En la plataforma Mubi subieron desde hace semanas la película más reciente del joven director brasileño Gabriel Mascaro, también vi que está casi toda su filmografía (no se la pierdan, especialmente: Boi Neon). Además de cineasta, Mascaro es un reconocido artista visual, que ha realizado distintas instalaciones que han recorrido el mundo. Es director, guionista y productor, y "Divino Amor" es su 3er largometraje de ficción, además de sus documentales y cortometrajes, que lo confirman como uno de los grandes representantes del Nuevo cine brasileño.
"Divino Amor" es una especie de cuento distópico, ambientado en la Brasil del año 2027, en menos de una década. Y podemos ver muchos detalles interesantes de ese imaginado futuro cercano: el establecimiento, crecimiento y evolución de la religión evangélica como parte fundamental de los personajes y su entorno; y la tecnología que identifica con censores las características de cada persona (con énfasis en su estado civil, la constitución de la familia y una gran importancia en el estado de las mujeres embarazadas, que son tratadas con importancia). Dentro de ese entorno tenemos de protagonistas a una pareja joven, Joana y su esposo viven en un conjunto cerrado con su perro; él realiza arreglos florales para funerales y ella trabaja como notaria, teniendo que llevar muchas solicitudes de divorcio, en donde ella trata de intermediar para que las parejas se den una nueva oportunidad. Y la forma en que intenta ayudarlos (y acá viene uno de los detalles más interesantes) es invitarlos a un grupo de terapia de pareja con esencia muy religiosa pero con métodos muy interesantes y poco usuales. El grupo preciso se llama "Divino Amor".
Joana y su esposo tienen un problema: no pueden tener hijos, después de muchos tratamientos que siguen intentando hasta el final. Y en esa búsqueda es que pronto encontrarán un problema que se une a la férrea creencia y valores religiosos de la mujer, que propiciará la caída de ese mundo de fantasía y falsedad.
La película es muy buena, Mascaro tiene un gusto y un estilo visual muy trabajado y personal, que siempre se implica en el diseño de producción, con las luces, el neón, los plano abiertos y llenos de símbolos, construcciones artísticas, como instalaciones dentro de la película, que le dan un toque distintivo y especial. Podemos sacar influencias de ese estilo, pero verlos dentro del entorno de una familia clase media futurista en Brasil es realmente único.
Dentro de este universo, la película también esconde una crítica política y social a la Brasil actual, a la de Bolsonaro, a la sociedad conservadora que lo llevó al poder. Pero la crítica es muy sutil y se encuentra muy bien acoplada a la propuesta artística. Porque como hizo en "Boi Neón", que fue también un experimento de intercambio roles, donde además transgrede las reglas del género, para retratar de forma sutil, bella y artística el machismo sistematizado. Acá en "Divino Amor" también se encuentra esa crítica a la religión y a los grupos fanáticos que poco a poco se difunden en los puestos de poder político y económico, pero reitero lo de la sutileza de la crítica porque es más una exploración, y se permite mostrar lo que a la vez crítica de forma muy humana sin ridiculizar a la mujer que es cegada por su amor a Dios. Al contrario, se muestra dentro de sus contradicciones, de su dolor e insatisfacción interna, pues Joana particularmente cree en "humanizar la burocracia", por eso intenta salvar los matrimonios al momento de tramitar los divorcios. Lo que hace que el retrato de Mascaro sea muy valioso, porque intenta en realidad ponerse en los zapatos de sus personajes, reflejarlos en su complejidad, en sus absurdos y sus contradicciones. Hay tantas lecturas más que se me escapan ahora pero que no alcanzaría a plasmar acá, a menos que hiciera una crítica o análisis más profundo en algún momento.
Dentro de la película también sigue el interés del director en explorar la naturaleza de los cuerpos, en la anatomía. Y también se presenta como reflejo de la familia moderna, y se aventura a explorar el estado de la empresa familiar en ese futuro cercano y distópico, con esos valores religiosos y conservadores de norma. Dentro de este universo también hay varias reglas, no todas se nos dan a conocer, algunas debemos descubrirlas o imaginarlas. La dirección es excelente, la fotografía, la música y el guión fascinante. Los actores también son muy buenos, y el curioso narrador que conocemos o escuchamos desde el inicio será una grata sorpresa. Porque cuando lo descubramos también veremos el mensaje firme del director dentro de este relato. Mensaje claro pero también envuelto dentro de una historia que no da todas las respuestas, sino que te genera dudas y te deja pensando mucho. Y eso se agradece mucho en el cine de hoy en día. La sigo pensando y se me ocurren más cosas. Pero ya corto aquí para no hacer más confusa o caótica la reseña porque esto yo lo escribo con las sensaciones instantáneas, que son en la que normalmente confío. No se pierda la película y conocer a este fascinante director. Y por supuesto, dentro de lo mejor que veo en este año.
Excelente reseña como siempre! Gracias infinitas.
ResponderEliminarMuchas gracias Astrid.
EliminarUn abrazo.