domingo, 24 de mayo de 2015

El Abrazo de la Serpiente (Ciro Guerra)

Ciro Guerra



Al revisar la filmografía del director colombiano Ciro Guerra, podemos encontrar que desde su ópera prima, “La sombra del caminante” (2004), ambientada en la capital citadina del país, pasando por “Los viajes del viento” (2009), ambientada en la región norte del país, y con su última película “El abrazo de la serpiente” (2015), donde se sumerge al corazón del Amazonas; Guerra se ha encuentra desde el inicio de su carrera buscando visibilizar de forma distinta y original la geografía colombiana, desentrañando entre las mismas poblaciones y su cultura, una voz propia que logre identificar a los espectadores nacionales, y a aquellos que se acerquen con curiosidad a explorar los misterios y características de la diversidad del país.  

Poco a poco ha ido mejorando su propuesta y su visión, alcanzando en poco tiempo una cumbre con su más reciente película, “El Abrazo de la Serpiente”, la cual tuve la oportunidad y fortuna de ver en cine hace unos días. Ciro Guerra dirige y colabora en el guión escrito a dos manos con Jacques Toulemonde, esta película que a través de una narración atemporal, que se difumina entre el pasado, presente y futuro, cuenta la historia de Karamakate, un imponente indígena chamán, el último sobreviviente de su pueblo, que se interna en la soledad de la selva, hasta que un día recibe la llegada de un etnobótanico que busca una poderosa planta con la que cure la imposibilidad de soñar del hombre blanco. Karamakate accede a acompañar al botánico con el fin de recuperar sus recuerdos perdidos en el tiempo, en una travesía que no estará extenta de aventura, descubrimiento, sorpresas, terror y belleza. 

La película, reciente ganadora de la sección “Quincena de Realizadores” en Cannes, en su primer visionado me dejó abrumado de tanta belleza, poesía, magia y el hermoso homenaje al amazonas y a las tradiciones ancestrales de las tribus indígenas amenazadas en desaparecer desde periodos coloniales. Me llenó de mucha alegría y satisfacción ver que el cine colombiano por fin está encontrando su camino y su propia voz. Porque en esta película se logra precisamente eso. Hace años tenemos esas historias, esos espacios, esos paisajes, esa cultura que aún latente se niega a desaparecer en las profundidades de la selva, pero nunca se había plasmado o retratado de forma tan veráz y propia, como hasta ahora que Ciro Guerra lo ha hecho de forma magistral. Que fiel representación, con un halo de misticismo que acompaña al filme desde el inicio, junto con la visión del indígena, que nos permite apreciar ese lugar sagrado de forma tan especial e íntima, que todos debemos sentirnos sensibilizados al contemplar la majestuosidad, la importancia y la sabiduría de esos grupos que siempre han convivido con nosotros.

Técnicamente brilla con luz propia, con una fotografía impresionante que aprovecha el formato de blanco y negro, más las tomas y encuadres hipnóticos que se amoldan con cadencia con los sonidos y la música que ayuda enormemente a introducir al espectador en el entorno plasmado visualmente… sentimos el río, la brisa, la vegetación, el movimiento y la vida misma de la selva. El guión es muy inteligente y sólido, plagado de perlas en sus diálogos, y con una profundidad que va más allá de lo que presenta y con una crítica letal, venenosa y sutil a los estragos del colonialismo, aún presentes y comparables en los años que corren; así como el veneno de una serpiente, pero sobre todo en mantener un hilo conductor que también se traslada entre lo real y lo mágico, con dosis justas y acertadas de simbolismos y metáforas visuales, que enaltecen el valor artístico de la obra en general. Hablando de metáforas, la del mismo título del filme me resulta hermosa y perfecta, lo que permite que esbocemos el gran trabajo y dedicación que llevó concebir esta obra. 

Puedo decir que finalmente tenemos una película por la cual sentirnos orgullosos los colombianos. Creo que hace parte de un proceso de maduración del que estamos recogiendo ya los frutos. Me sorprendió y me impactó mucho, no sólo por sus virtudes artísticas sino por su bello y duro mensaje, que dentro de todo nos deja un espacio de reflexión para que analizamos la misma realidad que habitamos actualmente y nos veamos reflejados a nosotros mismos en nuestro pasado y nuestros ancestros… que nos comparemos con esa tribu alienada que olvidó sus raíces y sucumbió al tormentoso golpe de seres que demonizaron una cultura y unas creencias, que aunque nos cueste creer, forma las verdaderas bases de la humanidad y la vida en la tierra… 

Hay escenas específicas que me recordaron a Kubrick, a Tarkovsky, bellas, surrealistas, oníricas... pero que Ciro hace propias y las convierte en un estilo propio y personal. Sin dudas, la mejor película colombiana hasta ahora. ¡Obra Maestra! Imperdible, y desde ya una de las mejores películas de 2015, que nadie debería perderse. Y espero el próximo trabajo de Ciro, expectante del nuevo territorio que explorará y nos permitirá apreciar y redescubrir.

9/10



Trailer de El Abrazo de la Serpiente

Frases y Diálogos de la película






Antonio Bolívar



Jan Bijvoet



Nilbio Torres



Antonio Bolívar



Brionne Davis

sábado, 16 de mayo de 2015

Hombres sin mujeres (Haruki Murakami)

Haruki Murakami



Como ya había comentado en algunos post anteriores sobre obras de Murakami, siempre he tenido una resistencia con sus cuentos o libros de relatos. Me parece que es mejor novelista que cuentista, ya que al parecer sus novelas con mejor maduradas en un ring de largo aliento… eso no quiere decir que no tenga relatos cortos buenos, en los libros de relatos que le he leído “Sauce ciego, mujer dormida” y “Después del terremoto”, de entre todos, encuentro siempre como 2 o 3 como máximo interesantes, pero ninguno que brille de forma especial. Es por esto que demoré un poco en leer “Hombres sin mujeres”, su más reciente libro de relatos, publicados en su versión original el 2014 y por la editorial Tusquets en español a principios de este 2015. 

El libro consta de 7 relatos, 6 de ellos originales, y sólo el titulado “Samsa enamorado” ya había aparecido de forma previa en una antología colectiva de obras de amor. Cuando terminé de leer el primer cuento titulado “Drive my Car”, quedé gratamente sorprendido. La historia nos introduce de forma acertada en los temas que seguiremos leyendo; en este cuenta la historia de Kafuku, un actor de teatro que se encuentra en presentaciones de la obra en la ciudad y contrata los servicios de un chofer. Le recomiendan a la joven Misaki Watari, que aunque al inicio genera una resistencia de Kafuku, luego de una prueba termina por contratarla. A través de todo el relato seremos testigos de las conversaciones que mantienen ambos cuando se encuentran juntos en el carro. Cada quien cuenta su historia, y sobresale en especial la de Kafuku, el hombre sin mujer, que cuenta la historia de su matrimonio y de las infidelidades de su mujer con otro joven actor… Por supuesto, la mujer ya ha muerto. El relato es pausado pero tiene un ritmo in crescendo que te mantiene a la expectativa, dentro de ese automóvil somos testigo y experimentamos diversas emociones humanas al ingresar en los recuerdos y las historias del pasado de sus protagonistas, con una interacción que sabe dividir acertadamente los silencios y las frases que rompen el esquema y hacen al lector reflexionar profundamente sobre diversos temas… Acá una frase que se acordarán cuando lo lean:

- Todos actuamos, entonces – dijo Kafuku
- Eso creo. En mayor o menor medida. 

“Yesterday”, el segundo relato, cuenta la historia de dos jóvenes amigos Kitaru y Tanimura, que se conocen trabajando en un restaurante cuando ambos iban a la universidad. Tanimura recuerda la historia, su amistad y su pasado. Describe a su amigo como un chico listo pero raro y sin motivaciones de futuro, que contrasta con su propia personalidad. Kitaru tenía una novia muy hermosa, con la que decidió no mantener contacto hasta que pudiera aprobar los cursos que no le habían permitido avanzar en su vida académica, por lo que propone a Tanimura que salga mientras con ella. En forma general esa es la base de la historia, que nos muestra los detalles de una bonita amistad entre dos seres totalmente diferentes, y cómo una mujer poco a poco contribuye a la destrucción de esta. Quizás de ahí podamos atisbar relaciones con el título, en referencia a los Beatles, la relación Lennon – McCartney, además que hay mención a la letra de la canción “Yesterday” que solía cantar Kitaru de una forma distinta. También hay referencias al gran Natsume Soseki, gran inspirador de Murakami, en especial con la obra Sanshiro, y también algo de Kokoro… Es una historia muy bien contada, sentida e intimista, que continua con lo propuesto en el primer relato. Pude sentir el delgado hilo que las unía, y como Murakami es un maestro en describir la soledad humana, en especial la de los hombres, sus eternos protagonistas. 

“Un órgano independiente”, el tercer relato, cuenta la historia de Tokai, un cirujano plástico que ha mantenido una vida bastante liberal y tranquila, lejos del compromiso y del amor, enfrascado en su trabajo y en salir con distintas mujeres; todas ellas con una particularidad general, que estuviesen felizmente casadas, para que no tuviese el riesgo de que se comprometieran mucho con él, sino simplemente saciar una necesidad. Hasta que conoce a una mujer de la que termina perdidamente enamorado… La historia la cuenta Tanimura (nombre igual al del anterior relato), un escritor que conoce un día en un gimnasio y al que le empieza a contar los detalles de su vida. Este relato también está escrito con muy buen pulso y detalle, y ahonda en otros temas con respecto a los hombres sin mujeres, el orgullo y el abandono. Murakami mantiene el relato cuidadosamente y lo remata de forma habilidosa con uno de sus temas más frecuentes.

“Sherezade”, el cuarto relato, y otro de mis favoritos, cuenta la historia de Habara y Sherezade, el primero es el narrador de la historia, que por razones no explicitas no puede salir de su casa y cuenta sus aventuras con una mujer sin nombre a la que llamaba de esa forma, casada y cuatro años mayor que él, que iba a visitarlo frecuentemente a su casa, donde tenían sexo y ella terminaba contándole una historia, dejándolo con la expectativas para continuarla en otros días. El relato mantiene un misterio que juega con los detalles desconocidos, pero haciendo que nos centremos simplemente en el relato, no sólo en el de Murakami sino el de la misma Sherezade… tiene la habilidad de también tenernos pegados a ese relato dentro del relato, haciendo que nos olvidemos que estamos dentro de otro relato… y eso me pareció magistral. 
“Kino”, el quinto relato, y es de los mejores, sino el mejor, porque es Murakami al 100%, en los anteriores habíamos experimentado su talento en las descripciones de las soledades y miserias humanas, pero acá además de eso entra su mundo mágico, surrealista y misterioso, en ese que se mueve también… hay gatos, serpientes, hombres, mujeres, humanidad y vida. Kino es un hombre que decide abandonar su vida al enterarse que su esposa lo engaña con un amigo. Kino simplemente abandona todo y se muda a una vieja casa de una tía, que decide transformar en un bar. Algo casi de frecuente y autobiográfico en Murakami. Kino inaugura el bar que poco a poco va teniendo éxito, hasta que la llegada de un personaje misterioso y una misteriosa mujer, traen también ciertos cambios en el entorno de la vida de Kino, que al parecer tendrá que volar nuevamente… La soledad sigue siendo protagonista, pero en esta historia se manifiesta con mayores recursos y símbolos que acompañan de forma magistral la narración.  

Los dos últimos relatos, “Samsa enamorado” y “Hombres sin mujeres”, me parecen relativamente inferiores… El primero, no me gustó mucho, entiendo el experimento del Murakami y el homenaje más que director a Kafka, pero me cansan las referencias obvias, no hay ritmo, lo extraño parece forzado y aunque tiene quizás unos párrafos con interesantes descripciones, en términos generales no lo apruebo. Y “Hombres sin mujeres” es corto, sencillo y mejor que el de Samsa… acá tenemos a un hombre que recibe repentinamente una llamada de un hombre avisándole que la esposa de él (antigua amante del narrador) ha fallecido. El narrador, que precisamente cuenta todo en primera persona con carácter testimonial y confesional, nos cuenta lo desconcertante de la llamada y los distintos hilos que empieza a hilvanar tratando de buscar posibles respuestas de esa extraña llamada. Es sencillo pero tiene alma. 

En síntesis, hasta ahora me ha parecido el libro de relatos más interesante y sólido de Murakami, todas las historias están muy bien relacionadas e hilvanadas con el tema general del libro, se ahonda en las manías del escritor, sus obsesiones, sus temas, la soledad, el abandono, el desamor, la fantasía, y toda esas piezas de ese universo del que estoy seguro que todos sus fieles lectores estamos gratamente agradecidos. 
Los libros de relato los califico de forma general, aunque si leyeron bien, cada uno tiene un puntaje diferente. Así que el general, porque fue mayoría lo positivo:


8/10

domingo, 10 de mayo de 2015

Ixcanul (Jayro Bustamante)

Jayro Bustamante




Ópera prima del joven director guatemalteco Jayro Bustamante. Era uno de los filmes que más esperaba ver en la pasada edición del FICCI, donde terminó siendo mi favorita de las películas en Competencia Oficial, y que se alzó con muchos méritos el premio a la Mejor Película del certamen. Fue estrenada de forma oficial a principios del 2015 en el prestigioso Festival de Berlín en Alemania, donde fue galardonada con el premio Alfred Bauer a la innovación cinematográfica, seguido de diversos premios, que son los primeros de una larga lista que podría asegurar que se extenderá hasta finales del año.   

Ixcanul, dirigida y escrita por Bustamante, cuenta la historia de María, una joven de 17 años que vive con sus padres en una finca donde se cultiva el café, a los pies de un volcán activo en una Guatemala moderna. Presa de las tradiciones de su cultura, es entregada en matrimonio por sus padres a un hombre que no ama, con un ato cargo en la finca. María mantiene una relación con otro joven que trabaja en la finca a escondidas, con esperanzas de un futuro que se desvanece de forma incierta ante una terrible noticia. Desde ahí se desarrollará un drama profundo y a la vez sutil que dejará un gran impacto tras su visionado. 

Pude ver el filme con presencia del director, y me pareció realmente gratificante ver una película de este estilo, como una ópera prima, en un país donde no ha habido mucha historia cinematográfica. Lo interesante de Ixcanul, y que el director sabe plasmar sabiamente, es inicialmente esa atmósfera salvaje, primitiva o natural de una comunidad indígena apartada, donde incluso hablan otro idioma. Dando la sensación de que el espectador piense que se encuentran apartados de la civilización. Algo que luego nos daremos cuenta que no es tan cierto. 

Toda esa parte está muy bien narrada, dirigida y fotografiada. Cuando posteriormente debido a diversos acontecimientos nos damos cuenta que están a un paso de la civilización, y especialmente cuando tienen que trasladarse a la ciudad, es cuando el contraste se hace presente y más claro. De un melodrama convencional bien contado, pasa inmediatamente a un drama social con mucha fuerza. Creo que eso es lo que destaca en esta película, que me ha gustado mucho y me ha mantenido expectante todo el tiempo. Es minimalista, pero aprovecha tan bien los recursos y con un ritmo creciente y demoledor, donde incluso la inmersión en el universo femenino de dicha cultura, es tierno, hermoso, revelador y muy bien tratado. Sin dudas ya Guatemala tiene un prometedor representante, del que esperaremos hablar próximamente. Y un gran acierto, como comentario final, del reparto, en especial la joven actriz, que además es hermosa. 

8/10


Trailer de Ixcanul







Maria Mercedes Coroy



María Mercedes Coroy



María Mercedes Coroy



María Telón



Jayro Bustamante

martes, 5 de mayo de 2015

Todos se van (Sergio Cabrera)

Sergio Cabrera



Luego de 10 años de pausa, tras su último largometraje (Perder es cuestión de método, 2005) y de más de 20 años de su recordada Estrategia del Caracol (1993), el reconocido director colombiano Sergio Cabrera regresó en este 2015 con una adaptación de la novela de la joven escritora cubana Wendy Guerra, titulada “Todos se van”. 

Estrenada de forma oficial en el Hay Festival de Literatura 2015 en la ciudad de Cartagena a inicios del año, encontró un nuevo espacio de exhibición meses después en el FICCI, donde tuve la oportunidad de verla. Aprovecha a revivir y extender el comentario que hice sobre el filme en su momento, a propósito del estreno nacional que en estos días ya se encuentra en las salas nacionales. 

Dirigido por Cabrera y con un guión escrito a tres manos entre Cabrera, Ramón Jimeno y Laura Martel, la película en términos generales cuenta la historia desde la perspectiva de Nieve, una pequeña niña de 9 años, nacida en Cienfuegos, Cuba, poco tiempo después del triunfo de la revolución en la isla. Nieve vive el drama de la separación de sus padres, la madre, Eva, una artista que cree en la revolución sin extremos, y Manuel, el padre, que es dramaturgo y se dedica contra su propia idologia a escribir teatro panfletario en pro de la revolución.   

No he leído el libro de Wendy Guerra, pero de lo que he leído y me han comentado, al parecer es una novela interesante, escrita en forma de diario. Lamentablemente mi primer acercamiento fue con la película, y no me quedaron muchas ganas de leer la novela. 

Anunciada con bombos y platillos, el director presente con su elenco y la farándula criolla reunida en el Teatro Adolfo Mejía, se proyectó esta historia basada en hechos reales, ambientada en Cuba, sobre una niña que sufre de las diferencias de sus padres y se ve envuelta en un enorme pleito sobre su custodia. La película pudo ser interesante, pero está tan mal contada, que nada funciona. Un guión planísimo con diálogos que parecen que fueran recitados por sus actores, de los cuales todos hacen un pésimo trabajo, no me creí absolutamente nada de lo que pasaba, ni en los diálogos ni la ambientación. Además del formato de telenovela o culebrón, me parece una falta de respeto que en medio de un festival de cine, que curiosamente este año mantuvo una programación con mucha tendencia al cine experimentral y radical, se use el TAM para proyectar un culebrón de ese tamaño, para eso tenemos los canales nacionales que a diario los tienen en bandeja de plata.  

Otro dato curioso y penoso fueron los aplausos durante el metraje por parte del público, ante una acción de aparente valentía… en realidad lamentable. Sufrí durante todo el metraje y no me salí por respeto, y porque me gusta criticar la película completa. Lo único que rescato de todo este bodrio, es la niña, que tiene un encanto natural. Pero todo lo demás me resulta forzado, mal hecho, aburrido y predecible. Sin dudas, de lo peor que he vi en el pasado FICCI. Y una lastima con Cabrera, pero esta película parece ni hecha por un principiante. Y la poesía que parece desprenderse del título, sólo queda en ese lugar... en el título. 


3/10


Trailer de Todos se van










Yoima Valdés



Abel Rodríguez



Rachel Mojena



Yoima Valdés