lunes, 24 de octubre de 2011

Kafka en la Orilla (Haruki Murakami)


(Rescatando algunos comentarios de libros ocultos en la página: Literatura y Libros)

Acabando de terminar el texto de Murakami, me sentí invadido muchas sensaciones. Primero, satisfacción de haber leído uno de los mejores libros que he leído últimamente. Y un poco de confusión, al intentar atar los cabos que el autor no se preocupa en explicar. Entonces, al experimentar la segunda sensación, y sumergirme en la introspección de mi recorrido por las 714 páginas que había leído anteriormente, comprendí algo: “El texto en su mismo recorrido, me había permitido reflexionar y sacar conjeturas sobre lo que ocurría en el mismo instante”. Es un libro que se disfruta en todo el transcurso de la lectura, y no sólo al final.

Murakami nos sumerge en una historia llena de realismo y de magia. Y con seguridad en un ambiente metafísico, como John Updike describió el libro: “Un libro que no sólo se lee de un tirón, sino que tensa metafísicamente el pensamiento”. Con respecto a esta crítica, tal vez no aconsejaría leerlo de un tirón, sino disfrutarlo poco a poco.

En el texto encontramos muchos diálogos geniales, con sus personajes totalmente originales, quienes se sumergen en unas reflexiones internas, que a la vez nos hacen pensar a nosotros. Sin dejar de lado, algunas descripciones memorables.

Algo maravilloso que tal vez logra Murakami con este texto, es que para cada lector será una experiencia distinta. Es un libro para disfrutar y pensar. Los personajes son tan maravillosos que tal vez podamos encontrar algo de nosotros en cada uno de ellos. Desde el joven Kafka, hasta el anciano Nakata. Quienes son los protagonistas de esta historia que trascurre en dos momentos, y se divide entre las historias de estos dos personajes, que en el trascurso y al final se relacionan inevitablemente.

El New York Times la proclamo como el mejor libro del año y de la década. Y pienso que tal vez tuvieron mucha razón al hacerlo. La novela es de madurez, pero lo fantástico, lo filosófico y lo metafísico la realza de una forma increíble.

En la lectura del libro, subrayé muchas cosas. A continuación señalo algunas:

-“Tu corazón es como un gran rio crecido tras un largo periodo de lluvias. Los postes indicadores del camino están, todos sin excepción, sumergidos en la corriente, o tal vez hayan sido arrastrados a otro lugar oscuro. Y la lluvia sigue cayendo torrencialmente sobre el río. Y cada vez que veas en las noticias las imágenes de unas inundaciones pensarás: Sí, justo. Ése es mi corazón”. (El Joven llamado Cuervo) (Quien es un personajes que sólo existe en el interior del joven Kafka).

(Kafka y Oshima)
- No es que me oponga a ir, sólo que he decidido no ir –digo.
- ¿O sea, que has dejado de ir a la escuela así, por las buenas, voluntariamente?
Me limito a asentir. No se me ocurre qué respuesta dar.
- Según la historia de Aristófanes que sale en El banquete de Platón, en el mundo mítico de la Antigüedad había tres clases de seres humanos- dice Oshima-. ¿Lo sabías?
- No – Respondo.
- El mundo antiguo no estaba compuesto por hombres y mujeres sino por hombres-hombres, hombres-mujeres y mujeres-mujeres. Es decir, que un ser humano comprendía dos personas de ahora. Y así vivían todos satisfechos y felices. Sin embargo, los dioses los partieron a todos con un cuchillo por la mitad. De corte limpio. Como resultado, el mundo se dividió en hombres y mujeres, y desde entonces los seres humanos van corriendo desesperados de un lado a otro buscando la mitad que les falta.

(Conversación de Nakata con un gato)
- Pero, en el mundo de los humanos, si no sabes escribir, es que eres estúpido. (…) Sólo Nakata es idiota.
- Pero tú sabes hablar con los gatos, ¿verdad?
- Sí - dijo Nakata.
- Y eso no puede hacerlo cualquiera, ¿verdad?
- En efecto.
- Entonces tan estúpido no serás, ¿no?


(Conversación de Kafka con Oshima)

- ¿Kafka Tamura?

- Eso mismo.

- ¡Qué nombre tan raro!

- Pues así me llamo yo –insisto.

- Habrás leído alguna obra de Franz Kafka, supongo.

Asiento: El castillo, El proceso, La metamorfosis y también una historia donde salía un extraño aparato de ejecución.

- La colonia penitenciaria –dice Oshima-. A mí también me encanta ese relato. Hay muchos escritores en el mundo, pero sólo Kafka podía escribir una cosa así.
- De todas las historias breves, ésa es la que más me gusta.
- ¿De verdad?
Asiento.
- ¿Y por qué?
Reflexiono. Me tomo mi tiempo.
- Kafka, más que explicar la situación en la que nos encontramos, nos describe un aparato muy complejo de una manera puramente mecánica. Es decir… -vuelvo a reflexionar unos instantes-, que a través de la descripción de un mecanismo logra explicarnos de una manera más vívida que nadie las circunstancias en la que nos encontramos. No hablando de ellas, sino a través de la descripción de los detalles de un aparato.

En fin, podría seguir citando fragmentos de esta obra de arte de la literatura, pero me extendería mucho, y a los interesados les quitaría el encanto del descubrimiento.
Solamente dejo la contraportada del libro:

Kafka en la Orilla:
Kafka Tamura se va de la casa el día en que cumple quince años. Le llevan a ello las malas relaciones con su padre –un famoso escultor convencido de que su hijo repetirá el aciago sino de Edipo- y el vacio producido por la ausencia de su madre; se dirigirá al sur del país, donde encontrará refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a la misteriosa señora Saeki. Sus pasos se cruzan con los de otro personaje, Satoru Nakata, sobre quien se ha abatido la tragedia: de niño, durante la segunda guerra mundial, sufrió un accidente del que salió con secuelas y dificultades para comunicarse… salvo con los gatos.

Murakami, era uno de los grandes favoritos a llevarse el Nobel de Literatura en su última edición, en donde ganó Vargas Llosa. Con este libro me ha fascinado y se ha convertido en uno de mis favoritos. Y estoy a la expectativa de su nuevo libro, llamado “1Q84”. Al parecer un homenaje a Orwell.

Ya 1Q84 lo comenté en mi Blog, en el siguiente enlace lo pueden leer:


2 comentarios :

  1. ¡Definitivamente leeré este libro!
    Muchas gracias por la reseña, Alejandro :D

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