Hace
rato quería dedicarle un post o un especial a esta hermosa película que me
gusta tanto. Esta historia tiene dos hitos, primero, es un relato original del
gran escritor irlandés James Joyce. Un relato que hizo parte de una colección
de otro 14 relatos, que se tituló “Dublineses”. La historia que adapta el
filme, es uno de los 15 relatos, precisamente aquel que se titula “Los Muertos”.
Que de paso, es el mejor de toda la colección. Y el segundo hito de esta gran
historia, además del literario, es que en el año 1987, el gran director
norteamericano John Huston, cerró su excelente carrera, filmando según en silla
de ruedas y con cámara de oxigeno, la que sería su última obra. Precisamente la
adaptación del relato “Los Muertos”, que se conocería como “The Dead” o “Dublineses”.
“The
Dead”, cuenta una historia, ambientada en Dublín, que inicia en una celebración
familiar. En la primera parte del filme o en la mayoría del filme somos
espectadores de esa reunión familiar, en donde desfilan diversos personajes,
cada uno con sus detalles y características. Dentro de la reunión, encontramos
a una pareja, Los Conroy, Gabriel y Gretta, quienes durante toda la cena pasan
desapercibidos, se camuflan y se mezclan dentro de sus familiares, pero a
medida que pasa el filme, la cámara se fija cada vez más en ellos, hasta su
regreso nuevamente al hotel, en donde Gretta hará una gran revelación a su
marido.
El filme
es relativamente corto, dura solamente 81 minutos. Pero en esos minutos, no
sobra ni falta absolutamente nada, todo está a su perfecta medida. Huston, creo
que nunca hizo un filme tan centrado en sus personajes como en este filme. Ya
que hay otro protagonista invisible en el filme, así como en el relato de Joyce,
y es la misma muerte. Tal vez, Huston quien ya se encontraba bastante avanzado
de edad, alcanzó una gran sensibilidad en esa etapa y llegó a conocer y a
saludar a ese viejo amigo que seguro lo rondaba mientras filmaba la película. Porque
John Huston moriría el mismo año en que el filme es estrenado, el 28 de agosto
de 1987 en Estados Unidos. Dejando su última obra maestra y su último gran
aporte al cine.
La
película es preciosa, lírica, nostálgica y melancólica. La dirección, la
música, la adaptación del guión, absolutamente todo funciona. Y los eslabones
más importantes, los actores también están excelentes, encabezados por los
protagonistas, la gran actriz Anjelica Huston, hija de John Huston, que la
dirigió creo que dos veces, precisamente en dos de sus mejores interpretaciones
y Donald McCann. Pero absolutamente todos brillan y se mezclan con el ritmo poético
del filme.
Y qué
decir de ese magistral final, en donde vemos la reflexión de Gabriel sobre la
confesión de su esposa. Un monólogo que engloba en sí la esencia del filme y
del relato. La guinda del pastel para este paseo hacía nuestros más profundos y
dolorosos recuerdos. Un filme imprescindible de uno de los más grandes
directores norteamericanos.
9/10
Donald, Anjelica Huston y John Huston