miércoles, 15 de mayo de 2019

Poema a la madre (Christian Sierra Teran)




(A propósito del Día de la Madre, que se celebró hace unos días en distintas partes del mundo, comparto este bello mensaje de mi querido amigo, Christian Sierra, quien vive en Rusia, y siempre ha demostrado un enorme e incondicional amor por su madre)


Evedith Teran
Moscú, 13 de mayo de 2019
Mamita,

Cuando mi corazón está abatido, 
No dejo de pensarte
A cada momento; a cada instante,
Daría todo lo que tengo por estar contigo 
Un mundo lleno de colores a mi alrededor
Si supieras lo grande que es mi amor.

Si el día de hoy muchos dan las gracias a sus madres por haberles dado la vida, yo te doy gracias por haberle dado sentido a la mía, fuiste tu quien me enseñó a amar de verdad, a querer incondicionalmente, a ser libre, y a ser feliz en la adversidad. Mamá, gracias a ti siempre he sido una persona fuerte, libre de miedos, por ti sé cuál es mi norte y mi destino, no le tengo miedo a mis sueños, ni mucho menos a los obstáculos o a la oscuridad. Tú me has enseñado a ser yo mismo y a no mirar atrás.

Sin ti, el rumbo de mi vida sería otro, pues desde pequeño me enseñaste a ser sencillo, a amar a la naturaleza y a sorprenderme de los detalles. Me enseñaste a escuchar y me dijiste que el mendigo y el desventurado también tienen grandes historias que contar.
Gracias a ti creo en un mundo posible donde la justicia actúe en virtud del más débil, de los que no son tenidos en cuenta, de los desposeídos, los olvidados, los desaparecidos, los silenciados. 

En tu heroica labor de madre no solo has vencido a la adversidad y demostrado lograr lo imposible, sino que has alzado tu voz en favor de los demás y hecho del mundo un lugar mejor.

Contigo aprendí a soñar con un planeta mejor, en donde todos podamos ser capaces de compartir. Donde exista la cooperación en lugar de la competencia, y en lugar del dinero, todos puedan explotar sus capacidades al máximo y no tengan que restringirse a la mera satisfacción de sus necesidades. Donde el trabajo sea una necesidad vocacional y no económica.

Por ti he aprendido a ser una persona de paz, a no guardar rencores. Me has mostrado el sinsentido de la violencia y que la paz no es el silencio después de la guerra.
Oh madre mía, si supieras cuan orgulloso me siento de ti!

Has sido el ser que me ha mostrado el mundo a través de sus ojos, y que más que como a un hijo, me has señalado lo que es un ser humano digno.

Tú me has traído al mundo como a un cometa cósmico, al que lanzaste al espacio a volar en búsqueda de la eternidad.

En mi viaje por la vida, yo te encuentro por doquier, veo tu sonrisa impresa en todos los rincones de mi ser, mamá, tu estás en todos lados: en mis alegrías y mis tristezas, en mis triunfos y proezas.

Mamita, tu eres mi mundo.

¡Eres el mejor libro que nunca antes había podido leer! 
Una historia heroica que llevo en mi pensamiento
El sol y la luna encontrándose después del atardecer
Una estrella fugaz volando por el firmamento

Gracias por existir.

¡Feliz día!
Tu hijo, 
Christian

miércoles, 8 de mayo de 2019

El Piedra (Rafael Martínez Moreno)




“El Piedra” es la opera prima del joven director, guionista y productor colombiano (y cartagenero), Rafael Martínez Moreno. Rafael, quien anteriormente había realizado cortometrajes y comerciales exitosos fuera de la ciudad, regresa a su ciudad natal, Cartagena de Indias, para dirigir su primer largometraje, con una historia local.

“El Piedra” me ha parecido una película muy emotiva, inspirada en una historia real, que retrata el estado de varios boxeadores de la ciudad de Cartagena; una ciudad donde se respira el boxeo, y donde así como lo representa en otros países, es una vía de escape de la pobreza para muchos jóvenes. Yo personalmente conozco varios ex boxeadores, salgo a trotar con algunos, y algunos de ellos que fueron campeones mundiales, o viejas glorias, como los llaman algunos. 





Reynaldo “El Piedra” Salgado es uno de esos boxeadores cartageneros, pero que tiene la particularidad de arreglar los encuentros para perderlos de antemano, aguantando algunos asaltos y obtener un beneficio económico. Pero un día aparece Breyder, un niño que dice ser su hijo y quiere que lo entrene para ser boxeador. Entre ellos empieza a formarse un lazo y a efectuarse un descubrimiento mutuo, donde ambos aprenden a valorarse y a reconocerse por lo que son.





La película tiene buen ritmo, tiene un buen guión, y adapta varios elementos de las películas de boxeo al contexto y la realidad de la ciudad de Cartagena. Se siente muy íntima, cercana e incluso personal. Porque aunque el tema visible sea el boxeo, y casi en su culminación encontremos una pelea decisiva como todas las películas de boxeo, la película trata más el tema de las relaciones humanas, de las relaciones filiales, de la paternidad, y la relación padre e hijo. Además del descubrimiento de los afectos y la sensibilidad. Sin olvidar dejar planteado el tema de la realidad social de la ciudad, que está muy bien representado y fielmente desde distintas formas.





También hay un correcto retrato sociocultural, dentro de las imágenes y el lenguaje utilizado, haciéndola aún más cercana y más respetuosa con los personajes que homenajea y lleva a la pantalla, que como en el buen cine, siempre son símbolos representativos de algo más.  

Y gran parte de ese trabajo se debe al excelente trabajo que hacen sus actores y su reparto general, con actores naturales que seguramente fueron muy bien dirigidos. Logran ser naturales y evocar auténticas emociones. Pude ver la película antes del pre-estreno en la inauguración de Festival de Cine de Cartagena (FICCI) en la sección de Cine en los Barrios, en el barrio Canapote. Esa noche fue especial porque la mayoría del público eran los habitantes del barrio Canapote, conformado en gran parte por niños, quienes disfrutaron la película de inicio a fin, y que según los comentarios que hacían, se notaba que se veían identificados, y que la trama logró involucrarlos emocionalmente con los personajes y la historia.  Es una historia efectiva, emotiva, bien narrada y distribuida, lo que muestra un buen hacer y un conocimiento del oficio de su director, que también compone planos muy buenos y significativos, que resaltan su talento como narrador visual.






Esperemos que películas como “El Piedra” sirvan para que se siga explorando más a la ciudad desde el lente cinematográfico, rescatando historias y personajes, con los que su población se pueda ver y sentir representada y reflejada. Pero en ningún momento desde el punto de vista de la representación de la miseria y la pobreza, esa sería una visión reduccionista y donde la película no cae, sino en la representación y valoración de los personajes y seres que por cuestiones de la vida nacen y mueren en difíciles condiciones, pero que sobreviven a diario de distintas formas, así como tantos cartageneros. Y por supuesto, sus historias merecen también ser contadas.

Y ATENCIÓN al estreno en salas de cine el próximo 16 Mayo en salas de Cine Colombia del país.