Surrealismo, terror, crítica, racismo, drama, humor negro, thriller, gore, romance, entre otros, son algunos de los géneros que más resaltan entre estas dos particulares series de comedia que han quebrado distintos esquemas desde sus respectivas emisiones. Ambas han llegado a la 4ta temporada, y ya sabemos que fue el final definitivo de “Barry”, parece que el de “Atlanta” también, pero a continuación comentaré sobre las últimas temporadas de estas series de las cuales nunca sabías qué te podía esperar en el siguiente episodio, y que representan dos formas distintas de hacer comedia, experimentando de forma creativa con géneros, símbolos, formatos, estilos y temas. Ambas son series muy sofisticadas y muchas veces con episodios brillantes que generan un gran impacto en el espectador. Empezamos:
ATLANTA
Sigo la serie desde sus inicios pero creo que es la primera vez que escribo sobre ella en el blog. Y desde hace años tenía preparados algunos textos pero nunca se dio la oportunidad de sacarlos en un post. De hecho, el primer post que tenía pensado hacer sobre “Atlanta” venía adjunto con comentarios de su 2da temporada y de paso un comentario del mediometraje “Guava Island” con el mismo Donald Glover y su colaborador Hiro Murai. Entonces voy a recopilar todo a continuación:
Mini/Doble Reseña (Sobre Donald Glover): "Atlanta - Season 2" y "Guava Island".
Finalmente he visto la 2da temporada de Atlanta, y me ha encantado al igual que la primera. Donald Glover sin dudas tiene un enorme talento para mezclar la comedia con la crítica social, la crónica y el análisis sociocultural, además de la revisión cultural y psicológica del tema racial en U.S.A, pero que al final también termina siendo y abarcando al ser humano en general. Porque se nota que habla de la experiencia, del conocimiento y de buenas bases. Aunque es actor, director, guionista, productor, compositor y hasta cantante, en Atlanta divide los créditos, así como en otros proyectos con el director Hiro Murai, quien también dirige el mediometraje que comentaré más abajo. Siguiendo en Atlanta, la 2da temporada sigue con ese estudio de la industria musical, de los raperos, pero también de la sociedad y la cultura. Hay episodios muy frescos, otros más hilarantes, otros más duros y tristes, y como siempre, reparte muy bien el protagonismo, dedicando episodios completos a sus compañeros del elenco. En esta temporada también está el estudio de la fama como tema en varios capítulos, la amistad, la familia y la infancia. Y su excelente elenco sigue brillando, acompañando a Glover: Keith Stanfield, Brian Tyree Henry y Zazie Beetz.
Por otro lado, he visto también el mediometraje "Guava Island", dirigido por Hiro Murai, y creado y protagonizado por Glover, acompañado de Rihanna y Letitia Wright. Es un pequeño cuento musical en forma de fábula, que inicia como un relato infantil y fantástico sobre una isla habitada por dioses e invadida posteriormente por unos hombres que reprendieron a sus habitantes a trabajar de manera incansable. Una pareja de niños se enamora en este nuevo ambiente y crecen con la ilusión de escapar algún día, pero el chico es un músico que toca en una radio local y adora y es adorado por la isla y su gente. Hasta que un día organiza un festival/concierto invitando a todos los habitantes para disfrutar tan siquiera un día. Me pareció un experimento interesante y original, con mucha simbología y crítica social. Hace una pequeña interpretación de su éxito como Childish Gambino, "This is America". Es otro producto fresco pero a la vez experimental e innovador, que sigue mostrando el talento de Glover en experimentar y buscar nuevas formas de expresión y narración, junto con Murai.
Afortunadamente seguiremos viendo y escuchando mucho sobre él. Si aún no ha visto Atlanta, no se la pierdan.
Atlanta (3ra y 4ta temporada)
La 3ra temporada de #Atlanta sigue manteniendo la calidad de la serie. Me continúa encantando la forma en que Glover te habla del mundo del espectáculo en los artistas afroamericanos, mientras disecciona con mucho cuidado, sutileza, humor negrísimo y contundencia los problemas de racismo que persisten en la sociedad. No faltan los toques surrealistas y sobre todo esos episodios intermedios, en donde no aparece ningún miembro del reparto principal, pero se centran en una historia particular para plantear una situación que pone el lente y el dedo en la llaga sobre diversos comportamientos que evidencian nuevas formas de racismo. Como el más reciente que vi, el episodio 7: "Trini 2 De Bone", que me pareció tremendo. Una pareja blanca de clase media alta se entera que la niñera de su pequeño (una mujer mayor de Trinidad y Tobago) ha muerto, y ante la tristeza del pequeño diciden llevarlo al funeral, donde se enfrentarán a muchas sorpresas y reflexionarán sobre ellos mismos.
Y en la 4ta temporada me gustaría resaltar algo de lo que no he hablado hasta el momento: #Atlanta tiene fácilmente una de las mejores bandas sonoras en cada episodio entre todas las series de los últimos años. Con un buen repertorio de Hip Hop, Rap y R&B, que se mezcla de forma perfecta con la banda sonora de cada episodio, el alma de los personajes y esa extraña atmósfera de ensueño o pesadilla que cubre muchos de los episodios, fiel a la fuente de inspiración que el mismo Glover ha mencionado varias veces: Twin Peaks (versión raperos) . Cada capítulo sigue siendo un viaje a ese universo surrealista, etéreo, oscuro, divertido y ferozmente crítico de Donald Glover, quien a la vez sigue analizando de forma compleja el racismo, como en sus nuevas formas de expresión, las tensiones entre la misma comunidad y todos esos elementos culturales y ancestrales característicos. En esta temporada tendría que resaltar los episodios, como: Light Skinned-Ed, Work Ethic, Snipe Hunt, The Goof Who Sat by The Door, en donde respectivamente nos habla del drama en la comunidad afroamericana con las personas que no son lo suficientemente negras o mestizas para algunos, también el paso por el duro mundo del espectáculo para los niños, en una especie de pesadilla distópica; pasando por un relajante e íntimo viaje al campo en familia en donde se discute sobre el futuro de la pareja principal; y en otro de esos episodios donde no sale ningún miembro del reparto principal, en forma de crónica se cuenta y se re-imagina una historia sobre un afroamericano que logró un alto puesto en la compañía Disney, y a la vez sobre el significado de Goofy, uno de los famosos amigos de Mickey Mouse, para la comunidad afroamericana. Y además de estos, todos los otros episodios tienen un componente muy fuerte que en realidad te golpea y te maravilla, y de vez en cuanto te divierte. Me parece una genialidad de serie.
BARRY
Sobre “Barry” ya había escrito en el blog. Recuerdo que desde su primera temporada resaltaba esta comedia negra sobre un asesino a sueldo que en medio de una misión encuentra su vocación como actor de teatro. El alma de la serie es su creador y protagonista Bill Hader, quien personifica con efectividad este personaje tan particular y complejo. La duración de cada capítulo es ideal, como en todas las comedias, y el número de capítulos también. Además de Barry, hay una gama de personajes secundarios de lujo, más situaciones tan bien construidas, que simplemente te hacen disfrutar de cada segundo. Está muy bien escrita (Hader es guionista también), y en cierta forma es original al mezclar géneros, porque en medio de la comedia negra aflora la sátira, entre ellas al mundo del entretenimiento, y contiene momentos tan hilarantes, surrealistas y absurdos, así como tristes y dolorosos. Sin dudas, es una de las joyas de la televisión reciente.
Pero centrándome en su última temporada y despedida definitiva, debo decir que la serie alcanza otro punto alto desde su dirección, su fotografía y la estructura de su guión. Pues desde el inicio se nos planteó que el teatro y la puesta en escena eran muy importantes en esta historia, y en distintos puntos de la historia vemos que cada uno de los personajes principales se encuentran perdidos en una falta identidad, en una falsa realidad que han asumido para poder sobrellevar sus respectivas existencias. Barry y Sally intentando vivir una vida con su pequeño hijo lejos de la civilización, con el temor de ser descubiertos y con ello el oscuro pasado que cada uno arrastra, lo que los lleva a sobre proteger al pequeño. Y en esos planos que se mezclan, de Barry con su hijo, así como el Barry pequeño con su padre están muy bien realizados, y nos hablan mucho del pasado del protagonista y de la raíz de varios de sus traumas. Por otro lado, tenemos a Hank y al profesor Cousineau, ambos hicieron grandes sacrificios para encontrar cierta paz, pero pronto les explota en su cara el pasado, y Cousineau con su propio narcisismo como el causante que lo saca de su tranquilidad para volver al drama y revolver las historias de todos los demás.
Toda la temporada está llena de acción, de tensión, de tristeza, de tragedia, y finalmente se pone en escena el mismo poder del cine, del relato y la volatilidad de las historias según sea la perspectiva que se narre: el espectáculo reivindica a asesinos y los convierte en héroes, el crimen se convierte en otro producto de consumo, así como el de sus mismos perpetradores, y de alguna forma son glorificados. Lo que nos lleva a pensar en en boom que ha habido en los últimos años sobre las historias de asesinos seriales, con esa intención de humanizarlos a un punto extremo y poco saludable, y la gente que lo consume a gusto y le da los mayores índices de audiencia. “Barry” trata este tema y resulta bastante pertinente para analizar esa misma realidad y tendencia que vivimos o hemos vivido en los últimos años. De la banalidad del mal y el peligro de las historias únicas, o la hipocresía que a veces existe en querer contar el otro lado de las historias, pero con una intención comercial que puede llevar a una empatía extrema con los asesinos, resaltando el mal que vivieron y explorando sus traumas, pero obviando y muchas veces censurando la condición mental que persiste y los nubla para llevar a cabo sus objetivos, entre muchos otros temas.
Barry afortunadamente no huye de los análisis y dilemas psicológicos del protagonista, sino que ahonda en ellos, los enfrenta y nos sumerge en ellos, lo que a veces genera una densidad adicional y quizás una perturbación en el espectador, pero logra con su ágil escritura y los recursos en sus otros personajes balancear un poco estos momentos de densidad y oscuridad. Y tras de eso se da el lujo de hacer sátira del espectáculo, de los asesinos en la pantalla, del mercado de armas en U.S.A., sobre la violencia en nuestras vidas y la imposibilidad del cambio o de obtener alguna redención. Otra gran serie que seguro te hará cuestionar muchas veces de si lo que ves es una comedia.
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)
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