El
polémico director austriaco Ulrich Seidl presentó el año pasado en el Festival
de Venecia la segunda parte de su trilogía sobre los viajes. El primero, “Paradise:Love”,
fue sobre el Amor, la búsqueda desesperada del amor por parte de una mujer en
África, desde el particular punto de vista del director. En esta segunda parte,
se aborda el tema de la Fe. “Paradise: Faith” es un filme perturbador con la
pura esencia de Seidl, que recorre los rincones más oscuros de la fe y las
convicciones.
Ganadora
del Premio Especial del Jurado en el Festival de Venecia 2012, el filme
dirigido y escrito por Seidl, cuenta la historia Anna Maria, la mujer que
veríamos en la primera parte de “Paradise: Love”, que cuida a la hija de la
mujer que viaja a África. La tercera parte “Paradise: Hope”, es protagonizada
por la hija de la mujer. Anna Maria es una técnico de un hospital, muy devota,
que en sus tiempos libres se dedica a ser misionera y visitar las casas de su
ciudad para compartir la palabra de Dios, junto con una enorme virgen.
Anna
Maria vive su vida monótona y entregada a su religión. Tiene su rutina diaria y
al parecer es feliz siguiéndola. Cumpliendo el horario en su trabajo, donde
muchas veces tiene contacto con los pacientes, pero para aplacar sus pecados
mentales, siempre puede volver a casa y darse unos azotes como castigo, entre
otras auto torturas. Un día sale de vacaciones y decide quedarse en casa y no
salir de viaje. Así que dedica su tiempo libre a limpiar la casa y a salir a
sus obras misioneras, que al parecer le dan un alivio y algo de significado a
su vida vacía y miserable. Sin embargo, Anna Maria lucha diariamente con sus
demonios y los aplaca con una sonrisa falsa y una aparente tranquilidad y
superioridad moral, que quedan restringidos una vez cruza las puertas de su
casa. Nos enteramos en la trama que antes estuvo casada con un hombre de otra
religión.
Es preciso
la llegada de su esposo lo que desencadena y perturba la tranquilidad de Anna. Su
esposo queda aterrado con su nueva religión, su nueva actitud y sus creencias,
él ha regresado porque la extraña y quiere pasar su vida con ella, pero ella lo
rechaza tajantemente. Todo eso Anna lo ve como una prueba de Dios.
Y es
así como tras ese telón de fondo, transcurre esta historia que atisba sin
reservas y sin censuras, los más oscuros territorios de la fe. La fe como
creación, como invención, como excusa, como opción para sobrellevar la vida,
como antídoto, como castigo, entre muchos otros componentes.
El filme,
como ya vimos en Paradise: Love, es dirigido con sutileza y minimalismo. Si en
África resaltaban los colores del paisaje tropical, en Austria se resalta los
encuadres sobre todo en la casa y los lugares cerrados. Muy buenas tomas
sencillas y efectivas, que incluso ayudan al filme en su desarrollo. Vemos
muchas tomas de espalda a Anna Maria, algo muy simbólico en la intención del
director, sobre todo cuando va en el tren y tenemos un primer plano de su
espalda mientras ella mira por la ventana. Esa imagen me trasmite tanta soledad
y miseria, que es increíble. Por eso, es preciso poner atención a todos los
detalles de fotografía y los planos que el director planea y rueda tan
meticulosamente.
Las interpretaciones
muy buenas, resaltando a Anna Maria, quien es interpretada por una actriz
fetiche del director, Maria Hofstatter, que ha protagonizado ya otros filmes de
Seidl.
En síntesis,
un filme duro y perturbador pero filmado con buen pulso y con maestría, con
todas las obsesiones de este director tan particular, de la misma escuela del
director austriaco más famoso Michael Haneke. Muy recomendada, pero no apta
para estómagos y corazones sensibles. Y por supuesto, aunque “Paradise: Love”
me gustó, esta me ha gustado un poco más. Esperemos a ver “Paradise: Hope”. Por
todo esto:
Trailer de Paradise: Faith
Frases de la película
Parecen interesante el planteamiento de las dos peliculs me las apunto para verlas
ResponderEliminarVale Javier, no te las pierdas. Son muy interesantes. Estoy esperando ver la tercera Paradise: Hope
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