Y sigo con las reseñas extendidas de películas que vi en el pasado FICCI, ahora con esta película colombiana que fue mi favorita dentro de esa sección. Recuerdo que la proyección estuvo completamente llena (y con gente que se quedó por fuera) y las reacciones del público fueron totalmente efusivas (durante el metraje y al final). Por algo ganó el Premio del Público en el festival. Desde ayer se estrenó en salas de cine del país, aunque lamentablemente no en mi ciudad, en Cartagena de Indias, donde se celebra el Festival internacional de Cine, y se pudo ver por primera vez. Por lo que animo a la gente de otras ciudades del país que vayan a verla o incentiven que sus conocidos vayan, porque creo sinceramente que es de esas películas que pueden enamorar a cualquier persona de confiar en el buen cine de entretenimiento que se hace en el país.
La película es dirigida por el cineasta nacido en Güepsa, Santander: Iván D. Gaona (Pariente, 2016), quien vuelve a sumergirnos en un western santandereano lleno de aventuras, personajes coloridos, humor, sátira, acción y calidez. Recuerdo que al final de la película el director contó que grabaron en esa misma zona de Santander y en el Cañón del Chicamocha, siendo apoyados en la producción por la gente local, quienes estaban emocionados por tal acontecimiento y por ser parte de la filmación. La película me pareció una aventura excelente y muy bien construida, y sí, es refrescante ver películas así hechas en Colombia, que no caigan en el dramatismo extremo, la inanidad o en la comedia más socarrona.
Ambientada en el espacio temporal posterior a la Guerra Civil de los Mil Días, en 1902, nos presenta a Alfredo Duarte Amado, un soldado revolucionario que recibe un telegrama con la noticia del embarazo de la esposa de su hermano. Como la guerra ha terminado, Alfredo convence a un fotógrafo para que juntos busquen a su hermano para darle la noticia que es padre, mientras el fotógrafo busca al hombre que mató a su padre. Ambas historias se mezclan e inician un viaje, por el que encontrarán muchos personajes y vivirán muchas experiencias satisfactorias y dolorosas. Quizás el nombre y la temática suene conocido, porque la película es una versión al largometraje de una miniserie del año 2019 del mismo director con el mismo nombre. Yo reconozco no haber visto la miniserie.
Disfruté mucho de esta historia, en donde el director también revisa elementos de la historia y la mitología de esa región del Cañón del Chicamocha, y los mezcla de gran forma con esta aventura sobre la venganza, la memoria, la posteridad (el arte de la fotografía), la guerra y la amistad. Técnicamente es impecable en todos los sentidos, desde su dirección y fotografía hasta la banda sonora, siempre presente. El reparto también hizo un excelente trabajo, y cada personaje tiene un papel especial y cumplen un papel simbólico dentro de la historia, que a la vez está trazada con mucho cuidado y detalle. La película llegó a salas de cine del país, y no deberían perderse de esta experiencia cinematográfica local (y universal, a la vez).
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)
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