Se estrenó desde el jueves la más reciente película de la directora española Carla Simón, “Romería”, tercera parte de su trilogía sobre la memoria familiar y personal, que inició con esa brillante ópera prima, "Verano 1993" (2017) , y siguió con la notable, "Alcarrás" (2022). A continuación, comparto mis posts de ambas películas:
Con “Romería”, Carla continúa la trama de "Verano 1993", con una joven (Mariana) que viaja a la ciudad de Vigo para conocer a la familia de su padre biológico, quien murió hace varios años junto con su madre a causa del Sida. Mariana también va con el objetivo de conseguir que su abuelo acepte legalmente la paternidad sobre su padre, para un proceso administrativo que le facilitará acceder a becas para estudiar cine en la universidad, además de una especie de reconciliación con su pasado y su identidad, y la de su padre. Los abuelos, parte de la alta sociedad conservadora de Vigo, intentaron ocultar los vínculos con su hijo, por vergüenza de su enfermedad, como al parecer varias familias hicieron en la época de los 80 y principios de los 90.
Por otro lado, Mariana lleva consigo el diario de su madre, quien detalla de forma minuciosa el paisaje de Vigo, sus sentimientos y emociones, a su amado, el mar y algunos detalles familiares. La joven revive la historia perdida y oculta de sus padres a través de ese diario, e inicia un proceso personal de reconocimiento y construcción de su propia identidad, mientras que su presencia remueve la tranquilidad, los secretos y los silencios de su familia paterna.
Me ha parecido una película preciosa, llena de la sensibilidad, cuidado y detalle, que la directora ya ha mostrado en sus películas anteriores. También encontramos mucho naturalismo en sus composiciones, que se ha convertido en otra marca de su estilo, además del juego con imágenes de archivo y fotografías, que por momentos rozan lo documental. Esta parte me recordó por momentos a ese estupendo documental de la gran Sarah Polley, "Stories Se Tell" (2012), que siempre recuerdo, menciono y recomiendo, porque tenemos el paralelismo de una cineasta indagando en su historia familiar y en sus secretos, y en el camino se da cuenta que cada quien tiene una versión y un recuerdo distinto de un mismo evento. La memoria, el pasado, el dolor, los traumas, la ausencia... la vida. Todo eso también está en "Romería", que significa: “Viaje o peregrinación, especialmente por devoción a un santuario”. Y Carla Simón nos sumerge en un viaje íntimo, bello, poético, doloroso, luminoso y catártico, con momentos oníricos anexados con mucha maestría y cuidado.
Me gustó mucho y tenemos otra joya de esta joven directora y muy buen cierre a su trilogía. “Romería” disputó junto con "Sirat" el derecho de representar a España en los Oscar. Difícil decisión, aunque finalmente ganó la película de Laxe, pero ambas son muy buenas y recomendadas. Disponible en las salas de Cine Colombia, en Cartagena en Bocagrande Plaza. No dejen de verla.
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)