“Variaciones Enigma” es la novela más reciente del escritor André Aciman, el autor conocido por la novela “Llámame por tu nombre”, que tuvo una exitosa adaptación cinematográfica (Call me by your name). Aciman que en sus novelas explora las relaciones de pareja, los problemas de identidad, el primer amor, el descubrimiento de la sexualidad, vuelve con esta novela a explorar estos temas recurrentes.
"Variaciones Enigma" se refiere a una serie de catorce variaciones musicales compuestas por el compositor inglés Edward Elgar en el año de 1899. La obra es conocida tanto por su música como por el enigma que se oculta tras ella. Elgar dedicó la obra a "mis amigos retratados en ella"; y cada variación muestra un emotivo retrato de algunas de sus relaciones sociales más cercanas. Y esa misma dinámica, precisamente, quiso Aciman trasladar a su obra.
Así como Elgar, el personaje de Aciman, Paul, compone diversas variaciones, que a la vez son recuerdos de las relaciones amorosas, sociales y platónicas que han marcado su vida, desde la adolescencia en Italia hasta su madurez en los Estados Unidos. Como lo hiciese en “Llámame por tu nombre”, acá también usa la primera persona para narrar, desde la voz de Paul, por lo que somos testigos de todas sus emociones, pensamientos, deseos y contradicciones más profundas. Y si “Llámame por tu nombre”, como lo mencioné en la reseña que hice del libro ("Llámame por tu nombre - Link), me pareció un libro de descubrimiento y de amor, pero en uno de sus temas de fondo, también que trataba el tema de la bisexualidad abiertamente; acá en esta obra vuelve a tratar el tema de forma más directa. Pero tampoco estaría de acuerdo con etiquetarla de esa forma, porque en esencia se enfoca más en el eterno descubrimiento y la inacabada búsqueda de lo que queremos.
La primera parte, que se titula “Primer amor”, es un muy buen inicio porque trata un tema que me pareció muy interesante. Transcurre en Italia, en un verano, donde Paul es un adolescente y vive con sus padres en San Giustiniano. Pero en realidad es un recuerdo, porque en ese momento tiene 22 años y vuelve a ese pueblo donde sus padres tenían la casa de verano. Vuelve para recordar, 10 años atrás cuando tenía 12 años. Recuerda especialmente a Nanni, un joven y atractivo carpintero que hacía trabajos en su casa, y que fue su primer amor. Está muy bien descrita y escrita esta parte, porque vemos desde el deseo del adolescente y su despertar sexual, cómo busca acercarse, cómo fracasa y cómo sufre por ese primer amor imposible. Pero lo más interesante de esta parte, es un descubrimiento que hace el Paul de 22 años, sobre su padre y su relación con el joven carpintero. Un descubrimiento que le lleva a entender por primera vez muchas cosas de su familia, de su padre y de sí mismo. No ahondaré mucho en detalles, pero esta fue de las historias que más me gustaron, o de las variaciones, porque está muy bien tratada, con mucha sutileza.
Una de las conversaciones entre el joven Paul y Nanni:
“—Entonces ¿por qué no tienes amigos?
¿Otra vez estábamos hablando en serio? Empezaba a parecerse a mi madre, aunque viniendo de él no me molestaba.
—No lo sé. Quiero tener amigos. A lo mejor es que no le caigo bien a todo el mundo.
—Quizá crees que no les caes bien. Todo el mundo hace amigos.
—No todo el mundo.
—Pero aquí has hecho amigos.
—Eso es porque me gusta venir.
—¿No te gusta la gente de tu edad?
—No lo sé —me encogí de hombros.
Como para remarcar lo que le estaba diciendo, me descubrí exhalando una especie de minisuspiro que era la versión joven del suspiro cansado que él había soltado al hablar de sus años de formación como ebanista. Lo que me gustó no fue solo haber puesto mis cartas sobre la mesa y haber revelado un hecho privadísimo, sino que, por primera vez, había hablado con alguien de cosas que pensé que me afectaban a mí y a nadie más que a mí. Me gustó hablar así”.
Cuando uno termina esta parte, se imagina que continuará o uno quiere que continúe, pero inmediatamente inicia otro capítulo titulado “Fiebre primaveral”, con una nueva historia de Paul, y te das cuenta que ese recuerdo de la adolescencia pasó, y que seguirán nuevas variaciones, nuevas relaciones, aunque siempre haya una que otra referencia en las relaciones a futuro. En este nuevo capítulo nos muestra al Paul más maduro, aún joven, que practica tenis y tiene una relación con una chica de su edad, Maud. Nos muestra su relación, su nueva vida, las dinámicas sociales, los celos y las amistades. Dentro de sus idas a jugar tenis con su amigo Harlan, conoce en las pistas a otro chico unos años mayor, veitimuchos, Manfred, quien le llama la atención por su misterio y su buena forma de jugar. Manfred que a futuro se convertiría en una nueva variación en la vida de Paul.
En una cena con amigos, Maud habla toda la noche con un joven corresponsal extranjero, Gabi. Paul siente muchos celos y la pasa muy mal toda la noche, que hasta se imagina que ella lo masturba debajo de la mesa. Al final de la noche se confrontan y hablan de la relación en quiebre de dos amigos en común. Paul se da cuenta que estuvo celoso sin motivo, y que Gabi estaba más interesado en él que en Maud. Y siguen las variaciones cruzándose. En medio de la conversación sale a relucir que Paul está interesado en alguien más en ese momento. Y sigue el capítulo titulado, “Manfred”, dedicado a la relación de Paul con otro chico, el otro joven que conoció en canchas de tenis. El capítulo anterior me pareció un poco flojo con respecto al primero, porque se tiene menos auténtico y real, pero la variación dedicada a Manfred vuelva a recuperar la calidad, en ese otro proceso de cómo ambos jugaron a evitarse durante un tiempo hasta que alguno toma la decisión de acercarse al otro. No sé si se debe a que Aciman tiene particular sensibilidad en contar las relaciones normalmente complejas entre dos personas del mismo sexo, pero eso cambia con una de las últimas variaciones, donde Paul vuelve a intentar y se enamora de otra chica de su pasado, en una relación muy apasionada y compleja, en el capítulo titulado “Amor estelar”, donde se reencuentra con Chloe, una chica de su pasado con la que ha tenido intermitentes encuentros a través de los años, que a la vez está casa, y también se entrecruza este capítulo con su relación con Manfred. Estas últimas dos relaciones también ocupan el siguiente capítulo: “Abingdon Square”. Acá aunque mantiene una relación con Manfred, éste lo anima en su acercamiento a Chloe, y lo anima a experimentar y enfrentar lo que siente por ella también.
Como habrán visto es toda una sucesión de relaciones y variaciones en la vida de un joven en busca del amor y de su propia identidad. No todas las viariaciones me gustaron de igual forma, hay unas mejores que otras, donde se nota más el trabajo y la profunidad de las emociones. Hay otras en donde se siente que todo pasa muy rápido, muy superficial, y se nota que al autor no le interesa ahondar lo suficiente o no le dedica el mismo espacio de reflexión que a otras. Lo que unido a ese primer capítulo de la adolescencia, me hace pensar que es por momentos una novela muy irregular, sin la profunidad y frescura que logró por ejemplo en “Llámame por tu nombre”, donde se centró en una historia especialmente. Aunque no sé si quizás es lo que quiso trasmitir el autor; ese estado caótico de las relaciones de pareja a través de nuestras vidas, y en que no todas las historias son significativas. Pero en “Variaciones enigma”, aunque tiene muy buenos momentos, llenos de sensibilidad y detalle, no todos son igual de buenos. Lo que me resta un poco. Pero igual disfruté leerla y por los pasajes positivos creo que vale la pena.
Acá algunos fragmentos del libro que me gustaron:
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"De camino al hotel, Chloe me dio la mano.
- Soy feliz.
Lo dijo como si para ella fuese una sorpresa total. De todas formas, yo necesitaba que me lo dijera.
Me había equivocado con nosotros. No éramos hunos. Éramos solo dos personas a las que les había faltado confianza para pasarse de la raya o para saber siquiera dónde estaba la raya".
(Variaciones Enigma, de André Aciman)
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"Evito acercarme a ti porque quiero acercarme. Podrías estar a punto de rozarme el pie como pasó una vez y ni te darías cuenta.
A veces, después de haber jugado los dos una hora por la mañana, te quitas el polo antes de ducharte y me encanta ver cómo el sudor se desliza por tu columna. Quiero recorrerte todo el cuerpo con la boca. Quiero saborearte. Quiero conocerte con la boca".
(Variaciones Enigma, de André Aciman)
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"Ninguno de los dos preguntó cuál era nuestra vida. No queríamos saberlo.
La teoría cuántica es más flexible, pensé. Por cada vida que vivimos, hay por lo menos otras ocho a las que no nos podemos acercar y mucho menos saber de ellas. Quizás no haya vidas verdaderas o falsas, solo ensayos para papeles que tal vez no tengamos nunca la suerte de interpretar".
(Variaciones Enigma, de André Aciman)
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