lunes, 30 de diciembre de 2019

ESTE o cualquier otro LUNES (Jesús David Buelvas Pedroza)

Jesús David Buelvas Pedroza


“Este o cualquier otro lunes” es la más reciente novela publicada por el escritor cartagenero Jesús Buelvas. Una novela que transcurre en un día, como el Ulises de Joyce, y que al inicio precisamente tiene la siguiente dedicatoria: “Dedicado a Nadie quien supo engañar a Polifemo afirmando que él era Ulises”. Que será clara para los que hayan leído la “Odisea” de Homero. Y esta dedicatoria ya me fue perfilando un poco el estilo de la obra o parte de su estructura y contenido, porque el autor nos relata la odisea en un día, un Lunes precisamente, de Samuel, un hombre joven que lucha por sobrevivir en la ciudad de Cartagena. Samuel acaba de terminar la carrera de filosofía y sueña con ser escritor pero se enfrenta muy pronto con la realidad y se ve obligado a conseguir un empleo en lo que sea, para poder salir adelante y conseguir un sitio propio, pues vive en un barrio popular en casa de sus hermanos. Ese lunes se levanta para ir a una entrevista de trabajo al centro histórico de la ciudad. 

Al terminar la novela me sorprendió su circularidad, pues inicia prácticamente donde termina, lo que tiene diversos significados con las mismas descripciones que hace sobre la rutina y la cotidianidad exclavizante de la gente, que todos los días como en un eterno retorno de lo mismo se ve obligada a repetir lo mismo. Todos los días son LUNES para muchas personas. 

La novela está muy bien escrita, tiene ritmo y un tono muy local, que es algo poco explorado en la literatura cartagenera, con una descripción de la cotidianidad que tienen muchas de las personas que viven en los barrios populares, que todos los días tienen su propia odisea para llegar a sus trabajos o salir con la esperanza de conseguir uno. Las dinámicas del barrio y el traslado hacia el norte también está muy bien descrito, la atmósfera cartagenera, el sol inclemente, el movimiento de la gente, la inseguridad, y los personajes que afloran en el recorrido que va teniendo en toda la ciudad. 

Es una novela sociológica, pero también filosófica, psicológica y etnográfica, pues además de las excelentes descripciones a los distintos espacios geográficos que recorre el personaje, también desde ese narrador omnisciente analiza distintas situaciones sociales y el pensamiento del personaje en particular y su percepción sobre todo. Porque Samuel es escritor, por lo que es muy sensible a todo lo que ve, y el narrador muchas veces es introspectivo y nos habla desde el interior del personaje, desde sus ojos. Porque son ojos hambrientos de historias, de situaciones, del teatro de la vida. 

En su tramo final me sorprendió también los cambios que tiene la narración, pues por momentos nos introduce fragmentos de un periódico, en otro, hay un capítulo que inicia con fragmentos de un libro que lee un hombre en un parque, que está esperando a una mujer. Samuel se encuentra observándolos y mira toda la situación, pero nos damos cuenta cuando el narrador vuelve y retoma su mirada. Perspectiva que sigue cambiando, y cuenta otras historias de otros personajes que ve en el parque y en la plaza. Historias que observa, otras que imagina y completa como buen escritor. Pero todas esas historias abordan temas sociales de la ciudad, como el abandono de los niños o los famosos cachos, por lo que tenemos la parte dramática y a la vez la comedia humana en función. Nuevamente el teatro de la vida. 

En cuanto a las emociones, por el sabor local hay mucha frescura en la narración, también humor, crítica, y por su puesto drama y dolor. De hecho, el final, el epílogo es bastante contundente y nos recuerda nuevamente al inicio, donde se posa nuevamente una nube gris sobre el personaje y sobre el lector, que después de acompañar en Samuel en todo ese recorrido, queda también exhausto, y aunque recibe una buena noticia también se enfrenta a la realidad del día a día, donde a veces parece que no es posible la redención.

Conozco a Jesús hace años y sé de su talento, pero esta obra sin duda es un trabajo de maduración, de muchos años, esfuerzo y dedicación. Disfruté leyéndola de forma pausada porque el texto es atrapante y te invita a leerlo de recorrido, pero yo preferí degustar la odisea lentamente, pensando en la idea de que todos los días eran lunes. Muy recomendada. Pueden contactar al autor si están interesados en la obra. 

Acá dejo su perfil de Facebook: 

Jesús David Buelvas Pedroza




Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)

1 comentario :

  1. La reseña es muy clara, quizá porque por momentos usa un lenguaje que casi llega a lo coloquial. La descripción del texto, en efecto, vende la novela de Buelvas. Quizá si se recurre a imágenes menos recurrentes y más propias de la cosmovisión cartagenera, por ejemplo, pueda la reseña ser más seductora. De todas maneras, dedito arriba ;)

    ResponderEliminar