En un post anterior ya había publicado mi reseña y análisis de los primeros ocho episodios de la serie. Dejo el link:
Por lo tanto, a continuación hablaré de los dos últimos capítulos de la serie, de las decisiones, las polémicas sobre el tratamiento de los personajes, etc., y sobre todo un mensaje para los aparentes puristas de los libros, que cada semana sacan alguna queja, y en el episodio 10 se han desatado con argumentos bastante flojos y penosos, que me parece no señalan directamente y acertadamente los verdaderos errores que tuvieron. Así que sigamos:
Ep. 9: El Consejo Verde
En este capítulo solo salen los verdes e inicia con el anuncio de la muerte del Rey Viserys. Me gustó mucho el inicio pausado, contemplativo, lúgubre y con una tensión en aumento en todo el resto del capítulo. Muy buena también la música, que recuerda mucho a ese memorable capítulo de Juego de Tronos: La Luz de los Siete, en donde también se cocinaba lentamente un desastre. Pronto Alicent trasmite a su padre, Otto, el supuesto último deseo de Viserys en su lecho, de que su hijo Aegon fuese su sucesor, lo que le da la respectiva excusa a ambos de llevar a cabo sus planes e iniciar el Consejo Verde, donde decidirán la coronación de Aegon II como rey, ignorando la legitimidad de Rhaenyra.
Luego de ese notable inicio, entonces empezamos a tener bajones, momentos extraños o no tan bien logrados, empezando con el mismo Consejo Verde. Me parece bien que se muestre la contradicción de Alicent durante todo el capítulo, al debatirse entre la tristeza y el impacto de la muerte del rey, los deseos de sucesión para su hijo (impulsado por su autoengaño de las últimas palabras del rey) y las inevitables maquinaciones de su padre y el resto del consejo a sus espaldas. Y quizás podría añadirse la preocupación por el destino de su ex amiga, Rhaenyra, ya que es la primera en nombrarla y preguntar sobre su destino. Así que creo que el conflicto de interno de la reina está bien planteado, también la posición de Otto que nunca cambia, pero hubo algunas cosas extrañas, como la reafirmación de algunos miembros sobre los planes oscuros y el mismo Criston Cole que sigue sumando cadáveres y mostrando actitudes un poco impulsivas. Me parece que sigue siendo uno de los personajes más desdibujados en cuanto a sus reacciones y sus decisiones. Y el final del consejo con Ser Harrold Westerling defendiendo su honor y lealtad al rey pero saliendo como si nada, aunque Otto había dicho que nadie salía, incluso ordenando la muerte de los que intentaban abandonar la Fortaleza Roja. Por lo que el Consejo se sintió un poco cortado y sin la fuerza que quizás debió tener.
Luego, sigue quizás la parte más extensa del capítulo y también un poco absurda, que es la respectiva búsqueda de Aegon por Alicent y Otto por sus respectivas cuentas para poder hablar con él de primero y poder influir sobre la decisión sobre Rhaenyra. Acá aprovecharé para mencionar lo que algunos lectores llaman blanqueamiento de personajes, como Alicent, quien en los libros nunca duda en sus objetivos:
¿Blanqueamiento de personajes?
Hay que distinguir siempre que la adaptación audiovisual de un texto es otro producto, otra obra, en especial cuando en el texto original no hay desarrollo de situaciones, sino que corresponde a crónicas de terceras personas, quienes dan tres versiones de cada hecho, y por supuesto están sesgadas por cada narrador. Es por esto que creo que la serie ha decidido bajar los colores de algunos miembros, de verdes y negros, haciendo unos no tan malos y otros no tan buenos. Dando más matices a personajes como Alicent, Daemon, Rhaenyra, Aemond, entre otros. También me parece importante la lectura de la serie no con los ojos actuales, con mirada progresista y lo políticamente correcto, porque creo que tendríamos una serie muy aburrida y no acorde al menos a la época histórica que inspira la ficción, como es el medioevo.
Voy a mencionar el caso de Daemon que es interesante, porque es un personaje gris desde los libros, pero en la serie los lectores lo han acusado tanto de blanqueamiento como de oscurecimiento (voces que han aumentado en el episodio 10). Hay que recordar precisamente que aunque en los primeros capítulos él visiblemente cometía algunas acciones violentas, la cámara prefería no mostrar las acciones, algo insólito en este universo, pero también se han omitido escenas que lo muestran un poco más cálido y cercano. Creo que el personaje no ha sido desdibujado, sino que se le están dando matices muy marcados, sin sacarlo de esa dualidad, del ser ambicioso, impulsivo, pasional, pero también con mucho amor y fidelidad a su familia. Así sea que en algunos momentos se aumente o se restringa momentos de una parte u otra.
Siguiendo con el episodio, luego del metraje gastado en la búsqueda de Aegon, que igual se mantiene intermitente con otras escenas más importantes de intermedio, pero en la que creo que se puede rescatar la misma actitud del joven heredero en huir de sus responsabilidad impuesta, también la ambición de su hermano Aemond en querer suplantarlo y quizás también los inicios que cimienten la división de bandos de los gemelos Cargyll. Eso es lo que rescato de toda esa parte, pero se me hizo muy extendida, además quizás de la sugerente exposición de los gustos sexuales de Aegon. Interesante la parte de Mysaria y su negociación por la entrega del príncipe, que además nos muestra un detalle importante que en el episodio quieren resaltar y es la importancia del pueblo, para legitimar un rey y también para poder tumbarlo en un futuro.
La conversación de Alicent con la princesa Rhaenys también me gustó, y me gusta la importancia que le están dando a la reina que no fue, sobre todo como símbolo de la represión femenina, y aquí en su contrapunto con Alicent haciéndole ver que su vida sigue y seguirá regida por la decisión de los hombres a su alrededor, y ya luego comentaré sobre el final, y también en lo que será su contrapunto con la misma Rhaenyra. Luego de esta escena, preciso se nos muestra el enfrentamiento de Alicent con su padre Otto, para retomar el control de la situación e imponerse a la influencia de la mano del rey, en donde le saca en cara su constante manipulación durante toda su vida, pero decide aceptar el presente pero estar en control de la situación y los acontecimientos. Tras esa muestra de poder, y reforzando la contradicción de la reina, viene la escena de los pies con Larys Strong, donde la vemos nuevamente sometida aunque de forma consciente para lograr otras ventajas sobre su padre y de control sobre el reino, ordenando indirectamente un homicidio, a pesar de los conflictos por tener un reinado en paz, pero la reina es consciente de que a veces se necesitan algunos sacrificios. Por eso todo esto me parecen detalles que alimentan muy bien a su personaje y lo enriquecen más.
Y llegamos al tramo final, que tiene muy buenas escenas, dos de ellas van en secuencia, como es el escape de Rhaenys y la coronación de Aegon, ante las miradas de orgullo, duda, rechazo y desaprobación de su propia familia. Y el pueblo, dirigido como ganado hacia Pozo Dragón para presenciar la coronación y legitimar el acto ante los detalles simbólicos de Aegon vinculados al conquistador y el mismo escenario donde reposan los dragones, como un sutil recordatorio de poder. Creo que el capítulo hubiese quedado bien hasta la coronación de Aegon, pero luego vino el golpe de efecto con el resurgir de Rhaenys y su dragona desde el suelo, llevándose por delante a varios civiles. Yo no estoy en desacuerdo con que ella no los haya matado a todos, además que no habría serie si lo hiciera, porque es entendible su posición, pero lo que no me gusta es que se pierde un poco el ritual de la escena en mención y el protagonismo de los verdes en su episodio. Entiendo que esto también es incluido para futuras implicaciones, pero simplemente me pareció innecesario, aunque puedo entender el interés en reforzar la imagen de Rhaenys. Pero personalmente me pareció innecesario, y se suma a las otras cosas que no me gustaron del capítulo, pero en general resulta bueno.
Ep. 10: La Reina Negra
Con “La Reina Negra” llegamos al capítulo final de la primera temporada. Y debo reafirmar primero, que me alegra mucho este regreso por lo alto de la saga y el universo de Canción de Hielo y Fuego, personalmente porque sinceramente no esperaba seguir productos de la serie con la misma emoción. Y hablo más sobre eso en mi análisis de los primeros ocho capítulos. También debo decir que se nota que esta serie y sobre todo su piloto y primeros capítulos fueron una prueba a la audiencia, un tanteo para probar si la audiencia seguiría fiel y serían capaces de incrementarla. Y me gusta que la prueba se haya pasado con creces porque ya los showrunners han salido a confirmar un mayor desarrollo a partir de la segunda temporada, en donde ya no habrá más saltos temporales, y se podrá observar con más detalle la construcción que vienen haciendo de cada personaje, las referencias, las motivaciones y decisiones tomadas. Y los lectores de los libros deberán estar también preparados porque habrá muchos más cambios y desarrollo de los que tiene el texto de Fuego y Sangre.
Pero siguiendo con el capítulo, debo decir que sentí la primera parte del episodio un poco acelerada, a pesar de centrarse solamente en el bando de los negros, sentí que había muchas cosas ocurriendo al mismo tiempo, y creo que el montaje no ayudó a sintetizarlas y unirlas de mejor forma.
Habiendo dicho esto, me gusta la escena inicial de Rhaenyra con su hijo Lucerys, y se nota la importancia que va a tener en este episodio, en donde se muestran las dudas del joven en heredar Marcaderiva. Pasando a la entrada de Rhaenys para dar la noticia de la muerte de Viserys y coronación de Aegon a Rhaenyra y Daemon. Esta escena también estuvo bien, además de que se explican las acciones de Rhaneys en el episodio anterior, y el impacto tanto de Daemon y Rhaneyra con la noticia. Luego, tenemos otra larga escena de parto, que no estoy seguro si era necesaria otra tan extendida, mientras tenemos a Daemon planeando los primeros movimientos para defender Rocadragón y el ataque a Desembarco del Rey. Aquí me pareció interesante que mientras la princesa en parto grita el nombre de Daemon, éste sigue con los planes pero se alcanza a notar cierta perturbación, que puede indicar los malos recuerdos con el parto de su ex esposa Laena, o también se da el pie para pensar quizás una preparación ante la posible muerte de la princesa. Esta parte me pareció bien lograda, sobre todo en la exposición de la dualidad del personaje, que seguiré ahondando más adelante, porque es el personaje que más ha generado críticas tras la publicación de este episodio.
Seguimos con la escena de parto, pero esta vez llegan los dos hijos mayores de la princesa, a quien ella da las nuevas noticias, y al Jace preguntar por Daemon, Rhaenyra contesta que está como loco preparando una guerra, por lo que lo envía como su heredero para avisar que no se tomará decisiones hasta que ella salga de la cama. Aquí seguiré hablando de Daemon, porque me parece entendible su reacción, tras la noticia de la muerte de su hermano (que él cree asesinato, y al que indudablemente quería) y la usurpación del trono, junto a su esposa sufriendo las labores de parto y la amenaza de los Hightower, se ve notablemente abrumado y consumido por su misma esencia impulsiva y pasional. No estoy diciendo que esté de acuerdo con que en un momento más adelante tome a Rhaenyra por el cuello, al ver que ella sigue los pasos del camino pacifista de su hermano, sino que me parece entendible ante lo que está ocurriendo, y para nada me cambia su esencia. Daemon también se ve muy afectado por la muerte del bebé, que se junta con todas las demás cosas, en esa escena en la playa de sufrimiento en soledad; y tras la discusión con Rhaneyra, ella le da un golpe más al recordarle que su padre la eligió a ella para sucederlo, y solo a ella le contó la profecía de Aegon el Conquistador. Es lo que pienso sobre esa escena que ha despertado tanta polémica en algunos, y Daemon sigue siendo de mis personajes favoritos, aunque a la guionista Sara Hess le desconcierte el tema, lo que sí me parece preocupante que lo haya dicho porque muestra cierto sesgo ideológico, aunque supongo que ella no tomará todas las decisiones.
Me gusta la actitud de Jacaerys cumpliendo los deseos de su madre incluso contra Daemon, y toda la actitud que muestra después con la propuesta de irse de voluntario como mensajero a confirmar lealtades de los otros señores. Se nota el contraste con la personalidad de Lucerys, un poco más temeroso y nervioso.
La escena de la ceremonia funeraria de la hija muerta de los príncipes también me gustó, que preciso desencadena en la coronación de la reina negra, con la hincada de la rodilla de todos los presentes y la mirada de aprobación y sonriente de la princesa Rhaenys, la reina que no fue, quien acá sigue como figura y reivindicación del poder femenino (mirando a sus nietas inclinarse), y reconoce en Rhaenyra a la reina que quizás ella pudo ser, sobre todo al observarla tomar las decisiones frente al grupo de hombres que imploraban ir a la guerra. Y es precisamente eso lo que Rhaenys le dice a Corlys cuando llega a Rocadragón y éste duda por un momento en apoyar la causa de Rhaenyra. A partir del momento de la coronación, el ritmo del capítulo se estabiliza y mejora en su conjunto, y siguen con las reuniones en la sala de consejo, donde vemos ese impresionante mapa de poniente con fuego en el fondo y a Daemon haciendo recuento de los hombres, las alianzas y los dragones en el poder de los negros. Luego la acción pasa al puente de entrada con la llegada de Otto Hightower y su comitiva para entregar las peticiones a Rhaenyra para aceptar el reinado de su hermanastro, Aegon. Otto cumple con su misión, Daemon se contiene de cortarle la cabeza y Rhaenyra rememorando la escena de los primero capítulos, cuando también llegaba a mediar entre Daemon y Otto, llega en su dragona y luego de condenar la traición de los verdes, escucha las condiciones y tras ver una hoja que le recordó sus tiempos de amistad con Alicent decide dar una respuesta el día siguiente. Aquí se nos reafirma el momento de duda que pasan las dos reinas antes de dar el primer paso en la guerra, y la misma Rhaenyra dice en el consejo que no será la primera en dar un golpe, que es lo mismo que argumentó Rhaenys para no hacer nada en Desembarco del Rey.
Ahora damos un salto porque ya comenté la escena polémica de Daemon y Rhaenyra, y la de Corlys con Rhaenys. Siguen a otro consejo, donde Corlys llega y manifiesta su incondicional apoyo a la reina, más la noticia del triunfo contra la triarquía que les garantiza frenar el comercio y tránsito a la capital por el mar angosto y ordenar un asedio hasta la rendición de los verdes. Y allí es que los Jace y Luce se proponen para servir de mensajeros con sus dragones para reafirmar las lealtades de las casas Arryn, Stark y Baratheon. Y me pareció interesante cómo Corlys entra aún indeciso sobre su decisión, llamando a Rhaenyra princesa y preguntando por Daemon, pero ella lo confronta y le recuerda su juramento, mientras el señor de las mareas mira hacia su esposa y luego a donde están sus cuatro nietos, quienes ya están comprometidos en matrimonio, y entonces se vuelve hacia Rhaenyra y le llama majestad por primera vez. Curiosamente, Rhaenys tuvo que ver en esa decisión también, luego de ser ella quien dudaba de la legitimidad y la posibilidad que hubiese una reina en poniente. Son bellos y simbólicos detalles.
Y finalmente pasamos a la despedida de Rhaenyra con sus dos hijos antes de partir a sus respectivas misiones, y donde recuerda parte de ese diálogos que tuvo con su padre Viserys en el primer episodio sobre la relación de los Targaryen con los dioses y los dragones, que será muy importante para la nueva decisión que se hizo en la trama, en la otra escena polémica del episodio. Me gustó la partida de los tres dragones, los chicos junto a Rhaenys, quien iba a patrullar los Peldaños de Piedra, y luego la atención a Lucerys en su misión a Bastión de Tormentas. Sin olvidar la escena de Daemon en búsqueda de los dragones sin jinetes. La escena en Bastión de Tormentas me gustó, la presencia de Borros Baratheon, Aemond y Lucerys, quien se plantó y no se dejó intimidar de su tío. Y para ir directamente a la polémica, no me molestó el nuevo rumbo que le dan a la trama, al hacer que los dragones en medio de la batalla y la tensión hayan desobedecido a sus jinetes, haciendo énfasis nuevamente en eso que mencionó en el primer episodio Viserys sobre el control ilusorio de los dragones. Así que es algo que la serie vino plantando desde el inicio, y quizás porque los jinetes son aún jóvenes el vínculo no es tan fuerte, pero en realidad no sé cómo lo irán a desarrollar. Pero eso no me molestó, aunque parezca que toda la guerra va a iniciar sin intención. Lo que sí no compró mucho es que Aemond haya ido en medio de una tormenta con su gigante dragón sólo para asustar a su sobrino y luego luzca sorprendido, porque creo que iba con una intención clara. Con ese detalle sí tengo conflicto, con el móvil y motivo que desarrollan, para una reacción un poco absurda, y dando el motivo suficiente a Rhaenyra para iniciar la Danza de los Dragones. Porque aunque Aemond se ha mostrado como el hijo más recto y entregado a la causa del reino, que entendería perfectamente lo que significa dar un primer golpe al enemigo, mostrarlo tan sorprendido al final es algo que no me encaja mucho. Aunque ahora todo queda abierto, y veremos con el éxito de la serie cómo los guionistas, creadores y directores desarrollarán una próxima temporada, ya sin presiones y con cierta libertad y tiempo de desarrollar tramas, secuencias y personajes.
Por lo pronto, me ha parecido una primera temporada sobresaliente y
satisfactoria con alguno que otro pequeño problema, pero su impacto y
virtudes superan con creces lo demás. Y será una larga espera hasta la
segunda temporada. Por lo pronto, a repetirla, a volver a ver Juego de
Tronos, a leer los libros y a seguir disfrutando de este universo que se
seguirá expandiendo.
Acá comparto la compilación de las mejores frases y diálogos de todos los capítulos de la primera temporada: