Primera novela del joven escritor francés Édouard Louis, antes Eddy Bellegueule. La novela autobiográfica publicada por primera vez en Francia en el 2014, se convirtió rápidamente en un éxito inesperado, generando revuelo y polémica por su contenido, que ponía en evidencia un problema en el que Francia parecía haber avanzado… la discriminación y la intolerancia desde una perspectiva general, pasando por la xenofobia, hasta el caso particular de Louis, su experiencia como un niño, adolescente y joven, creciendo en un pequeño pueblo de Francia, donde ser diferentes a los estereotipos masculinos establecidos, y más específicamente, ser homosexual, era o es una terrible marca de por vida.
La novela debido a su enorme éxito ha sido traducida, y en este 2015 ha salido la edición en español gracias a la editorial Salamandra. Édouard Louis tiene actualmente 22 años y disfruta del éxito en la crítica y el público de su obra testimonial.
En la contraportada del libro se puede observar el siguiente fragmento:
“La verdad es que la rebelión contra mis padres, contra la pobreza, contra mi clase social, su racismo, su violencia, sus atavismos, fue algo secundario. Porque, antes de que me alzara contra el mundo de mi infancia, el mundo de mi infancia se había alzado contra mí. Para mi familia y los demás, me había convertido en una fuente de vergüenza, incluso de repulsión. No tuve otra opción que la huida. Este libro es un intento de comprenderla”. (Édouard Louis)
Me interesé en el libro por primera vez, desde que lo vi en uno de los boletines que me llegan sobre las novedades literarias, por su contenido, las críticas, comentarios de algunos lectores, y la juventud del autor. El libro que tiene casi 200 páginas, lo leí en pocas horas, es totalmente narrado en primera persona, un libro testimonial dividido en dos partes: La primera, situado a finales de la década de 1990 y principios de la década del 2000; y la segunda, que lleva como título de cabecera, “El fracaso y la huida”.
En la primera parte, Louis habla del entorno del pueblo donde creció, su infancia, la familia, historias del pueblo, retrato del padre, retrato de la madre (que son literalmente algunos de los subtítulos) y la terrible vida en el colegio. En esta parte, nos cuenta y nos describe ese mundo donde creció. Como un pequeño lleno de dudas y confundido, con actitudes naturales y propias que no deberían ser las de un hombre, como el excesivo movimiento de manos, voz muy fina, la forma de caminar, en fin como él mismo lo menciona, un chico amanerado. Y como este le generaba conflictos con todo ese entorno que al inicio describe, el pueblo, las personas, su familia y en el colegio, donde recibía abusos y violencia de todo tipo. Me parece interesante desde el análisis y el punta de vista psicológico, porque se hacen evidentes distintos tipos de violencia y discriminación, desde distintas perspectivas y entornos. Y sientes el dolor del autor en cada una de sus descripciones, que describen de forma muy específica y violenta los acontecimientos, pero la descripción no es tan fuerte por lo que describe, sino por la forma en que el abusado lo cuenta, porque te das cuenta de todo lo que se siente y experimenta ser discriminado desde cualquier punto de vista. En la segunda parte, que me pareció impresionante, por la fortaleza y la valentía del autor en contar lo que cuenta, las luchas consigo mismo, distintas experiencias y hechos que ocurren, y que siguen marcando de por vida su terrible experiencia en ese pueblo, sus dudas, su ignorancia y no entender el comportamiento de algunas personas.
Confieso que al iniciar a leerlo me encontraba un poco escéptico, porque desde el punto de vista literario, el lenguaje es muy sencillo, incluso muy real, al utilizar palabras y frases usadas por las personas de su pueblo, sin maquillarlas y transformarlas literariamente, y que como se imaginarán en la traducción del Español, te quedan algunas palabras muy reales también del español de España… Pero eso no tuvo ninguna relevancia al final. La historia poco a poco te va atrapando, te sienten leyendo una carta o confesión del propio autor para ti, y ese lenguaje tan realista, que sigue hasta el final, poco a poco aumenta de intensidad de la mano de la narración de los acontecimientos del autor… Y te das cuenta, al menos yo lo sentí, que aunque quizás no haya una construcción literaria con distintos elementos académicos, sientes que lo que lees, no viene de una imaginación y una construcción fantasiosa, sino que lo que estás leyendo es real, es violento y tiene la poesía, la belleza y el dolor, que sólo puede ser producto de un alma atormentada y adolorida. Y es tan poderoso, que traspasa al lector y hace que entendamos y nos pongamos en los zapatos de Eddy.
Esta última parte impresiona y la entiende más el lector, cuando se entera, que el pequeño Eddy leyó su primer libro a los 18 años, cuando ya se había ido de la casa y de su pueblo; porque leer y cualquier manifestación artística era algo no muy bien visto por la sociedad donde creció, y sobre todo que lo hiciese un hombre.
Por esto, es muy admirable el trabajo de Louis, este ejercicio catártico que le permitió liberar o exponer algunos de sus demonios, y en especial dejarnos conocer su enorme talento literario… ese que es natural y que no todo el mundo es capaz de expresar; en especial, de la forma tan poderosa como él lo hace. El lector puede estar seguro que recibirá distintos golpes en la lectura, y que como pocas veces se ve, que tiene el acceso al alma de una persona.
Y como el mismo Louis se encarga de anunciar, de que al final escapa de esa vida, de su familia, del colegio y del pueblo. Ese escape no es de la forma en que nos imaginamos, y tampoco que crea el lector que es la típica historia de superación y escape a una nueva vida… En este caso, Louis es brutal, escapa de la redención y más que luz te da un golpe con la realidad, porque hay ocasiones que las luchas son continuas o eternas, y lo importantes es encontrar la fortaleza para seguir adelante, y poco a poco ir canalizando los demonios… y este libro, es simplemente el ejemplo de eso. Y es algo que puede iniciar, incluso con el cambio de nombre, como el autor lo hizo, tratar de acabar con Eddy Bellegueule, un nombre que representaba su pasado y todos sus males, del que seguro no podrá escapar, porque hace parte de lo que es, pero que puede ayudar a transformar, como ya lo está haciendo, en el escritor Édouard Louis. Muy recomendado.
8.5/10
Entrevista con Édouard Louis
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