Última
película del director francés Francois Ozon, del que he visto algunas de sus
películas, pero hasta el momento la que reseñaremos a continuación, me parece
la mejor que le he visto.
La
historia, que es basada en una obra de teatro, fue adaptada y a la vez dirigida
por Ozon. El filme cuenta la historia de Germain, un profesor de literatura y
escritor frustrado, que vive con su esposa Jeanne, que tiene una galería de
arte contemporáneo. Ambos tienen una vida normal y bastante monótona. Pero un
día, mientras Germain lee los mediocres trabajos de sus estudiantes, se
encuentra con uno que le llama la atención, por su calidad, su lucidez y su
cinismo. Germain y su esposa quedan atrapados en la historia, lo que lleva al
profesor a contactar el día siguiente al autor del texto. Es así como conoce a Claude
García, un joven atractivo, inteligente, talentoso y terriblemente manipulador,
que cambiará sus vidas para siempre.
Me ha
parecido una película excelente, que cuenta con un extraordinario guión, que
hipnotiza desde el primer instante. Desde el inicio, entramos en esta historia,
en donde la manipulación y la imaginación son la normal. Así como la delgada
línea entre la realidad y la ficción.
El
personaje de Claude, parece inspirado en la película de Pier Paolo Pasolini,
“Teorema”, que incluso mencionan en el filme, para confirmar la relación o un
cierto homenaje. Pero la relación entre
ambos filmes sólo llega hasta la personificación de ese objeto del deseo, del
seductor que atrae a las personas, las manipula y las pone a su disposición.
Es una
película que trata tantos temas, desde los deseos y sueños insatisfechos, la
falta del amor, las apariencias, sobre el arte contemporáneo (otra pequeña
relación con Teorema), sobre las personas con enormes vacíos que necesitan
otras vida para poder sobrellevar las suyas, sobre la necesidad de un ídolo o
de sentirnos útiles en algo, sobre la envidia, el egoísmo, los deseos ocultos,
en fin y muchos otros que cada uno detectará.
También
es un ejercicio “dimensional” o “intertextual”, en donde vemos como los
personajes son manipulados, nos identificamos con ellos, con sus dudas y sus
razonamientos, haciéndolos propios y creando otros al tiempo. Nos volvemos
parte del juego de Claude, que nos mantiene atrapados e hipnotizados hasta el
final.
Cada
personaje es muy interesante, es un mundo diferente y tiene una historia,
disfrutamos del voyerismo de Claude, y a la vez nos convertimos en observadores
obsesivos de la historia. Cada personaje tiene sus motivaciones, y aunque
Claude es en la mayor parte, el que dirige la función, también tenemos un
pequeño acceso a su intimidad, en el que podemos atisbar varias cosas.
Claude
es un joven muy observador, se fija en los detalles, le es fácil detectar lo
que no se dice y anticipar reacciones. Al menos en ese punto me sentí
identificado con Claude y su capacidad de observación, que claramente es muy
importante para algunos escritores. En la película, Claude nos contagia de su
curiosidad, nos encanta, nos engaña y a la vez nos hace cómplices de su
juego.
Hace
tiempo que no me mantenía tan expectante y atrapado por un filme y su historia.
El guión es como el mismo ensayo de Claude, una crítica sobre las clases, un
retrato de la madurez, del crecimiento, etc. y todas esas ideas que Germain se
atreve a pensar sobre la creación de su precoz alumno. No se sabe con exactitud
el tema central de la historia de Claude, ya que todo va cambiando. Él dirige
la función y al final descubre sus cartas.
Porque siempre hay alguna forma de
entrar a una casa… y siempre habrá una historia para contar.
Además
de su guión, hay un trabajo de dirección destacable, una fotografía cuidada y
efectiva, de acuerdo a los espacios del filme. Y sin duda, la historia no
hubiese funcionada sin el trabajo de sus actores, desde los veteranos Fabrice
Luchini y Kristin Scott Thomas, hasta el joven Ernst Umhauer, que es una
revelación.
En
síntesis, un excelente y fascinante filme, un gran ejercicio de creación
literaria, una obra que despierta muchas emociones. Es cómica, emocionante,
terrible y perversa. Todo un deleite, un guión magnífico y excelente
actuaciones. De lo mejor del pasado 2012. Muy recomendada.
(9/10)
Ésta la tengo pendiente y muy cerquita. Te he leído por encima por si había algun dato importante pero me han dado mas ganas de verla.
ResponderEliminarTe comento en cuanto lo haga.
Saludos!
Dale Dante, espero tu reseña.
EliminarSaludos!
Es de las mejores del pasado año, sin dudas. Ahora me toca ver Teorema a ver que tal es. Esta es una joya que tiene múltiples e interesantes datos para analizar de los vos ya nombraste diría que casi todos ;) Saludos!!!
ResponderEliminarAsí es Dialoguista, es una peli que me ha encantado y me ha mantenido hipnotizado en todo momento.
EliminarNo te pierdas "Teorema", que es otra obra maestra. Me cuentas!
Saludos!
Lo dicen en una escena de 'Dans la maison' a mitad de la película: es una comedia estúpida, todo esto es ridículo. La película de François Ozon es ñoña en su ventana 'voyeurística' (¡ay qué diría el maestro Hitchcock), un escape apenas maloliente, que ni siquiera satisface al que lo despide. ¡Mejor nos vamos todos a China! Un saludo!!!
ResponderEliminarMuy respetable tu opinión. Hay un poco de controversia por el final de la peli. A mi particularmente todo el filme, desde el inicio atrapa, te hipnotiza y de forma inusual con el desarrollo del guión te va llevando de la mano. Al contrario, para mi su tratamiento del voyeurismo, es bastante efectivo.
EliminarSupongo que es cuestión de opiniones. No lo comparto con Hitchcock. El experimento del filme particularmente me agradó mucho.
Muchos saludos y gracias por pasarte.