El Fin del Mundo y un Despiadado País de las Maravillas, es una de las primeras obras escritas por Murakami, específicamente la cuarta de toda su bibliografía, publicada por primera vez en el año de 1985, cuando apenas empezaba a convertirse en un autor de culto. La versión traducida al español nos llegó algunos años después, cuando dio el paso de autor de culto a best seller mundial.
Sin dudas, es una de las historias más particulares y curiosas de toda su obra, también destacándose por ser una de las más surrealistas y originales, donde podemos encontrar varias de las obsesiones del autor nipón, y de sus internaciones entre la barrera de la ficción y la realidad.
En el libro, como suele hacer Murakami en varias de sus obras, intercala dos historias por cada capítulo, que en esta ocasión, los cambios no son de perspectiva de personajes, ni de tiempos, sino de universos totalmente distintos, pero unidos por una fina línea que iremos descubriendo en el transcurso de la lectura. En la primera historia, que transcurre en “El Despiadado País de las Maravillas”, narrada en primera persona, un informático que trabaja para una organización llamada “El Sistema”, que guarda información muy importante, es contactado por un científico brillante, quien lo llevará por un laberinto que le interrumpirá el ritmo normal de su vida, en el proceso de una investigación sobre la conciencia y la mente humana. Dentro de esta historia, aparecerás criaturas oscuras, como los semióticos y los tinieblos, que bajo los confines de la ciudad, mantiene una lucha encarnizada por la información y el curso de la humanidad… En la segunda historia, que se desarrolla en “El Fin del Mundo”, nos encontramos en un mundo totalmente diferente y aparentemente perfecto, donde un hombre se ha visto obligado a desprenderse de su sombra, para poder quedarse en una amurallada ciudad, donde habitan personas junto con bestias mitológicas o unicornios.
Aunque aparentemente las historias no mantengan mucha relación, y quizás en las primeras páginas el lector sienta un poco pesada la lectura, por toda la información que el autor te da para informarte y meterte de lleno en el mundo de la historia… Porque se inventa palabras y un lenguaje distinto, así como procesos complejos en ambas historias, donde el lector deberá estar atento y prestar mucha atención.
Pero una vez has entrado y te has familiarizado con la historia y sobre todo con sus personajes, te embarcas en un viaje donde van apareciendo poco a poco los temas de Murakami, la presencia de fuerzas ocultas y extrañas con control y acceso a la realidad, una tensión sexual latente entre sus personajes, imágenes y escenas que van entre lo surrealista, filosófico y metafísico, y personajes que se enfrentan a crisis de identidad y problemas con dilemas existenciales… “Criaturas solitarias e indefensas”, como el mismo Murakami describió en uno de sus libros, refiriéndose a los personajes del gran autor ruso Fiódor Dostoyevsky… Pues él también crea sus personajes, especialmente sus protagonistas principales, bajo esa descripción o base, lo que hace que muchos se sientan identificados con esas criaturas…
Ya que mencioné al autor ruso, del cual Murakami varias veces ha confesado su admiración, en este libro también hay referencias a él, como por ejemplo la alusión a los Hermanos Karamazov y a pasajes de su historia por parte del protagonista de una de las historias, así como las referencias, ya en el estilo, hacia Kafka y otros escritores de literatura fantástica.
En síntesis, es un libro un poco denso, pero que fluye a medida que vas metiéndote en la obra, es recomendable leerlo poco a poco… Quizás algunos pasajes están de más, y Murakami se excede en algunas descripciones, pero la magia y la fantasía del libro se sobreponen, con un tramo final muy emocionante e intrigante, que se cierra de forma magistral… Historias cruzadas, donde de trasfondo apreciamos una bella y profunda reflexión sobre la vida, la muerte y el lugar que cada ser humano tiene o busca encontrar en el mundo. Con todos sus excesos y adornos fantásticos, Murakami brilla en las descripciones y escenas, donde el ser humano se enfrenta con su mayor enemigo, consigo mismo, donde se enfrenta a sus miedos, a la oscuridad, a la soledad, al abandono y al olvido… Lo que al fin y al cabo termina representando su inconfundible estilo, donde además de ser un escritor original, moderno y fantástico, entre otros apelativos, en el fondo es un gran transcriptor, narrador y detallista de las angustias del hombre moderno, perdido en cierta superficialidad imperante en las sociedades avanzadas y caóticas.
7.5/10
Fragmento del libro:
“Ser incapaz de ver tu propio cuerpo es algo muy extraño. Cuando eso se prolonga largo tiempo, te acabas preguntando si tu cuerpo no será más que una simple hipótesis. Cierto que, al golpearme la cabeza, me hacía daño, y que la herida del vientre no me daba tregua. Y que sentía el suelo bajo las plantas de los pies. Pero no eran más que un simple dolor y una simple percepción. Podría decirse que no era más que un concepto que se asentaba sobre la hipótesis de que mi cuerpo me pertenecía. Por lo tanto, no se podía descartar la idea de que mi cuerpo hubiese desaparecido y que sólo quedase el concepto, que funcionaba de manera autónoma. Exactamente igual que una persona a la que le han amputado una pierna en una operación quirúrgica continúa sintiendo el picor en la punta de los dedos de los pies de la pierna amputada”.
Otras reseñas de Murakami en el Blog:
Kafka en la Orilla
1Q84, Libros 1 y 2
1Q84 Libro 3
Los años de peregrinación del chico sin color
Después del Terremoto
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