lunes, 7 de marzo de 2022

Reseña del libro: El Quinto Hijo (Doris Lessing)

Reseña del libro: El Quinto Hijo


“Hicieron el amor, allí, en su cama. Harriet estuvo a punto de gritar: <¡No, para! ¿Qué estamos haciendo?>. ¿No habían decidido acaso esperar dos años para tener hijos? Pero se sintió abrumada por la resolución de él… sí, eso era, él le hacía el amor con una intensidad tan deliberada, concentrada, mirándola a los ojos, que la obligó a aceptarle, a aceptar que tomara en ella posesión del futuro. (…) Y lo hicieron con deliberación solemne. Una vez. Dos. Y luego, cuando la habitación ya estaba a oscuras, volvieron a hacerlo.

- Bien –dijo Harriet en voz baja, pues estaba asustada y decidida a no demostrarlo-, bien, ya está hecho, estoy segura.

Él se echó a reír. Una risa fuerte, desconsiderada, sin escrúpulos, totalmente impropia del modesto, alegre y sensato David.”


Este fragmento de las primeras páginas de la novela me impresionó mucho, porque además de ser el detonante de todo, nos deja al descubierto de una vez la posición y el foco que tendrá durante toda la novela la imagen de la mujer, y específicamente de esta madre, Harriet. 

Harriet y David, una joven pareja de clase media-alta, se conocen en una fiesta y pronto inician una relación llena de sueños y objetivos. Entre ellos, tener una familia numerosa, de cuatro, cinco o seis hijos. Tendrían que trabajar duro para mantener esa familia, y se habían dado un plazo de dos años para empezar a acomodarse, pero todo se ve apresurado por un aparente descuido. Descuido del que Harriet es plenamente consciente, pero decide dejarlo pasar, al haberse sentido un poco intimidada y desconcertada por la resolución de su esposo.

Pero contrario a lo que uno pensaría, cuando empiezan a llegar el primer, el segundo y el tercer hijo, todo transcurre en completa paz y armonía. La rutina, las reuniones familiares, los juegos, desvelos y la felicidad. Pero todo cambia de forma abrupta cuando nace el quinto hijo, Ben, quien es distinto a los demás, de apariencia desfigurada y generador de conflictos en el núcleo familiar desde su nacimiento.

Me parece interesante el abordaje que hace la autora desde este planteamiento, y las dinámicas resultantes, especialmente en la madre, Harriet, quien inmediatamente es señalada como la culpable de todos los males de la familia Lovatt. Harriet es la primera en rechazar a su hijo cuando lo ve, la que lo desconoce y la que intenta por todos lados que las otras personas reconozcan lo que para ella es evidente. Pero a la vez, Harriet es la única persona que intenta entenderlo y que se preocupa por él. Un contraste de emociones que reflejan muy bien ese abismo de dudas y contradicciones que nublan el corazón de las madres, por encima de ese amor y sentido de protección inherente hacia el hijo. 

Los amigos, la familia, los otros hijos, los médicos y su marido concentran toda la culpa y responsabilidad del hijo malo sobre la madre. El círculo más cercano le da opciones facilistas y trágicas para deshacerse de ese defecto de la naturaleza, mientras que el médico no ve el problema, y le dice que todo es culpa de ella, quien nunca ha llegado a aceptar a su hijo.

La novela está escrita con un lenguaje sencillo y fácil de leer, pero poco a poco te va envolviendo de manera hipnótica en una trama de terror e intriga. El uso del narrador en tercera persona ayuda en las primeras páginas a dibujar el entorno y las relaciones de la pareja con las otras personas, pero a medida que avanza la narración, el narrador va enfocando su lente en Harriet; observamos cómo escarba en sus cavilaciones acerca de su familia, su esposo, sus otros hijos, y su mirada siempre sobre Ben, intentando entenderlo, anticiparlo y ayudarlo.

Debo decir que aunque me agradó el libro y creo que plantea muchos temas interesantes acerca de la familia, la responsabilidad de las madres y el papel de la misma sociedad en el desequilibrio de estas cargas, me parece que la resolución es un poco floja, aunque un punto positivo es que evita el efectismo. Pero me sigue dejando un leve sinsabor, porque entre esta mezcla de realismo con fábula moral llena de intriga, creo que hay algo esencial y poderoso que se difumina. Y no sé exactamente qué es, o quizás no entiendo mucho de las relaciones expuestas, porque resultan difusas, y quizás es parte del objetivo de la autora. Pero me remito nuevamente al fragmento inicial, a esa escena donde la mujer se ve despojada de muchas cosas en un solo instante, en un segundo, en un orgasmo: de su voluntad, de su identidad y de su mismo futuro.

Nota adicional: Resulta interesante enterarse después que quizás la novela tenga tintes autobiográficos, porque la autora (ganadora del Premio Nobel de Literatura 2007), Doris Lessing, al parecer abandonó a su familia, dejó a algunos de sus hijos con su esposo y ella se llevó a uno que tenía necesidades especiales, al que cuidó de por vida y con quien pudo desarrollar su carrera. 

Teniendo esta nota en cuenta, resulta interesante comparar las historias y plantearse la pregunta sobre quién o quienes eran los verdaderos limitantes de Harriet para desarrollarse plenamente con mujer y ser humano.



Reseña del libro: El Quinto Hijo

 


Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)

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