“El
Contador de Historias” es una novela muy interesante. Antes de hablar sobre
ella, me gustaría contar mi travesía con ella. Este libro lo compré hace
algunos años atrás, como en el 2009 o 2010, luego de su publicación en el 2008.
Me llamó muchísimo la atención el argumento y algunos comentarios favorables.
Cuando lo compré, recuerdo que lo compré junto con otros libros. Cuando le
llegó el turno a este, lo inicié de forma increíble, me atrapó muchísimo en las
primeras páginas con las fascinantes historias con que inicia. Lamentablemente,
hubo un momento en que me perdí en la parte inicial, como Alameddine mezcla
varias historias, en la parte inicial del libro me perdí de una de las historia
o simplemente porque una me parecía más interesante que la otra, y sólo quería
pasar las páginas para cuando retomara nuevamente la historia que me
interesaba. Obviamente era un error saltarme las páginas. Así que decidí
dejarlo y seguir con otro de mis libros pendientes.
Durante
todos estos años, siempre lo tenía junto con todos mis libros, pero fui
adquiriendo otros y esté lo fui relegando y aplazando. Recuerdo que en
intermedio de esos años, pensé retomarlo y empezarlo desde la página donde lo
había dejado de leer. Pero cuando lo hice me sentía tan perdido, había olvidado
lo que había leído, así que lo relegué nuevamente.
A
finales del 2012, como no tenía libros nuevos, decía que ya había leído todos
mis libros, y no podía ser posible que ese fuese el único que aún no había leído.
Así que decidí retomarlo nuevamente, pero esta vez desde el inicio.
Así
fue, como a finales desde el 2012 me embarqué nuevamente en la lectura de “El
Contador de Historias”, desde las primeras páginas. Cuando lo empecé a leer,
sentí nuevamente la emoción que experimenté cuando lo leí por primera vez. Ya
cuando llegué a la página 100 o casi llegaba, decidí hacer una pausa y leer el
libro por partes lentamente.
El día
siguiente, seguí con la historia, esta vez no me confundí, y entré en la
dinámica de Alameddine. Ya pasada esa prueba de fuego en las primeras páginas,
el libro lo fui devorando poco a poco. Sentí una emoción enorme cuando vi que
iba ya por la mitad, y había pasado las 150 páginas, por donde lo había dejado.
Empecé a leer menos páginas, porque no quería que se acabara tan rápido. Y así
fue como lo fui deleitando poco a poco, hasta terminarlo en la primera semana
de enero del 2013.
Así
que este libro es histórico para mí, porque es el único libro que he demorado 5
años en leer.
Antes
de dar mi apreciación personal y mis consejos si quieren acercarse a este
libro, comparto su sinopsis:
“Escuchad.
Dejad que os guíe en un viaje hacia los confine de la imaginación. Dejad que os
cuente una historia…
Así
empieza a hablar Osama, el hombre recién llegado a Beirut que a lo largo de
estas páginas nos desvelará los secretos de su estrafalaria familia y muy en
especial del abuelo, un hombre que había dedicado su vida al ilustre oficio de
contar historias en bares y mercados. Nadie como él sabía hablar de héroes y
villanos, de princesas y esclavas, de tesoros ocultos en ciudades encantadas;
nadie sabía mezclar tan sabiamente los hilos de la realidad y la leyenda;
nadie, en fin, mejor que él para hacer de la vida un cuento mágico. Osama
decide seguir los pasos del abuelo y El Contador de Historias es su manera de
llevarnos a un mundo donde todo es posible, incluso la felicidad”.
Lo
primero que tengo que confesar, es que no es un libro fácil de leer. No tiene
una estructura normal, ni lineal. Pero no se desanimen, lo único que les
consejo es que sean pacientes en las primeras páginas, léanlo con calma y
pausado, si quieren devolverse un poco, háganlo. Si son pacientes y pasan la prueba
de las primeras páginas y siguen la historia atentamente, se sumergirán en una
de las historias atrapante y fascinante.
Pensaba
que las comparaciones con “Las Mil y una Noches” eran exageradas, pero me di
cuenta que no lo eran.
Alameddine
introduce la historia, no con la historia principal, sino con una de las
historias más alentadoras y fascinantes del libro, la historia de Fátima, la
desafiante esclava del emir que se convierte en la reina del inframundo.
Luego
de ese gran abrebocas, continúa con la historia en “presente”, que sería la del
joven Osama, para visitar a su padre agonizante. A partir de Osama inician los
relatos y las historias, la segunda historia que se desarrolla en paralelo es
la de Fátima, y de la historia de Fátima se desarrollará otra historia épica,
la de Baybars, el héroe mítico, que es simplemente excelente. De esas tres
historia principales, cada una ubicada en distintos tiempo y plano, se
desarrollarán otras que entrarán a intervenir dentro de ellas y dentro de
algunas de las otras, jeje. Suena confuso, pero si le cogen el hilo, se
deleitarán con la maestría creadora del escritor para desarrollar historias.
Esta
es quizás su virtud y un poco su desventaja, porque en ocasiones una historia
se pone más interesante que otra, lo que desespera un poco al lector cuando le
cortan la historia para seguir con otras, que aún no ha alcanzado su nudo.
También hay unas cuantas historias cortas que parece una recolección que hizo
el autor de distintos mitos o cuentos populares con moraleja.
Pero
aquí quiero destacar la valentía del escritor, porque no es fácil mantener el
interés en distintas historias al tiempo, y son varias. Cada una tiene sus
momentos de emoción y genialidad. El autor juega con el lector, le recuerda una
historia que habían olvidado y la trae nuevamente a colación.
Los
hakawati son muy nombrados en el libro, son los contadores de historias, así
como el abuelo de Osama, hombres expertos en el dominio de la palabra y atrapar
al público, capaces de mantenerlos al hilo por días y hasta meses. Rabih
Alameddine es un hakawait moderno, un gran contador de historias… o un gran
recolector de ellas.
En el
libro y las distintas historias, experimentarán tantas emociones, sentirán que
leen una novela moderna ambientada en el medio oriente, también se sumergirán
en historias épicas, de fantasía, de aventuras, amor, maldad, política y poder,
en fin, es todo un combate largo, que merece ser enfrentado en varios asaltos.
En
síntesis, es una novela de contrastes y
por lo tanto irregular. Así como lo pueden odiar, lo pueden amar. Yo,
como ya les dije al inicio, demoré leyéndolos 5 años, por las veces que lo
dejaba. Al final, lo retomé porque no tenía nada más que leer, y tras pasar
algunos inconvenientes, me mantuvo emocionado y atento hasta el final, con las
normales fluctuaciones en el ritmo narrativo de las historias.
Por
todo esto, recomendable para los pacientes y no recomendable para los que
quieran una lectura fácil:
6.5/10
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