Nota: No hay Spoilers, pero si en el escrito voy haciendo como una interpretación y análisis del argumento, la trama y los símbolos. Si quiere llegar sin saber nada o sin explicaciones, mejor no lo lea, y espere a ver la película. Si piensa hacerlo.
No soy de los que dicen tan fácilmente que una película es una mierda, un bodrio o un desastre, pero eso era lo único que pensaba mientras finalizaba Mother, que es interminable, y se dilata hasta el cansancio. Por eso, a continuación sustento. Como la película ha venido tomando un aura de incomprendida, divisoria y visionaria obra maestra desde su estreno en Venecia, me apena disentir y seré un poco más duro de lo habitual, precisamente por los elogios exacerbados de cierto círculo postmoderno y vende humo. Inicialmente, una sinopsis sería confusa para el espectador, pero en términos generales muestra a una pareja que vive en una casa apartada (apología al Paraíso), y un día llegan dos visitantes que remueven su vida (apología a Adán y Eva), su hogar y su casa (génesis y bombardeo bíblico servido en bandeja). Al comentario de que es original e innovadora, no nada, me parece un refrito de refritos. Y con un regodeo interminable. Puede parecer interesante un momento, puedes percibir una idea de trasfondo interesante para abordar, pero después el director coge vuelo y no se detiene a la perdición. Mezcla todos sus obsesiones: Religión, misticismo, psicología, etc jeje y la verdad su argumento no es muy difícil y complejo, y le puse mucha atención a todos sus símbolos. Es críptico pero elemental por sus símbolos y figuras recurrentes, pero él lo envuelve y enreda todo para hacerse el moderno, el visionario y transgresor. Sólo con leer las referencias entre paréntesis ya se imaginarán lo que viene.
Al final cansa, y no perturba sino que mancilla violentamente la vista del espectador. Lo grotesco tiene poesía, pero Aronofsky queda lejos de Sade o Baudelaire, y queda más cerca a Michael Bay con pretensiones autorales. Jeje y saben que yo siempre trato de buscar algo salvable de las películas aunque no me gusten mucho. Acá no puedo rescatar mucho. Una idea recóndita quizás que nunca sale a flote y se ahoga en acciones y escenas sin sentido y orden, que reiteran y reiteran en una idea. Algunos la compararán con el eterno retorno de Nietzsche, al que quizás apelará el director. Pero su argumento es confuso, y apunta a todo y nada. Las referencias son reconocibles y puedes atisbar la desafortunada mezcla, El bebé de Rosemary, El ángel exterminador, su propia “La fuente de la vida”, la Biblia, y los libros de Stephen King: La ventana secreta y Misery, sobre escritores atormentados, y sus locos fans, etc.
Se explora la figura del creador, del proceso de creación universal, emparentado con Dios, el artista/creador (escritor), y la Madre, la depositora, la herramienta, el sufrimiento, la entrega, la inspiración, la naturaleza... ese intermedio entre el acto de creación y el creador. Y en otra línea aparecen los seguidores, los fans, el pueblo, que exige sin saciarse al creador. Y entre ellos aparecen los invitados, dos grandes actores Ed Harris y Michelle Pfeiffer, encarnaciones de Adán y Eva, que llegan a invadir, a expropiar, seguidos por la llegada de sus dos hijos que al final traen la tragedia y el caos, y los innumerables invitados y seguidores que siguen llegando. No tengo que mencionar la apología de los últimos personajes hacia el relato bíblico.
Sinceramente no sé cómo logró que Paramount patrocinara semejante producto, aunque hayan salido a defenderlo por su originalidad, y su visión; se nota que los productores no han visto películas que merezcan esos adjetivos y se dejaron llevar por el nombre del director, y el de su novia, Jennifer Lawrence. Porque esos adjetivos para mi no pertenecen a este engendro. Intenta ser mucho, y lo aparenta, pero viéndola bien no hay mucho fondo.
Creo que lo que más me molesta es la reacción de algunos críticos, y varios de ellos de medios importantes que caen en ese juego, de que lo raro, las imágenes chocantes, los simbolismos aparentemente indescifrables, representan inmediatamente algo audaz, atrevido, y le da un estatus autoral... con tanto que ya se ha hecho en el cine, y tanto que se ha escarbado en temas grotescos, con mucha maestría, poesía y por supuesto belleza, considerar a esto como algo semejante, es un agravio. Y lo pero es que el director se lo cree, y se los trasmite a todo a su alrededor. Hace unos días veía una entrevista donde él decía que lo que le importaba era generar reacciones, que no tenía que explicar, así fuesen malas o buenos. Típica respuesta de los artistas que crean obras de este tipo postmodernistas. Valoro que se le de rienda a la imaginación, pero es que esto no es audaz, es algo totalmente planificado, sólo le agrega unos elementos para generar cierto impacto. Y mira que vaya que lo logra. Y eso que algunas películas del director me gustan. Esta claramente no hace parte del grupo.
Los actores cumplen y hacen su trabajo dentro de este caos, la dirección va en coherencia con el argumento, generando caos, exceso de primeros planos, y una total persecución a Jennifer Lawrence, para trasmitir su sufrimiento e incomodidad. Todos los demás elementos, la bso, la fotografía, el montaje, todo va acorde a la propuesta, se utilizan para exaltar emociones, para confundir, para sugerir y para maximizar el caos.
3/10
Trailer de mother!
Frases y Diálogos de la película
Me encantó tu crítica. Que una película contenga simbolismo y sea alegórica no la convierte en una buena pieza; se puede hacer bien o mal y esta película definitivamente lo hizo muy mal.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo, por pasarte y dejar tu comentario. Y totalmente de acuerdo.
EliminarSaludos!
A.S.B
Para mí ha sido una gran pérdida de tiempo y dinero
ResponderEliminarTe puedo entender amig@.
EliminarSaludos!
A.S.B
Menuda castaña de película, la peor que he visto en mi vida SIN EXAGERAR.
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