, la estructura de la biblioteca permite diversas combinaciones de los veintitantos símbolos ortográficos, temas y en todos los idiomas. También corrió la idea de que algunos libros eran preciosos e inaccesibles, lo que causó indignación en algunos. Nació incluso una secta blasfema, con el objetivo de encontrar esos libros canónicos. Incluso estaba la leyenda del Hombre Libro, buscado durante mucho tiempo, algunos incluso le rendían culto. La biblioteca de Babel, la biblioteca infinita, el universo, lo infinito, lo interminable… parece que Borges estuviese hablando del internet.   

(Ficciones) #Borges2018




Especial: Ficciones


El jardín de los senderos que se bifurcan


El jardín de los senderos que se bifurcan (I)

En el prólogo de Ficciones, Borges dice sobre este cuento: "es policial; sus lectores asistirán a la ejecución y a todos los preliminares de un crimen, cuyo propósito no ignoran pero que no comprenderán, me parece, hasta el último párrafo". Ya vamos advertidos por el mismo autor. Al inicio del cuento, Borges cita un libro (Historia de la Guerra Europea, de Liddell Hart), en una página específica donde se rememora un ataque de 13 divisiones británicas contra la línea Serre-Montauban. Y a continuación presentaría una declaración del doctor Yu Tsun, para arrojar una luz sobre dicho caso, de donde menciona, faltan las dos páginas iniciales... Rememora la voz del capitán Richard Maddden en el departamento de Viktor Runenberg... Diciendo que Runenberg había sido asesinado y antes de ese día, él también correría la misma suerte. Tsun recuerda a Maddden implacable, como un irlandés a las órdenes de Inglaterra; y pensó en su propia muerte. Siguió cavilando la suerte de Madden, Runenberg y él mismo, y como había burlado a su amigo. Y como desde Alemania, daban la orden, y a la vez se encontraba su jefe. Está oculto, asustado. Madden lo acecha. Revisa sus pertenencias, el falso pasaporte y encuentra su arma, que sopesa para darse valor. Sugiere que es espía, pero que no lo hizo por Alemania, y que apreciaba a Inglaterra... Sino por su jefe, que tenía en poco a los de su raza y a todos sus antepasados. Y quería probarle que un amarillo podía salvar sus ejércitos. Decidió salir, tomar un coche e ir a la estación de tren. Llegó muy temprano, y el próximo salía en un par de horas. La espera. Recorrió la estación, observaba a todos. Hasta que reconoció a un hombre, que se acercó a él en el andén. Era Richard Madden.

(Ficciones) #Borges2018


El jardín de los senderos que se bifurcan (II)

A Yu Tsun le pareció ver a Madden, pero se equivocó. Recordó el consejo de siempre doblar a la izquierda, como procedimiento más común para descubrir el centro de los laberintos. Por algo era bisnieto de Ts´ui Pen, gobernador de Yunnan, que renunció al poder para escribir una novela y construir un laberinto en el que se perdieran todos los hombres. Dedicó varios años a esa labor, hasta que fue asesinado. Tsun pensó en ese laberinto inacabado e infinito, y olvidó por un momento que era perseguido. Llegó a un portón herrumbrado, de donde se sorprendió de escuchar música china. Vio una luz que se acercaba. Era un farol, traído por un hombre alto. El hombre lo invitó a ver el jardín, Tsun no entendía, y preguntó qué jardín. El jardín de los senderos que se bifurcan, respondió el hombre. Tsun comprendió que era el jardín de su antepasado. Llegó donde Stephen Albert siguiendo el camino hacia la izquierda, y había llegado al jardín. Le dijo que su perseguidor, Richard Madden, tardaría en llegar. Hablaron de Ts´ui Pen, de su vida, su obra, y su laberinto. El laberinto estaba en un escritorio… un laberinto de marfil, un laberinto mínimo, un laberinto de símbolos. Cuando su Pen se retiró a escribir un libro y construir un laberinto, todos imaginaron dos obras, pero en realidad las dos eran la misma obra.

(Ficciones) #Borges2018


El jardín de los senderos que se bifurcan (III)

“Antes de exhumar esta carta, yo me había preguntado de qué manera un libro puede ser infinito. No conjeturé otro procedimiento que el de un volumen cíclico, circular. Un volumen cuya última página fuera idéntica a la primera, con posibilidad de continuar indefinidamente”. Recuerda a Shahrazad y los cuentos de las Mil y una noches… y el temor de llegar al final. También imaginó una obra platónica, hereditaria, que continuase de generación en generación, de padres a hijos. Perdido entre pensamientos, volvió al manuscrito de Oxford, de Ts´ui Pen. “Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan”; y casi en el acto comprendió que el jardín de senderos que se bifurcan, era la novela caótica; y la frase de “varios porvenires (no a todos)” le sugirió la imagen de la bifurcación en el tiempo, no en el espacio. Y poco a poco va encontrando los secretos de la novela, junto con Stephen Albert. Dentro de esa explicación laberíntica y filosófica, hablan de las complejidades del laberinto, del jardín… en varios tiempos, y en cada uno podían ser personas muy diferentes. Así como Albert le dice, que en uno de los futuros alternativos, él era su enemigo. Tsun vio a Madden llegar, y aprovechó que Albert le dio la espalda para dispararle. Madden lo arrestó. Lo demás es irreal, insignificante. Pero Tsun venció en su papel de espía, comunicó a Berlí el nombre de la ciudad que debían atacar, y fue bombardeada. Así como apareció en los diarios, que el sabio sinólogo Stephen Albert había sido asesinado por un desconocido, Yu Tsun. El jefe descifró el enigma, la ciudad se llamaba Albert, y por eso asesinó a alguien del mismo nombre. “No sabe (nadie puede saber) mi innumerable contrición y cansancio”.
(Ficciones) #Borges2018







Prólogo, Funes el memorioso


Artificios (1944)
Prólogo, Funes el memorioso (I)

Borges en el prólogo resume un pocos los cuentos de Artificios, incluidos en Ficciones. Y de "Funes el memorioso" dice: "es una larga metáfora del insomnio" . Y recuerda a los autores que más lee y recurre: Schopenhauer, De Quincey, Stevenson, Mauthner, Shaw, Chesterton y León Bloy.
En "Funes el memorioso", el narrador inicia recordando muchas cosas, haciendo gala de su virtud del recuerdo y la memoria. E inmediatamente presenta a Funes, como el depositario de tal virtud. Y sigue recordando a Funes, y recordando todo. Ireneo Funes era su nombre, y siempre sabía la hora, como un reloj. Se especulaba y había varios versiones sobre el origen de sus padres. Años después preguntó por el cronométrico Funes, y se enteró del accidente que lo dejó tullido, sin esperanza. "Dos veces lo vi atrás de la reja, que burdamente recalcaba su condición de prisionero: una, inmóvil, con los ojos cerrados; otra, inmóvil también, absorto en la contemplación de un oloroso gajo de santonina". En ese tiempo inició el estudio del latín, y pronto Funes se enteró de los extraños libros que tenía. Le envío una carta solicitando prestado alguno de esos libros acompañados de un diccionario.

(Ficciones) #Borges2018


Funes el memorioso (II)

Funes recibió una visita, y nuestro narrador trata de revivirla en sus recuerdos. Recuerda que cuando entró a su cuarto, recitaba en latín varios versos, que después se enteró eran del libro, de un capítulo específico de Naturalis historia. La materia de ese capítulo era sobre la memoria. El cuarto estaba a oscuras, solo escuchaba su voz. Enumeraba los casos de memoria prodigiosa del libro, y le manifestó su iluminación y renacimiento. Tras su accidente, descubrió que la inmovilidad era un precio mínimo. Y ahora su percepción y su memoria eran infalibles. La memoria mejoró pero su capacidad de pensar siguió igual... "Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos". El narrador se sorprendió en imaginar, tras esa visita, la forma en que quedaría inmortalizado en la memoria de Funes, cada una de sus palabras y gestos... El pensar en eso, entorpeció el temor de multiplicar ademanes inútiles.

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La forma de la espada


La forma de la espada (I)

Inicia describiendo una cicatriz en un rostro. Su nombre no importa, le decían el inglés de La Colorada. El dueño de los campos no quería vender, y el inglés accedió a contar la historia de su cicatriz. En la historia mezclaba constantemente el inglés con el español y el portugués. Era irlandés, de Dungarvan, y pregonaba por la independencia de Irlanda, que para ellos no sólo era el porvenir utópico y el intolerable presente, sino una amarga y cariñosa mitología. Llegó a su grupo un afiliado de Munster: John Vincent Moon. Joven y fofo, estudioso del manual comunista, cuyo materialismo dialéctico le servía para cegar cualquier discusión. Su llegada generó cierta incomodidad. Fueron atacados una noche a punta de tiros, pero lograron escapar. Moon había quedado petrificado pero "el inglés" lo ayudó a escapar. Se resguardaron en un viejo edificio, con un museo y una enorme biblioteca con libros controversiales e incompatibles que de algún modo eran la historia del siglo XIX. Curó las heridas del Moon, quien balbuceó diciendo: "Pero usted se ha arriesgado sensiblemente".

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La forma de la espada (II)

La narración sigue, posterior a ese primer ataque, cuenta como escuchó a Moon hablar por teléfono, dando indicaciones detalladas del movimiento dentro del edificio de resguardo. Había un traidor. La historia se nubla y se confunde. Recuerda que persiguió al delator por toda la casa y cuando lo alcanzó le marcó el rostro para siempre con una media luna de sangre. 
"Borges: a usted que es un desconocido, le he hecho esta confesión. No me duele tanto su menosprecio".
- ¿Y Moon? Pregunta Borges. 
- ¿Usted no me cree? ¿No ve que llevo escrita en la cara la marca de mi infancia? Le he narrado la historia de este modo para que usted la oyera hasta el fin. Yo he denunciado al hombre que me amparó: Yo soy Vincent Moon. Ahora desprécieme.

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Tema del traidor y del héroe


Tema del traidor y del héroe (I)

Borges sigue con uno de sus famosos relatos/ensayos donde explica de antemano al lector el desarrollo de la explicación de un argumento que llevaba rato rondando su mente. La locación puede ser cualquiera, el narrador es contemporáneo y la historia cronológicamente se sitúa al promediar o empezar el siglo XIX. Finalmente elige Irlanda, 1824. Ryan es el narrador, bisnieto del heroico, bello y asesinado Fergus Kilpatrick. También era un conspirador y las circunstancias de su muerte son enigmáticas. Ryan le dedicó una biografía del héroe, y descubre que el enigma sobrepasa lo policial. Las hipótesis sobre el asesinato son varias, y juega con las combinaciones. Una carta le advertía no asistir al teatro esa noche por peligro de muerte, así como a Julio César, e inicia los paralelismos con ambos personajes, que parecen revelar una secreta forma del tiempo, donde las cosas se repiten. Laberintos Circulares. Y entre otros documentos se encontró que el héroe, Kilpatrick, presidiendo el cónclave, firmó la sentencia de muerte de un traidor, cuyo nombre había sido borrado. Ryan investiga y descubre el enigma. La entera ciudad, no sólo el teatro, fue un teatro. En el cónclave los conspiradores anuncian la presencia de in traidor. Kilpatrick encomienda la misión a James Nolan. Nolan anuncia que el traidor es el mismo Kilpatrick con pruebas irrefutables. Él firmó su propia sentencia. Debido a la popularidad de Kilpatrick en Irlanda, Nolan concibió un plan para no molestar a nadie, llevar a cabo la misión y proteger a la patria. Kilpatrick colaboró con el plan. El plan tomó escenas de Macbeth y Julio César. Centenares de actores colaboraron. Lo que hicieron quedó plasmados en los libros de historia de Irlanda. Kilpatrick ayudó porque era su redención histórica. Hasta que ocurrió el crimen teatral y milimétricamente planeado. La bala atravesó el pecho del traidor y del héroe. Ryan sospecha que Nolan dejó pistas para que lo descubriese, y comprende que él también hace parte de la trama. Al final resuelve silenciar el descubrimiento. Publica un libro dedicado a la gloria del héroe; también eso, tal vez, estaba previsto.
Magistral. Y con muchos símbolos, críticas y mensajes.

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La muerte y la brújula


La muerte y la brújula (I)

Borges inicia uno de sus relatos policíacos, presentando a Erik Lonnrot, un detective e investigador de gran perspicacia. Aunque no pude impedir un crimen, a pesar de haberlo previsto. E inicia un repaso de los crímenes ejecutados por tal asesino, al que tampoco pudo descubrir y adivinar su identidad. En ese primer crimen del tetrarca de Galilea, Lonnrot y el comisario Treviranus indagan sobre la escena del crimen, el asesinado y el posible asesino. Encuentran una pista, un mensaje, una frase que alinea la investigación hacia la posible religión o creencia del asesino. Lonrrot se dedicó a estudiar los nombres de Dios para dar con el nombre del asesino, porque según la tradición de la secta de los piadosos, enumera 99 nombres distintos, que para los hebraístas y los Hasidim tenían significados distintos. Sigue con las características del segundo crimen, que tuvo como asesinado a Daniel Simón Azevedo, al que dejaron otro mensaje, nuevamente aludiendo a un número que había sido articulado por tal muerte. Igualmente el tercer crimen, que también dejó otro mensajes, esta vez anunciando que la última de las letras del Nombre había sido articulada. Lonnrot estudió al detalle cada uno de los tres casos, los 3 asesinatos. Y encontró una escandalosa simetría (3 de diciembre, 3 de enero y 3 de febrero). Sintió que se acercaba a algo. "Un compás y una brújula completaron esa brusca intuición". Pronunció la palabra "Tetragrámaton" y le predijo al comisario que el día siguiente tendría a los criminales presos. Porque vendría el cuarto crimen.

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La muerte y la brújula (II)

La promesa del cuarto asesinato llevó a Lonnrot a una trampa. Red Scharlach, su gran rival se la había puesto, sabiendo que su enemigo intentaría resolver el enigma. Fueron haciendo una recreación de cada uno de los tres asesinatos anteriores, hasta que confiesa que dejó indicios para que él, Erik Lonnrot, el razonador, comprendiera que era cuádruple... Que aún faltaba uno. Que la figura no era un rectángulo sino un rombo. El Tetragrámaton (el nombre de Dios, JHVH) consta de cuatro letras. Dejó todo sobre la mesa, el triángulo equilátero, todo para que uniera las piezas. El último punto del rombo donde lo esperaba la muerte. A Erik Lonnrot, quien pensó por última vez en las muertes simétricas. Le habló a Scharlach de las hipótesis entre las líneas, de la A a la B, y el tercer crimen en la C, y el punto donde se encontraban en D. Distanciados cada puntos entre 8, 4 y 2 kilómetros. Scharlach le prometió que para la próxima vez que lo matara le prometía ese laberinto, que constaba de una sola línea recta y que era invisible, incesante. "Retrocedió unos pasos. Después, muy cuidadosamente, hizo fuego".

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El milagro secreto


El milagro secreto (I)

"Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego lo animó y le dijo:
-¿Cuánto tiempo has estado aquí? 
-Un día o parte de un día, respondió" (Alcorán II, 261)
Borges inicia contando la historia de Jaromir Hladík, un escritor de Praga, autor de obras inconclusas como Los enemigos y de un examen de las indirectas fuentes judías de Jakob Boehme. Jaromir un día soñó con un largo ajedrez. Se soñó dentro de él, y lo personalizó a una historia que contaba el enfrentamiento entre dos familias. Ese era el ajedrez. Y cada miembro una ficha. Lo soñó una noche del 14 de marzo de 1939. El 19, las autoridades recibieron una denuncia y el mismo 19 al atardecer, Jaromir fue arrestado. No pudo levantar ningún cargo: su apellido materno era Jaroslavski, tenía sangre judía, había escrito sobre el tema. Había traducido en 1928, "Sepher Yezirah", y la editorial promocionó exageradamente el nombre del traductor. Fue su sentencia. En la espera, Jaromir imaginaba su muerte, y murió varias veces distintos escenarios. Porque la muerte era segura. Tenía miedo. "Ahora estoy en la noche del 22; mientras dure esta noche (y 6 noches más) soy invulnerable, inmortal". Llegado el temido 28, le llegó al tiempo la imagen de su historia de Los enemigos. Reflexiona sobre su obra, y lo intrascendente que era hasta ese momento. De todo ese pasado quería redimirse con la escritura de Los enemigos. (Hladík preconizaba el verso, porque impide que los espectadores olviden la irrealidad, que es condición del arte).

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El milagro secreto (II)

Se describe la historia del drama en verso de Jaromir, "Los enemigos", como un relato circular de intrigas, asesinatos y cambios de personalidad. En su celda rezó a Dios en la oscuridad: "Si de algún modo existo, si no soy una de tus repeticiones y erratas, existo como autor de Los enemigos. Para llevar a término ese drama, que puede justificarme y justificarte, requiero un año más". En su peor momento vio la luz de la creatividad y de la esperanza. Soñaba con la trama de su obra, estaba envuelto en ella. Sólo pedía tiempo para terminarla. Pero llegó el día y los soldados lo veían como si ya estuviese muerto. Contra la pared del cuartel, esperó la descarga. El sargento dio la orden... Y el universo físico se detuvo. Todo se paralizó. Se pensó muerto y se asustó. Para comprobar repitió (sin mover los labios) la misteriosa cuarta Égloga de Virgilio. Se durmió y todo el mundo seguía paralizado cuando despertó. "Otro <día> pasó, antes que Hladík entendiera". Dios le había otorgado el año que le había pedido para acabar su obra. "Dios operaba para él un milagro secreto: lo mataría el plomo alemán, en la hora determinada, pero en su mente un año transcurriría entre la orden y la ejecución de la orden". Estaba perplejo, luego aterrado, resignando y finalmente gratificado. En su inmovilidad trabajó en su obra. No trabajó para la posteridad ni para Dios, de quien no conocía gustos literarios. Trabajó para sí mismo, creó, borró, eliminó y deshizo actos. Se acostumbró a la inmovilidad, al patio, al cuartel. Sus personajes cambiaron... Finalmente terminó su drama, no le faltaba resolver sino un solo epíteto. La gota de agua resbaló por su mejilla, y finalmente sintió el impacto que lo derribó. 
Jaromir Hladík murió el 29 de Marzo, a las 9 y 2 minutos de la mañana. 
Borges sigue reescribendo los rostros de la guerra. Magistral juego con el tiempo y el acto de crear.

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Tres versiones de Judas


Tres versiones de Judas (I)
Presenta inicialmente al personaje de Nils Runenberg, y especula sobre lo que pudo haber hecho dirigiendo otros sitios de importancia histórica. Pero Dios le deparó el siglo XX y la ciudad universitaria de Lund. En ese lugar publicó la primera edición de Kristus och Judas. Borges recuerda que era muy religioso, y el epígrafe de su obra decía: "No una cosa, todas las cosas que la tradición atribuye a Judas Iscariote son falsas". Precedido por De Quincey, quien afirmaba que Judas entregó a Cristo para forzarlo a declarar su divinidad y encender una rebelión contra Roma. La traición de Judas no fue casual sino que fue milimétricamente planeada. 
"El Verbo, cuando fue hecho carne, pasó de la ubicuidad al espacio, de la eternidad a la historia, de la dicha sin límites a la mutación y a la muerte". Se necesitaba un sacrificio, un hombre por todos los hombres. Y Judas Iscariote fue ese hombre. "El Verbo se había rebajado a mortal; Judas, discípulo del Verbo, podía rebajarse a delator y a ser huésped del fuego que no se apaga". Y que Judas refleja de alguna forma a Jesús. De ahí los 30 dineros y el beso; de ahí la muerte voluntaria, para merecer aún más la reprobación. Así dilucidó Nils Runenberg el enigma de Judas. 
Borges sigue el estilo de análisis y reescritura histórica, de personajes, y mezclando reales con ficticios. Al fin y al cabo, Ficciones.

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Tres versiones de Judas (II)

Todos los teólogos refutaron la teoría de Nils Runenberg sobre Judas. Lo acusaron de ignorante y hereje. Todas las acusaciones afectaron a Nils, quien reescribió el reprobado libro y modificó su doctrina. Admitió que Jesús no necesitaba de otro hombre para redimir a todos los hombres. Y luego como resultado de eso inicia la descripción de otra versión de Judas, en donde Borges se nutre de distintos versículos de la biblia y descripciones de otros apóstoles para acercarse a otra versión de Judas, en donde éste se cree indigno de ser bueno, renuncia a la virtud y busca el infierno. En 1907, Runenberg revisó nuevamente el texto. Pasaron dos años sin entregarlo a la imprenta. En 1909 apareció el libro con prólogo de Erik Erfjord. En esa versión se arisbaba otra versión de Judas, distinta de las anteriores. "Dios totalmente se hizo hombre pero hombre hasta la infamia, hombre hasta la reprobación y el abismo. Para salvarnos, pudo elegir a cualquiera de los destinos que traman la perpleja red de la historia; pudo ser Alejandro o Pitagóras o Rurik o Jesús; eligió un ínfimo destino: fue Judas". 
Los teólogos volvieron a desdeñarlo. Runenberg lo vio esta vez como una milagrosa confirmación. Recordó a todos los héroes bíblicos que habían sufrido del rechazo y ataque de los hombres. 
"Murió de la rotura de un aneurisma, el 1 de marzo de 1912. Los heresiólogos tal vez lo recordarán; agregó el concepto de Hijo, que parecía agotado, las complejidades del mal y del infortunio".

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El fin

El fin (I)

"Fuera de un personaje - Recabarren - cuya inmovilidad y pasividad sirven de contraste, nada o casi nada es invención mía en el decurso breve de [El fin]; todo lo que hay en él está implícito en un libro famoso y yo he sido el primero en desentrañarlo o, por lo menos, en declararlo."
Eso dice el mismo Borges sobre el relato "El fin" en su prólogo. En este relato vuelve al clásico gaucho de Martín Fierro, como ya lo había hecho antes. Crear personajes nuevos y se basa y recrea en el canto VII de El gaucho Martín Fierro y los cantos 29-30 de La vuelta de Martín Fierro. Borges reimagina y reelabora estas partes del fragmento de la obra de Hernández, y las extiende y explica.
" - Una cosa quiero pedirle antes que nos trabemos. Que en este encuentro ponga todo su coraje y toda su maña, como en aquel otro de hace siete años, cuando mató a mi hermano.
Acaso por primera vez en su diálogo, Martín Fierro oyó el odio. Su sangre lo sintió como un acicate. Se entreveraron y el acero filoso rayó y marcó la cara del negro.
Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o entendemos pero es intraducible como una música ... Desde su catre, Recabarren vio el fin. Una embestida y el negro reculó, perdió pie amagó un hachazo a la cara y se tendió en una puñalada profunda, que penetró en el vientre. Después vino otra que el pulpero no alcanzó a precisar y Fierro no se levantó. Inmóvil, el negro parecía vigilar su agonía laboriosa. Limpió el facón ensangrentado en el pasto y volvió a las casas con lentitud, sin mirar para atrás. Cumplida su tarea de justiciero, ahora era nadie. Mejor dicho era el otro: no tenía destino sobre la tierra y había matado a un hombre".

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La Secta del Fénix

La Secta del Fénix (I)

Borges inicia describiendo a la misteriosa Secta del Fénix, que como todas las sectas comparten un secreto. Indaga los orígenes de tal secta, a los hombres del Fénix y hombres del Secreto. Habla de la comparación entre los sectarios con los gitanos, con sus marcadas diferencias, por sus comportamientos y... "Los gitanos configuran un tipo físico y hablan, o hablaban, un idioma secreto; los sectarios se confunden con los demás y la prueba es que no han sufrido persecuciones". Siguen ejemplos y comparaciones con judíos y otras sectas. No los une ni congregan unas escrituras sin una memoria común... Una sola cosa los une: el Secreto. Y tras el Secreto, un rito. Transmitido de generación en generación. Describe los objetos del rito, lo absurdo y hasta lo ridículo del Secreto. Incluso lo ha llegado a profanar, y los sectarios se han sentido incómodos. Ha escuchado el lenguaje inventado con que se comunican y crean símbolos comunes. Ha tenido amigos devotos del Fénix, pero se pregunta por qué no se ha extinguido en el tiempo. Sobrevivido guerras, pruebas, y siempre encuentra fieles. "Alguien no ha vacilado en afirmar que ya es instintivo".
Borges describe las sectas en general, y cualquier parecido con alguna que ya conozcan, es pura coincidencia.

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Especial: Ficciones



El Sur


El Sur (I)

En su prólogo, el mismo Borges considera “El Sur”, quizás uno de sus mejores cuentos. También es de los más biográficos, y se dice que fue el último que escribió con sus manos antes de quedar ciego. Al inicio, Borges nos presenta a los Dahlmann, cuando el patriarca llegó a Buenos Aires en 1871. En 1939, uno de sus nietos, Juan Dahlmann, es secretario de la Biblioteca Municipal en la calle Córdoba. Juan se sentía profundamente argentino. Su patriotismo es evidente, y recuerda con orgullo a sus ancestros. También recuerda los objetos que lo identificaban, un estuche, una viaje espada, el hábito de estrofas de Martín Fierro, entre otros, que sumados a sus años fomentaron su criollismo. Dahlmann había logrado salvar el casco de una estancia en el Sur, que era de sus ancestros, los Flores. Describe las imágenes, los olores y el paisaje de ese sitio en el Sur, en medio de la llanura. Aunque vivía en la ciudad por trabajo, siempre añoraba regresar a esa casa, a donde iba cada verano. Pero a finales de ese mismo año, algo aconteció en su vida. Encontró un ejemplar de las Mil y una noches, y desesperado por revisarlo no esperó el ascensor y subió por las escaleras, donde algo en la oscuridad rozó su frente. Una mujer lo vio con terror, y se tocó su frente ensangrentada. Fue a su casa, pero no se sentía bien. Finalmente fue al médico. Describe el ritual y la tortuosa examinación en el hospital. También describe la humillación y el odio a sí mismo por la condición de inhabilidad en que estaba. El cirujano le dijo que había estado a punto de morir de una septicemia. Dahlmann lloró, las noches de dolor y miserias físicas no le habían dejado pensar en algo tan abstracto como la muerte.

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El Sur (II)

Dahlmann sigue reviviendo y recordando el Sur de sus recuerdos, ante la fatal noticia. Recorrió los vagones y la estación del tren. Seguía con la edición de las Mil y una noches recién descubierto, pero la belleza del Sur le hacía a menudo abandonar el libro. La felicidad lo distraía de Shahrazad. “Mañana me despertaré en la estancia”, pensaba y era como si a un tiempo fuera dos hombres: el que avanzaba por el día otoñal y por la geografía de la patria, y el otro, encarcelado en un sanatorio y sujeto a metódicas servidumbres. Y Borges nos da el indicio y la clave del relato. El lector debe decidir y descubrir cuál es el verdadero hombre, porque al mismo tiempo ese hombre se encuentra creando otro mundo, otro relato, otro recuerdo. “Dahlmann pudo sospechar que viajaba al pasado y no sólo al Sur”. Pero los recuerdos lo sacaban de esas vacilaciones. Dahlmann se imagina la muerte, en el escenario perfecto, el de sus recuerdos: una lucha con puñal en mano como los grandes hombres de antaño… como sus antepasados. Sintió un impacto, que se camuflaba bajo la aguja que le clavaban en el sanatorio. Pero él sintió un cuchillo, un puñal. “Sintió que si él, entonces, hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o soñado”. “Dahlmann empuña con firmeza el cuchillo, que acaso no sabrá manejar, y sale a la llanura”. 

Fin de Ficciones

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Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)

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