“Sorda” es la ópera prima de la directora española, Eva Libertad, quien ya había dirigido varios cortometrajes, entre ellos uno llamado igualmente, “Sorda”, que es la génesis de este largometraje, y en donde también participó la protagonista (y hermana de la directora), Miriam Garlo, quien además es la inspiración para la historia, ya que Miriam también nació como persona oyente pero perdió el 70% de su capacidad auditiva a los 7 años, a causa de una reacción alérgica a una aspirina (aprendió a leer los labios y mantener el habla, pero solo se reconoció como persona sorda hasta los 30 años). El drama central de la película, que es el deseo de tener un bebé de la protagonista, también surgió de pensamientos y miedos de la misma Miriam Garlo, que su hermana le hizo escribir para luego transformar en un guión.
La película nos presenta a Ángela, que es una mujer sorda que va a tener un bebé con su pareja, Héctor, quien es oyente. El embarazo hace que afloren viejos miedos de Ángela, quien ha tenido que luchar toda su vida contra la discriminación, las burlas y el menosprecio, y ve que la llegada de su bebé, quien además resulta nacer como oyente, la lleva de vuelta a todas esas emociones que había superado. Al tener una hija oyente, ambos tienen conflicto en la forma de comunicarse con ella y enseñarle el lenguaje principal, por lo que tendrán que afrontar todas esas nuevas dificultades, porque como en cada llegada de un nuevo miembro a la familia, ya nada será igual.
“Sorda” es una de las películas más conmovedoras del año, y la primera que logró sacarme algunas lágrimas. Sabemos que el cine con temas de discapacidad muchas veces rayan lo sensiblero, lo excesivo victimista y el edulcoramiento de las situaciones y de la misma realidad. En Sorda todo está muy bien medido y el drama es muy humano y real (y es porque es extraído de la pura realidad).
Me gusta mucho como examina, retrata y escarba los conflictos de una relación de pareja, además con el elemento especial de que una sea sorda y el otro oyente. Ambos se equivocan y ambos tienen preocupaciones reales y válidas, pero al inicio precisamente intentan hacer parecer que no hay ningún problema, y esa es la raíz de todo lo que sigue. Salen trapos a la luz, los sacrificios de cada uno hace o hizo para con el otro, y la relación de ambos es tan bonita y bien planteada, que el espectador se siente afectado y muy metido dentro del drama, hasta pensar que no hay una solución visible.
La película nos habla de la dificultad de ese tipo de relaciones, pero también del problema general de comunicación en las parejas de todo tipo, incluso cuando ambos son oyentes, y la complejidad en las interacciones con la familia de cada uno, los amigos de cada uno y todo el mundo exterior (porque el mundo no está hecho ni medianamente adaptado para personas como ella), quienes desconocen la incapacidad, por la que ella tampoco quieres ser identificada. Son varios dramas complejos muy bien tratados e hilados, con una sutil y sensible dirección, fotografía y diseño de producción. También el manejo del sonido es muy importante, y el diseño sonoro está muy bien realizado. Y por último, el excelente trabajo del reparto, resaltando a Miriam Garlo y Álvaro Cervantes, ambos están muy bien en sus papeles. Y su final, es de las cosas más hermosas y conmovedoras que se verán en el año. Es bella, dolorosa, honesta y humana. Y es interesante e importante que se siga explorando la maternidad desde distintos puntos de vista. La película, además, es la primera del cine español completamente accesible para personas sordas, ya que en su mayor parte todos los actores se expresan por medio del lenguaje de señas. Muy recomendada. La película estuvo hasta hace poco en salas de cine, y debe seguir en otras salas del país (Colombia). Otra película española notable en este 2025.
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)
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