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jueves, 2 de septiembre de 2021

Especial: El Nombre de la Rosa - Lectura Colectiva #Eco2021 / (A.S.B.)

Especial: El Nombre de la Rosa - Lectura Colectiva #Eco2021 / (A.S.B)

 

En el cuarto año de la dinámica de Lecturas Colectivas, que iniciaron con la lectura colectiva de #Dante2018, del 1 de enero al 10 de abril del 2018, bajo el hashtag #Dante2018; y del siguiente, #Ovidio2018 para leer la famosa obra de Ovidio: Las Metamorfosis, desde el 1 de Mayo hasta el 3 de Agosto de ese mismo año. Y del gran reto de leer “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra (que se peleó el honor de suceder a #Dante2018 junto con #Boccaccio2018 y #Ovidio2018 entre otras, al final decidimos leerlas todas), desde el 1 de Junio hasta el 06 de Octubre; y del 27 de Julio con “El Decamerón” de Giovanni Boccaccio, que iría hasta el 10 de Noviembre. Y de seguir otras lecturas “no oficiales” como #Kafka2018 y #Virgilio2018, para finalizar el año 2018 llegó la lectura colectiva de #Borges2018, con la lectura de dos de las obras más emblemáticas del escritor argentino: “Ficciones” y “El Aleph”, dos recopilaciones de relatos, que contienen varios de los cuentos más alabados de la literatura universal. Con todas estas lecturas completé casi 12 meses seguidos entre todas lecturas colectivas del 2018, leyendo a diario. En el 2019 inicié con otros dos retos mayúsculos: la “Ilíada” de Homero y el “Ulises” de James Joyce, iniciando también desde el 1ero de enero del 2019, hasta mediados del mes de junio (15 de junio), que he acabé las dos lecturas. Y entre esas lecturas también estuve en la lectura adicional de “Hamlet” de William Shakespeare, bajo el hashtag de #Shakespeare2019. Desde Julio 1 inició otra lectura bajo el mismo hashtag de #Homero2019, el de la “Odisea”, la secuela de la Ilíada, que terminé el 14 de diciembre, también con un canto a la semana. Casi todo un año leyendo a Homero en detalle y en compañía de otros lectores alrededor del mundo a través de este gran Club de Lectura Virtual en que se han convertido las lecturas colectivas. Fue una muy buena experiencia haber leído primero el Ulises de Joyce, para leer luego la Odisea, pues Joyce tomó parte de la Odisea para la estructura de su novela. Por eso en los resúmenes de la Odisea, hace mención a las referencias homéricas dentro el “Ulises”. Y terminar el año 2019 con la lectura colectiva de “La Montaña Mágica” de Thomas Mann, el 27 de diciembre, sumando otro año dedicado a la literatura, además de mis otras lecturas personales. El 2020 inició con un gran reto, leer bajo la misma dinámica la obra "Así habló Zaratustra" de Friedrich Nietzsche, desde el 1ro de enero hasta el 29 de abril del 2020. Y la otra lectura del 2020 siguió con "Los Hermanos Karamazov", que realicé del 24 de marzo del 2020 hasta el primero de Julio del 2020. Lectura realizada en pleno confinamiento por la pandemia del Covid-19. Después de esas dos lecturas colectivas del 2020 me tomé un descanso de esas dinámicas y retomé en el 2021 con #Sofocles2021, leyendo sus conocidas siete grandes tragedias, del 1ro de enero al 13 de Marzo del 2021, y ahora más recientemente en el Club de Lectura al que pertenezco decidimos hacer una lectura colectiva de la novela “El Nombre de la Rosa”, del 1ro de julio al 26 de agosto del 2021.

Para los interesados, dejo el post general que hice sobre mis publicaciones diarias de #Dante2018, #Ovidio2018, #Cervantes2018, #Boccaccio2018, #Borges2018 (X2), #Homero2019 (X2), #Joyce2019, #Mann2019, #Nietzsche2020, #Dostoievski2020, #Sofocles2021


Especial: La Divina Comedia (Dante Alighieri) Reto #Dante2018

Especial: Las Metamorfosis (Ovidio) Reto #Ovidio2018

Especial: Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes) Reto #Cervantes2018

Especial: El Decamerón (Giovanni Boccaccio) Reto #Boccaccio2018

Especial: Ficciones (Jorge Luis Borges) Reto #Borges2018

Especial: El Aleph (Jorge Luis Borges) Reto #Borges2018

Especial: Ilíada (Homero) Reto #Homero2019

Especial: Ulises (James Joyce) Reto #Joyce2019

Especial: Odisea (Homero) Reto #Homero2019

Especial: La Montaña Mágica (Thomas Mann) Reto #Mann2019

Especial: Así habló Zaratustra (Friedrich Nietzsche) Reto #Nietzsche2020

Especial: Los Hermanos Karamazov (Fiódor Dostoyevski) Reto #Dostoievski2020

Especial: Siete Tragedias de Sófocles - Lectura Colectiva #Sofocles2021 


Las publicaciones diarias las hacía por mi cuenta personal de Facebook, o la página de Facebook de mi blog A.S.B Virtual Info, y en mi Instagram. Pero sobre todo, y la esencia de estos retos y lecturas colectivas nació de la interacción en Twitter, gracias a la iniciativa del escritor Pablo Maurette, donde también a diario compartía mis posts de cada lectura, y también en las historias de Instagram y whatsapp. 

Desde #Dante2018 mi papel activo, constante y diario, fue el de realizar textos diarios en todas mis redes sociales, que muchas veces eran resúmenes, otras veces eran reseñas, otras análisis, otras selección de fragmentos, y en el mejor de los casos, una mezcla de todas las anteriores, con la intención de conformar un diario de lectura. Ahora mencionaré algo breve de la experiencia de esta lectura colectiva:


Y antes de empezar, los miembros del Club de Lectura de Ábaco estuvimos compartiendo nuestros textos diarios sobre la novela en el siguiente grupo de Facebook, el cual recomiendo para ver muchos aportes valiosos, así como buscar el hashtag en twitter #Eco2021:

Grupo en Facebook: 

El Nombre de la Rosa - Lectura Colectiva (Club de Lectura de Ábaco)








El Nombre de la Rosa (Breve comentario general)


Excelente novela de Eco, que bebe de Arthur Conan Doyle, Agatha Christie y hasta el mismo Jorge Luis Borges, tomando lo mejor de cada uno. Y para que no quede dudas de las influencias, él mismo se encarga que dejar pistas dentro de la novela, el mismo nombre de los personajes o detalles específicos de alguno de ellos. 

Es la primera vez que la leo y me ha sorprendido gratamente, por su mezcla entre la novela de ficción histórica, más la novela detectivesca, la novela de misterio y hasta por los rincones de la novela negra. Posee una buena base histórica que se mezcla con ficción, una trama de misterio bien elaborada y realiza a la vez una exploración a las contradicciones de la iglesia y sus instituciones. 

Y dentro de todo este entramado entre la ficción histórica y la investigación de los crímenes, la novela nos deja unas interesantes reflexiones sobre temas universales, religiosos, filosóficos, históricos, científicos, morales, entre muchos otros. Y a veces también muchas preguntas para que el lector las confronte y se las responda a sí mismo. 

Su estructura narrativa es muy ágil y la división de los capítulos que también responde a un sistema y una estructura temporal de la época medieval, que a propósito la época está muy bien ambientada, sobre todo en lo que corresponde a la vida dentro de la abadías, logrando en muchos momentos servir como crónica medieval, con el uso clásico de los catálogos de objetos, elementos cotidianos, plantas, alimentos, y por supuesto, los libros, que son un tema importante y vital en la trama. La biblioteca, el acceso al conocimiento, el poder, las ficciones, el miedo, la represión del deseo, entre otros muchos temas en los que nos adentramos a través de esta novela y su particular conjunto de personajes, quienes guían y se mueve con destreza dentro todos los hilos que se mueven en la narración. 

Pero sin extenderme más, comparto mi diario de la lectura colectiva, en donde en esta oportunidad tuve algunos problemas en algunos días, por lo que hay resúmenes y análisis mejor elaborados en algunos días más que en otros, pero al final todos forman este experiencia con la lectura. Y además, como me atrasé en algunos días, hay algunos capítulos que van de forma doble en un mismo resumen. Sólo hay que revisar el texto al final para comprobar los días o capítulos correspondientes que contienen cada texto.  











EL NOMBRE DE LA ROSA



DÍA 1


Día 1: “En el principio era el Verbo y el Verbo era en Dios, y el Verbo era Dios”.
Un inicio que me hace recordar precisamente al final de una gran película y una gran filmografía: “Sacrificio” de Andrei Trakovski. Y así como la película fue el testamento del gran director ruso, en el libro de Eco nos dejan constancia de unos hechos en un pergamino. Palabras, letras, recuerdos, Verbo.
Desde el inicio del prólogo se introduce el contexto histórico de la novela, señalando el año 1327, en plena Edad Media y siendo papa del pontificado de Aviñón, Juan XXII (Jacques de Cahors), al que el narrador describe como un alma pecadora. Se exploran datos importantes y antecedentes cargados de tensión y luchas de poder, desde los años 1314 o 1322.
Jacques de Cahors, nacido como Jacques Duèze, fue elegido papa en el año 1316, tras dos años en que el trono de San Pedro estuvo vacío debido a la división en el cónclave, donde los divididos cardenales (italianos, franceses y gascones) proponían candidatos distintos. Fue Felipe V quien puso fin a la situación y orden a los cardenales, resultando elegido Jacques. Dos años atrás, en 1314, cuando inició el desorden, también había una disputa por el trono de Alemania (o del Sacro Imperio Romano Germánico), entre Ludovico de Baviera y Federico de Austria. En esa lucha se terminó imponiendo Ludovico, aunque años después, en el año 1323, Juan XXII intervino y se negó a reconocer a Ludovico como Rey de los Romanos, por haberse impuesto sin recibir la bendición del papa, y excomulgándolo bajo la acusación de herejía, al haber ofrecido su protección a varios pensadores heterodoxos, entre ellos a Guillermo de Ockham. 
“Esta era la situación en el momento en que mi padre, que combatía junto a Ludovico, entre cuyos barones ocupaba un puesto de no poca importancia, consideró conveniente sacarme del monasterio benedictino de Melk –donde yo ya era novicio- para llevarme consigo y que pudiera conocer las maravillas de Italia y presenciar la coronación del emperador de Roma”. Acá ya se nos presenta el narrador, Adso de Melk, de quien Eco ya nos habla en sus primeras notas. Sus manuscritos son la inspiración del libro. Y Adso nos cuenta cómo fue dejado por su padre al cuidado de Guillermo de Baskerville (personaje inspirado en el Guillermo de Ockham), el sabio franciscano que estaba a punto de iniciar una misión a través de varias ciudades y antiguas abadías. Adso describe a su maestro Guillermo como misterioso y cauto, describiendo también su admiración y atracción bajo el aura paternal que depositó en el viejo maestro.
Además de su atracción, veneración y una detallada descripción física del maestro, Adso recuerda fragmentos de su viaje juntos y las dinámicas dentro de la abadía, en donde Guillermo solía pasar mucho tiempo en la gran biblioteca leyendo manuscritos, “mientras a nuestro alrededor se multiplicaban los cadáveres de monjes horriblemente asesinados”, y enseguida nos introduce al enigma de la historia. Adso se dirige al lector y le propone acompañarle a descubrir más de su maestro en las siguientes páginas y de lo que ocurrió en el tiempo trascurrido en la abadía.
Del manuscrito a la palabra, de la palabra al Verbo, y del Verbo (que es Dios) al lector.

#Eco2021 #Prólogo #ElNombreDeLaRosa







Día 2: “Sin embargo, no diré que me produjo sentimientos de júbilo. Me sentí amedrentado, presa de una vaga inquietud. Dios sabe que no eran fantasmas de mi ánimo inexperto, y que interpreté correctamente inequívocos presagios inscritos en la piedra el día que los gigantes la modelaran, antes de que la ilusa voluntad de los monjes se atreviese a consagrarla a la custodia de la palabra divina”
Adso reflexiona tras una detallada descripción de la abadía. Una descripción que va de la imponencia y belleza arquitectónica hasta la interpretación mística de los números de sus compartimientos. La divina observación toma un ejemplo práctico cuando en la fría mañana Adso y Guillermo se encuentran con el cillerero de la abadía, a quien Guillermo le da pistas de la actividad que hacía antes de interrumpirles. La persecución de un caballo. Adso se sorprende de los detalles que da sin haber visto al animal pasar y Guillermo le responde, “Mi querido Adso, durante todo el viaje he estado enseñándote a reconocer las huellas por las que el mundo nos habla como por medio de un gran libro”

Omnis mundi creatura
quasi liber et pictura
nobis est in speculum

“… en la inagotable reserve de símbolos por los que Dios, a través de sus criaturas, nos habla de la vida eterna”. Y prosigue a explicarle los detalles físicos que le ayudaron a deducir la situación, con ojo de detective y gran observador. Además de un conocimiento de la naturaleza, el espacio, las actividades, los oficios y los seres que habitan el espacio y sus comportamientos.
“Así era mi maestro. No sólo sabía leer en el gran libro de la naturaleza, sino también en el modo en que los monjes leían los libros de la escritura, y pensaban a través de ellos”, menciona Adso sorprendido con su maestro. Luego se instalan y siguen más descripciones de la abadía…
“Porque la arquitectura es el arte que más se esfuerza por reproducir en su ritmo el orden del universo, que los antiguos llamaban kosmos, es decir, adorno, pues es como un gran animal en el que resplandece la perfección y proporción de todos sus miembros”

Imagen: Sacra di San Michele
#Eco2021 D1 Prima #ElNombreDeLaRosa



Día 3: Luego de acomodarse, comer y beber en el día de recepción en la abadía, Adso aprovecha y sigue indagando en las habilidades deductivas de su maestro, y más sobre la historia del caballo. Guillermo le vuelve a hablar de la naturaleza y los signos presentes en todo. De repente entra el Abad, y sin percatarse de la presencia del joven novicio, habla directamente a Guillermo.
El Abad le pregunta también sobre la historia del caballo y sus increíbles habilidades, y Guillermo prosigue a explicarle los razonamientos, que Adso vuelve a escuchar. También gracias al Abad y su conversación, nos enteramos que Guillermo había sido inquisidor en Inglaterra e Italia, reconocido por los procesos ejecutados y su particular sentido de justicia, al considerar en muchos casos inocentes a los acusados. En esa conversación que tienen sobre su trabajo como inquisidor, discuten el actuar y pensar moral del inquisidor, y el Abad reconoce dos virtudes vitales de Guillermo para el trabajo requerido (que se revelará más adelante): la agudeza mental y la prudencia. “Agudo para descubrir y prudente para (llegado el caso) cubrir”. Dios y el diablo. El bien y el mal, y las zonas grises que a veces cubren cada extremo.
El Abad procede a comentarle de los oscuros acontecimientos que habían ocurrido en la abadía y el más reciente suceso, del joven monje que había sido encontrado muerto en el fondo de un barranco. Con pocos detalles, Guillermo deduce ciertas cosas que sorprenden al Abad. Delicado caso que se movía entre el suicidio y el homicidio. Adso escucha y percibe en silencio que el Abad quizás sabe algo más, y Guillermo también lo sabe, pero que quizás no lo revela por algún secreto de confesión. Y preciso buscó a Guillermo para confirmar lo que quizás ya sabía. 
Guillermo acepta pero menciona que parte de su interés en ir a la abadía estaba en conocer su famosa e imponente biblioteca. El Abad le da largas y le dice que la palabra de Dios recogida en esos libros debía permanecer segura, y que solo el bibliotecario podía moverse entre el laberinto de los libros. Y se podría conocer una lista limitada de los textos disponibles, que también debían gozar de la aprobación del bibliotecario hacia el individuo. Además, “el libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas”. Y el bibliotecario defendía a los libros de los hombres, de la naturaleza y del olvido, “que es el enemigo de la verdad”. 
Guillermo intentó jugar su última carta al mencionar la posibilidad que el monje se haya lanzado (o sido lanzado) desde una ventana de la biblioteca. El Abad respondió que alguien tan perspicaz que no necesita ver cosas, como la historia del caballo, “no tendría dificultad en razonar sobre lugares donde no tiene acceso”. Guillermo aceptó la derrota y se dispuso a empezar. 

#Eco2021 D1 Tercia #ElNombreDeLaRosa



Día 4: Nuestro narrador, Adso, se pierde en la contemplación y descripción de la iglesia y detalles arquitectónicos. Bastante barroquismo de prosa. Y luego Guillermo se reencuentra con su amigo y colega Ubertino da Casale (personaje real), religioso franciscano, con quien tiene una extensa e interesante conversación sobre religión, pecado, el pasado como inquisidor de Guillermo y algunos casos interesantes… 
"Bien sabes que la investigación reveló claramente que Bentivenga da Gubbio se proclamaba apóstol, y que con Giovannuccio da Bevagna seducía a las monjas diciéndoles que el infierno no existe, que se pueden satisfacer los deseos carnales sin ofender a Dios, que se puede recibir el cuerpo de Cristo (¡perdóname Señor!) después de haber yacido con una monja, que el Señor estimó más a Magdalena que a la virgen Inés, que lo que el vulgo llama demonio es el propio Dios, porque el demonio es el saber y Dios es precisamente saber. ¡Y fue la beata Chiara quien, después de haberles oído decir estas cosas, tuvo aquella visión en la que el propio Dios le dijo que esos hombres eran malvados secuaces del Spiritus Libertatis!"

Et non commiscebantur ad invicem... («un hombre desnudo yacía con una desnuda... y no se mezclaban mutuamente»)

Antes las descripciones pecaminosas y carnales que los religiosos hacían pasar por divinas, Adso pensaba:
“Confieso que el modo en que Ubertino estigmatizaba el vicio ajeno no me inducía precisamente a pensamientos virtuosos. Mi maestro debió de advertir mi turbación, porque interrumpió al santo varón.”
“—Eres un espíritu ardoroso, Ubertino, tanto en el amor de Dios como en el odio contra el mal. Lo que yo quería decir es que hay poca diferencia entre el ardor de los Serafines y el ardor de Lucifer, porque ambos nacen de un encendimiento extremo de la voluntad.
—¡Oh, hay diferencia, y yo la conozco! –dijo inspirado Ubertino–. Lo que quieres decir es que hay un paso muy breve entre querer el mal y querer el bien, porque en ambos casos se trata de dirigir la misma voluntad. Eso es cierto. Pero la diferencia está en el objeto, y el objeto puede reconocerse con total claridad. De una parte, Dios; de la otra, el diablo."
“—¿Lujuria?
—Sí, hay lujuria en el dolor, así como existe una lujuria de la adoración e, incluso, una lujuria de la humildad. Si los ángeles rebeldes necesitaron tan poco para transformar su ardor de adoración y humildad en ardor de soberbia y rebeldía, ¿qué habría que decir de un ser humano? Pues bien, ya lo sabes, eso fue lo que descubrí de pronto cuando era inquisidor. Y por eso renuncié a seguir siéndolo. Me faltó coraje para hurgar en las debilidades de los malvados, porque comprendí que son las mismas debilidades de los santos."
Y del Eros pasan al Thanatos a hablar de los crímenes que Guillermo iba a averiguar. 

#Eco2021 D1 Sexta #ElNombreDeLaRosa



Día 5: Tras la importancia ya expuesta en la observación de la naturaleza y sus fenómenos para el arte de la deducción en Guillermo, sigue una muy rica y erudita conversación con el herbolario en un huerto. En donde tenemos un pequeño catálogo de plantas y sus efectos benéficos en enfermedades del ser humano. Guillermo muestra su interés y curiosidad, mientras sigue preguntando detalles sobre la conservación de las plantas de distintas especie y clima.
Adso manifiesta interés en las plantas que generan malas visiones, pero el herbolario se niega a revelar la información, alegando que hay cosas que sólo debe saber el herbolario, el experto. Un buen contraste entre el acceso al conocimiento y los procesos o rangos. Guillermo menciona algunas plantas para protegerse de las malas visiones. Y el herbolario se sorprende. Guillermo menciona que alguna vez leyó el Theatrum Saniatis, lo que le dio cierta información. El herbolario confirma que el libro se encuentra en la biblioteca de la abadía con bellas ilustraciones. Así como Ellucasim Elimittar y "De plantis" de Aristóteles.
Guillermo aprovecha para indagar información sobre el fallecido Adelmo da Otranto, sus posibles visiones y la gente que frecuentaba. Le menciona los nombres de los monjes Venancio de Salvemec, Jorge de Burgos y el ayudante del bibliotecario, Berengario da Arundel, en quien hizo un énfasis especial, que Guillermo captó muy bien. Al parecer eran muy amigos, de la misma edad y habían hecho juntos el noviciado.
Terminan la conversación y se dirigen a la amplia cocina, que por supuesto tiene una amplia descripción. 
Este detalle de las amplias descripciones y catálogos de objetos, además de recordar a Homero y sus épicos poemas, también en su forma moderna recuerdan a Joyce, y sobre todo, representan buen contexto del arte de la observación y la deducción, del que goza el protagonista. El narrador, Adso, ve a través de su maestro y nos describe lo que él cree que ve. Se adelanta y aprende.
En el camino observan la escalera de caracol que llevaba al scriptorium, el lugar donde escribían los monjes. 

#Eco2021 D1 Hacia Nona #ElNombreDeLaRosa



Día 6: Guillermo y Adso suben por las escaleras de caracol hasta el scriptorium, el lugar donde iban los monjes a escribir. Se describe en detalle la subida, la escalera, las ventanas, y ya en el scriptorium se describe en detalla la arquitectura, y lo imponente que se veía el piso ampliado, con sus bóvedas, anchas paredes y enormes ventanales, al no estar dividida en dos como el primer piso. Adso se maravilla y da un pequeño grito de emoción al ver el interior.
Observan a los monjes en sus labores, aunque ya habían pocos porque normalmente trabajan hasta la hora Nona. Y de repente se encuentran con el bibliotecario, Malaquías de Hildesheim, y a Adso le impresiona su extraña fisonomía. Malaquías les presentó a otros monjes presentes y a su ayudante, Berengario, amigo del reciente fallecido. Malaquías también les contó de su oficio y confirmó que sólo él entraba en la gran biblioteca en el piso superior, y los monjes podían pedirle algún texto y él evaluaba si el pedido era justo y pío. Malaquías le extiende un códice con nombre de algunos textos y Guillermo sorprende al sacar de su pecho unos anteojos, que en ese momento no eran muy conocidos, y llamó la atención de todos los presentes. Adso los describe de forma memorable. 
Guillermo revisa la lista y le pregunta por algunos títulos y la forma en que los identificaba, aunque con restricciones, pues sólo él podía saber y descifrar las cifras y el orden. El conocimiento y sus trabas. 
Guillermo le pregunta directamente sobre el fallecido, Adelmo, y sus visitas a la biblioteca. Malaquías lo lleva a la mesa que frecuentaba para revisar sus libros. Entre los folios, se sorprendieron con las imágenes y dibujos de seres fantásticos, monstruos y demonios. Y acá tenemos otro catálogo pero de seres fantásticos. De repente, notan la presencia de un observador, a quien Malaquías identifica como Jorge de Burgos, la persona de más edad en el monasterio. Ciego y su nombre es un homenaje a Borges. Con Burgos tienen una interesante conversación sobre las imágenes encontradas, los bestiarios, los monstruos, del mal y la representación inversa del mundo para entender los divino. "¡Un mundo invertido y opuesto al que Dios ha establecido, so pretexto de enseñar los preceptos divinos!" 
Burgos explica la afición de Adelmo de dibujar esos seres para representar el pecado y a la vez alabar a Dios. "El conocimiento a través de la deformidad", a propósito de Areopagita, a quien citó Guillermo. 
En medio de la discusión también apareció el monje Venancio, quien dio su aporte y en un momento criticó la memoria de Burgos, a lo que apareció de repente Berengario, el amigo de Adelmo, y tuvo un intercambio de palabras con Venancio, que llamaron la atención de Guillermo y Adso. Aludían a la cercanía entre ambos y a lo que sucedió entre ambos en ese lugar. Pero Malaquías inmediatamente intervino y los llevó a conocer otros libros interesantes. Y se despiden de Burgos.

#Eco2021 D1 Después de Nona #ElNombreDeLaRosa



Día 7: Llamaron a las vísperas. Alrededor de las 4:30 p.m al ponerse el sol. Y los monjes abandonaron la biblioteca hacia el coro. Guillermo y Adso aprovecharon para terminar de recorrer la abadía. Ya casi se ocultaba el sol, mientras recorrieron el cementerio hasta los establos y la herrería. En la herrería conocieron al vidriero, quien les explicó su oficio. Ventanas y relicarios. Guillermo le mostró sus lentes al vidriero, y éste los admiró sorprendido. Inmediatamente propuso que se los dejara examinar un día para intentar fabricar uno similar. Brujería y manipulación diabólica, se adelantó a pensar el vidriero que pensarían los monjes, quien a diario manipulaba la materia, el agua y el fuego para hacer su propia alquimia práctica. La magia transformada en ciencia. Preciso Guillermo le menciona las clases de magia. La del diablo y de Dios. Depende del uso y la intención. Y también comentó, ante la pregunta del vidriero, la necesidad de ocultar algunos secretos al pueblo, para evitar las confusiones con malas artes, como en los tantos casos que atendió como inquisidor. Incluso menciona que en su trabajo no sacaba sus novedosas gafas. Y como decía el gran Roger Bacon, "no siempre los secretos de la ciencia deben estar al alcance de todos, porque algunos podrían utilizarlos para cosas malas". 
Guillermo además menciona el casos de los hábiles médicos, quienes tenían avanzadas medicinas, pero las combinaban con oraciones, para que la persona siguiese creyendo en las plegarias y su poder. Pero también le comentó que los tesoros de la ciencia también a veces tenían que defenderse de los mismos sabios. Y le comentó ligeramente de algunos avances que se estaban fabricando en ese momento, como el polvo que mezclado con el fuego causaba una gran explosión. Y vaticinó los terribles efectos de tal artificio. Desviar ríos, deshacer la roca y modificar la tierra. Por lo que defendió la idea de proteger los secretos de la ciencia y naturaleza por discursos y lenguajes oscuros o crípticos. Y un sabio con buena intención sería el indicado para revelarlos, cuándo y cómo. Y al final relacionan la conversación con el tema del monje que había muerto. Al parecer, menciona Nicola (el vidriero), para buscar un libro en la biblioteca que Malaquías se había negado a darle. Y se decía que había visto en el laberinto de la biblioteca serpientes y monstruos. También mencionó la posibilidad de las lámparas mágicas que provocaban visiones con ungüentos de grasas de animales. Lo que le llevaba a pensar que en la biblioteca había alguien muy astuto. 
Todo esto dejó a Guillermo y Adso con mucho que pensar. Pero al final se despidieron del Nicola y conversaban sobre la nueva información recibida. Algo pasaba en la biblioteca. Había que averiguar. Crímen o suicidio. Cayó la noche y pequeños copos de nieve.

#Eco2021 D1 Vísperas #ElNombreDeLaRosa



Día 8: En las Completas (hacia las 6 pm), nuestros protagonistas se encuentran cenando, bajo la hospitalidad del Abad y en compañía de otros monjes, entre ellos, Jorge de Burgos. Disfrutaban de los alimentos de la huerta y los establos de la abadía, y por supuesto, hay una descripción detallada de los alimentos de la mesa, que nublan la atención de Adso. También culpa del hambre.
Cuando presta atención nuevamente a la conversación en la mesa, escucha que hablan del pecado de lengua, de los discursos lícitos e ilícitos, del humor y la risa. Jorge de Burgos repite lo que otro colega dijo alguna vez: "Cristo nunca rió". Guillermo mencionó que nada se lo impedía, pues como enseñan los teólogos, "la risa es propia del hombre". 
Guillermo menciona el "Peristephanon" de Prudencio y el buen humor de San Lorenzo. Ante lo que Burgos concluye que la risa está cerca a la muerte y la corrupción del cuerpo.
El Abad pidió silencio y prosiguió a presentar formalmente a Guillermo a los monjes y mencionar el objetivo de su presencia, para investigar la muerte de Adelmo. Por lo que solicitaba le ayudasen con toda la información y ayuda requerida, "siempre y cuando no violasen las reglas del monasterio". El Abad les explicó que el bibliotecario al final cierra todas las grandes puertas desde adentro, a las 7 pm que los monjes se van a dormir. Gracias a eso, Guillermo dedujo que el bibliotecario usaba otra entrada secreta para salir de la cocina.
Mientras están en el coro, antes de dormir, Guillermo le dice a Adso que mira hacia todos los lados para hallar la entrada secreta para ir a la biblioteca. Para descubrir los secretos que se albergaban en ella.

#Eco2021 D1 Completas #ElNombreDeLaRosa





DÍA 2





Día 9: En el 2do día, Adso se levanta en el Maitines con el sonido de un gallo. Entre las 2:30 y 3 am, aún de noche y con la naturaleza dormida. "Porque el monje debe despertarse en la oscuridad, y en la oscuridad debe orar mucho tiempo, en espera del día, iluminando las tinieblas con la llama de la devoción"
Fueron al coro, donde ya cantaban alabanzas los otros monjes. Con una bella melodía, tan edificante y santa, que a Adso le costó pensar que ese lugar era un sitio de misterios y oscuridad. Siguieron las Laudes (entre 5 y 6 am), donde continuaban las alabanzas y la actividad en plena noche. Pero en ese momento se interrumpieron los actos cuando entraron dos porquerizos alarmados. Se escuchó el rumor de "un hombre muerto". El Abad salió corriendo y Guillermo con los otros monjes tras de él. Y justo detrás del coro, en los chiqueros, vieron la terrible imagen de dos piernas humanas sobresalientes sobre una vasija llena de sangre. Corrieron a extraer el cadáver y se descubrió el cuerpo de Venancio de Salvemec, con quien el día anterior habían conversado sobre los códices de Adelmo.
Guillermo dijo que quizás Adelmo se había suicidado pero Venancio, no. El Abad le suplicó que avanzara en sus investigaciones, y Guillermo empezó a hacer preguntas y deducciones. Al parecer Berengario, el primer sospechoso estuvo desde temprano en el coro, pero eso no decía nada. Puedo haberse cometido la noche anterior. 
El rostro no parecía el de un ahogado, así que pudo haber sido asesinado antes de sumergirlo en la sangre de puerco. Guillermo pidió que lo llevaran para analizarlo más limpio. Ver heridas o contusiones. Mientras le decía a Adso que observara la nieve. "La nieve, querido Adso, es un admirable pergamino en el que los cuerpos de los hombres escriben con claridad". Y preciso encontraron huellas que indicaban que el cuerpo había sido arrastrado de la biblioteca. "Refectorio, scriptorium, biblioteca".
Severino había examinado el cuerpo y no encontró huellas. Guillermo le preguntó por venenos, y luego fueron hacia el hospital a ver el cadáver, mientras Adso hace un nuevo catálogo de los medicamentos y sustancias del lugar. "El límite entre el veneno y la medicina es bastante tenue"... A veces también depende de la dosis y la intención. 

#Eco2021 D2 Maitines #ElNombreDeLaRosa



Día 10: "El desgraciado incidente había trastornado la vida de la comunidad. La agitación debida al hallazgo del cadáver había interrumpido el oficio sagrado."
Los monjes regresaron al coro a orar, mientras Guillermo analizaba las reacciones de los monjes, habiéndole llamado la atención de Berengario, Malaquías, Jorge de Burgos y Bencio de Upsala. Upsala lanzó una mirada rápida a Malaquías. Guillermo pensó en abordarlos en caliente, recordando su oficio como inquisidor, "golpear a los más débiles, y cuando mayor es su debilidad". Siguieron a Bencio al scriptorium. Allí Guillermo le pidió que recordara la discusión que habían tenido Adelmo, Berengario, Venancio, Malaquías, Jorge y él sobre los marginalia. Bencio le habló de la discusión sobre el segundo libro de la Poética de Aristóteles, libro perdido que según Venancio, estudioso del griego, había sido dedicado a la risa. Libros dedicados al pecado, pensó Jorge, quien desestimaba la existencia de ese libro que nunca había sido leído o encontrado. Venancio aludía a la evidente en los otros textos de Aristóteles y el mismo primer libro de la Poética. Bencio comentó que tras la discusión, se dispersaron pero Venancio y Adelmo se acercaron a preguntar algo a Berengario, quien lucía incómodo. A Guillermo le llamó la atención que eran preciso los dos muertos. Bencio añadió que al parecer Berengario les había hablado de algún texto oculto en la biblioteca de la abadía y de los poetas africanos. Guillermo anotó todo con cuidado, y a la vez le pareció sospechosa la colaboración de Bencio, apuntando hacia sus compañeros y la biblioteca. 
Luego, Guillermo vio a Berengario y decidió aprovechar para acosarlo según sus habilidades como inquisidor. Berengario confesó llorando haber visto el fantasma de Adelmo la noche de su muerte en el cementerio. Suplicó que no lo siguieran interrogando y se fue al coro. Guillermo lanzó una amenaza por si aún no habían confesado sus pecados y se acercaba a los sacramentos en sacrilegio. Guillermo se mostró satisfecho ante Adso y mencionó que no se creía lo del fantasma, pero se habían aclarado algunas cosas.  

#Eco2021 D2 Prima #ElNombreDeLaRosa



Día 11: "Pero entonces (me decía) era evidente que Guillermo había perdido la ayuda del Señor, que no sólo enseña a percibir la diferencia, sino que también, por decirlo así, señala a sus elegidos otorgándoles tal capacidad de discriminación. (...) habían conservado la santidad justamente porque eran capaces de discriminar. Esa y no otra cosa era la santidad"
"Pero ¿por qué Guillermo no era capaz de discriminar? Sin embargo, era un hombre muy agudo, y en lo referente a los hechos naturales era capaz de percibir la mínima desigualdad y el mínimo parentesco entre las cosas..." 
Adso se cuestiona sobre la santidad y ciertas prácticas e imágenes mentales como la de flagelación en los ritos religiosos, tras una discusión en la cocina. Luego se encuentran con otro monje, Aymaro, con quien discuten de los últimos descubrimientos. Aymaro anima a Guillermo a llegar al fondo del asunto, él que era un inquisidor de renombre, que además había quemado a tantos herejes. "Nunca quemé a nadie", lo corrigió inmediatamente Guillermo. Aymaro dijo que era "una manera de decir", justo como la inquisición ha evolucionado a través de la historia y actualmente, más como un cliché superficial, sin la profundidad que debería. Aymaro le aconseja que preste atención de noche y las prohibiciones del monasterio, sin dar mayores detalles. Luego de una charla entre el maestro y el alumno sobre las palabras enigmáticas de Aymaro, se dirigen al scriptorium a seguir investigando, ahora en la mesa de Venancio, donde encontraron evidencia de otros folios con libros prohibidos y paganos. Una fábula. Una Metamorfosis. Y nuevamente, la risa. 
"La biblioteca es testimonio de la verdad y del error", dijo Jorge de Burgos de repente. 

#Eco2021 D2 Prima #ElNombreDeLaRosa



Día 12: Adso nos cuenta sobre una reveladora conversación que tuvieron con Bencio, aún teniendo dudas sobre él. Nos hace un resumen. "Berengario, como ya los monjes sabían, estaba sumido por una insana pasión cuyo objeto era Adelmo, la misma pasión que la cólera divina había castigado en Sodoma y Gomorra". La sodomía. En este punto, Adso recuerda una experiencia personal en Melk, donde un anciano monje le enviaba misivas con textos de amor y pasión. Los secretos dentro de las abadías, de los monjes. El celibato. Adso hace un interesante análisis sobre la normalidad de sentirse atraído hacia rostros y cuerpos más jóvenes, sin importar el sexo. Pero también recuerda, que Bencio mencionó que el tipo de relación entre Berengario y Adelmo, al parecer era con chantaje en el medio. Al parecer, el bello Adelmo no correspondía a las pretensiones de Berengario. 
"El hecho es que Bencio dijo que había sorprendido un diálogo entre Adelmo y Berengario en el que este último, aludiendo a un secreto que Adelmo le pedía que revelara, le proponía la vil transacción que hasta el lector más inocente puede imaginar" 
Entregarse a un pecado de la carne para satisfacer una apetencia intelectual. El conocimiento y sus tentaciones. Guillermo dice: "¿Acaso no hay momentos en los que estaríais dispuesto a hacer incluso cosas reprochables para tener en vuestras manos un libro que buscáis desde hace años?" 
Bencio también agregó, que el día que Adelmo murió, los había visto entrar juntos hacia el dormitorio. Pero al poco tiempo Adelmo intentó escapar y Berengario de retenerlo. Luego, parece que Adelmo salió turbado a rezar al coro, rechazando a Berengario, quien se fue al cementerio, turbado. También añade que al parecer Adelmo había confesado su pecado a Jorge de Burgos y Berengario estaba temeroso al verse descubierto. Bencio había visto todo, al seguirlos con cautela. Y recuerda que vio a un cuarto personaje envuelto en el drama: a Venancio, quien también los había seguido, y salió al encuentro con Berengario. Bencio cuenta que se puso nervioso y regresó a su cuarto. Al día siguiente, Adelmo había aparecido muerto. 
Bencio se despide, mientras Guillermo y Adso conversan sobre las nuevas revelaciones. Guillermo cree en la versión de Bencio, que le ayuda a unir cabos a otras teorías e inicia una reconstrucción de los últimos momentos de Adelmo, usando su perspicaz y brillante habilidad en la deducción. Entre el relato salen a la luz palabras claves como el secreto, el pecado, la vergüenza y la negada absolución. Se refuerzan los nombres de los sospechosos, incluido el mismo Bencio. El ciego, Jorge, al parecer sabía todo de todos, pero protegía el secreto. Había que seguir buscando en la biblioteca. 

#Eco2021 D2 Sexta #ElNombreDeLaRosa



Día 13: Guillermo y Adso van a la iglesia, en donde encuentran al Abad orando, y haciendo revisión de las riquezas de la abadía, de las cuales de siente orgulloso. Mientras más valiosas son las joyas, el oro y el diamante a su alrededor, mayor es la elevación de su espíritu y la potencia creador de Dios. "Y entonces, cuando percibo en las piedras esas cosas superiores, mi alma llora conmovida de júbilo, y no por vanidad terrenal o por amor a las riquezas, sino por amor purísimo de la causa primera no causada"
Luego, hablaron de temas políticos, del poder, del papa, de la pobreza, la riqueza, las distintas órdenes, la puja por el poder y las consecuencias que traería el escándalos de los asesinatos sin resolver sucedidos en la abadía.
El Abad también manifiesta su temor a los herejes, a los fraticelli, a quienes acusaba de las peores injurias y pecados. Sacerdotes impuros, quienes además gozaban del apoyo del pueblo, de ciudadanos más pobres. "La ciudad siempre es corrupta", mencionó el Abad. Guillermo le da un discurso en defensa de los hombres de ciudad, el pueblo y sus feligreses. Creía que el Abad vivía en una burbuja lejos de la realidad en esa abadía. Y terminan comparando las características que cada uno tenía de los herejes. Muy distintas y radicales.
"Una guerra santa sigue siendo una guerra" 
Guillermo vuelve con Adso y le manifiesta sus dudas sobre la conversación con el Abad, y la sospecha que le indicó lejos de los monjes y la biblioteca, hacía el cillerero. Debían ir con cautela, porque las investigaciones empezaban a mostrar pistas sobre el poder. Y debían entrar a la biblioteca. "Entonces vivimos en un sitio abandonado por Dios", dijo Adso. "¿Acaso has conocido alguno en el que Dios se siente a sus anchas?", respondió Guillermo. Y Adso empezó a arrepentirse de haberse unido a ese viaje. El mundo era más complejo de lo que creía y estaba aprendiendo demasiado.

#Eco2021 D2 Nona #ElNombreDeLaRosa



Día 14: En la oscuridad de la biblioteca, afloraban los símbolos y las referencias a cierto escritor argentino. Desde el apocalipsis hasta los laberintos y los espejos. La biblioteca prohibida como un albergue de misterio y las numerosas ventanas internas, que no eran perceptibles desde el exterior del edificio, daban la imagen y la sensación de habitar el limbo o el extremo del infierno. Y por tanto, de ser intrusos blasfemos, quienes profanaban el recinto divino. Y junto a la sala donde los visitantes eran inducidos a través del olfato a percibir visiones de presencias diabólicas, los protagonistas se sintieron abatidos de no cumplir el objetivo. 
"La santa defensa de la biblioteca está en manos de gente perversa"
Cuando regresaban a sus celdas para evitar sospechas, el Abad les esperaba con datos esperanzadores. Berengario no había asistido al coro. Y Guillermo empezó a tener cierta claridad de la sombra enemiga nocturna. 

#Eco2021 D2 Noche #ElNombreDeLaRosa




DÍA 3



Día 15: Se descubre un paño ensangrentado en la celda de Berengario. Nada más. Y sin rastro de él. Guillermo va a hablar con el vidriero y Adso va a la iglesia donde queda dormido. “Los jóvenes necesitan dormir más que los viejos, quienes ya han dormido mucho y se disponen a hacerlo para toda la eternidad.”
“No me asombré de que el misterio de los crímenes girase en torno a la biblioteca. Para aquellos hombres consagrados a la escritura, la biblioteca era al mismo tiempo la Jerusalén celestial y un mundo subterráneo situado en la frontera de la tierra desconocida y el infierno.” 
“Estaban dominados por la biblioteca, por sus promesas y sus interdicciones. Vivían con ella, por ella y, quizá, también contra ella, esperando, pecaminosamente, poder arrancarle algún día todos sus secretos. ¿Por qué no iban a arriesgarse a morir para satisfacer alguna curiosidad de su mente, o a matar para impedir que alguien se apoderase de cierto secreto celosamente custodiado?
Tentaciones, sin duda; soberbia del intelecto.”
Pensó Adso, mientras revisaba el catálogo de la biblioteca y veía la apacible calma de los monjes ante el drama que ocurría en ese lugar. Y sigue realizando unas fascinantes reflexiones sobre la biblioteca y el conocimiento, el poder y la lucha de los monjes por acceder y proteger tal conocimiento, incluso de ellos mismos.
“Por eso, dije para mí, la biblioteca está rodeada de un halo de silencio y oscuridad: es una reserva de saber, pero sólo puede preservar ese saber impidiendo que llegue a cualquiera, incluidos los propios monjes.”

#Eco2021 D3 Entre Laudes y Prima, Tercia #ElNombreDeLaRosa



Día 16: Donde ocurre una interesante conversación entre Adso y Salvatore:
"—¿Por qué a los judíos? –pregunté.
Y Salvatore me respondió:
—¿Por qué no?
Entonces me explicó que toda la vida habían oído decir a los predicadores que los judíos eran los enemigos de la cristiandad y que acumulaban los bienes que a ellos les eran negados. Yo le pregunté si no eran los señores y los obispos quienes acumulaban esos bienes a través del diezmo, y si, por tanto, los pastorcillos no se equivocaban de enemigos. Me respondió que, cuando los verdaderos enemigos son demasiado fuertes, hay que buscarse otros enemigos más débiles. Pensé que por eso los simples reciben tal denominación. Sólo los poderosos saben siempre con toda claridad cuáles son sus verdaderos enemigos. Los señores no querían que los pastorcillos pusieran en peligro sus bienes, y tuvieron la inmensa suerte de que los jefes de los pastorcillos insinuasen la idea de que muchas de las riquezas estaban en poder de los judíos."

#Eco2021 D3 Sexta #ElNombreDeLaRosa







Día 17: Guillermo se encontraba probando lentes de vidrio junto a Nicola. Adso le contó la conversación con Salvatore, y tras un comentario del maestro, el joven manifestó frustración al no entender la diferencia entre los grupos heréticos, y la diferencia o similitud que hacía su maestro entre santos y herejes, de acuerdo a su interlocutor. Guillermo respira profundamente e intenta explicar a Adso su punto, sobre temas en los que él también albergaba dudas. A través de la alegoría del gran río de la herejía, en donde distintos caudales terminan fundidos en un mismo mar (una alegoría a la forma en que se difunde y muere) y la distinción entre predicadores y escuelas. Luego, tras un ejemplo de Guillermo, Adso recuerda la historia de Tristán e Isolda, y el maestro se sorprende del conocimiento de esa lectura por parte del joven. (Los novicios no deben leer historias de amor). Pero Guillermo se sintió complacido de la comparación con los leprosos, "San Francisco lo vio claro; por eso lo primero que hizo fui irse a vivir con los leprosos. Es imposible cambiar al pueblo de Dios sin reincorporar a los marginados" 
"Cualquiera es hereje, cualquiera es ortodoxo. No importa la fe que ofrece determinado movimiento, sino la esperanza que propone" y muchas veces se necesitan uno del otro. Por el mantenimiento del poder. Igual que la política y sus enemigos, para mantener la guerra. Guillermo gira el tema hacia el presente y menciona que no le interesa saber quién es bueno o malo sino la persona culpable de los últimos acontecimientos. Le menciona a Adso que ha descifrado los signos cabalísticos de Venancio mientras dormía. Y tuvo que interrumpir la charla y que terminaran sus neivas gafas para asistir ante la presencia del Abad.

#Eco2021 D3 Noche #ElNombreDeLaRosa



Día 18: Guillermo asiste a hablar con el Abad y discuten sobre los últimos acontecimientos, las investigaciones, y la protesta por no tener libre acceso a la biblioteca. Luego junto con Adso evalúan la forma de ingresar a la biblioteca nuevamente teniendo una imagen mental de su estructura laberíntica.
“—¿Cómo habéis sido capaz de resolver –dije admirado– el misterio de la biblioteca observándola desde fuera, si no habíais podido resolverlo cuando estuvisteis dentro?
—Así es como conoce Dios el mundo, porque lo ha concebido en su mente, o sea, en cierto sentido, desde fuera, antes de crearlo, mientras que nosotros no logramos conocer su regla, porque vivimos dentro de él y lo hemos encontrado ya hecho.”
Planean un nuevo asalto a la biblioteca, siguiendo la estrategia de Ariadna en el laberinto de Creta, pero en esta ocasión sin hilo, sino con su propia comida. Tramaron al cocinero aludiendo comer en sus aposentos.

#Eco2021 D3 Vísperas #ElNombreDeLaRosa



Día 19: Ubertino relata a Adso la historia de fray Dulcino, con la que Adso se obsesiona y sigue investigando posteriormente en la biblioteca, hasta ahondar y relacionar sus propias emociones con los temas de amor y pasión, carnales y divinas. 
“Penitenciágite”, suena como eco durante todo el capítulo.
“—¿Y qué tiene que ver fray Dulcino con todo esto?
—Tiene que ver, y esto demuestra que la herejía sobrevive a la propia destrucción de los herejes. El tal Dulcino era el bastardo de un sacerdote que vivía en la diócesis de Novara, en esta parte de Italia, un poco más hacia el norte. 
(…) Y por otra parte, escucha: basta saber lo que Dulcino hizo después para reconocer su impiedad… Lo que se sabe es que en la región de Bolonia estuvo en contacto con aquellos herejes después de la muerte de Segalelli. Y se sabe con toda seguridad que empezó a predicar en Trento. Allí sedujo a una muchacha hermosísima y de familia noble, llamada Margherita, o ella lo sedujo a él, como Eloísa sedujo a Abelardo, ¡porque no olvides que a través de la mujer penetra el diablo en el corazón de los hombres!”
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“—Pero debes aprender a distinguir entre el fuego del amor sobrenatural y el deliquio de los sentidos. Hasta a los santos les cuesta distinguirlos.
—Pero ¿cómo se reconoce el amor bueno? –pregunté tembloroso.
—¿Qué es el amor? Nada hay en el mundo, ni hombre ni diablo ni cosa alguna, que sea para mí tan sospechosa como el amor, pues éste penetra en el alma más que cualquier otra cosa. Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor.”
Adso sigue investigando en la biblioteca y luego se encuentra o imagina ver a una hermosa muchacha dentro de la abadía, que le permite experimentar todo lo que había leído. Tiene su propio desvanecimiento y ráfaga interior, que le deja adormilado y agotado.
“La ausencia del objeto que había desencadenado mi deseo y saciado mi sed, me hizo ver de golpe tanto la vanidad de ese deseo como la perversidad de esa sed. Omne animal triste post coitum («todo animal [está] triste después del coito»). Adquirí conciencia del hecho de que había pecado.”
Y tras el sentimiento de culpa, Adso también se vio aterrado al estar frente a la muerte, literalmente.

#Eco2021 D3 Después de completas #ElNombreDeLaRosa



Día 20: Adso confiesa su pecado a su maestro, quien le da un discurso haciéndole ver su error pero le animó a no volver a caer en esas tentaciones y enfiló la atención en la identidad de esa mujer y qué hacía en la abadía, y con quién tendría cita.
Alinardo se encontraba rezando por Berengario, quien seguía sin aparecer. Y en sus palabras esbozó una profecía:
"—Demasiados muertos –dijo–, demasiados muertos... Pero estaba escrito en el libro del apóstol. Con la primera trompeta, el granizo; con la segunda, la tercera parte del mar se convierte en sangre... La tercera trompeta anuncia la caída de una estrella ardiente sobre la tercera parte de los ríos y fuentes. Y os digo que así ha desaparecido nuestro tercer hermano. Y temed por el cuarto, porque será herida la tercera parte del sol, y de la luna y las estrellas, de suerte que la oscuridad será casi completa..."

Adso y Guillermo tuvieron la idea de seguir las pistas de Alinardo y buscar el cuerpo en alguna fuente de agua. Los baños. En donde encontraron el cuerpo de Berengario, ahogado, hinchado y con la forma de una mujer. Adso se ruborizó y se estremeció, mientras su maestro bendecía el cadáver.

#Eco2021 D3 Noche #ElNombreDeLaRosa





DÍA 4





Día 21: Guillermo y Severino examinan el cadáver de Berengario. Sospechaban que quizás era la sombra que habían visto la noche anterior en la biblioteca en su secreta expedición. Pero ha debido tener otra parada, pues no se encontró junto al cuerpo el libro que había hurtado. Una mancha negra como la encontrada con Venancio en el dedo abrió nuevas hipótesis. Y siguiendo las leyes del silogismo aristotélico hicieron la siguiente deducción: "Venancio y Berengario tienen los dedos manchados de negro, ¡ergo han tocado esa sustancia!"
Inicia un nuevo catálogo, pero en esta ocasión de venenos. Iban descartando hasta encontrar alguno que se relacionara con la mancha negra. Luego descubrieron que la lengua también estaba de color negro y Severino recordó que hace años tenía una sustancia poderosa que le habían regalada para estudio, pero que un día desapareció en medio de una tempestad. La atención entonces se reduce a las personas que pudieron enterarse de la existencia de esa sustancia. El Abad, Malaquías, Berengario y sobre todo la presencia de una voluntad maligna que habría incubado largamente en la sombra un proyecto homicida.

#Eco2021 D4 Laudes #ElNombreDeLaRosa



Día 22: Malaquías entró a ver a herbolario mientras Guillermo y Adso salían de la inspección del cadáver. Guillermo le recomendó a Adso estar más atentos a las comidas y bebidas que consumieran, pues en esos momentos ya se encontraban en peligro al irse acercando al asesino. En el camino interceptaron a Salvatore y lo abordaron para hacerle preguntas sobre la misteriosa mujer con la que Adso había pecado. Aplicando la fuerza de ex inquisidor, el maestro logró sacarle a Salvatore el dato, que él le conseguía mujeres al cillerero, las que introducía sigilosamente en las noches por pasadizos secretos. También le sacaron su afinidad y pertenencia a la banda de Dulcino, evidentemente. Siguieron en interrogar al cillerero, Remigio, quien se vio atrapado y decidió confesar que Berengario también satisfacía apetitos carnales pero con personas de su mismo sexo. Rumores. La sodomía peor que la lujuria en la escala de pecados. Y además le cuenta detalles de la vida en la banda de Dulcino y la libertad que tenían, los ideales y los deseos. Guillermo prometió no acusarlo pero pidió su ayuda con los homicidios recientes. Remigio confesó haber encontrado el cuerpo de Berengario en otro sitio, en la cocina, donde estuvo Adso también, y se sorprendió de que hubiese aparecido en los baños. Lo habían movido. Salvatore estaba encargado de la mujer. Recomendó que descartara a Malaquías, quien se había mostrado fiel (conocía su secreto pasional) y que mirara más a Bencio, quien mantenía extraña relación con los asesinados. De pronto llegó Severino con las gafas perdidas de Guillermo. Estaban en el sayo de Berengario. Y en ese momento, preciso llegó el vidriero con los nuevos lentes. Guillermo se mostró satisfecho por lo conseguido (información y dos lentes) y se retiró para analizar los folios. Mientras los monjes oraban por Berengario en la iglesia, Adso dormía y pensaba en la mujer. 

#Eco2021 D4 Prima #ElNombreDeLaRosa



Día 23: Adso sigue pensando en la mujer y su breve encuentro. La pasión. El amor.
“Pensaba en la muchacha. Mi carne había olvidado el placer, intenso, pecaminoso y fugaz (esa cosa vil) que me había deparado la unión con ella, pero mi alma no había olvidado su rostro, y ese recuerdo no acababa de parecerle perverso, sino que más bien la hacía palpitar como si en aquel rostro resplandeciese toda la dulzura de la creación.”
"Porque la verdad es que «veía» a la muchacha, la veía en las ramas del árbol desnudo, que palpitaban levemente cuando algún gorrión aterido volaba hasta ellas en busca de abrigo; la veía en los ojos de las novillas que salían del establo, y la oía en el balido de los corderos que se cruzaban en mi camino. Era como si toda la creación me hablara de ella, y deseaba, sí, volver a verla, pero también estaba dispuesto a aceptar la idea de no volver a verla jamás, y de no unirme más a ella, siempre y cuando pudiese sentir el gozo que me invadía aquella mañana, y tenerla siempre cerca aunque estuviese, por toda la eternidad, lejos de mí."
Luego de su confesión ante su maestro pasó del deseo carnal a la devoción divina para sentirse mejor con su culpa. Y luego de su larga ensoñación, Guillermo lo encuentra y le informa que ha descifrado los folios. Y finalizan una interesante conversación hablando de los libros que hablan de otros libros, de su misterio y códigos secretos.

#Eco2021 D4 Tercia #ElNombreDeLaRosa



Día 24: Donde Adso va a buscar trufas y se encuentra con un grupo de franciscanos que llega a la abadía, y por una larga conversación que éstos mantienen con Guillermo y Ubertino se saben cosas muy lamentables sobre Juan XXII.
“Michele estuvo un rato en silencio. Luego dijo:
—Puedo comprender que el papa desee quedarse en Aviñón, no se lo discuto. Pero él tampoco podrá discutir nuestro deseo de pobreza y nuestra interpretación del ejemplo de Cristo.
—No seas ingenuo, Michele –intervino Guillermo–. Vuestro, nuestro deseo pone en evidencia la perversidad del suyo. Debes comprender que desde hace siglos no ha habido en el trono pontificio un hombre más codicioso. Las meretrices de Babilonia, contra las que antaño arremetió nuestro Ubertino, los papas corruptos que mencionaban los poetas de tu país, como ese Alighieri, eran mansos y sobrios corderillos comparados con Juan. ¡Es una urraca ladrona, un usurero judío! ¡Se trafica más en Aviñón que en Florencia! Me he enterado de la innoble transacción con el sobrino de Clemente, Bertrand de Goth, el de la masacre de Carpentras (donde, entre otras cosas, a los cardenales los aliviaron del peso de sus joyas): Bertrand se había apoderado del tesoro de su tío, que no era ninguna bagatela, y Juan conocía muy bien el detalle de lo robado (en la Cum venerabiles enumera con precisión las monedas, los vasos de oro y plata, los libros, las alfombras, las piedras preciosas, los paramentos...), pero fingió ignorar que Bertrand se había alzado con más de un millón y medio de florines de oro durante el saqueo de Carpentras, y discutió sobre otros treinta mil florines que éste declaraba haber recibido de su tío para «un fin piadoso», o sea para una cruzada. Se decidió que Bertrand retuviese la mitad de esa suma para la cruzada, y que el resto pasara al santo solio. Pero Bertrand nunca hizo la cruzada, al menos todavía no la ha hecho, y el papa tampoco ha visto un florín.
—O sea que no es tan hábil como se dice –observó Michele.
—Es la única vez que lo han engañado en cuestiones de dinero –dijo Ubertino–. Ya puedes ir sabiendo con qué raza de mercader tendrás que lidiar.”

#Eco2021 D4 Sexta #ElNombreDeLaRosa



Día 25: Llegan distintos cardenales a la abadía quienes intercambian saludos e historias en común con los monjes. Adso percibió hostilidad entre uno de ellos, Bernardo Gui (otro personaje real, inquisidor francés) y Guillermo, aparentemente por la deserción de éste como inquisidor. Comentan ligeramente sobre los asesinatos que estaba investigando, pero luego se separaron y Bernando recorrió la abadía haciendo preguntas como inquisidor a los laicos y campesinos, menos a los monjes.
Luego Guillermo habla con Adso sobre las recientes indagaciones en los folios y le comenta los principios y el proceso de la deducción.
“Cuando te enfrentas con unos hechos inexplicables, debes tratar de imaginar una serie de leyes generales, que aún no sabes cómo se relacionan con los hechos en cuestión. Hasta que de pronto, al descubrir determinada relación, uno de aquellos razonamientos te parece más convincente que los otros. Entonces tratas de aplicarlo a todos los casos similares, y de utilizarlo para formular previsiones y descubres que habías acertado.”
Y siguen conversando:
—Aún estáis lejos de la solución...
—Estoy muy cerca, pero no sé de cuál.
—¿O sea que no tenéis una única respuesta para vuestras preguntas?
—Si la tuviera, Adso, enseñaría teología en París.
—¿En París siempre tienen la respuesta verdadera?
—Nunca, pero están muy seguros de sus errores.
—¿Y vos? –dije con infantil impertinencia–. ¿Nunca cometéis errores?
—A menudo –respondió–. Pero en lugar de concebir uno solo, imagino muchos, para no convertirme en el esclavo de ninguno.

#Eco2021 D4 Sexta, Vísperas #ElNombreDeLaRosa



Día 26: Tras un banquete con los cardenales, Adso se encuentra con Salvatore, quien llevaba un misterioso paquete. Le confesó que llevaba un gato de pelo negro con el que pensaba realizar un hechizo que le ayudara en el amor con las campesinas de los alrededores, ya que no era ni joven ni poderoso. Luego describe el hechizo:
“Había que matar un gato negro y arrancarle los ojos, y luego meterlos en dos huevos de gallina negra, un ojo en cada huevo (y me mostró dos huevos que aseguró haberles quitado a las gallinas adecuadas). Después había que cubrir los huevos con estiércol de caballo (y lo tenía preparado en un rinconcillo del huerto por donde nunca pasaba nadie), y dejarlos hasta que se pudrieran, y entonces nacería un diablillo de cada huevo, que se pondría a su servicio para brindarle todas las delicias de este mundo.” Con el detalle complicado al final, de que la mujer amada debía escupir los huevos antes de que fuesen enterrados. Adso con algo de vergüenza preguntó si esa noche volvería a llevar a la muchacha. Salvatore confirmó. Luego asistieron a las completas y Adso con Guillermo iban con el objetivo de realizar otro viaje al laberinto.
En la nueva excursión a la biblioteca siguieron nuevas pistas de los folios y conversaron sobre el misterio de los símbolos, de las palabras, del idioma y los libros. “Los libros no se han hecho para que creamos lo que dicen, sino para que los analicemos. Cuando cogemos un libro, no debemos preguntarnos qué dice, sino qué quiere decir, como vieron muy bien los viejos comentadores de las escrituras.” A la vez que identificaban los signos de la naturaleza que podían acercarlos a la verdad. Y se acercaron un poco más al mapa real de la biblioteca, pero debían investigar más y volver, pero recorrieron las salas hasta ahora identificadas. En los libros de medicina Adso busco a escondidas del maestro sobre la enfermedad que sufría… la enfermedad del amor.

#Eco2021 D4 Completas, Después de completas #ElNombreDeLaRosa



Día 27: Pronto la ensoñación amorosa de Adso tuvo un triste giro. Escucharon unos gritos en la abadía y cuando llegaron vieron a Salvatore apresado por los arqueros y la amada de Adso llorando. Los arqueros los habían capturado merodeando en la cocina por la orden del inquisidor Bernardo Gui. Ante el Abad los presentaron y además descubrieron el sospechoso paquete de Salvatore para hacer el hechizo de amor. Por lo tanto la mujer es acusada de brujería. 

"Una bruja, un monje que se deja seducir, y un rito que por suerte no ha podido celebrarse.", fue la conclusión del inquisidor. Adso intentó lanzarse tras la chica pero Guillermo lo contuvo y le dijo que no había nada que hacer: "Quédate quieto, tonto, la muchacha está perdida, es carne de hoguera." 

#Eco2021 D4 Noche #ElNombreDeLaRosa






DÍA 5



Día 28: Adso observa al día siguiente al inquisidor y a todos los monjes. Abatido y resignado por la suerte de su amada. Durante el capítulo se genera una discusión entre los personajes sobre la pobreza de Jesús, la riqueza de la iglesia y el poder:
“—Querido Adso –dijo Guillermo–, puedes afirmar cualquiera de las dos cosas, y nunca podrás decidir, sobre la base de los evangelios, si Cristo consideró o no propia, y hasta qué punto, la túnica que llevaba puesta, y que probablemente tirase cuando estaba gastada. Y, si quieres, la doctrina de Tomás de Aquino sobre la propiedad es más audaz que la nuestra. Los franciscanos decimos: no poseemos nada, todo lo tenemos en uso. Él decía: podéis consideraros poseedores, siempre y cuando, si a alguien le faltase algo que vosotros poseyerais, le concedáis su uso, y no por caridad, sino por obligación. Pero lo que importa no es si Cristo fue o no pobre, sino si la iglesia debe o no ser pobre. Y la pobreza no se refiere tanto a la posesión o no de un palacio, como a la conservación o a la pérdida del derecho de legislar sobre las cosas terrenales.”

#Eco2021 D5 Prima #ElNombreDeLaRosa



Día 29: Donde Severino habla a Guillermo de un extraño libro y Guillermo habla a los legados de una extraña concepción del gobierno temporal.
“Pues bien, prosiguió Guillermo, si uno solo puede hacer mal las leyes, ¿no las hará mejor una mayoría? Desde luego, subrayó, se hablaba de las leyes terrenales, relativas a la buena marcha de las cosas civiles. Dios había dicho a Adán que no comiera del árbol del bien y del mal, y aquélla era la ley divina, pero después lo había autorizado, ¿qué digo?, incitado a dar nombre a las cosas, y en ello había dejado libre a su súbdito terrestre. En efecto, aunque en nuestra época algunos digan que nomina “sunt consequentia rerum” (Los nombres son consecuencia de las cosas.) el libro del Génesis es por lo demás bastante claro sobre esta cuestión: Dios trajo ante el hombre todos los animales para ver cómo los llamaría, y cualquiera hubiese sido el nombre que éste les diese, así deberían llamarse en adelante. Y aunque, sin duda, el primer hombre había sido lo bastante sagaz como para llamar, en su lengua edénica, a toda cosa y animal de acuerdo con su naturaleza, eso no entrañaba que hubiera dejado de ejercer una especie de derecho soberano al imaginar el nombre que a su juicio correspondía mejor a dicha naturaleza.
Porque, en efecto, ya se sabe qué diversos son los nombres que los hombres imponen para designar los conceptos, y que sólo los conceptos, signos de las cosas, son iguales para todos. De modo que, sin duda, la palabra nomen procede de nomos, o sea de ley, porque precisamente los hombres dan los “nomina ad placitum” (Los nombres a capricho) o sea a través de una convención libre y colectiva.”

#Eco2021 D5 Tercia #ElNombreDeLaRosa



Día 30: Tras haber conversado con Guillermo sobre un extraño libro que le mostraría, el herbolario Severino apareció muerto, asesinado brutalmente. Guillermo y Adso se sorprenden, mientras el inquisidor merodea la escena, se culpa por no tomar medidas a tiempo y advierte que observa atentamente los pasos de todos. Guillermo menciona el libro que Severino le iba a mostrar y se dispuso a revisar la habitación. Bencio merodeaba alrededor de forma sospechosa y Guillermo lo interroga.
“—Entonces todavía debería estar allí. Pero no está.
—Un momento. Decimos que no está porque no lo hemos encontrado. Pero quizá no lo hemos encontrado, porque no lo hemos visto donde estaba.
—¡Hemos mirado en todas partes!
—Mirado, pero no visto. O bien visto, pero no reconocido...”
Guillermo sigue ilustrando a Adso en el arte de la deducción, donde la observación es de vital importancia. Siguen buscando el libro, al deshacerse de Bencio y Malaquías, quienes también lo buscaban. Pero en el intercambio de ideas se dan cuenta de que se les ha pasado un detalle, y cuando regresan a la habitación ya el libro sospechoso había desaparecido. Y ya sacaban el cuerpo de Severino. Los sospechosos se reducían a Malaquías, Bencio y un tercer personaje desconocido aún.

#Eco2021 D5 Sexta #ElNombreDeLaRosa







Día 31: El inquisidor Bernanrdo Gui interroga al cillerero, y le dice mientras lo acorrala sobre su pasado en la secta de Dulcino:
“¡la típica respuesta del hereje impenitente! Se mueven como zorros y es muy difícil cogerlos en falta, porque su comunidad les autoriza a mentir para evitar el castigo merecido.” Le pregunte en qué cree:

"—Señor, creo en todo lo que cree un buen cristiano...
—¡Qué respuesta tan santa! ¿Y en qué cree un buen cristiano?
—En lo que enseña la santa iglesia.
—¿Qué santa iglesia? ¿La que consideran santa aquellos creyentes que se dicen perfectos, los seudoapóstoles, los fraticelli, los herejes? ¿O la iglesia que éstos comparan con la meretriz de Babilonia, y en la que, en cambio, todos nosotros creemos firmemente?"
Bernardo prosiguió a interrogar a Salvatore. Adso miraba aterrado y confundido todo el juzgamiento. Salvatore confesó su pasado con Dulcino y lo que había hecho en las noches en la abadía, que ya había confesado a Adso. El cillerero se sintió traicionado. Más tarde siguió el turno de Malaquías, quien fue cuestionado por las cartas y el reciente asesinato. Bencio observaba atento. El cillerero cayó en la emboscada de Bernardo y se vio sospechoso de herejía y homicidio. Lo presionaba para confesar ambos crímenes. Guillermo y el Abad se dieron cuenta de las intenciones de Bernardo, pues lo que menos le interesaba era encontrar al asesino. Quería acabar con la abadía con la confesión de ambas infamias. El cillerero exaltado confiesa sus pecados en la secta pero no acepta culpa en los crímenes.
Bernardo resignado acepta sus palabras y retira sus cargos, pues pasó por el proceso purificador de los inquisidores, que Guillermo le susurró a Adso. “una de las gracias que este procedimiento concede al impío es la de saborear y esperar la muerte, pero no alcanzarla antes de que la confesión haya sido plena, voluntaria y purificadora.”
Aunque aún aturdido tras el exhaustivo interrogatorio, el cillerero cedió: “Quieres un cadáver, y para tenerlo necesitas que me haga responsable de los otros cadáveres. En todo caso, no tardaré en ser cadáver. De modo que te doy lo que me pides.” Y empezó a confesar los crímenes de cada uno, mientras reía como un demente. Había enloquecido y todos estaban sorprendidos. Bernardo aprovechó el rompimiento mental y lo siguió presionando, haciendo que siguiese diciendo locuras y mencionando a todos los demonios que conocía, confesando sus influencias en sus actos. Empezó a convulsionar y botar espuma por la boca y los arqueros se lo llevaron. Bernardo concluyó diciendo que todo había terminado, obtuvo la confesión y dijo unas palabras finales que dejaron a todos sorprendidos y con la sensación de que se había cometido una injusticia.

#Eco2021 D5 Nona #ElNombreDeLaRosa



Día 32: Guillermo y los monjes estaban abatidos tras la derrota contra Bernardo. Lo de fray Dulcino era simple excusa sin fundamento. Ubertino abandona la abadía con preocupación y se despide de Guillermo.
Adso pregunta a su maestro:
"- ¿Y ahora? 
- Ahora volvamos a los crímenes. 
- Maestro, hoy han sucedido cosas muy graves para la cristiandad, y nuestra misión ha fracasado. Sin embargo, parece interesaros más la solución del misterio que el conflicto entre el papa y el emperador (Juan/Ludovico) 
- Los locos y lo niños siempre dicen la verdad, Adso. Quizás sea porque como consejero imperial mi amigo Marsilio es mejor que yo, pero como inquisidor valgo más yo. Incluso más que Bernardo, y que Dios me perdone. Porque a Bernardo no le interesa descubrir a los culpables, sino quemar acusados."
Guillermo acorrala a Bencio y éste confiesa que tomó el libro de Severino, por influencia de Malaquías, quien a la vez le propuso ser el nuevo aprendiz de los secretos de la biblioteca. Luego Guillermo le diría a Adso la gran lujuria de Bencio: la lujuria del saber. Así como muchos estudiosos que niegan compartir el conocimiento con los demás. La biblioteca era un gran símbolo de esa lujuria. O al menos, sus cuidadores. Bernardo tenía lujuria de justicia, el papa de riqueza. La lujuria de libros de Bencio llevó a Guillermo a hacer una declaración a favor de los libros y su difusión: "El bien de un libro consiste en ser leído". 

#Eco2021 D5 Vísperas #ElNombreDeLaRosa



Día 33: Están reunidos los monjes con tristeza por todos los eventos recientes. El Abad se encontraba hablando y cede la palabra a los mayores para que dijeran algunas palabras. Aparece nuevamente Jorge de Burgos y da un sermón
«Yo atestiguo a todo el que escucha mis palabras de la profecía de este libro que, si alguno añade a estas cosas, Dios añadirá sobre él las plagas escritas en este libro; y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, quitará Dios su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa, que están escritos en este libro».
(…) “y yo digo a quien se ha empeñado y sigue empeñándose en romper los sellos de los libros que le están vedados, que ese es el orgullo que el Señor ha querido castigar y seguirá castigando hasta que no se rebaje y se humille, porque, dada nuestra fragilidad, al Señor nunca le ha sido, ni le es, difícil encontrar los instrumentos para realizar su venganza.”
Guillermo susurró a Adso:
"—¿Has escuchado, Adso? –me dijo por lo bajo Guillermo–. El viejo sabe más de lo que dice. Tenga o no parte en esta historia, el hecho es que sabe, y  nos advierte que mientras los monjes curiosos sigan violando la biblioteca, la abadía no recuperará su paz.”
Mientras Jorge remataba revelando que la representación y símbolo de ese orgullo que corroía en la desgracia de la abadía era la del mismo Anticristo. Y sigue nombrando todas las desgracias que seguirán a esto. Cuando terminó todos se dispersaron en silencio, y Adso preguntó a su maestro por el destino de los prisioneros. Pensando en la muchacha, la única inocente, decía el joven. “De modo que el cillerero tenía razón: ¡los simples siempre pagan por todos, incluso por quienes hablan a favor de ellos”. Adso corrió a llorar a su celda y se escuchó invocando el nombre de su amada, aunque realmente no lo conocía. “Del único amor terrenal de mi vida no sabía, ni supe jamás, el nombre.”

#Eco2021 D5 Completas #ElNombreDeLaRosa






DÍA 6



Día 34: "—¿Dónde estará el bibliotecario? –pregunté a Guillermo en un susurro.
—Ahora –respondió Guillermo–, Malaquías es el único que tiene acceso al libro. Si no es el culpable de los crímenes, quizás ignore los peligros que ese libro encierra..."

Cuando fueron a buscar a Malaquías, lo encontraron muerto. El inquisidor Bernardo aún se encontraba en la abadía y mencionó que todo el mal no parecía haber sido detectado. Rápidamente Nicola y el Abad dieron órdenes de cubrir los puestos ausentes. Un nuevo cillerero y Bencio al scriptorium, pero no significaba que iba a reemplazar a Malaquías, pues aún no conocía los secretos de la biblioteca. 
“Me lo había dicho... era verdad... tenía el poder de mil escorpiones...”, fueron las últimas palabras que Malaquías logró susurrarle a Guillermo. 
“Los escorpiones. La quinta trompeta anuncia la aparición de las langostas, que atormentarán a los hombres con un aguijón como el de los escorpiones, ya lo sabes. Y Malaquías nos dijo que alguien se lo había anunciado.”, conectó Guillermo con la pista de la profecía. Y faltaría una sexta y séptima trompeta, por lo que debían estar atentos a los siguientes pasos. Los caballos con cabeza de león. Y mencionaron que si el objetivo era el secreto del finis Africae, el cuarto secreto de la biblioteca donde se encontraba el misterioso libro de Aristóteles, los candidatos serían las personas que conocieran el secreto, como el Abad. Debían prevenirlo. Todo era posible. 

#Eco2021 D6 Maitines, Laudes #ElNombreDeLaRosa



Día 35: Nicola, el nuevo cillerero estuvo organizando las cosas bajo su cargo y Guillermo intentó hablar con él. En la conversación le reveló detalles de la biblioteca y sus custodias. De la injusticia con Alinardo, quien por sus conocimientos era el más propicio para ser su custodio, pero eventualmente  el puesto quedó en Malaquías, quien era muy simple pero tenía fuertes contactos profesionales e íntimos con personajes de poder, como Jorge de Burgos, quien al parecer era el que dirigía la biblioteca por detrás. Y luego Berengario, como ayudante de Malaquías, con quien tenía una estrecha relación, y luego éste con Adelmo. Guillermo indagaba puesto que las dos únicas personas que seguían vivas con los secretos de la biblioteca eran el Abad y Jorge. 
“Una cosa es ser ayudante del bibliotecario y otra bibliotecario. Según la tradición, el bibliotecario ocupa después el cargo de Abad...”
“Es un hecho oscuro. Los monjes murmuran que desde hace medio siglo la abadía ha abandonado sus tradiciones... Por eso, hace más de cincuenta años, o tal vez antes, Alinardo aspiraba a la dignidad de bibliotecario. El bibliotecario siempre había sido italiano, pues en esta tierra no faltan los grandes ingenios. Y, además, ya ves... –y aquí Nicola vaciló, como si no quisiese decir lo que estaba por decir– ...ya ves, Malaquías y Berengario han muerto, quizá, para que no llegaran a ser abades.” Comentaba Nicola, mientras Guillermo presentía que se estaba acercando a algo.

#Eco2021 D6 Prima #ElNombreDeLaRosa



Día 36: Donde, mientras escucha el «Dies irae», Adso tiene un sueño o visión, según se prefiera.
“Me senté al fondo de la iglesia, acurrucado sobre mí mismo para combatir el frío. Sentí un poco de calor, y moví los labios para unirme al coro de los hermanos orantes. Los iba siguiendo sin darme casi cuenta de lo que mis labios decían; mi cabeza se bamboleaba y los ojos se me cerraban. Pasó mucho tiempo; creo que me dormí y volví a despertarme al menos tres o cuatro veces. Después el coro entonó el Dies irae... La salmodia me produjo el efecto de un narcótico. Me dormí del todo. O quizá, más que un letargo, aquello fue como un entorpecimiento, una caída agitada y un replegarme sobre mí mismo, como una criatura que aún siguiera encerrada en el vientre de su madre. Y en aquella niebla del alma, como si estuviese en una región que no era de este mundo, tuve una visión o sueño, según se prefiera.”
(...) En efecto, a la luz de aquella llama que ahora parecía agradable y acogedora, volví a ver a todos los comensales, que ya habían recuperado sus respectivas figuras y cantaban anunciando que todo empezaba de nuevo, y entre ellos estaba la muchacha, entera y hermosa como antes, que me decía: «¡No es nada, deja que vaya sólo un momento a la hoguera, arderé y luego nos volveremos a encontrar aquí dentro!» Y me mostraba, que Dios me perdone, su vulva, y entré en ella y era una caverna bellísima que parecía el valle encantado de la edad de oro, regado por aguas abundantes, y lleno de frutos y árboles en los que crecían pasteles de queso. Y todos agradecían al Abad por la hermosa fiesta y le demostraban su afecto y buen humor dándole empujones y patadas, arrancándole la ropa, tirándolo al suelo, golpeándole la verga con vergas, mientras él reía y rogaba que no le hicieran más cosquillas. Y, montados en caballos que arrojaban nubes de azufre por los agujeros de la nariz, entraron los frailes de la vida pobre, llevando bolsas de oro colgadas de la cintura, con las que convertían a los lobos en corderos y a los corderos en lobos, y luego los coronaban emperadores con el beneplácito de la asamblea del pueblo que entonaba cánticos de alabanza a la infinita omnipotencia de Dios. «Ut cachinnis dissolvatur, torqueatur rictibus!», gritaba Jesús agitando la corona de espinas. Entró el papa Juan imprecando contra toda aquella confusión y diciendo: «¡A este paso no sé dónde iremos a parar!» Pero todos se burlaban de él, y, encabezados por el Abad, salieron con los cerdos a buscar trufas en el bosque. Estaba por seguirlos cuando vi a Guillermo en un rincón; venía del laberinto y su mano aferraba un imán que lo arrastraba velozmente hacia septentrión. «¡Maestro, no me dejéis!», grité. «¡También yo quiero ver qué hay en el finis Africae!» «¡Ya lo has visto!», me respondió Guillermo desde lejos. Y entonces me desperté, mientras en la iglesia estaba concluyendo el canto fúnebre:

Lacrimosa dies illa [Día de lágrimas aquél] 
qua resurget ex favilla [en que resurgirá de la ceniza] 
iudicando homo reus [el hombre para ser juzgado como reo] 
huic ergo parce deus! [así pares a éste perdónale, Dios!] 
Pie Iesu domine [piadoso señor Jesús] 
dona eis requiem [dales el descanso]. 
<Estos versos constituyen la penúltima y la última estrofa del himno medieval Dies irae, de Tomás de Celano (siglo xiii).>

Signo de que mi visión, fulmínea como toda visión, si bien había durado más de lo que dura un amén, al menos no había llegado a durar lo que dura un Dies irae.

#Eco2021 D6 Tercia #ElNombreDeLaRosa







Día 37: Adso cuenta a Guillermo un sueño y su maestro le explica su significado. Le dice que el sueño lo había leído ya en un libro: La Cena de Cipriano. 

“¿Cómo podía ser que aquel día la Coena hubiese reaparecido con tal nitidez durante mi sueño? Siempre había pensado que los sueños eran mensajes divinos, o en todo caso absurdos balbuceos de la memoria dormida, a propósito de cosas sucedidas durante la vigilia. Pero ahora me daba cuenta de que también podemos soñar con libros, y, por tanto, también podemos soñar con sueños.”
Guillermo usa el sueño de Adso para desarrollar sus propias hipótesis sobre los asesinatos en la abadía. Van al scriptorium, revisan los catálogos de los bibliotecarios para reconstruir una lista de nombres históricos, y encuentran a Bencio, quien les da algunos datos de interés sobre los bibliotecarios y un libro misterioso.

#Eco2021 D6 Después de Tercia, Sexta #ElNombreDeLaRosa



Día 38: “Debo confesaros, fray Guillermo, que esperaba más de vos.”
Son las palabras del Abad a Guillermo, quien enumera los asesinatos desde su llegada y la lamentable interferencia del Inquisidor al ocuparse de los crímenes y atrapar algunos culpables. Se muestra decepcionado. Guillermo se molesta pero acepta parte de la culpa, no sin dejar de mencionar que los problemas de la abadía se remontaban a acontecimientos remotos. Guillermo menciona las relaciones íntimas entre varios de los asesinados, y el Abad se avergüenza y ordena a Adso retirarse. Guillermo menciona que todos los asesinados sabían los secretos de la biblioteca y sólo quedaba él vivo, a menos que alguien más los supiera. El Abad se enojó con su comentario y se alejó mientras le mostraba la gema en su anillo, le hablaba de la gema como símbolo de autoridad y se la extendía para que la besase, y a la vez olvidara aquello que había escuchado. 
“Yo soy un Abad de esa orden y estás dentro de mi jurisdicción. Por tanto, escucha lo que te ordeno: olvida, y que tus labios se sellen para siempre. Jura.” Y al final le anuncia que su labor había terminado y debía abandonar la abadía la mañana siguiente.
El Abad había descubierto algo con las últimas conclusiones de Guillermo, y estaba aterrado con ese descubrimiento. O quizás ya sabía todo y pensó que Guillermo nunca lo descubriría. Para salvar el honor de la abadía. Guillermo y Adso se apresuraron a actuar en el poco tiempo que tenían. Debían descubrir el finis Africae. Mientras tantos los otros monjes estaban nerviosos, pues los máximos sospechosos todos habían muerto.

#Eco2021 D6 Nona #ElNombreDeLaRosa



Día 39: Entre vísperas y completas el Abad estaba a punto de empezar el oficio en la iglesia pero notó la ausencia de Jorge de Burgos y envió por su búsqueda. No aparecía por ningún lado. Estaba evidentemente nervioso. Se sentía la cercanía de otra tragedia. Se escuchaban susurros de los monjes. El Abad ordenó a todos regresar a sus celdas. Guillermo y Adso atentos esperaron para ingresar a la iglesia.
Adso recuerda el hechizo que pensaba hacer Salvatore con el caballo y sin saber descubre una clave que Guillermo intercepta y acoge con gozo.

“¡Dios te bendiga, Adso! Pero, sí, suppositio materialis, el discurso se toma de dicto, no de re... “(«suposición o supuesto material». «del dicho no de la cosa».)
“—¡Vamos! –dijo Guillermo–. ¡Quizás aún estemos a tiempo de salvar una vida!
—¿La de quién?
—La de uno que no se lo merece –dijo.”

Llegaron a uno de los acceso al finis Africae y encontraron que había alguien encerrado. Debía ser la segunda persona que conocía los secretos. Corrieron al otro acceso desde el scriptorium, conociendo ya las claves para entrar, y emocionados tuvieron acceso por primera vez al cuarto de los libros prohibidos.

#Eco2021 D6 Entre Vísperas y Completas, Después de completas #ElNombreDeLaRosa





DÍA 7






Día 40: En el finis Africae encuentran esperándolos a Jorge de Burgos. Y confesó que era el Abad el que se estaba ahogando en la entrada secreta al cuarto. Ya estaba muerto, dijo. Les contó cómo gracias a la conversación con Guillermo había descubierto la verdad y le exigió el acceso de entrada a la habitación secreta y dejar de proteger los secretos. Por eso lo mató. Jorge de Burgos se revela como el conductor de todos los hilos de la abadía durante años, escogiendo los abades de su confianza y manejando la biblioteca. Y junto con Guillermo empiezan a unir los hilos, confesando que siempre confió en que Guillermo descubriera todo.

“Pero no me repitas lo que sabes. Sé que lo sabes. No quiero alimentar tu orgullo. De eso ya te encargas tú. Esta mañana te he oído interrogando a Bencio en el scriptorium sobre la Coena Cipriani. Estabas muy cerca de la verdad. No sé cómo has descubierto el secreto del espejo, pero cuando el Abad me dijo que habías aludido al finis Africae tuve la seguridad de que pronto llegarías. Por eso te esperaba. Y ahora, ¿qué quieres?”

Guillermo enumera sus exigencias. Los libros que quería ver... "Quiero ver el libro que robaste allí, después de haberlo leído, porque no querías que otros lo leyesen, y que has escondido aquí, protegiéndolo con gran habilidad, pero que no has destruido, porque un hombre como tú no destruye un libro: sólo lo guarda, y cuida de que nadie lo toque. Quiero ver el segundo libro de la Poética de Aristóteles, el que todos consideraban perdido, o jamás escrito, y del que guardas quizá la única copia."

Guillermo hojeaba su premio con los respectivos guantes por precaución del veneno y Adso se asomaba sobre su hombro. Leyó algunos apartes del libro prohibido que alababa la risa: "Atribuye la creación del mundo a la risa divina...” «Apenas Dios rió, nacieron siete dioses que gobernaron el mundo; apenas se echó a reír, apareció la luz; con la segunda carcajada apareció el agua; y al séptimo día de su risa apareció el alma...»
Guillermo siguió atando cabos, reconociendo errores y aciertos, mientras Jorge afirmaba sorprendido de su capacidad. “No he matado a nadie. Cada uno ha caído siguiendo su destino de pecador. Yo sólo he sido un instrumento.”, y siguió explicando sus investigaciones sobre el libro de Aristóteles. Adso observó que la aprobación de Jorge a las pistas de Guillermo empezaba a mostrar cierta admiración de ambos a ellos mismos por sus hallazgos.

Recordamos la frase al inicio de la novela: “En el principio era el Verbo y el Verbo era en Dios, y el Verbo era Dios”. Porque el verbo ha pasado por todo, desde el misterio del libro, la ilusión amorosa de Adso y el miedo de Jorge al verbo por parte del famoso filósofo, quien ya había con sus escritos varios saberes de la cristiandad. Y ese era su miedo. “Cada palabra del Filósofo, por la que ya juran hasta los santos y los pontífices, ha trastocado la imagen del mundo. Pero aún no había llegado a trastocar la imagen de Dios. Si este libro llegara... si hubiese llegado a ser objeto de pública interpretación, habríamos dado ese último paso.” (…) “La risa es la debilidad, la corrupción, la insipidez de nuestra carne. Es la distracción del campesino, la licencia del borracho.” (…) “La risa libera al aldeano del miedo al diablo, porque en la fiesta de los tontos también el diablo parece pobre y tonto, y, por tanto, controlable. Pero este libro podría enseñar que liberarse del miedo al diablo es un acto de sabiduría.”

Guillermo estaba aterrado y confundido con el discurso de Jorge contra el libro y la risa. Al final le dijo: “Eres el diablo... El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda. El diablo es sombrío porque sabe adónde va, y siempre va hacia el sitio del que procede. Eres el diablo, y como el diablo vives en las tinieblas. Si querías convencerme, no lo has logrado. Te odio, Jorge, y si pudiese te sacaría a la explanada y te pasearía desnudo.”

#Eco2021 D7 Noche #ElNombreDeLaRosa



Día 41: Jorge empezó a romper las hojas del libro y meterlas en su boca. «Sella las cosas que han dicho los siete truenos y no las escribas, toma y cómelo, y amargará tu vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.» Y se escuchó a reír a Jorge por primera vez mientras esquivaba las manos de Guillermo. Luego puso su mano sobre la luz de la vela y quedaron a oscuras. 

«Encontradme ahora, ¡ahora soy yo el que ve mejor!»

Inició la persecución. Lograron encender una lámpara, pero la misma lámpara fue causante de una tragedia. Al tropezarse cayó la llama sobre un papiro y todo se encendió alrededor. Adso no logró dominar el fuego, y vio a Jorge a espaldas de Guillermo, quien percibió la llamarada y no tuvo problemas en arrojar el libro de Aristóteles al fuego. Guillermo intentó salvar los libros pero el laberinto quedó sumido en llamas fulgurantes. “Comprendí que el laberinto todo no era más que una inmensa pira de sacrificio, preparada para arder con la primera chispa...”

Lograron ayuda en la cocina y los monjes corrieron por agua para tratar de salvar los libros. Pero parecía ya una empresa imposible. La biblioteca ardería y Guillermo lloraba.
“Todas las ventanas estaban iluminadas, una negra humareda salía por arriba: el fuego ya se había propagado a las vigas del techo. El Edificio, que parecía tan sólido e inconmovible, revelaba en aquel trance su debilidad, sus fisuras: las paredes comidas por dentro, las piedras sin argamasa que dejaban pasar las llamas hasta las partes más escondidas del armazón de madera.”

Un desfile de caos y almas perdidas. El fuego había iniciado en las alturas del edificio y se extendió a sus mismos aposentos. El mismo infierno. 

“Era la mayor biblioteca de la cristiandad –dijo Guillermo–. Ahora –añadió–, es verdad que está cerca el Anticristo, porque ningún saber impedirá ya su llegada. Por otra parte, esta noche hemos visto su rostro.”
“Jorge. En ese rostro devastado por el odio hacia la filosofía he visto por primera vez el retrato del Anticristo, que no viene de la tribu de Judas, como afirman los que anuncian su llegada, ni de ningún país lejano. El Anticristo puede nacer de la misma piedad, del excesivo amor por Dios o por la verdad, así como el hereje nace del santo y el endemoniado del vidente. Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia.”
Y siguieron hablando mientras veían todo derrumbarse. 

#Eco2021 D7 Noche #ElNombreDeLaRosa








Día 42: Luego del desastre en la abadía y hechos que generaron movimientos abruptos en las autoridades religiosas, Guillermo y Adso se separaron. No volvieron a mencionar los horribles sucesos que compartieron.
“No volví a verlo. Mucho más tarde supe que había muerto durante la gran peste que se abatió sobre Europa hacia mediados de este siglo. Ruego siempre que Dios haya acogido su alma y le haya perdonado los muchos actos de orgullo que su soberbia intelectual le hizo cometer.”
Años después en un viaje a Italia, Adso visitó las ruinas de la abadía, observando todo con nostalgia. Pero al acercarse a los escombros empezó a ver jirones de pergamino que fue recogiendo y armando. Y ahondando más encontró más folios. “Recogí todas las reliquias que pude encontrar, y las metí en dos sacos de viaje, abandonando cosas que me eran útiles con tal de salvar aquel mísero tesoro.” Adso cuenta que con todo lo que encontró logró construir una pequeña biblioteca hecha de fragmentos, citas y períodos incompletos. La reconstruyó con amor y dedicación.
“… como si el hecho de haber localizado la copia destruida hubiese sido un claro signo del cielo cuyo sentido era <tolle et lege> («toma y lee». Palabras que creyó oír san Agustín (Confesiones, VII) y que determinaron su conversión.)”
Adso se reencuentra, medita, se pierde en sí mismo, en el abismo de sus recuerdos y su aprendizaje… y se encuentra escribiendo este libro… “stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemos” (la rosa primigenia existe en cuanto al nombre, sólo poseemos simples nombres).

Fin de #Eco2021
#Eco2021 D7 Último Folio #ElNombreDeLaRosa




Fin de lectura colectiva de #Eco2021. Desde el 1ro de Julio de 2021 hasta el 26 de Agosto del 2021.




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