Alumnos especializados en negocios empiezan a enseñar, uniéndose a programas como Teach for America; con problemas para encontrar un trabajo, algunos estudiantes hallaron un lugar en las aulas.
Por: Gary M. Stern
Cada vez más alumnos de negocios, administración y economía están reemplazando sus portafolios y hojas de cálculo con gises y pizarrones. Al tener problemas para encontrar un trabajo y con la necesidad de tiempo libre para considerar sus opciones universitarias, algunos de los estudiantes de negocios encontraron un lugar temporal en las aulas, enseñando en escuelas públicas para Teach for America. Pero, ¿esto beneficia a las escuelas? Y ¿qué impacto tiene para los maestros?
En los últimos cinco años, Teach for America, una organización sin fines de lucro que capacita maestros y los coloca en aulas en todo el país, ha registrado un aumento en solicitudes, pasando de 19,000 en 2006 a 48,000 en 2010. Esta organización sin fines de lucro también ha registrado mayor interés por parte de los graduados en negocios, finanzas, recursos humanos, administración y economía. Los reclutados con estas especialidades representan el 7% de todos los maestros de TFA en 2006, que aumentó a 10% en 2008 y a 11% en 2010. Los graduados en ciencias sociales -una categoría que incluye psicología, historia y sociología- representan el 31% de la fuerza pedagógica de TFA, lo que la convierte en la categoría mejor representada de las especializaciones.
Según el modelo de Cuerpos de Paz, los participantes de TFA se comprometen por un periodo de dos años a enseñar en vecindarios poco privilegiados. Muchos se vuelven maestros de Matemáticas o Negocios, pero terminan enseñando otras especialidades según las necesidades de sus distritos escolares.
A pesar de que la mayoría se marcha después de esos dos años, estos especialistas "impulsan académicamente a los estudiantes, crean fundamentos fuertes y los ayudan a superar cualquier déficit", eso es tan importante como que alguien permanezca 15 años en un salón de clases, dice Chante Chambers, director de reclutamiento de TFA con base en Washington.
Durante el programa de capacitación intensiva de ocho semanas, los maestros de TFA aprenden a crear planes de estudios, organizar clases y enseñar en escuelas de verano, bajo la supervisión de un maestro con experiencia. Las sociedades de empleados con compañías como Deloitte, Bain & Company y J. P. Morgan Chase, permiten que el equipo del primer año deje su empleo para que pase dos años con TFA.
Lauren Hammond, licenciada en Administración de Negocios de la Universidad Forham, de 24 años de edad, está en su segundo año como maestra de Matemáticas en la universidad Siciliana de Lousiana, donde el 90% de los alumnos reciben un almuerzo gratis, el 90% de la población es afroamericana y el resto de raza blanca. Se enamoró de la docencia y aceptó un puesto para el próximo año en Nueva Orleans en KIPP, una red de escuelas particulares subvencionadas. Cuando le preguntamos cómo pagaría sus préstamos universitarios con su sueldo anual de 36,000 dólares al año, ella respondió "poco a poco".
Hammond dice que ha sacado provecho de sus habilidades en negocios aprendidas en la universidad; llevó un enfoque informativo a las pruebas escolares y ayudó a crear hojas de cálculo en Excel que analizan las calificaciones de los alumnos para determinar si necesitan ayuda especial. Sus clases de comunicación la han ayudado a entablar pláticas con alumnos y padres de familia. Ella cree que los negocios y la educación son muy similares, pues ambos se guían por los resultados.
Las desventajas de permitir que los especialistas en negocios actúen con libertad en las aulas
No a todos les emociona que los especialistas en negocios entren a la docencia. "Si comienzan a enseñar por la falta de oportunidades en los negocios, no es la motivación adecuada", dice David Ritcher, director ejecutivo de la Asociación de Educadores de Maestros.
Mientras que los especialistas en negocios son de ayuda en las aulas, muchos no reciben la misma preparación como profesores. Muchos de ellos pasan un semestre aprendiendo de maestros especializados. La preparación de los maestros es crítica para lograr un trabajo efectivo en los primeros años. Y aunque estos jóvenes graduados de la universidad están aprendiendo a tener control sobre esto, muchos de ellos regresan a su camino de negocios.
Linda Darling-Hammond, profesora de educación en la Universidad Stanford y experta en educación de profesores, dice que los especialistas en negocios que comienzan a enseñar son una bendición mezclada y podrían beneficiar al sistema, siempre y cuando estén bien preparados. "De no ser así, la falta de esa herramienta tendrá repercusiones en el éxito de los alumnos y de los maestros", dice.
De hecho, en 2010, la Unidad de Políticas Educativas Conjuntas -un centro de educación e intereses públicos- realizó un estudio en el que se descubrió que el 80% del equipo de TFA lo abandona después del tercer año. El informe dice que los maestros de TFA no han realizado un compromiso explícito con la educación, en comparación con los estudiantes que completan los programas de educación para maestros que recomienda la universidad.
El informe etiquetó sus dos años en la docencia como "una parada".
El proyecto de Harvard sobre la próxima generación notó que el 61% de los maestros de TFA enseña, por al menos, tres años, y el 36% continúa en la docencia por más de 4 años, lo que explica que el informe conjunto no tomó en cuenta a los maestros que permanecen en el campo pero cambian de escuela.
Los que pueden enseñar... ¿pueden ser líderes?
Los graduados en negocios que comienzan a enseñar pueden producir mejores resultados en papeles de liderazgo educacional que en las aulas. "Tener dos bases de conocimiento en un papel de liderazgo puede ser una ganancia neta", dice Darling-Hammond.
Education Pioneers en Oakland, California, una organización sin fines de lucro, ofrece un programa de becas de 10 semanas que capacita a 330 estudiantes graduados para que se vuelvan líderes educacionales como presidentes de escuelas particulares subvencionadas, organizadores sin fines de lucro y directores financieros. De sus miembros en 2011, el 37% eran estudiantes de maestría en administración de negocios (MBA, por sus siglas en inglés).
"Vemos una necesidad desesperada de gente con experiencia en el sector privado que pueda traer sus habilidades a la educación urbana", dice Scott Morgan, presidente ejecutivo y fundador de Education Pioneers.
El programa de becas atrae a estudiantes graduados que han administrado presupuestos multimillonarios y han supervisado equipos globales, para que puedan transferir sus habilidades a la educación pública. La educación pública necesita estudiantes de MBA que no estén ligados a la burocracia educativa y sean más propensos a aceptar el cambio.
Un agente de este cambio es Jimmy Henderson, quien a los 27 años de edad se dio un descanso de trabajar como analista de Boston Consultant Group (BCG) para conseguir una MBA en Educación por parte de la Universidad Stanford. Después de graduarse, se unió a Education Pioneers y tomó una pasantía en la organización sin fines de lucro New Leaders from New Schools.
Después de seis meses, Henderson renunció de BCG en 2009, pagando gran parte del costo de su colegiatura de la maestría a la compañía. Dejó ir la oportunidad de ganar un sueldo fuerte como director operativo de E.L Haynes Charter Schoool en Washington D.C. La escuela independiente tiene 800 estudiantes, 65% de los cuales son afroamericanos, 25% latinos y 10 blancos y asiáticos.
Henderson, un exalumno de una preparatoria rural en Rome, Georgia, con una tasa de graduación de 65%, tiene la misión de ayudar a los estudiantes que no tienen acceso a una educación de calidad, "y eso era más importante que ganar un millón de dólares", dice.
Como director operativo, Henderson usa sus habilidades en operaciones, recursos humanos, finanzas y análisis de información que desarrolló en BCG, en su escuela móvil. Está a cargo de un equipo de 15 personas. Introdujo análisis de desempeño y desarrollo del equipo para impulsar la productividad, y cerró acuerdos de bienes raíces de 12 millones de dólares para renovar y expandir las escuelas.
Henderson dice que se siente recompensado por el impacto que han tenido sus esfuerzos en los niños, y aprendió a llevar las mejores prácticas de los negocios para aplicarlos a la educación.
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