Nolan se redime un poco tras su último descalabro (Tenet), y en esta adaptación de la vida del reconocido físico Julius Robert Oppenheimer retoma y vuelve a ejecutar con destreza lo mejor de su ya característico estilo, sin dejar algunas de sus también conocidas manías. En tres horas logra dosificar muy bien una estructura compleja que abarca varios frentes importantes en la vida del físico: su formación precoz, su personalidad y vida íntima; el auge de su nombre como importante físico y la presencia de la física (teorías, conceptos y descripciones) dentro de la narración; los cimientos del rencor de Lewis Strauss y otros colegas contra él; la dirección del Proyecto Manhattan que desarrolló las primeras armas nucleares; y finalmente, la investigación y proceso judicial por ser presunto colaborador de la Unión Soviética.
Esos son los temas y pilares centrales de la trama, y me parece que en esta ocasión logra estructurar de buena forma todos esos elementos, sin necesidad de seguir un orden cronológico, sino al decantarse en poner de hilo conductor de todo la psicología del personaje central: sus emociones, sus contradicciones y su sentimiento de culpa, el cual se ve bien retratado muy pronto, cuando el joven estudiante planea asesinar a un maestro estricto que él siente que lo menosprecia a través de una manzana con cianuro (guiño a Alan Turing, personaje con muchas coincidencias).
Desde muy temprano se manifiesta una pasión extrema por el aprendizaje, el conocimiento y los misterios del mundo, con influencia del hinduismo, y en consecuencia al mismo entorno y tiempo que le tocó vivir: la guerra. Por lo tanto, tuvo que direccionar sus esfuerzos en un arma de destrucción que él no concibió en todas sus terribles posibilidades desde el inicio, como el mismo fuego que Prometeo entrega a los humanos; por eso la correcta referencia, que viene del mismo libro que adapta Nolan: “Prometeo americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer” de Kai Bird y Martin J. Sherwin, que ganó el Premio Pulitzer en el 2006. No he leído el libro por lo que no sé si la estructura viene del libro, pero Nolan hace una muy buena adaptación.
Me parece una película muy sólida, que quizás en los momentos donde se pierde en la jerga científica pueda despistar a algún espectador, pero en esta ocasión no abusa de la reiteración y la explicación excesiva, sino que deja que los conceptos afloren y en ocasiones usa las mismas imágenes para ambientar esos momentos o la misma interacción de los actores da muchas pistas. Pero aún así hay momentos donde aparecen esas viejas manías, en donde se excede, y el ritmo sufre. Pero afortunadamente son muy pocos, y la película en general mantiene un muy buen ritmo, intercalándose en los distintos temas, con las emociones contradictorias apareciendo con epicentro de la narración.
En sus aspectos técnicos es tremendamente sobresaliente, con la fotografía, el diseño de producción, el sonido, y un excelente trabajo de sus actores, destacando por supuesto a Cillian Murphy, el actor irlandés que ha aparecido en varias películas de Nolan, pero que por primera vez protagoniza una, y es un gran acierto. Y el retrato que hace de la figura de Oppenheimer me parece genial porque es muy complejo, con muchos grises y contradicciones, y los que piensan que se hace una reinvindicación total de la figura del físico deberían volver a verla, porque es el retrato de un alma brillante pero atormentada, a la vez que es fría, calculadora y en eterno conflicto. Y pocas veces Nolan ha logrado esta complejidad en sus personajes, aunque ya si extendemos la mirada a los otros personajes secundarios, y en efecto a los femeninos, ya veremos los viejos vicios al descubierto, porque nunca han sido el fuerte del director. Y sin dejar de mencionar ese espíritu triunfalista y patriótico que se siente en esos típicos biopics de héroes americanos,que acá también se llega a sentir, con la salvedad del evidente conflicto interno del personaje. Sin embargo, es una película muy buena, sólida, compleja, entretenida, y que vale mucho la pena disfrutar en salas de cine, y conocer un poco más de esos años de la historia, con efectos que aún nos cubren hasta estos días.
Tráiler de Oppenheimer – (Link 1)
Frases y Diálogos de la película – (Link 2)
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)