viernes, 3 de marzo de 2023

Reseña de la película: EO (Jerzy Skolimowski) - 2022 / Polonia / Estreno en Cines

 
 
Tras ver “EO”, curiosamente y de forma incorrecta la palabra que venía a mi mente era “humanismo”, por lo acostumbrados que estamos a que se exhalte las bondades, las virtudes, los conflictos y los claroscuros de nuestra especie. Pero al tratar de buscar el equivalente adecuado, como es quizás “animalismo”, me sentí un poco raro porque creo que no era la palabra que buscaba para expresar la exaltación de un ser vivo, de un animal. Y creo que se debe a la percepción colectiva y contemporánea que tenemos de la palabra, al entenderla más como la forma en que los humanos se relacionan con los animales y defienden sus derechos, en lugar de su más profundo significado filosófico que explica la teoría de que incluso los humanos somos animales. Así que decidí utilizar la siguiente idea: “EO es una oda a la vida de los seres y criaturas vulnerables ante la hegemonía de los humanos, quienes a la vez viven a la merced de su disposición, de su bondad y su valor como elemento productivo dentro de su realidad”. 
 
 

 
 
Pero bueno, tampoco quiero dejar todo en conceptos tan generales, pero sí necesitaba una base para iniciar el desarrollo de las ideas. Así que teniendo en cuenta el concepto filosófico de la palabra, quizás sí podrías hablar de una fábula animalista, que a la vez se nutre de la gran película del mítico director francés, Robert Bresson: “Al azar, Baltasar”, en donde nos muestra a un bello burro llamado EO, quien trabaja en un circo junto a su ama, Magda, quien tiene un número artístico con él en medio de unas luces rojas que se seguirán observando durante todo el filme (aunque quizás la escenas del show con las luces rojas en medio de la oscuridad o el simple uso de los contrastes entre rojos y negros también hace parte de la simbología de este juego de colores bicromático, que a veces aparecen en situaciones de peligro, de transición, de felicidad, sin indicar una emoción específica, por lo que podría referirse simplemente a su mirada y su consciencia). Pero en el día, EO, trabaja cargando metales para quizás el padre o novio de Magda, quien en ocasiones lo maltrata ante la impotencia de Magda. Parecería un ambiente tóxico para el animal, pero éste lo soporta por el amor que siente hacia Magda, quien siempre guarda en su memoria sus caricias, su voz y sus gestos. Pero la vida de EO cambia cuando un grupo de animalistas se encuentra protestando para hacer cumplir una nueva ley contra el maltrato animal, y descargan a EO del peso de su trabajo matutino para posteriormente subirlo a un camión y llevarlo a una granja familiar de animales, alejándolo de Magda. En la escena de ve a Magda llorando y EO también derrama una lágrima. Aquí también se plantea uno de los primeros temas interesantes que la película crítica, como es tanto la banalidad de algunos animalistas (en cuanto a las acciones sin contexto y estudio de las condiciones reales del animal, la protesta superficial como algo de moda y bien visto pero poco compromiso a posteriori con los afectados o rescatados; y más de fondo, con el papel servil de algunos animales, y muy en específico el burro, como animal de carga pesada).
 
 

 
 
Skolimowski dirige de forma magistral esta aventura, tratando en muchos momentos de darnos una perspectiva desde los ojos de EO, y con una excelente fotografía que a la vez capta muy bien las atmósferas y la belleza de los paisajes, con una variedad estratégica en el uso de los planos en picado y esos close up a los ojos que EO que trasmiten tanto, entre ellos la inocencia, la tristeza, el anhelo y la vulnerabilidad. A la vez, que esas escenas oníricas y totalmente sensoriales que sirven para hacer transiciones de tiempos y espacios, y para tratar de involucrar al espectador con las emociones de EO, de la mano de un uso del sonido y con una banda sonora realmente destacables. 
 
 

 
 
Pero siguiendo un poco y haciendo un resumen de la cronología de experiencias de EO tras abandonar su hogar, encontramos una variedad muy interesante donde nos expone y realiza paralelismos entre el animal y los animales humanos. Como cuando lo llevan a un lugar donde es el único burro dentro de un grupo de caballos finos y hermosos, que él además logra ver desde su carro corriendo con aparente libertad, pero luego que llega al sitio ve como son también utilizados para la vanidad de los humanos y viven en pequeños cárceles, a pesar del minucioso cuidado que les dan. Otro episodio muy bello, gracioso y a la vez triste es el que se presenta con los dos equipos de fútbol, en donde EO influye en el cobro de un penal a favor de uno de los equipos, haciéndole conocer el cariño y agradecimiento, mientras que también por otro lado conoce la maldad y la violencia, que ya conocía, pero de forma más agresiva. En otra escena se escapa y se encuentra en plena área de caza, en donde es herido y ve morir a un zorro o lobo. Y por supuesto, sin dejar de mencionar el episodio del camionero que vende los animales para consumo de su carne y es asesinado por una inmigrante de la que piensa aprovecharse, y el penúltimo, en donde EO es recogido por un joven cura que vuelve a casa tras varios años, como especie de hijo pródigo, aunque evidentemente no es hijo, y la que a la vez me parece el episodio menos interesante, o tal vez no lo he comprendido y analizado correctamente. Hasta otras aventuras que lo llevarán a un incierto final… 
 
 

 
 
La película es una maravilla, una joya y creo que de las más poéticas del año. Ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2022 y se encuentra nominada a los Premios Oscar como Mejor Película Internacional, por Polonia. No dejen de ver y aprovechar a verla en salas de cine, para ver una historia bella y triste contada con mucha gracia, sofisticación y sobre todo mucha alma, que a la vez que nos invita a miramos a nosotros mismos a través de EO. Al final de la película sale un anuncio donde dice que la película se hizo con amor a los animales y ninguno de ellos sufrió durante la película. 

 
 
 

Reseña de la película: EO


 

Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)

 

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