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jueves, 28 de julio de 2022

Reseña del libro: La última ceniza (Montserrat Martorell)

 
 
Hace una semana tuve el privilegio de entrevistar y conversar con Montserrat sobre su novela, que al mismo tiempo fue su primera novela publicada en el 2016, pero que se ha reeditado para su publicación en Colombia desde el año pasado.

Como muchas de las primeras novelas escritas en la juventud, La última ceniza, se encuentra llena de fuerza en la prosa y experimentación narrativa, que van dictando las bases de ese inicio de la búsqueda de la propia voz del autor. Aunque la novela trata muchos temas, me atrevía a sintetizarla en la siguiente frase:

“Es una novela psicológica que escarba en los claroscuros y recovecos de las relaciones humanas y en la mente de los seres humanos que aman y sufren en los distintos entornos y esferas sociales”.
 
En la novela encontramos a una serie de personajes muy ricos y bien elaborados desde su psique, que se podrían clasificar según su nivel de importancia y su misma presencia en la obra. Tenemos a Conrado (Psicólogo) y Alfonsina (Socióloga), en la cima de la píramide, quienes a la vez son las dos columnas narrativas del relato, porque cada uno interrumpe en varias ocasiones al narrador onmisciente para intervenir y cambiar al relato en primera persona, a la narración confesional, en donde vamos conociéndolos y a la vez nos van presentando a los demás personajes de la trama, como Laura (esposa de Conrado) o Federico (pareja de Alfonsina), quienes también reclaman en algún momento su espacio para expresarse y aportar a la diversidad del relato.

Es por esto, que evidentemente tenemos un juego narrativo y de perspectivas, en donde en algún momento emerge la figura del narrador dudoso o engañoso, quien le hace cuestionar al lector sobre la verdad en la historia y sobre cada uno de los personajes y sus respectivas versiones. Y a través de esta amalgama de voces, los personajes se relacionan y se entrecruzan entre sí, en medio de una variedad de temas y emociones como: los traumas, las pérdidas, la violencia de género, la imagen de sí mismo, el cuerpo, las palabras, la verdad, las mentiras que nos decimos y con las que se justifican acciones, la psicología, el desamor, la infancia y la familia.
 
 
 

 
Con Montserrat en la presentación de su libro en la Librería Nacional en Cartagena de Indias
 
 
Me gustaría ser más específico, tradicional y cronológico en el relato de los hechos y acciones, pero creo que la estructura de la novela invita a que el lector entre en el juego y la propuesta desde el inicio para construir su propio mapa de acciones y posibilidades, a través de estas historias que dentro de todo tienen un cariz muy realistas y anecdótico. Además, que el lector se sentirá enfrentado a algunos dilemas morales y forzado a ser testigo experencial de escenas que no huyen de la violencia directa, junto con los efectos colaterales que estos llevan en las víctimas, tanto en su daño físico como psicológico. 

Montserrat menciona que se siente muy orgullosa de su primera novela, al contrario de muchos escritores que denigran de sus primeros trabajos. Y debería seguir alzando la cabeza, porque su novela exuda juventud, conflicto, fuerza y muchas otras emociones tan genuinas en esos años en que se adolesce del alma y del cuerpo, y dejan la marca para la posteridad. Me parece una novela bien escrita, estructurada y con cuidado, afecto y entendimiento hacia sus personajes, quienes son llevados a través de un naufragio tormentoso por su autora, con una prosa que no escapa de los contrastes: Poética, sutil, y a la vez, visceral. Vale la pena descubrirla y leerla. 

 

Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)


 

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