Adaptación de la novela con tintes autobiográficos del escritor Jack London (Martin Eden), por parte del director italiano Pietro Marcello, que también adapta el guión. No he leído aún la novela de London, pero es un escritor del que me gustan algunas obras. La película es muy atemporal, con distintas referencias que confunden al espectador sobre la época específica en que se desarrolla. Cuenta la historia de Martin Eden, un joven marinero napolitano que en un día logra salvar la vida de otro joven de familia muy bien acomodada, quien en agradecimiento lo invita a su casa y a su mundo. Martin queda deslumbrado por los lujos de la familia, los libros, el arte y la hermana del joven, Ruth, de la que queda enamorado y desde ese momento le impulsa a salir adelante y hacerse mejor persona, más culto y perseguir su sueño de ser escritor de éxito.
La película además de ser atemporal en el tiempo de la historia, también lo es en la narración, puesto que por momentos vemos escenas del pasado y del presente, las imágenes de archivo que muestran la intimidad de una familia, unos jóvenes, unos hermanos; así como también momentos históricos importantes sin orden cronológico. Todos estos elementos nos indican una historia grandilocuente, que abarca algo más grande que ella misma. Algunos de esos detalles también le dan un toque realista y casi documental por momentos.
Es un extraño híbrido. Pero en general es una historia de amor y superación, que me gustó mucho en su inicio y su planteamiento, porque me recordó a ese cine italiano tan humano, real, simpático y emotivo, pero luego la película con sus distintos cambios toma otro rumbo, y algunos elementos como el éxito del protagonista finalmente como escritor, y sus ideas políticas sobre la realidad y el socialismo, no terminan de cuajar muy bien, junto con otros personajes pasajeros. Creo que son detalles que distraen y pudieron ser mejor usados, desconozco si viene desde la novela.
En general es una poderosa historia sobre la superación de la pobreza a través del amor, pero también sobre la decepción, el peso de los fantasmas del pasado y la pérdida de la identidad. Si hay algo destacable es la actuación de Luca Marinelli, que con méritos se llevó el premio a Mejor Actor (Copa Volpi) en el Festival de Venecia. Logra capturar todos los cambios internos del personaje, que inicialmente es un idealista romántico hasta un desagradable, prepotente, excéntrico y atormentado escritor de éxito.
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