Desde el momento de su publicación en el año de 1951, la primera novela del escritor norteamericano J.D. Salinger “El Guardián entre el Centeno”, se convirtió instantáneamente en una obra de culto, al mismo tiempo que levantaba una ola de controversias por el lenguaje y las descripciones sin censura que relataba sobre La vida de los jóvenes americanos. Fueron estos últimos precisamente los que pronto la convirtieron en una obra de culto y una especie de biblia que inspiraría a toda una generación de escritores, cineastas y diversos artistas a plasmar lo que en realidad pensaban los jóvenes de su entorno, su inconformidad con las instituciones y el status quo y contra la sociedad hipócrita de consumo de cimentaba sus bases bajo ideales falsos, impuestos y sin sentido. Lamentablemente la inspiración trascendió a los artistas, y muchos jóvenes también se inspiraron, en algunas ocasiones, como ya es de común conocimiento, para cometer actos violentos contra artistas famosos, personas normales o contra sí mismos, lo que también le ha dado con el tiempo la etiqueta de libro maldito. Pero sobre todos esos antecedentes, la novela en poco tiempo y hasta nuestros días ha sido reconocida por su calidad y simbolismo, formando parte de la guía estudiantil de varias universidades en los Estados Unidos, y ha ser considerada con unanimidad por muchos expertos como uno de los libros más importantes del Siglo XX.
La novela nos cuenta la historia de Holden Caulfield, el flamante protagonista que también se ha convertido en un símbolo de rebeldía e inconformismo de la juventud, a quien se le notifica que ha sido expulsado del instituto por perder todas las materias, con la única excepción de literatura. A Holden le quedan unos días hasta que le notifiquen la noticia a sus padres, por lo que decide abandonar la institución y sumergirse durante los próximos días en un recorrido por las calles de su ciudad, antes de regresar a su casa y afrontar a sus padres. En ese recorrido encuentra personajes conocidos, la madre de un amigo y una variedad de seres humanos que en su mayoría le despiertan desprecio y asco, confirmándolo en su pensamiento de impotencia y nostalgia por la humanidad, sólo su pequeña hermana le da una pequeña luz en la oscuridad y el recuerdo de su hermano fallecido.
Como vemos esa anterior descripción de un joven expulsado del instituto que se dedica a deambular por las calles de su ciudad y se encuentra con distintos personajes, es el argumentos de numerosas y famosas películas y libros, tanto en USA como en distintos países del mundo, que claramente tomaron como inspiración la obra de Salinger.
La historia narrada en primera persona por el joven Holden, desde el inicio nos sumerge en una atmósfera densa, cargada de melancolía y tristeza, que se mantiene durante toda la lectura, alcanzado algunos puntos de exaltación. Quizás es por esto, esa atmósfera cargante y opresiva que muchos jóvenes en estado depresivo se ven sensibilizados por la historia para interpretarla y actuar según su mismo estado de ánimo.
La novela es muy breve, un poco más de 100 páginas encierran toda esta historia, que para algunos críticos en la última década, consideran como una novela sobrevalorada. Opinión que aunque merece respeto, desde mi punto de vista es totalmente errada, ya que en su brevedad y la sencillez de su lenguaje, encierra una gran simbolismo en cada una de sus páginas, y una crítica social en donde podemos ver ocultos muchos problemas de la sociedad norteamericana, así como el tratamientos psicológico del personaje y el ritmo narrativo del narrador. Todos estos elementos funcionan tan bien, que es la razón por la que muchos jóvenes se sientes atraídos por la obra, además del lenguaje juvenil lleno de malas palabras y maldiciones por todos lados. Pero detrás de esas manifestaciones de inconformidad y el lenguaje “vulgar” hay una gran construcción literaria, y sobre todo introspectiva, que muchos de los famosos autores contemporáneos norteamericanos y foráneos, no han dudado en aceptar. Es por esto, que para mí es una novela muy valiosa y que merece con creces su estatus de culto y de clásico. Porque mientras desde inicios de los años 50 hasta los años que corren, muchas novelas han desaparecido y han sido olvidadas, “El Guardián entre el Centeno” se ha encontrado entre los primeros lugares durante todos los años como uno de los libros más leídos y estudiados en su país y en el mundo. Por todo esto, la recomiendo enormemente.
9/10
Algunos fragmentos y frases del libro:
“Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar a dónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guarían entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura”. (Holden Caulfield)
“Lo que distingue al hombre insensato del sensato es que el primero ansia morir orgullosamente por una causa, mientras que el segundo aspira a vivir humildemente por ella”
“Los libros que de verdad me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando quisieras”
“Aquel hotel estaba lleno de maníacos sexuales. Yo era problamente la persona más normal de todo el edificio, lo que les dará una idea aproximada de la jaula de grillos que era aquello”
“Me paso el día entero diciendo que estoy encantado de haberlas conocido a personas que me importan un comino. Pero supongo que si uno quiere seguir viviendo, tiene que decir tonterías de ésas”
“No sé por qué hay que dejar de querer a una persona sólo porque se ha muerto. Sobre todo si era cien veces mejor que los que siguen viviendo”
“He conocido a más pervertidos, en colegios y todo eso, que nadie haya conocido nunca, y siempre les da por ser pervertidos cuando yo estoy allí”
"Cuando ya había cerrado la puerta y volvía hacia el salón me gritó algo pero no lo oí muy bien. Estoy casi seguro de que me gritó "buena suerte" Espero que no, Dios quiera que no. Yo nunca le gritaría a alguien "buena suerte" Si lo piensas bien suena horrible".
“No importa que la sensación sea triste o hasta desagradable, pero cuando me voy de un sitio me gusta darme cuenta de que me marcho. Si no luego me da más pena todavía”
Esta es de esas obras de culto que siempre tengo pendiente de leer y nunca encuentro el momento. En parte porque tengo ganas de comprobar si es cierto que está sobrevalorada o no, porque he leido comentarios en todos los sentidos. Las citas que comparten de momento me dan pistas.
ResponderEliminarGracias y un saludo
No dejes de leerlo Ana. Me cuentas cuando lo hagas, lo que compruebes jeje.
EliminarSaludos y gracias por pasarte.
A.S.B