miércoles, 7 de junio de 2023

Especial Series: Reseñas de los finales de “The Marvelous Mrs. Maisel” (Season 5) y “Succession” (Season 4)

 
 
Hace pocos días concluyeron dos series que disfruté mucho durante sus respectivas temporadas. Una comedia y un drama, pero la comedia tenía sus tintes dramáticos y el drama manejaba el humor negro y la comedia en prácticamente todas sus tramas. Igualmente no voy a entrar en comparaciones, ni a decir cual es mejor que otra, simplemente las reuní en este post porque coincidieron sus finales, aunque ya deberán deducir según lo que escribo cuál me pareció mejor o mejor lograda en forma general hasta su final. Sin más rodeos, aunque antes también invito a revisar otros posts que dediqué a estas dos series en temporadas pasadas:  
 
Y ahora sí, vayamos directo al grano:


 
THE MARVELOUS MRS. MAISEL
 
 
 

 
 
#TheMarvelousMrsMaisel Temporada 5, Episodio 8: "The Princess and The Plea (La princesa y la súplica)"

Anteriormente ya he escrito sobre esta maravillosa serie pero esta 5ta y última temporada, a la que sola le resta un episodio, me ha seguido fascinando aunque al inicio estaba dudoso con esos constantes flashfowards desde inicios de la temporada, en donde nos muestran prácticamente el final de la serie y cómo Midge Maisel se convirtió en una gran y exitosa comediante. Así que durante toda la temporada transitamos por algunos viajes al futuro, al pasado y la permanencia en el presente para entender algunos aspectos de vital importancia en el desarrollo de los personajes y sus relaciones entre sí. Pero a medida que avanzaba la temporada, me acostumbré a esos cambios de tiempos y descubrí la intención de hacerlos. Creo que se hizo con mucho cuidado, detalle y sin perder la calidad narrativa de la serie y su impecable trabajo en los guiones.
 
 
 

 
 

Me remito al capítulo 8 porque me ha divirtió mucho (como siempre) pero también me conmovió. Porque en los últimos episodios se nos muestra lo duro de ser una mujer en los años 50, y aunque Midge sea evidentemente talentosa y superior en su oficio a todos los hombres a su alrededor, aún así no logra obtener el reconocimiento ni la oportunidad de demostrarlo ante un público más grande. Verla derrumbarse en la intimidad ante cada muro que se levanta y luego seguir adelante y sonreír (gigante siempre Rachel Brosnahan), es simplemente descorazonador. Pero en este episodio además de todo eso tenemos otros detalles y líneas: 1) El padre de Midge, Abe (grande Tony Shalhoub), quien afectado por el reciente descubrimiento de que quizás su ignorada nieta sea el retoño con más talento de la familia y portadora de su gen prodigio, en lugar del varón, se ve por primera vez reflexionando sobre la vida de su vida, para reconocer que aunque siempre la ignoró y nunca incentivó su intelecto como a su hijo varón, Midge había sido la grandiosa, quien logró recuperarse de un divorcio y resurgir con una fuerza que ni él tuvo alguna vez. Y admite que aunque quizás siempre lo había sido, nunca le había dicho a su hija lo grandiosa que era. Y 2) Precisamente la parte de la súplica de la princesa tiene que ver con quizás el paso necesario para obtener la oportunidad que cambiará su suerte, y que involucra a otras dos mujeres que moverán los hilos necesarios para que otra mujer talentosa obtenga su oportunidad y su reconocimiento. Y eso es bello, poético y muy real, y nos hace reflexionar sobre muchos temas. La serie en esta temporada ha tratado muchos temas y sugerido otros de mucha complejidad y de actualidad, que valdría la pena analizarlos y observarlos con lupa. Por el momento esperaré ansioso el capítulo final, y desde ya una nostalgia de ver a esta serie y estos personajes tan bien construidos que te alegran y te conmueven enormemente. Y el resto del reparto es genial también, pero nunca se debe dejar de mencionar a la gran Alex Borstein como Susie, quien también tiene una historia detrás de las que se nos sugiere y se nos ahonda en este final de temporada. 

 
 

 
 
#TheMarvelousMrsMaisel Temporada 5, Episodio Final 9: "Four Minutes"

Y con nostalgia veo el episodio final de una de las mejores comedias y series en general de los últimos años. Me gustó mucho su conclusión, que ya venía anunciada a través de flashfowards, pero durante toda la temporada se nos mostró el proceso y una serie de fragmentos de momentos que convirtieron a Midge Maisel en una famosa comediante de stand up. Me gusta cómo en el último episodio se unen y cierran varios arcos centrales y llega a ser emotivo sin caer en sentimentalismos porque no hay muchas redenciones ni efectismos. Y justo como inició la serie, se nos muestra el auge de una mujer que se lanza sola al escenario con el apoyo de su manager y amiga, Susie, que eventualmente se nos reafirma que es la relación principal y central de la serie. Me gusta la parte de Lenny, el colega, amor platónico y uno de los primeros en reconocer su talento, porque fue importante para Midge, y retrocedemos en el tiempo para conocer un detalle que le da fuerzas en este momento crucial de su carrera. También por primera vez los padres van a verla actuando en un show televisivo y reconocen su trabajo como cómica. Y finalmente tenemos también en esa escena vital a los simpáticos e insoportables suegros, a su ex esposo, quien también a pesar de sus errores demuestra el gran amor y admiración que le tenía, y también tenemos el último intento de Gordon en frustrar su gran oportunidad, pero Midge aprovecha sus cuatro minutos para convertirse en estrella y decir sin tapujos lo famosa que quería ser para que la gente perdonara sus defectos, entre ellos sus hijos.
 
 
 

 
 
Y el acercamiento con Susie, quien a su manera se sincera por primera vez ante ella sobre su vida personal, y mantienen esa amistad hasta el final. La serie es estupenda en todos sus episodios, muy bien dirigida, escrita y más aún actuada. Este capítulo final lo dirige y escribe la también productora Amy Sherman-Paladino, y cierra de forma perfecta la serie, que me parece además toda una oda feminista, con claramente mucho humor, intimismo, sensibilidad y muchos momentos dramáticos y altamente conmovedores. Si no la han visto, vale mucho la pena darle la oportunidad. Disponible en Amazon Prime.
 
 
 
 
 
SUCCESSION
 

 
 
En la primera reseña que hice de la serie resaltaba el toque cómico que logra dentro de los grandes niveles de dramatismo, y también el lograr un toque intimistas que logra que el espectador  llegue a crear o sentir algo de empatía por estos personajes que son visiblemente desagradables, molestos y crueles en muchos momentos, pero también frágiles y vulnerables. Humanos, demasiado humanos, al fin y al cabo. Así que el espectador puede también cambiar constantemente de bando. Porque a pesar de la esencia maquiavélica que les obliga tener al parecer la permanencia y el deseo de poder, y la necesidad constante de expresarlo, también son seres frágiles, que entre ellos mismos se encargan de ponerse en evidencia las debilidades del otro.
 
 
 

 
 
Hay varios temas en Succession, pero creo que sin dudas el pilar durante todas las temporadas fue: el poder, su búsqueda, su deseo y anhelo, desde una infancia traumática con padres ausentes y ausencia a la vez todo lo que debería dar una sólida base familiar: seguridad, confianza, claridad y “seriedad”. Pero el Poder en la serie también está representado en la figura de Logan Roy, el gran patriarca y mega empresario que empezó desde cero. Por lo tanto, más que búsqueda del poder, Succession también es la búsqueda del Padre. Y es muy interesante cómo la serie logra hilar muy bien la historia con todos estos aspectos dramáticos, psicológicos, cómicos y trágicos, porque desde el inicio la esencia shakespeariana era evidente, y en esta última temporada, y sobre todo en los últimos episodios lo remarcaron quizás de forma exagerada e innecesaria.
 
 
 

 
 
En esta última temporada hubo también un punto de quiebre en sus primeros episodios que nos sorprendió a todos. Y fue la muerte de Logan Roy, lo que inició la guerra civil entre los mismos hermanos por el poder, quienes se habían unido para destruir al padre. Ese capítulo, “La Boda de Connor” (el tercero), fue muy alabado inmediatamente y mencionado como uno de los mejores de la historia de la televisión. A mí me sorprendió también y disfruté de la incómoda tensión durante todo el episodio, y el paseo a través de los rostros de los hermanos y sus reacciones, quienes no lograban encontrar cómo procesar la situación. El manejo de cámara, del espacio y la dirección, pero honestamente aunque me pareció muy bueno, me pareció muy exagerado ponerlo como uno de los grandes de la historia de la televisión, y hago de paso la extensión de esa aseveración a toda la serie en general. Y todo ese tema me hizo pensar en el daño que ha hecho la inmediatez y esa necesidad o ilusión de estar presenciado algo grandioso en cada cosa u obra que vemos hoy en día, dentro de las tantas opciones que tenemos. Además creo que a que los críticos y creadores de contenido se les nubla el juicio por esa necesidad de likes y la necesidad grandilocuente de hacer o presenciar lo más importante en casa cosa. Y cada quien es libre de reaccionar y pensar lo que quieras, pero esas reacciones exageradas no me gustaron mucho, aunque repito que valoro la gran calidad de la serie.
 
 
 

 
 
A partir de esa gran momento que representa un antes y después, empezamos a ver a los hermanos subiendo y cayendo como espuma en cada episodio, traiciones y de forma inconsciente el juego de los poderosos con la misma política, con la sociedad y la poca importancia que le dan a la población que consume los productos y medio de su emporio. Para mí, ese fue quizás el mejor episodio de la temporada, “América decide” (el ocho), en donde vemos cómo a través de los medios de comunicación se manipula la información, se sesga, se omite, se vende hasta influir en elección de presidente que beneficie sus propios intereses. Lo interesante es que los hermanos apoyan a distintos candidatos, y entonces vemos toda una batalla sucia, en donde se plantean y se pasan por encima de diversos dilemas éticos y morales, llevando a que cada espectador lo compare y relacione a su propia realidad. También debo resaltar todas las actuaciones porque estuvieron muy destacables, y escenas como las de Shiv con Tom, quienes tuvieron varios duelos actorales en donde se sacaban los peores trapos entre ellos mismos, para eventualmente terminar como terminaron. Roman también estuvo estupendo, como el que más subió y cayó, pero al final creo que esa sonrisa que comparte es de alivio, y Kendall también tuvo las grandes subidas y bajadas, llegando a estar cerca de lograr su tan anhelado objetivo de convertirse en su padre.
 
 
 

Especial Series: Reseñas de los finales de “The Marvelous Mrs. Maisel” (Season 5) y “Succession” (Season 4)

 

Y sobre el episodio final, que además estuvo bastante spoileado con filtración de imágenes grabadas y el adelanto del tráiler que daba muchas pistas sobre la resolución a quien hiciese alguna mínima lectura de los fragmentos de las escenas mostradas. Pero haber presentido la resolución no me pareció ningún problema porque el final me parece que estuvo bien y coherente con el espíritu de la serie, aunque quizás si sentí algunos momentos apresurados y que te ponen a dudar si es algo coherente o no con tal personaje, con la situación, etc. Pero la serie es buena y siempre tuvo muy buenos momentos, reforzados en las actuaciones, la dirección, la banda sonora, la fotografía y esa esencia shakesperiana, que en ese  último episodio restriegan bastante, pero debo decir que no me pareció una obra maestra, ni una de las mejores series de la historia (quizás sí de los últimos años). Pero es muy buena y recomendada. Disponible en HBOMax.
 

 

Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)

 

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