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jueves, 8 de agosto de 2013

Only God Forgives (Nicolas Winding Refn)






La película más reciente del director danés Nicolas Winding Refn, el director de “Drive”, estrenada en el Festival de Cannes 2013, aunque no le tenía altas expectativas, ha resultado ser una de las peores películas que he visto en lo que va del año 2013. Es un ejercicio sin sentido, con mucha preocupación en el estilismo pero con un enorme vacío en el fondo. Al minuto 40 (faltaban otros 50 más), ya quería que terminara, pero tomé fuerzas y terminé de verla. Y nada mejoró, éste despropósito de Refn resultó siendo totalmente insoportable, prescindible y desechable. 

Dirigida y “escrita” por el mismo Winding Refn, la película que transcurre en Tailandía, cuenta la historia de Julian, un joven norteamericano que escapa de su país por líos judiciales y se traslada a Tailandia, donde dirige un negocio de luchas de boxeo, al tiempo que funciona su negocio de tráfico de drogas. Un día, el hermano de Julian es brutalmente asesinado por abusar de una niña, lo que genera que su madre Crystal viaje desde los Estados Unidos para exigirle a Julian que tome venganza por su hermano. 

Esa es en forma general la base de la historia, que abarca el tema de la venganza, la culpa, la sangre, los lazos perversos y los fantasmas del pasado. Todos estos ingredientes son los que se mezclan en esta historia, que estoy seguro que con un tratamiento menos grandilocuente y con un mejor trabajo en el guión, hubiese sido mucho mejor. 

Lo bueno, el aspecto técnico y la dirección, tiene excelentes planos y el director demuestra con creces su enorme talento visual, que lo llevo a conseguir el premio al Mejor Director en el Festival de Cannes 2011 por Drive. Aquí realiza un trabajo más impecable y estilístico. Todo esto no lo puedo negar, y ni lo pongo en duda. Pero…

Lo malo, lamentablemente, el director sufrió de ese mal tan perjudicial causado por el ego de los cineastas, llamado “delirio de autor”, quien pone mucha o excesiva atención en la construcción de los planos y los movimientos de cámara, que la forma termina absorbiendo el fondo. Y aunque había un fondo identificado, Refn prefiere ser trascendente y maximizar la forma. Creo que esto le hubiese dado mejor resultado si tuviese un guión sólido, pero es tan evidente la superioridad de la forma sobre el fondo, que terminas sintiéndote asfixiado y ofendido, aunque estés viendo bellas tomas.    

He leído que este es el verdadero estilo del director, yo sólo he visto Drive que me gustó, pero si los otros trabajos del director son de este estilo, no tengo el más mínimo interés en adentrarme en su mundo. Creo que tal vez, el director debería recapacitar y avanzar en su cine, mantener su estilo pero sin dejarse absorber por su propio ego en ser trascendente y estilizar cada toma. 

También he leído algunas explicaciones sobre el “fondo” del filme, y la verdad no me dicen nada nuevo, porque todo es muy evidente. El fondo en realidad es muy sencillo, los símbolos son muy obvios e identificables, muy lejos del nivel de otros directores que manejan con maestría los símbolos, como por ejemplo David Lynch. Por lo tanto, cuando la simbología es tan evidente, que prácticamente no requiere de una profunda interpretación, se hace casi que intrascendentes. Y vuelve a jugar en contra de las pretensiones ya antes mencionadas. Tal vez el hecho de que el mismo director haya escrito el guión, pudo ser el problema. En fin, quien sabe. 

Aunque no puedo negar las cualidades artísticas, tampoco puedo negar sus enormes carencias argumentales, por lo que lo primero que pensé al terminar de verla, es que pudo ser un muy buen corto de 5 o 10 minutos. Creo que pudo ser más efectivo y acorde en longitud a lo que cuenta. 

En cuanto a las interpretaciones, Ryan Gosling, sigue encasillándose en estos papeles de hombres de apariencia inmutable y mirada ida con fantasmas del pasado, lo que ya está aburriendo un poco. En esta oportunidad, a diferencia de en Drive, no me ha gustado mucho, o mejor dicho no me genera ni frío ni calor. Por el contrario, la siempre notable Kristin Scott Thomas, creo que protagoniza las partes que más me gustaron del filme, es todo un deleite verla, pero aún así, tampoco puede hacer nada con el filme. El oficial Chang, aunque hace una correcta labor, su personaje me pareció ridículo. 

En síntesis, un filme de gran despliegue visual pero con enormes flaquezas y vacíos que quitan cualquier encanto en su forma. No la recomendaría, porque yo no la volvería a ver, me quedo con el tráiler. Aunque imagino que los fans del director la disfrutarán mucho. Por todo esto: 

2/10



Frases de la película














5 comentarios:

  1. Quiero verla, se ve muy bueno el film.
    Un gran saludo y excelente reseña.
    R.

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    Respuestas
    1. Si, la verdad visualmente es increíble. No te la pierdas y las juzgas tú mismo. Y me comentas qué tal te parece.

      Saludos y gracias por pasarte y comentar
      A.S.B

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    2. Ni siquiera entra en cine negro, la verdad me decepciona .

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