Pasó otra edición del Hay Festival 2018, la fiesta de la literatura, del arte, la cultura, la ciencia, la música, la política… en fin del conocimiento en general, siempre con un plus adicional en la literatura. El implacable sol de la ciudad de Cartagena, la brisa y el mar, siempre son los mejores acompañantes que en enero por unos días convierte a la ciudad en el epicentro de la cultura y la literatura en el país.
En el último día, donde ya se une la nostalgia, con el cansancio y se ven las primeras muestras de real agotamiento, luego de estar en los eventos y charlas, y entrevistando a algunos de los escritores, pero siempre con la satisfacción de buenos recuerdos y aprendizaje.
Esta edición del Hay, en realidad tuve un balance positivo, como en todos los años, hay charlas mejores que otras, hay que ser selectivos y escoger con anticipación lo que más te interese, los escritores o personajes entrevistados, incluso la revisión del entrevistador es importante, ya que tenemos mucha experiencia de malos entrevistadores que pueden hacer una charla banal, aunque enfrente tengan un Premio Nobel. Entonces, creo que para tener éxito en el Hay, hay que seleccionar bien los eventos a los que asistir, documentarse con personas que recomienden y publiquen sus eventos recomendados, indagar, y también arriesgarse de vez en cuando. Ya que una de las virtudes del Hay, siempre ha sido, descubrir nuevos autores.
Así que a mí particularmente me fue bien en las charlas, eventos y entrevistas realizadas, que se resumen en general a 18 eventos en 4 días.
Entre mis favoritas tengo especialmente cuatro:
Uno de mis eventos favoritos fue: “Cervantes y Shakespeare”, que contó con excelentes panelistas: Carmen Boullosa, Valeria Luiselli y Salman Rushdie, quienes conversaron con Margarita Valencia. Fue muy interesante conocer la visión de cada uno de los escritores sobre Cervantes y Shakespeare, donde a la vez se hizo una reflexión sobre los clásicos, su importancia, impacto, y pertinencia, tanto para los lectores como a los mismos autores. Carmen Boullosa, comentó sobre las difíciles condiciones económicas en las que Cervantes vivió, que consideró como aspectos fundamentales para que el escritor transformará su propio mundo y realidad a través de la literatura. Y que en la escritura de Cervantes, se realiza una persecución de sus demonios personales y colectivos, y a través de ese proceso nace la ruptura y el modelo de novela que instauró. Salman Rushide, en cambio, mencionó en comparación con las condiciones de Cervantes, quizás el éxito, aceptación y comodidad que tuvo Shakespeare en vida. También otro de los temas que trató y comentaron los tres panelistas en general, fue el de las traducciones de ambas obras de los dos escritores. Los tres escritores también compartieron al final, lo que representaba Cervantes y Shakespeare para cada uno, y si alguno había utilizado su influencia para sus propios textos. Boullosa mencionó un estudio y experimento con Cervantes en uno de sus libros, y que Shakespeare está presente en la vida de todos, por su retrato universal de las más naturales emociones humanas. Valeria Luiselli comentó sobre un ejercicio que se le pidió hace unos años, de escribir un relato a través de la perspectiva de Cervantes y Shakespeare, en el que no se sintió muy cómoda, por su mismo estilo de escritura tan personal, pero mencionó que quizás un acercamiento a un personaje de Cervantes, con el Quijote, era el de su novela La historia de mis dientes. Rushide habló sobre la fuerza y universalidad de los personajes, tanto de Shakespeare como de Cervantes, El Rey Lear, Don Quijote, todos que ya forman parte de un imaginario universal que trascendió las páginas.
La última charla del primer día, curiosamente fue una charla que entró de reemplazo, porque originalmente se tenía agendada a Julieta Venegas, y mucha gente fue a ver a Julieta Venegas, pero la organización avisó con tiempo que se cambiaba la charla por “Mayo 68, 50 años después”, donde tuvimos unos panelistas de lujo: Jon Lee Anderson, Carmen Boullosa, Rosie Boycott, Marc Levy y Carmen Pardo, quienes conversaron con Jonathan Levi. Ya tenía referencias sobre el Mayo del 68, principalmente sobre lo que he visto en películas y leído en artículos y libros, pero casi siempre tenía la referencia directa del cine, y espacialmente limitado a Francia. Por lo que fue muy interesante tener en esta charla a personalidades de distintos países: Jon Lee Anderson (USA), Carmen Boullosa (México), Rosie Boycott (Inglaterra), Marc Levy (Francia) y Carmen Pardo (España), y escuchar de parte de cada uno de ellos, cómo fue, cómo influyó y qué impacto tuvo el Mayo del 68, el año 1968, y la década de los 60 en general desde sus respectivos países. Y fue increíble conocer cómo en cada país estaba pasando algo, y todos liderados por los jóvenes de la época, como lo había mencionado en una charla anterior, Sergio Ramírez, que de verdad pensaron que podían cambiar el mundo. En USA, con Kennedy, la segregación racial a tope, y las revueltas estudiantiles, que venían desde la Guerra de Vietnam. En México, con las revueltas estudiantiles, Boullosa hizo un muy interesante relato de lo que ocurrió en México, y cómo también hubo un espíritu joven y revolucionario presente. Desde Inglaterra, Rosie Boycott mencionó el reforzamiento de los movimientos feministas y de la comunidad LGTB. Y desde Francia y España, también interesantes relato, como el de Carmen Pardo, que incluso mencionó la muerte del Camilo Torres, en Colombia, y el impacto que tuvo en España. Todos hablaron del poder de la televisión en esa época, que sirvió para unir fuerzas entre los jóvenes que se levantaban contra lo establecido, de los mismos jóvenes y los distintos movimientos que se formaron, pero también hablaron de los efectos, el desencanto, y la actitud de los jóvenes actuales, quienes han perdido el poder de las manifestaciones, y la tecnología dando un lugar más cómodo para hacer protestas, pero con mucho menor impacto que antes. De cómo la madurez mata al idealista, y finalizaron con sus interesantes puntos de vista sobre el pesimismo y el positivismo.
En las entrevista, entrevisté a la joven escritora argentina Samanta Schweblin, parte del grupo “Bogota39”, de los mejores escritores de América Latina menores de 40 años. Samanta me habló de su paso de escritora de cuentos y relatos cortos a la realización de su primera novela “Distancia de rescate”, que precisamente nació como un cuento fallido, al que en el mismo proceso de la escritura iba exigiendo un poco más de lo que estaba acostumbrada a escribir hasta ese entonces (130 páginas más). Pero que a la vez fue un experimento que le permitió trabajar más en algo que maneja muy bien y siempre se hace evidente en sus cuentos, y es la forma que da a sus relatos, la estructura narrativa que abordará. De este libro, su primera novela, me sorprendió el cambio de narradores, especialmente en el uso de la segunda persona, que es muy difícil de ver en la literatura en general, y la construcción de sus personajes, y el ambiente en que se relacionan y conviven. Hablamos de su relación con varias de las escritoras de su generación, de Argentina y de otros países, y de Margarita García Robayo, nuestra escritora colombiana y cartagenera, que lamentablemente e injustamente no fue incluida en este listado (Bogotá39). Pilar Quintana en otra entrevista también me dijo lo mismo, sobre la indignación por la no inclusión de Margarita García. Margarita vive en Argentina y es amiga de Samanta.
Otra de las primeras charlas a la que asistí fue en el Centro de la Cooperación Española, en el conversatorio con la escritora Pilar Quintana, reciente ganadora del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana. Pilar conversó con el periodista Jorge Eduardo Espinosa principalmente sobre su novela, “La Perra”, con la que ganó dicho premio. Pilar conversó sobre su carrera, sus distintas actividades y espacios ocupados en la vida, y cómo cada uno ha influido en su trabajo como escritora. Desde la escritura de guiones hasta su estancia en el Amazonas por casi 10 años, experiencia que recogió para “La Perra”. Dio consejos de escritura, y de cómo ella misma escribe, especialmente cuando tuvo que escribir la novela a través de su celular mientras se encontraba amamantando a su bebé, y cómo la literatura le exige vivir experiencias para poder narrar.
Entrevista con Pilar Quintana
Otro día empecé la jornada en una entrevista con la escritora colombiana, Pilar Quintana, reciente ganadora del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, por su novela “La Perra”. Conversamos sobre la concepción de su novela, que curiosamente fue desarrollada en el bloc de notas de un celular mientras ella se encontraba amamantando a su bebé. De cómo la distancia es necesaria para concebir de mejor forma un escrito sobre un lugar o una situación. Pilar es de esas escritoras viscerales que necesita vivir o tener experiencias cercanas con lo que narra y crea. Hablamos de las escritoras colombianas a las que admira y le han servido de inspiración para su trabajo, Piedad Bonnett y Laura Restrepo, y en las contemporáneas a Melba Escobar y Carolina Vega. Y en Latinoamérica a Alejandra Costamagna y Mariana Enríquez. Pilar Quintana estuvo en la lista de los mejores escritores latinoamericanos menores de 39 años, hace 10 años, lo que hoy se conoce como Bogotá 39. Hablamos de cómo ha evolucionado la lista, la presencia de las mujeres en ella, entre otras cosas. En cuanto a participación femenina, al parecer no ha cambiado mucho, sigue siendo mucho menor. Y mencionamos el tema de Margarita García Robayo, que no fue incluida en esta lista, con muchos méritos de sobra para estar presente. Pilar mencionó que siente admiración por Margarita, y piensa que debería haber estado en el listado.
Con la escritora nacida en Ghana, Yaa Gyasi, hablamos sobre la vida en Estados Unidos y en Ghana (lo que recuerda), también sobre la identidad, sobre el paso del tiempo… le pregunté sobre la complejidad de la estructura de su novela, ya que aborda la historia de tres siglos, a través de capítulos que saltan de generación en generación, donde cambian los personajes en cada capítulo, siguiendo las huellas de un árbol genealógico que encontramos antes del inicio del libro. En esta parte, también me contó, que esa estructura fragmentaria entre capítulos, es más o menos la forma en que funciona la familia, donde pasan las generaciones y nunca se llega a conocer a profundidad a sus miembros, incluso a los más cercanos. Me contó que de hecho fue difícil elaborar esa estructura, ya que trató que en cada capítulo hubiese una diferencia de entre 20 y 30 años, el tiempo de una generación, y para contrastar con los hechos de su historia, tuvo que averiguar lo que pasaba en el mundo, y en el lugar donde se encontraban sus personajes, para poder construir la narración. Gyasi me contó que regresó por primera vez a Ghana en el 2009, tiempo que aprovechó para visitar locaciones, entre ellos el castillo donde funcionaba un foso o cárcel subterránea donde tenían a los esclavos para vender. Luego del 2009, Gyasi no ha regresado a Ghana, y me respondió que quizás pronto regrese nuevamente. También hablamos de influencias, y como siempre, no pudo faltar Chinua Achebe, uno de los primeros escritores que empezó a utilizar la ficción para contar la historia de su continente al mundo. Y por supuesto, manifestó su admiración por Chimamanda Ngozi Adichie, a quien menciona como la escritora que le abrió las puertas a todas las otras escritoras africanas emergentes. Y hablamos de la literatura africana en general, y en referencia a su novela, y su condición autobiográfica, me confirmó que el personaje que más se parece a ella, es la niña Marjorie, que sale en los capítulos finales. Ella vuelve a casa. Luego de entrevistarla, igual entré a su charla con Peter Florence, el creador del Hay Festival. Me gustó la charla, Florence demostró que había leído su novela y le hizo buenas preguntas y dirigió bien la conversación, también hubo preguntas interesantes del público.
En otra de mis charlas favoritas, “Cine y Literatura”, con el gran guionista mexicano Guillermo Arriaga (Amores Perros, 21 Gramos, Babel), quien conversó con la siempre interesante y aguda entrevistadora, Marianne Ponsford. Arriaga como siempre, demostró su carisma con el público, a pesar de estar enfermo. Y prácticamente nos dio una excelente MasterClass sobre escritura de guión, y sobre literatura. Me pareció fascinante todo lo que dijo, los detalles que nos contó de sus famosos guiones de cine, sobre sus libros, sobre su vida y sus aficiones. Es un narrador nato, creo que podría haberme quedado escuchándolo toda la noche, y todo el público estaba de acuerdo. Así como sus guiones, su literatura es visceral, y todo lo que escribe está basado en sus propias experiencias, y como siente y percibe el mundo. Ha sido de mis favoritas. Y Ponsford muy buena entrevistadora e incisiva en sus preguntas, y cómo él se explayaba en sus respuestas, y se mantuvo toda la charla de pie, para ver a todo el público, a quien al final nos pidió una fotos a todos en el aforo.
Fue una lástima, y entre los puntos negativo, la esperada charla del premio Nobel de Literatura sudafricano J.M Coetzee con Soledad Costantini. Coetzee es un excelente escritor, y los asistentes pudimos escucharlo leer fragmentos de una de sus obras. Pero poco a poco pasaban los minutos y no había charla, seguía leyendo, y la entrevistadora leyendo luego el mismo fragmento que leía Coetzee en español. Así duraron, hasta que por un momento pareció que estaban hablando de otros temas, pero seguían leyendo ambos. Al parecer la charla ya tenía un guión y simplemente estaban leyendo. Fue muy bueno escucharlo leer sus propios textos, pero se extendió mucho, y luego la charla con guión volvió todo muy monótono y aburrido. Yo igual me tuve que salir antes para ir a entrevistas a la joven escritora africana, nacida en Ghana, Yaa Gyasi, por lo que dejé los terrenos del sudafricano, que aún así me sigue pareciendo un excelente escritor, y fui por otros terrenos de África.
La última de mis favoritas fue la charla, “Sobrevivir a la infancia”, donde estuvieron los escritores Gloria Susana Esquivel, Sara Mesa y Valter Hugo Mãe, quienes conversaron con el escritor colombiano Guido Tamayo (Juego de niños). Fue una charla muy interesante donde se trataron distintos temas y se abordaron distintas perspectivas sobre la infancia, la literatura con niños y la literatura para niños. Gloria Susana habló de la dificultad, y a la vez el reto de asumir una perspectiva infantil, cómo a veces se banaliza y caricaturiza la infancia. Sara Mesa también comentó como a veces la mejor forma es narrar un relato a través de los recuerdos de un adulto, que rememora su infancia. Y finalmente, el interesante escritor portugués Valter Hugo Mãe, brilló en cada una de sus intervenciones, brindando siempre una mirada realista y muchas veces triste y confusa sobre la infancia, el papel de los papás, los traumas, la poca libertad, la formación, la educación, y sobre todo el tratamiento del dolor en la infancia a través de la literatura. Una de sus frases fue: “Creo en los libros porque a veces la personas no sirven”.
También entrevisté a otra de las escritoras del “Bogotá39”, que esperaba mucho, Valeria Luiselli. Aún no la reconoce mucha gente, ni muchos medios la pidieron tampoco, pero estoy seguro que es una de las escritoras que seguirá dando mucho que hablar, y su obra es bella e impecable. Hablamos sobre cuanto se expone a sí misma en sus relatos, porque para los que no la conocen, Valeria escribe ensayos y novelas, y en sus novelas son muy comunes las referencias personales, un estilo de crónica y casi documental sobre la realidad, y la forma en que la mezcla con mucha destreza con la ficción. Antes de preguntarle algo, le dije: “No sé qué te voy a preguntar porque todo está en tus libros”. Ella sonrió y me dijo: “Que bueno que lo dices, porque muchos periodistas me preguntan cosas muy obvias y que yo misma revelo en mis libros”. Así que como siempre trato de hacer, más que preguntas que han respondido ya muchas veces en otras entrevistas, intento crear una conversación entorno a sus obras, desde mi perspectiva como lector y escritor. Sobre “La historia de mis dientes”, me contó que Gustavo Sánchez Sánchez, alias “Carretera”, su bello personaje y protagonista de su novela, está inspirado en su tío, que era también un vendedor nato, pero sobre todo un contador de historias. Y además tenía una dentadura postiza.
Sobre sus libros de ensayos, crónica, “Papeles Falsos”, “Los niños perdidos”, dijo que claramente es difícil no estar presente en la historia por la característica y esencia del texto, pero que también siempre hay una distancia en cuanto a la exposición personal dentro de la obra literaria. Le dije que luego de leer su obra la había descrito en unas cuantas palabras (que incluí en mi reseña de “La historia de mis dientes”), que creía que describían su obra y su estilo: “Documental literario. Crónica novelada. Ensayo de lo cotidiano. Perfil de una pequeña gran vida”. A lo que ella contestó: “Completamente. Exactamente es eso”. Y con respecto a “Los niños perdidos” que fue su libro más reciente, me contó una primicia, que posteriormente en un siguiente evento al que fui, “Libros favoritos”, también revelaría Juan Gabriel Vásquez. Y es el proyecto de su próxima novela, que se llamará: “Los archivos de los niños perdidos”, donde construyó una novela a través de los muchísimos casos y entrevistas que hizo como traductora de miles de niños que cruzan la frontera de Estados Unidos, y que trató en su libro, “Los Niños Perdidos”. Al final, fue un placer conocerla y hablar con ella, honestamente era la escritora que más quería conocer, aunque ella no supiera, esperaba verla incluso más que a Coetzee y a Rushide (a los que he leído y admiro mucho también), lo mismo que a la argentina Samanta Schweblin. Valeria me dijo que también conocía a Samanta y eran amigas. Lo que me sigue demostrando lo interesante de esta generación de joven escritoras latinoamericanas, que están llamadas a hacer historia propia. Si no la han leído, ¿qué esperan?
Y otro de los eventos al que asistí fue “Libros favoritos: autoras clásicas y contemporáneas”. Donde un grupo de interesantes escritores de distinta nacionalidad y género hablarían y seleccionarían a los libros escritos por mujeres, tanto clásicos como contemporáneos, que los hayan marcado como escritores. Los escritores fueron:
Azriel Bibliowicz, Alonso Cueto, Geoff Dyer, Yaa Gyasi, Dinaw Mengestu, Edurne Portela, Eloy Tizón y Juan Gabriel Vásquez, quienes conversaron con Carolina Robino.
A continuación, hago algo que muchos de los asistentes querrían, y es la lista completa de todas las escritoras mencionadas por los escritores. Se los dejo de regalo:
Edurne Portela: Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos (México), Edwidge Danticat (Haití), Sara Mesa, Marta Sanchez (España)
Eloy Tizón: Anais Nin (USA), Ana Blandiana (Rumania),
Azriel Bibliowicz: Luisa Valenzuela (Argentina).
Alfonso Cueto: Emily Bronte (Inglaterra), Clarice Lispector (Brasil), Susan Sontang (USA).
Geoff Dyer: Rebecca West (Inglaterra).
Yaa Gyasi: George Eliot/Mary Anne Evans (Inglaterra), Ama Ata Aidoo (Ghana), su libro “Changes”, Jesmyn Ward (USA), su libro "Savage the Bones".
Juan Gabriel Vásquez: Hannah Arendt (Alemania), Virginia Woolf (Inglaterra), Valeria Luiselli (México).
Carolina Robino/Presentadora: Gabriela Mistral (Chile).
En este evento, justo después que entrevisté a Valeria Luiselli, Juan Gabriel Vásquez la escogió en su lista, y además reveló la primicia, que ella minutos antes me había revelado, jeje. Cosas que pasan. Entrevisté a Vásquez hace algunos años atrás.
Y en el último evento al que asistí fue: “Bogotá39-2017. La era de los desastres”. Que hacía parte de los conversatorios con los escritores de la lista de “Bogotá 39”. Los escritores presentes eran: Carlos Manuel Álvarez (Cuba), Valeria Luiselli (México), Eduardo Plaza (Chile) y Valentín Trujillo (Uruguay), quienes conversaron con Max Seitz. Y si, lo escogí únicamente porque estaba Valeria Luiselli, y como me senté en primera fila, me vio por segunda vez en ese día. Sin pensar que nos faltaba por encontrarnos otras tres veces más en esa tarde de domingo, jajajaja. De verdad al final tenía pena de que quedara catalogado de acosador, pero la verdad las últimas tres fueron casualidades. La última fue en la librería ábaco, así que ni modo, los que me conocen saben que es uno de mis sitios. La charla estuvo muy poco concurrida, y entendible, porque era el último día del festival, porque los autores aún no son muy conocidos, y porque justo abajo, en el primer piso de la Cooperación Española estaba Ana Belén en otro evento. Pero aún así, fue interesante conocer las perspectivas y reflexiones de los escritores sobre los tiempos que corren, la época de los desastres políticos, naturales y sociales. Eduardo Plaza habló de los desastres naturales en Chile, también comentaron el reciente desastre natural en México, sobre la corrupción, la política, los inmigrantes, y Carlos Manuel, nos dio su visión de Cuba.
Fue un día muy movido e interesante, al final quedé muy agotado. Hoy publico este diario un poco tarde, preciso porque aún estoy un poco cansado, recuperándome, y aún con muchas cosas por hacer. Esperen pronto mis conclusiones y reflexiones finales. Pero es todo por ahora. Esperemos disfrutar de la fiesta de la literatura el próximo año también. Y gracias por leerme.
Estos particularmente fueron los eventos más interesantes, y los autores que deberíamos seguir para adquirir sus obras y su respectiva carrera. También me gustó la charla con Andrea Marcolongo, con su libro “El lenguaje de los dioses”, sobre la importancia del lenguaje del griego. Su charla con Juan Esteban Constaín, fue muy productiva y rica.
En síntesis, otra edición con muchos momentos para recordar, recomendaciones, autores y libros por leer. Nos vemos en la próxima edición!
A.S.B
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)
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