viernes, 16 de diciembre de 2022

Reseña Completa y Análisis de la película: Avatar: The Way of Water (El camino del agua) de James Cameron - 2022 / U.S.A.

 
 
Ayer finalmente vi la secuela de Avatar, y me ha encantado sentir nuevamente esta experiencia en el cine, con la sala repleta, la gente concentrada y aplaudiendo de vez en cuando (con ovación al final) y niños intentando atrapar en el aire los peces que se veían en la pantalla de 3D. Y la película, también la he disfrutado mucho y he estado expectante durante las más de tres horas que dura. Cameron vuelve a poner el listón alto en cómo se hace un buen blockbuster, en donde aunque la historia tenga carencias suple con creces con la producción y todos los elementos técnicos y artísticos que generan reacciones de sorpresa e involucran emocionalmente al espectador.
 
 

 
 
La película prácticamente nos ofrece tres actos. Era un desafío retomar una historia tras un espacio de casi 15 años de ausencia, para reconocer personajes antiguos e involucrarse con unos nuevos, seguir la trama e identificar nuevamente este universo, que ahora propone uno nuevo. Es por esto que en este primer acto se nos presenta nuevamente a los personajes principales, con la adición de los hijos que han tenido la pareja de los Sully. Cada uno tiene un elemento especial que ayuda al espectador a identificarlo, lo que ayuda bastante pues a veces resultan muy parecidos. En este primer tramo tenemos un formato de cine de aventuras, con los niños aprendiendo y explorando su hogar en el bosque hasta que regresa un viejo enemigo. Y aquí entonces hago apunte del primer pero, porque no es que me desagrade el malo, de él entiendo su ansia de venganza, pero la introducción de otros personajes quienes lo apoyan y vuelven con la intención de atacar Pandora, no entiendo mucho la motivación, sino que parecen instrumentos del villano, o al menos la manera en que son presentados es un poco confusa. Creo que es uno de los elementos que me chocaron, a pesar que incluyeron a una gran actriz como Edie Falco. Y en ese primer acto también a veces no sentía un orden y una pulcritud en la dirección y la fotografía en las escenas de acción o persecución. Pero como parte introductoria del conflicto está bien, además de la presencia de un niño especial que es diferente a los otros de la tribu, quien más adelante tiene un papel interesante en la trama, y seguramente en el futuro de la saga.
 
 

 
 
Luego viene el segundo acto, que me pareció superior y donde se roza la maestría en muchos momentos. Aquí se entiende lo que quizás demoró tanto la producción de esta película, porque prácticamente Cameron cambia el curso de la historia y crea un universo nuevo donde al parecer seguirán las siguientes secuelas. Y ese universo es el mar, el océano. Escapando de sus enemigos, los Sully abandonan su tribu en el bosque y buscan acogida en el pueblo marino, donde deben adaptarse a las nuevas condiciones y la nueva cultura con su cuerpo y espíritu. Aquí es donde se ve todo el presupuesto, toda la nueva tecnología en las cámaras de 3D bajo el agua y a la vez el arte de Cameron y su equipo porque nunca las profundidades del mar y las escenas acuáticas se han visto mejor, tan nítidas y hermosas. Y hay que apuntar que aunque se usa claramente el CGI, entre otras cámaras con tecnología especial y nuevas para la captura bajo el agua, los actores tuvieron el reto de hacer escenas bajo el agua, conteniendo la respiración y haciendo todos los movimientos que salen en la película. Entonces, siguiendo con la trama, el espectador junto a Jake, Neytiri y sus hijos descubren ese universo y nos maravillamos junto a ellos ante esos hallazgos con la naturaleza y las criaturas que van mirando y conociendo. Y se sigue con la filosofía que tenían en el bosque, de la conexión y el vínculo con la madre tierra y con la naturaleza, como las distintas comunidades indígenas. Sigue la fábula ecologista y metafísica, ahora en el universo marino y con un toque más trascendente con la misma simbología que rodea al elemento del agua, con su amplitud, fuerza y movilidad. Dentro de esta parte también encontramos un mayor acercamiento al lente de la familia (como en toda la película), las relaciones de padres e hijos, el romance, la amistad, entre otros. Pero también tenemos un auge del conflicto que nos llevará al último acto.
 
 

 
 
En la parte final tenemos toda la parte épica, batallas, tragedias, drama y mucha emoción. Esta parte también me gustó porque tiene muchos elementos, referencias y sustancia. Las escenas de acción se ven más depuradas que en el primer acto (ahora que son en el agua, lo que apunta a que la tecnología estaba orientada a la optimización en las escenas marinas). Y me encantó el homenaje y referencia que hace Cameron a Moby Dick y Herman Melville, con ese conflicto entre los cazadores de unos enormes animales marinos aliados del villano y éstos animales, que son llamados Tulkun, que son equiparables a las ballenas en su tamaño, inteligencia y vulnerabilidad ante el humano (y sabemos que en alguna de las próximas secuelas un título tentativo es Tulkun, lo que nos confirma que este universo marino será el que impere en la saga). Y en esta dinámica entre los cazadores y los Tulkun tenemos escenas de caza, de muerte, preparación y extracción de sustancias en el cerebro del animal, que son prácticamente capítulos enteros que encontramos dentro de la novela de Melville. Estas referencias a las ballenas, además de ser escenas muy bellas se encuentran muy bien realizadas, y me emocioné viéndolas, así como la creación del vínculo de los personajes con estos animales. Y por supuesto, el homenaje que Cameron se hace así mismo con las referencias a su otra mastodóntica película y blockbuster: Titanic. Están también muy bien rodadas y todas esas referencias se conjugan con toda la épica y la emoción de ese acto final.
 
 

 
 
Como ven, aunque la película tiene peros en algunos momentos de la historia y su fondo, me parece que todo eso está muy bien compensado por lo superlativo de sus otros elementos. Porque al igual que en Avatar 1, la historia sigue siendo sencilla, aunque acá en la secuela con más elementos, pero es una trama que se sigue fácil, coherente y con cierta solidez. Pero la forma (tan importante) como nos narra y nos muestra, a través de la técnica, la fotografía, el diseño de producción, etc. realmente deslumbra al espectador y lo hace disfrutar de emociones y experiencias a través de la pantalla (como ha sido el objetivo del cine) y de un uso del 3D que nuevamente vuelve a estar por delante de todos los que lo han usado (como lo hizo ya en la primera). Y el reparto está muy bien, porque tenemos que tener en cuenta nuevamente que el trabajo de los actores es importante en sus gestos, expresiones faciales e interpretación general, ya que esa fue parte de la innovación de Cameron en esto proceso de capturar movimientos y expresiones de los actores a los personajes a través de sus cámaras, aunque uno pueda pensar que está viendo algún tipo de animación (que en efecto sí la hay, pero es simplemente una innovación a la animación que involucra y le da un papel importante al actor, no solo en su voz como ocurría tradicionalmente). Por eso resalto el papel de Worthington, Saldana, Weaver y la incorporación de Kate Winslet como Ronal, la guerra y lider de la tribu marina. Además del trabajo de los niños y jovenes, quienes lo hicieron muy bien. Además que nuevamente resalta la fortaleza de las mujeres y su complejidad con la construcción de estos bellos personajes.
 
Así que me parece una gran producción, un excelente blockbuster que vale la ida al cine y a vivir la experiencia en 3D, y espero tenga el éxito que se merece.
 
 
 
 
 

Reseña Completa y Análisis de la película: Avatar: The Way of Water (El camino del agua)

 

 

 

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