Que Paul Thomas Anderson estrene una nueva película inmediatamente nos eleva las expectativas, pues hablamos de uno de los mejores (sino el mejor) cineastas contemporáneos, que nos ha acostumbrado a darnos grandes películas y obras maestras desde el inicio de su carrera (Boogie Nights, Magnolia, There Will Be Blood, The Master, Phantom Thread) y otras que son sobresalientes, notables y originales (Punch-Drunk Love, Licorice Pizza). Debo decir que la que menos me ha gustado, sin ser una mala película es "Inherent Vice", que es una adaptación de una novela de Thomas Pynchon. Por eso, cuando leí que la nueva película era otra adaptación de una novela de Pynchon (Vineland, 1990), pensé que quizás esta nueva tampoco iba a entrar dentro del primer grupo de grandes obras. Por lo tanto, estaba muy reservado y no hice mucho caso cuando empezaron a salir todos esos comentarios de que era la mejor película de la década, de la filmografía de Anderson, etc., etc.
No he leído la novela de Pynchon, pero al parecer es una adaptación muy libre, y es más que todo una inspiración. Anderson como siempre es el guionista, y en esta ocasión nos cuenta la historia de Bob Ferguson (Leonardo DiCaprio), quien es un revolucionario miembro de un grupo radical llamado “French 75”, quienes abogan y luchan por diversas causas sociales a favor de la igualdad, contra la corrupción y en apoyo a las minorías y grupos vulnerables, como los latinos y afroamericanos. Al inicio de la película, que es una especie de prólogo, el grupo ayuda a escapar de un centro de detención a varios mexicanos y dejando encarcelados a los presidiarios. En este prólogo conocemos también a Perfidia (Teyana Taylor, que está sensacional en este papel, lleno de fuerza y sensualidad), quién es la pareja y camarada de Bob en la lucha, pero todo cambia cuando conciben una hija y Perfidia se siente reemplazada, lo que la lleva a alejarse de su familia y del grupo, y es capturada por la policía. Posteriormente, la película da un salto temporal, en donde ya vemos a Willa, la hija de ambos, como una joven que vive con su padre lejos de la vida revolucionaria de antaño. Pero no cuentan con que el coronel Steven J. Lockjaw (Sean Penn), quien estuvo enamorado de Perfidia y la atrapó, sigue interesado en encontrarlos. Esa es en forma general la sinopsis, ya que todo se complica cuando el coronel los encuentra y empieza la persecución, mientras que vuelve a aparecer el grupo de revolucionarios para ayudarlos, y por el otro lado, el coronel está a punto de entrar a ser parte de un grupo exclusivo de extremistas de élite, quienes rechazan las relaciones interraciales y abogan por todo tipo de segregación de quienes no cumplan los estándares de lo que consideran el norteamericano regular.
Como vemos, la película tiene una premisa muy sencilla, y yo la he descrito como la película más cercana a un Blockbuster comercial que ha hecho el director. Pues, es en esencia una película de acción, pero además es un thriller policial y de crimen, con un trasfondo político muy identificable que se puede comparar al de los años que corren, también hay drama político y conspirativo, drama familiar, y todo acompañado de un humor negro y mucha sátira, en donde podemos reconocer algunos aspectos previos de algunos trabajos de Anderson, en cuanto al uso de la comedia en sus obras. Pero aún así, la película me pareció bastante inusual en el cine del director, y un acercamiento por primera vez a un género (o mezcla de géneros) que le da mucha versatilidad a su catálogo, y en donde podemos identificar referencias a los hermanos Coen (El Gran Lebowski) y visualmente, gracias al uso del formato VistaVision, a algunas película del maestro Hitchcock, entre otras.
Personalmente disfruté mucho de la película. Es muy disfrutable y entretenida, y a pesar de su duración (casi 3 horas), es una película con un ritmo trepidante de inicio a fin, con mucha tensión, muy bien dosificada por los momentos cómicos, pero que en general no da respiro para el aburrimiento. Creo también que ese toque humorística y satírico muchas veces dibuja a los personajes en los extremos, muy caricaturescos, como ocurre en casi todos los Blockbusters, y en donde también tenemos a un antihéroe (DiCaprio), y en algún momento aparece un salvador latino, protagonizado por Benicio del Toro, quien hace un muy buen papel, con su tranquilidad y estoicismo en medio del caos. Así que, aunque hay algunos protagonistas principales, el resto del reparto es muy coral y tienen importantes participaciones, y cada uno también representa una especie de etiqueta (símbolo) dentro de todo este cóctel de emociones y acciones. Creo que tal como la estoy describiendo, me da la sensación que puede acercarse al efecto que tuvo en mí la película, “Mad Max Fury Road”, otro Blockbuster de calidad y muy bien hecho y cuidado estética y artísticamente. Y debo decir que “One Battle After Another” cuida muy bien estos aspectos. La dirección de Anderson es muy eficaz y cuando escuchas la excelente banda sonora de Jonny Greenwood combinada con algunas imágenes y planos de Anderson, inmediatamente piensas que estás viendo una de sus películas. Anderson es un maestro en el uso de la música en sus obras, por algo también es director de vídeos musicales, y acá no es la excepción, tenemos varias escenas y planos muy bien logrados, como esa escena de persecución de los autos en la parte final de la película, que además es muy Hitchcockiana, entre otras secuencias.
Las mejores películas de Anderson, personalmente me han encantado, además de por su siempre virtuosismo en la parte visual, artística y estética, por sus historias y personajes. Es un excelente guionista y nos ha dado una variedad de personajes complejos, además de un toque psicológico que siempre contrasta paralelamente con el análisis de algún movimiento, con una institución, con alguna emoción (trauma, pérdida) o con el poder en general. Si he de identificar algún tema general sobre el que descanse toda esta historia, supongo que en la superficie saldría a flote el tema de la familia, específicamente de la paternidad (y por supuesto, la ausencia de la maternidad). El personaje de DiCaprio abandona su ideología y su lucha colectiva cuando se convierte en padre, mientras su madre es incapaz de hacerlo. Y hay otra vertiente correspondiente al tema que no puedo comentar para hacer spoiler, pero supongo que en efecto, la paternidad es uno de los temas centrales, así como el legado y el futuro de las luchas sociales.
Por lo tanto, aunque no considero que sea una obra maestra, ni la mejor película del director (decir eso es irresponsable e irrespetuoso con su filmografía, y creo que va en contra de la película), creo que es una buena película, un Blockbuster disfrutable y muy bien cuidado en diversos aspectos, además de un buen desempeño de Anderson en estos géneros, que antes no había explorado. Recomiendo que vayan a verla al cine, la van a disfrutar (en la sala donde estaba la gente se reía mucho), y ojalá que la atención que está tomando la película sirva para que la gente se interese en conocer las filmografía de Anderson, que es como pocas, impecable. Y no me molestaría si por esta película, un poco más comercial, le dieran a Anderson todos los premios que aún no le han dado.
Comparto acá otros posts sobre películas de Anderson en mis blogs:
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