lunes, 1 de febrero de 2021

Reseña del libro: Encuéntrame (André Aciman) y Apuntes de una entrevista al autor

Crítica del libro Encuéntrame


Al final de ese precioso y excelente libro “Llámame por tu nombre” (Call Me By Your Name/2007) hay un salto temporal que nos da un vistazo sobre el futuro de la vida de nuestros amantes protagonistas, Elio y Oliver. Para los que sólo conozcan la exitosa y bella adaptación cinematográfica de Luca Guadagnino, ese momento no lo recordarán porque simplemente no apareció en la película. El autor, André Aciman, publicó a finales del 2019 una secuela de la novela, “Encuéntrame” (Find Me), que se ubica precisamente temporalmente entre las acciones de la primera parte de “Llámame por tu nombre” y su capítulo final “Lugares fantasmas”, que hace ese salto temporal en la historia. 


(Al final estarán disponibles los links a otras dos reseñas de libros de André Aciman)



Encuéntrame


El libro se divide en tres partes (Tempo, Cadencia y Capricho), que a la vez tienen tres narradores y perspectivas distintas. En Tempo, el inicio nos puede tomar por sorpresa a todos los lectores del primer libro, pues inicia con la narración desde la perspectiva del padre de Elio, y abarca casi las primeras 80 páginas. Samuel Perlman va camino hacia Roma a visitar a Elio, y en el trayecto del tren se enamora de una joven con quien inicia un romance. En esta parte se muestra más del universo interior y el pensamiento de este personaje, quien a tantos lectores maravilló con el discurso que da a su hijo al final de la novela anterior. Sabemos lo que ha pasado con su vida y muestra las dinámicas del amor maduro entre un hombre mayor y una joven adulta, las dudas, temores por la diferencia de edad y las lecturas de los pensamientos emociones del otro, con esas acertadas descripciones introspectivas del autor. Pero algo importante en esta primera parte, acerca de la razón y la decisión de empezar con la visión del padre, y que confirmé con mi conversación con André Aciman en una entrevista que le hice en medio del Hay Festival Digital de Literatura en Colombia, es que la figura del padre, no sólo de Samuel Perlman, sino de otro nuevo personaje y el símbolo del padre en general, marca una de las líneas narrativas de la novela. Porque las relaciones entre padre-hijo o madre-hijo siempre han estado presentes en las novelas de Aciman, así como el legado y la trasmisión generacional, y nos lanza la pregunta:

¿Cuántos  de nosotros dedicamos  tiempo a saber quienes son nuestros padres en realidad?


Preciso en el 2017, Aciman publicaría “Variaciones enigma”, otra novela de relaciones amorosas y de relaciones parentales, donde justo en su primera parte nos muestra la historia de un hijo que descubre el secreto de un padre. Un secreto que le ayuda a buscar su propia identidad a él mismo, y a conectar cabos y conocer a su padre como nunca imaginó. Aciman menciona que es consciente de la ambigüedad que expuso en el discurso de Samuel a Elio al final de “Llámame por tu nombre”, donde éste le menciona que quizás estuvo varias veces a punto de tener una relación especial como la de él con Oliver, pero siempre algo ocurría que no lo dejaba. El autor menciona que estos secretos hacen parte de la vida íntima de todas las personas y de sus personajes, y que también son parte del revestimiento que se hacen los padres al momento de tener hijos. La armadura, la máscara y la pérdida de identidad, con tal de asumir el nuevo estatus de deidad o figura a imitar. Todo esto con las distintas variantes que tiene en cada persona. Por esto, iniciar con la figura del padre era vital, porque además vemos cómo Samuel comete conscientemente los mismos errores de Elio, cuando está intentando establecer una relación con la joven del tren. Y se nos viene a la cabeza aquella frase de que a veces olvidamos los consejos que damos a otros para nosotros mismos.

Confieso que al inicio me sorprendí que Samuel fuese el narrador, y más cuando veía que avanzaba la novela y seguía centrada en él, pero a medida que fui avanzando, al terminarla, y al conversar con André pude entender lo importante de su papel en el desarrollo de la historia.




Crítica del libro Encuéntrame

(Foto: Entrevista con André Aciman en el Hay Festival 2021) 


Así como en “Tempo”, siempre con las referencias musicales, se nos marca el inicio del ritmo de la narración, ya en la segunda parte, “Cadencia”, entramos en ritmo y en un paraje conocido. Pues aparece la voz narrativa de Elio nuevamente, el narrador absoluto del anterior libro, y un personaje muy bien trabajado y construido, quien acá comparte el protagonismo.

Vemos a Elio más maduro, como un pianista que da clases en un conservatorio y conciertos en grandes salas. La narración mantiene la línea temporal del inicio, pues vemos a Elio recibiendo a su padre con su nueva amiga. Sólo un cambio de lente. Entonces conocemos sobre su trabajo, sobre sus relaciones esporádicas, sobre el recuerdo aún vivo de Oliver, y además nos adentramos en su relación con un hombre mayor, Michel. Es otra historia donde observamos la madurez de Elio en encarar las relaciones, los acercamientos y la iniciativa, pero también vemos la presencia de los recuerdos, de los amores no olvidados y los temores por el futuro en ese tipo de relación con distancia de edades. Y con Michel hacemos la conexión con la primera parte, porque dentro de su historia también tenemos otra relación especial de padre-hijo y un secreto vivo por descubrir. Y siguen las preguntas: 

¿A cuántas capas de profundidad están quienes creíamos conocer solo porque los queríamos? 


Este tipo de narración con varias perspectivas y narradores no es nueva en Aciman, pues aunque en “Llámame por tu nombre” sí uso un solo narrador, en otras de sus novelas ya ha usado esta estructura, como en “Ocho noches blancas” o en la misma “Variaciones enigma”, y pensó introducirla en el universo de Elio para conocer un poco más de esos personajes tan importantes para Elio: Samuel y Oliver. 

La parte de Elio es la más extensa, claramente, y tiene momentos muy bellos, tiene algunos flashbacks, y el lector siente que se encuentra en un lugar conocido y antes habitado. Aciman reconoce que Elio es el personaje con el que se siente más cómodo para narrar, porque él fue Elio, no porque le haya pasado exactamente lo mismo, sino porque era la voz de su juventud, las dudas, las certezas, los temores y deseos que también tuvo. Como un hombre mayor, se le hizo también más sencillo encontrar la voz de Samuel Perlman, pero confiesa que la voz que más se le dificultó encontrar fue la voz de Oliver. Y se nota en muchos aspectos.


Y en la última y más breve parte del libro, Capricho, leemos por primera vez la voz de Oliver, quien ya es un padre con hijos y se encuentra en una fiesta con varios amigos, entre falsedades y ruido, aún pensando en Elio. Aciman me contó que la voz de Oliver se le dificultó porque no podía pensar como él, ni resolver del todo el motivo de sus decisiones. Porque en el primer libro lo vimos a través de los ojos de Elio, pero en esta última parte, aunque es muy corta, se nota que Aciman está un poco perdido, porque acude en un momento a una ilusión y momento onírico donde Oliver conversa con un famoso compositor de música clásica, mientras deambula entre la embriaguez y la insatisfacción. Se siente que la cadencia se ha perdido, y que todo empieza a tener una dirección muy controlada y efectista en su tramo final. Incluso el título del capítulo me parece que es muy disonante con los otros dos. Y según la conversación que tuvimos, me parece que el autor es consciente de eso.

A la pregunta de si fue difícil volver a conectar con los personajes después de más de diez años de distancia entre la primera novela y la secuela, Aciman responde que no, porque en cierta forma los personajes siempre han estado muy presentes, y que la idea de continuar la historia lo persiguió por mucho tiempo. De hecho, hizo varios borradores en años anteriores y descartó distintas versiones. 

Pero esta última y breve parte con la voz narradora de Oliver, aunque no fue del todo de mi agrado, me permitió reflexionar sobre otro tema que conversé con Aciman. Porque en algún momento los protagonistas hacen un viaje pasando por Alejandría, con distintas referencias al mundo clásico. Las referencias son claras porque en el primer libro Elio y Oliver tienen una relación con la historia, pues de hecho la arqueología hace parte del trabajo de Oliver y el padre de Elio. Por eso le pregunté a André sobre la presencia de “lo antiguo”, de la tradición griega, de la Odisea de Homero, que tan presente se siente en su novela, y que a la vez le da un aire épico, como un romance épico a su historia y sus personajes, con un toque muy moderno. Él estuvo totalmente de acuerdo con esa percepción, y dijo que no era casual, que las referencias históricas estaban, no solamente por la profesión de los personajes, sino como reflexión de la novela al paso del tiempo. Aciman es reconocido por ser traductor y experto en la obra de Marcel Proust, y me mencionó que en sus novelas él intenta hacer algo muy proustiano, no a la escala del autor francés, sino de forma más pequeña.

Y con respecto a la orientación sexual de sus personajes, en alusión a la idea de que muchas veces sus personajes son bisexuales, él confirma que le interesa narrar las relaciones de seres que se buscan, se dejan y se encuentran. Que se mueven por sus pasiones y deseos, sin importar el género. Pero que en definitiva, están en constante búsqueda de otros y de sí mismos, de la identidad de ellos y de los suyos, como los padres, que también son parte de ellos mismos. Y sobre todo, escribir desde su experiencia y trasladarla a sus personajes, por eso quizás se les haga tan cercanos y personales a muchos lectores que le escriben o le dicen cuando lo ven, que sus libros les han tocado mucho e incluso les ha cambiado sus vidas. Y una de las cosas que más les satisface, es la de generar una conversación entre padres e hijos.

Por todo esto, aunque la novela en general no me gustó tanto como “Llámame por tu nombre”, que tiene una buena cadencia de principio a fin, creo que “Encuéntrame” tiene algo especial, porque al final ese grito de “búsqueda” puede ser enunciado por Elio y Oliver, o por el recuerdo de los padres, que pueden gritar más por el que sus hijos no tengan muchos obstáculos en sus propias búsquedas.   


Reseña de otros libros de André Aciman en el blog:

Reseña de "Llámame por tu nombre" (Link)

Reseña de "Variaciones enigma" (Link)



Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)

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