martes, 16 de septiembre de 2014
Ida (Pawel Pawlikowski)
Última película del reconocido director polaco. Fue una de las gemas de la pasada edición del FICCI y el director estuvo como presidiendo el jurado de la Competencia Oficial Ficción, al que también se le realizó una retrospectiva.
“Ida”, dirigida y escrita por Pawlikowski, cuenta la historia de Anna, una joven novicia tierna, timida e inocente, que en la Polonia de los años 60 se encuentra apunto de ordenarse como monja. Pero de repente le avisan de la existencia de un familiar, con quien tendrá que convivir por un tiempo antes de decidirse a semejante vocación. Es así como Anna conoce a su tía Wanda, una juez, ex procuradora del estado, una mujer fascinante, liberada e independiente, que remueve la vida de su sobrina de distintas formas, desde la revelación de un oscuro secreto de familia, hasta de la forma de vivir y afrontar la vida.
La película es una obra de arte, minimalismo y maestría en la ejecución en estado puro, cada escena y cada plano se encuentran cargados de simbolismo, poesía, emoción, sentimiento y arte, donde se pueden entrever algunas influencias del cine clásico, pero que Pawlikowski se apropia y nos recuerda lo grande que puede ser el cine y lo grande que pueden mostrarse historias sencillas.
“Ida” es una película… me atrevería a decir que casi perfecta o prácticamente perfecta desde el punto de vista académico; obviamente lejos del academicismo americano, y mucho más cercana al europeo. Es un filme para contemplar, descifrar y reflexionar sobre el perdón, el sacrificio, las creencias, nuestras raíces y la vida en general.
Para resaltar, las excelentes interpretaciones de las dos mujeres protagonistas: Agata Kulesza (Wanda) y Agata Trzebuchowska (Anna/Ida), además de la prodigiosa dirección del director polaco, que se encuentra acompañado de una excelente fotografía y puesta en escena. Una de las mejores películas del año pasado, y de las que personalmente he visto este año. Muy recomendada.
9/10
Trailer de Ida
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martes, 2 de septiembre de 2014
La Mirada del Caballo Cochero (A.S.B)
Hace unos días estaba sentado en pleno Parque de Bolívar en una banca que mira hacia la Catedral, como a las 4:00 p.m. Curiosamente en ese preciso momento, un imitador del Rey del Pop, Michael Jackson, deleitaba a la gente que pasaba y se quedaba mirándolo en pleno sol, con movimientos característicos del artista.
Todas las personas miraban entusiasmados y quizás recordando al extinto ídolo, incluso yo también lo miraba. Pero de repente un poco aburrido del show y del gentío que empezaba a obstruir la visión, miré al frente. Al hacerlo me encontré con la oscura, triste y desesperada mirada de un caballo cochero.
Se preguntarán que cómo percibí todo eso y cómo fue posible que lo haya mirado de frente… Pero así fue, durante prolongados segundos me detuve en su mirada y pude percibir su dolor en medio de ese espectáculo donde nadie más lo miraba, incluso el cochero que lo montaba, se encontraba extasiado viendo a Michael, riendo y disfrutando. En ese momento para mi desapareció todo alrededor y sólo me encontraba en ese juego de miradas desconsoladoras con el caballo, aunque en ese momento aprovechaba para descansar una de sus patas, que se sostenían sobe herraduras destruidas, así como su propia voluntad y espíritu.
Recuerdo que siempre tuvo la idea del caballo como símbolo de libertad, corriendo y galopando sobre campos frondosos, como siempre aparecen en distintas publicidades y como nos lo han idealizado… dejando de pensar en los millones que murieron en las guerras históricas de hombres, algunos de ellos famosos por los “héroes” o vencedores que los cabalgaron, y que hoy en día sólo recordamos para llenar el crucigrama del periódico.
Los animales frente al ser humano son seres indefensos, desde la pequeña hormiga hasta los feroces leones o tiburones… con todos ellos, históricamente hemos cometido crueles asesinatos por temores heredados o inducidos. Y todo eso es lo que históricamente demuestra nuestra brutalidad, inconsciencia y amnesia universal. Quien es cruel con un animal, es inevitablemente cruel con el mismo ser humano. Muchas veces cuando llevamos una “mascota” domesticada a la casa, son ellos los que nos enseñan valores como la lealtad, el amor incondicional y nos hacen rozar pequeños atisbos de nuestra humanidad. Lo digo porque siempre me han encantado los animales, he tenido tres mascotas, más otras en el camino de mi vida, de los cuales he aprendido mucho de cada uno… desde mi fallecida perrita Abril, hasta las tortugas, pollitos y pajaritos que alguna vez tuve, llegando a los dos perros que tengo actualmente, Igor y Leo, y otros apadrinados que tengo en otras casas… Todos me han enseñado mucho, sobre la vida, el amor, la responsabilidad, la educación y la vida en general. Recordemos algo que mencionaba El Principito, domesticar no es dominar y ejercer poder sobre el animal, es crear lazos. Y así, como desde la casa lo hacemos con nuestras mascotas, cada persona que sea responsable de un animal, en especial si éste hace parte fundamental de su vida laboral, debería asumir esa enorme responsabilidad y debería educarse para poder tenerlo. Porque lo que demuestran la mayoría de nuestros cocheros, es una enorme falta de responsabilidad, de educación y humanidad. Y si, también es cierto que el gobierno local debe intervenir en estos momentos, que han demostrado ser otro grupo de insensibles, esto no le quita responsabilidad de quien maneja directamente al animal. Recuerda que tú también eres un animal, un mamífero con algunas ventajas fisiológicas y generales, pero que en nivel de importancia se encuentran en el mismo nivel y merecen respeto y consideración como un ser vivo, no tu sirviente ni tu esclavo. Ellos mismos deberían ser los que exijan garantías al gobierno local para lograr el adecuado cuidado de los animales, que representan un atractivo turístico y tradicional de la ciudad. Y de no hacerlo, el gobierno local debe actuar, y si ambos no reaccionan, ¿Dónde quedamos? Los que tenemos alguna pizca de humanidad, sensibilidad y nos duele la situación, debemos presionar de distintas formas para lograr un efecto. Así sea de forma radical.
Hoy martes 02 de septiembre, he recordado a ese caballo indefenso que vi en el Parque de Bolívar hace unos días, al enterarme de la muerte de otro que cayó desplomado en plena vía el día de ayer, y murió. Pero esto empezará a cambiar, cuando tomemos un momento y apartar la vista del show, del espectáculo y de la moda, para realmente mirar a estos seres a los ojos… Puede que descubras nuevas cosas, sobre el animal y sobre ti mismo.
A.S.B
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lunes, 1 de septiembre de 2014
Los Ejércitos (Evelio Rosero)
Una de las novelas, o quizás la novela más importante del escritor colombiano, nacido en Bogotá, reciente ganador del Premio Nacional de Novela por su novela “La Carroza de Bolívar”.
Personalmente, fue el primer libro que leí de Evelio Rosero, y fue hace algunas semanas, debido a la socialización en el Club de Lectura al que asisto, y fue una grata sorpresa, me gustó muchísimo. Literariamente es riquísimo. Aparentemente no pasa nada, pero al mismo tiempo pasa de todo, y gracias a la prosa maestra y el cuidado en el detalle de Rosero vamos cabalgando por las vivencias de los habitantes de ese pueblo, desde la mente y la perspectiva del señor Ismael, ese viejo profesor que conoce los pecados hasta del mismo cura del pueblo, jeje y que espía a su liberada vecina.
En el tema de la guerra, en donde siempre es tan fácil caer en clichés o maniqueísmos, pocas veces se logra trasmitir con efectividad y desde un punto objetivo una situación... Recuerdo una frase que una vez me dijo mi amiga María Sixta, muy sabia ciertamente, de que "La realidad no se puede volver ficción hasta que haya pasado determinado tiempo". Ella lo afirmó en ese momento específicamente al caso Español, con la Guerra Civil Española, que aún tiene heridas abiertas, pero se podría trasladar al conflicto colombiano, que aún sigue latente y con las heridas aún sin posibilidad de cerrar. Es por esto, por el dolor y el rencor, que muchas veces a los artistas de la época se les dificulta, al parecer "ficcionar" la realidad con objetividad. Eso sí, como ya la historia nos ha demostrado, al menos que lo haga un genio o un excelente escritor.
Rosero, hace algo que me encanta en forma general, tanto en el cine como en la literatura, y es despegarse de la imagen del héroe, y trasladarse directamente a la gente del común, a los espectadores invisibles y silenciados. Como cuando la joven periodista pasa por encima del viejo Ismael, y vuelve a regresar cuando este comete un acto aparentemente “heroico”.
Los Ejércitos que azotan al pueblo de Ismael, no tienen nombre ni rostro, se confunden entre ellos mismos, entre el ejército nacional, la guerrilla y demás grupos, ninguno se identifica especialmente, en el libro todos están expuestos bajo la misma luz, y para el pueblo que los padece, todos lo mismo. Aquí vendría una frase que alguna vez escuché en alguna película, “Que cuando tienes un arma en la mano, ¿cuál es la diferencia entre un policía y un bandido?” Más o menos dice así, pero la idea del mensaje, es retratar la situación de poder. Y nada mejor que un arma, para que los hombres aparenten tener algún poder en sus manos… el de vidas ajenas, el de sueños e infancias perdidas.
Pero no es un libro totalmente trágico, hay diversos episodios cómicos, netamente ligados a la narración costumbrista, a la simple pero magistralmente descrita cotidianidad del pueblo y la gente del común, aunque la guerra y la nostalgia siempre se encuentran a la vuelta de la esquina… Así como la sombra de la muerte, que empapa en diversos pasajes la atmósfera del libro, a sus personajes y a su entorno, haciéndome creer en el tramo final de si estuviese leyendo a Rulfo con su pueblo de muertos de Pedro Páramo.
Un episodio especialmente se queda grabado, cuando después de un descuido de Ismael y los mayores del pueblo, una pequeña y letal bomba cae en las manos de los niños que se divierten con ella inocentes, y luego Ismael de las quita y en un trayecto gélido y de suspenso, tras la emoción de los niños que lo siguen, intenta deshacerse del artefacto. Es una escena magistralmente narrada, así como muchos otros pasajes.
En síntesis, Costumbrismo, sencillez en la prosa, pero excelentemente narrada e hilvanada. Sin dudas, un nuevo clásico en la literatura colombiana.
9.5/10
Fragmento de Los Ejércitos:
"Hoy mi mujer sigue siendo diez años menor que yo, pero parece más vieja, se lamenta y encorva al caminar. No es la misma muchacha de veinte sentada en la taza de un baño público, los ojos como faros encima de la isla arremengada, la juntura de las piernas, el triángulo del sexo -animal inerrable, no-. Es ahora la indiferencia vieja y feliz, yendo de un lado para otro, en mitad de su país y de su guerra, ocupada de su casa, las grietas de las paredes, las posibles goteras en el techo, aunque revienten en su oído los gritos de la guerra, es igual que todos - a la hora de la verdad, y me alegra su alegría, y si hoy me amara tanto como a sus peces y sus gatos tal vez yo no estaría asomado al muro. Tal vez"
(Ismael, después de recordar cómo conoció a su esposa)
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Narrativa
Boyhood (Richard Linklater)
Película más reciente de Richard Linklater, el director de la famosa trilogía Antes del Amanecer, Antes del Atardecer y Antes del Anochecer, grabadas en tres distintas décadas. Pero Linklater tenía bajo la manga un particular proyecto iniciado desde el 2002, grabando durante 12 años, hasta el 2013, una película con los mismos actores y que mostraba el crecimiento del protagonista, y a la que llamó “Boyhood”, que fue estrenada este año en Sundance y Berlín, gozando de un excelente recibimiento de la crítica, logrando el Oso de Plata al Mejor Dirección en Berlín, y alzándose como una favorita en la temporada de premios.
Hace poco tuve la oportunidad de verla, dura casi 3 horas, y entre los dos visionados que le realicé quedé un poco desconcertado. El inicio del filme es muy prometedor, y durante su transcurso hay escenas realmente muy bellas, cómicas, dramáticas y bien logradas, donde te es prácticamente imposible esconder una sonrisa de medio lado, o incluso completa. Hay un detalle que sorprende, y es como las escenas se grababan en cada año que pasaba durante los 12 años de grabación, tenemos oportunidad de ver detalles específicos de toda la pasada década, tanto los cambios en la cultura, las modas, como en la misma política, canciones del momento, etc. y todo, sin necesidad escenarios ficticios, todo es completamente natural y se te hace cercano y familiar. Por tanto, los que vivimos y hasta crecimos en esa pasada década podemos sentirnos identificados en varios aspectos y escenas.
A pesar de que me gustaron varias cosas, debo confesar que en varios momentos y al final del filme, sentí momentos de aburrimiento y de que la trama se iba por momentos y de que nada se exploraba a fondo… Y para mí eso fue muy grave, porque muchas de mis películas favoritas tienen que ver con la infancia, la adolescencia y el crecimiento o la madurez, son etapas muy complejas y de mucho fondo, que en filmes anteriores se ha mostrado con gran maestría. En “Boyhood”, donde esperaba algo similar, creo que aunque se roza por momentos y hay una intención de abordar de forma general “momentos de una vida”, creo o al menos yo sentí ciertos temas tratados de forma muy superficial, y pensé quizás estar viendo fragmentos o capítulos incompletos de una serie de tv sobre el tema… algo que incluso creo que hubiese funcionado mejor, que tratar de meter todas esas horas de rodaje en un largometraje. Y en cuanto a las actuaciones, el joven Ellar Coltrane, quien tiene el peso del filme lo hace realmente bien, de forma muy natural, como me imagino que Linklater concibió que fuera, el resto del reparto también luce natural, y si tengo que destacar a alguien en especial, a Patricia Arquette, como una madre que nos deja una bella y dolorosa reflexión al final del filme. Y que de paso nos hace ver, que además de un filme sobre la infancia o el crecimiento o madurez de un ser, el inicio de la vida, también nos roza los momentos de decaida y decepción de la edad adulta... No sólo en la madré, sino que lo veremos en varios personajes mayores... Y también recuerdo varias escenas, como cuando la madre se lleva a sus hijos de uno de sus matrimonios fallidos, dejando a otras dos criaturas indefensas en el camino... Porque si hay algo que también encontraremos en el filme, desde el inicio, es la actitud de seguir adelante y dejar el pasado atrás... por más doloroso que sea para los mismos personajes o para las personas en su entorno... Transitando entre el pesimismo y el optimismo, como la misma vida se nos presenta...
¿Problemas en el montaje? ¿Quizás hubiese funcionado más corta? Puede ser… Pero no deja de albergarme cierto aire de decepción tras verla, aunque me hayan gustado algunas cosas. A pesar de sus virtudes, para mí no innova ni revoluciona nada, y por supuesto no es una Obra Maestra. Lo digo con cierta impotencia, ya que soy un gran admirador de los filmes de este género: infancia, adolescencia, familia, etc… Y lamentablemente este filme está lejos de la gran película que esperaba. Recomendación: A bajar esas expectativas, y disfrutar de los buenos momentos que tiene, y de las buenas intenciones de este autor tan obsesionado con el pasar del tiempo. Por todo esto:
7/10
Trailer de Boyhood
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