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martes, 4 de junio de 2013

Upstream Color (Shane Carruth)





Shane Carruth es un matemático y ex ingeniero, que un día decidió que quería hacer cine. En el año 2004, con un presupuesto de $7.000 dólares, cifra absurda para muchos directores para hacer una película, presentó su ópera prima “Primer” en el Festival de Cine Independiente de Sundance. El filme revolucionó el festival y ganó el Gran Premio del Jurado a la Mejor Película y recibió miles de elogios en los lugares que era presentada, por su complejo, enigmático y excelente guión que trató de retratar la forma en la que muchas veces nacen los grandes inventos, por accidente y casualidad. La película demostró que para hacer cine no se necesitaban grandes presupuestos, y que bastaba con tener talento. Carruth no estudió cine pero todo lo aprendió mientras hacía el filme, de forma autodidacta. La dirigió, escribió el guión, compuso la música, se encargó del montaje y la fotografía, y además de eso protagonizó el filme. 

Casi 9 años después, Carruth volvió a presentar un nuevo trabajo, nuevamente en Sundance, “Upstream Color”. La película, contiene muchos de los ingredientes de su ópera prima, se mantiene el minimalismo, lo que nos hace pensar que hubo un poco más de presupuesto, pero el director mantuvo su estilo, dejando el mayor trabajo a su talento tras la cámara, que aquí debo decir, borda por todos los lados. Nuevamente hace de todito, dirigiendo, escribiendo el guión, componiendo la música, encargándose del montaje, la fotografía y actuando. 

La película cuenta la historia… déjame ver, es un poco difícil describir en una sinopsis del contenido del filme, sin develar algo importante de la trama, sobre todo después que la he visto dos veces y la he comprendido un poco mejor. Así que tratando de resumir, digamos que cuenta la historia de un hombre y una mujer, que se encuentran en un momento de sus vidas en donde han perdido el equilibrio de la misma y que además comparten similitudes que al inicio desconocen. En paralelo, desde el inicio se presenta a un hombre misterioso, que maneja un negocio con unos gusanos especiales que contienen una sustancia que tienen una reacción desequilibradora en el ser humano. 

Por el momento, eso es todo lo que contaré de la historia. Es uno de esos filmes en el que tienes que estar atento a todo, porque todo tiene un significado y está concebido para que el espectador vaya construyendo, estructurando y asimilando la trama. Es notable la capacidad del director en estructurar sus filmes y la historia, poner todo al servicio para introducir símbolos y dejar rastros, huellas, que ayuden al espectador a además de entender trama, atisbar algunos mensajes ocultos del director. Todo esto es gracias al gran montaje que el mismo Carruth construye. 

La película me parece una bella rareza, una historia interesante con tintes surrealistas, rodada bajo el lente de un gran artista. Porque el director construye una pieza de arte totalmente hermosa y altamente artística. Lo que hace, que aunque no entiendas un poco la trama al inicio, eso no evita que te sientas hipnotizado ante las prodigiosas escenas rodadas por el director. 

“Upstream Color”, al final me parece una enorme y bella metáfora sobre el control social, la alienación moderna y el concepto del hombre máquina. Todo este cuento contado de forma muy original y particular. 

Como mencioné al inicio, hay muchas relaciones entre este filme y su ópera prima “Primer”, pero algo nuevo que veo en Carruth, es que aunque mantiene su racionalidad inherente, en este filme veo una gran sensibilidad. Una sensibilidad tanto en el guión en menor proporción, pero sobre todo en su forma de dibujar con la cámara un hermoso lienzo que habla por sí mismo, con los continuos trazos de arte puro que dibuja en el mismo. Hay mucha poesía visual que me recuerda a mi venerado Terrence Malick, lo cual me emociones y me hacer admirar mucho más a su director. 

También, antes de finalizar, es importante la mención al libro “Walden” de Henry David Thoreau, una obra tan fascinante y enigmática, que escritores notables como el mismo Paul Auster, que en su trilogía de Nueva York, específicamente en la segunda parte titulada “Fantasmas”, hace una continua mención del libro, que en cierta forma argumenta la importancia del contacto con la naturaleza para generar un sentimiento de libertad en el ser humano. Aquí Carruth no la incluye de forma arbitraria, también funciona para entender la esencia de la trama.  

Y no puedo olvidar las excelentes interpretaciones de ambos protagonistas. Sin duda viven sus personajes y son siempre creíbles. La joven revelación Amy Seimetz y el polifacético Shane Carruth.  

En síntesis, creo que estamos sin duda ante uno de los filmes del año, ante el crecimiento de uno de los directores más prometedores dentro del panorama mundial y ante una obra abstracta e hipnótica de principio a fin, racional y con una abrumadora sensibilidad. Planos y tomas con mucho cuidado y detalle, todo un deleite de principio a fin. Hoy en día, ante la falta de nuevas ideas en el cine y de nuevas perspectivas, se agradecen mucho estos filmes. Y la versatilidad del director, es simplemente digna de los más grandes elogios. Por todo esto: 

8.5/10



Frases de la película















2 comentarios:

  1. Creo que hacer un film es un reto enorme, pero hacerlo con poco presupuesto y que los espectadores la aprecien y la valoren ya es algo extraordinario. Con lo que contaste lo único que te puedo decir es que me has motivado para verla, se me hace que me gustará sobre todo por que tendré pendiente datos que sin leerte seguro hubiera pasado por alto.
    Un gran saludo y que tengas excelente semana.
    R.

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    1. Muchas gracias amigo, por tu amable comentario y por pasarte. Me alegra saber que la reseña te animó a verla. Espera que la vea muchos más.

      Muchos saludos

      A.S.B

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