La mejor película del 2022 en mi listado anual en el blog. “R.M.N.” es una película tremenda y brillante que aborda de gran manera el tema de la xenofobia, con el miedo y la amenaza que empiezan a sentir los habitantes de un pequeño pueblo multiétnico en Transilvania, Rumanía, cuando una empresa local de panes empieza a contratar a extranjeros. Pero más allá del rechazo al extranjero, Mungiu, quien es un director con oficio y muy incisivo, como en las siglas de su título (aunque puede tener también otro significado o referencia) realiza una resonancia magnética nuclear profunda, social y psicológica a los habitantes que experimentan este rechazo, que nos harán pensar y reflexionar sobre cuál sería nuestra propia posición con respecto a lo que ocurre, y la respuesta no es tan fácil como uno pensaría o como otras propuestas cinematográficas lo han expuesto o retratado: con un enemigo o villano de fácil señalamiento.
La película inicia con un niño que en camino a la escuela por un solitario bosque se encuentra un día con algo (nunca sabemos qué) que lo asusta y lo deja sin habla. El padre del niño, Matthias, un hombre rudo y fuerte, quien hace años emigró para trabajar en Alemania, en donde también es discriminado por su origen en la empresa por algunos compañeros, un día cansado y hastiado decide regresar a casa. Cuando regresa al pueblo se encuentra con la situación de su hijo y de la fábrica de panes, que serán los dos pilares de la historia. El pueblo es una población conformada por extranjeros e inmigrantes de distintos orígenes, y es por esto que la película nos deja una nota al inicio que nos informa sobre la variedad de idiomas que se hablarán en el filme, y que los subtítulos estarán identificados de la siguiente forma, con un color distinto para cada nacionalidad, que son: húngaro, rumano, alemán, francés e inglés. Este detalle mutiétnico y que nos sitúa en una especie de micro Babel, también nos habla mucho de una situación actual, y sobre todo del caso de Rumanía, que fue uno de los últimos países en entrar a la Unión Europea en el 2007, tras haber entrado primero en la OTAN en apoyo a la coalición anglo-estadounidense en la Guerra en Irak, y con esto facilitando el tránsito de inmigrantes pero sin un protocolo o medidas para prevenir el impacto negativo en las poblaciones donde se asientan las personas que llegan de otro lugar buscando un mejor futuro.
Así que la película nos habla de los miedos internos, de la identidad nacional, de los problemas del estado en gestionar el tema, del racismo, de la comunidad, de la familia, entre otros temas. Y hay una excelente escena donde muchos de estos temas salen a flote y se enfrentan directamente, rodada en un solo plano secuencia (así como otras escenas del filme), donde los habitantes del pueblo se reúnen en el Centro Cultural Local junto con el alcalde, el sacerdote y las directivas de la empresa contratante, para hablar y llegar a una solución sobre el problema de los nuevos inmigrantes hindúes, quienes le están quitando los puestos de trabajo. En la reunión salen a relucir muchos temas, y también vemos que varios de los voceros hablan en distintos idiomas, por lo que a veces no se entienden entre ellos mismos, aunque hayan sido aceptados como parte de su comunidad por el tiempo o antigüedad, la raza y la religión que comparten y profesan.
Y junto a todo este tema, también hacemos seguimiento paralelo a la familia y amigos de Matthias, el padre y el hijo, su esposa y su amante, su padre, los vecinos y un investigador francés que llega al pueblo a hacer un conteo de los osos de la región. El oso que es el animal emblemático del país sirve al director como elementos simbólico en muchos momentos, incluso en un festival local que se hace, en donde los hombres llevan disfraces de osos para ahuyentar los malos espíritus, y que se celebra en una noche en donde empezarán a endurecerse las diversas situaciones a punto de explotar en todo el metraje.
La película es dirigida con gran pulso, con una atmósfera fría, tensa y sombría, como en otras películas del director, con un muy buen ritmo, con una excelente fotografía y notables interpretaciones, que van llevando al espectador en un espiral de tensión, de incomodidad, de indignación, e incluso me atrevería a decir de participación y toma de posición. La película me gustó especialmente por el compromiso, a la vez por la neutralidad, por la denuncia y sobre todo por despliegue artístico y creativo para llevar la trama en una especie de thriller político, social, cultural y psicológico que toca fibras muy sensibles, enfrentando al espectador para enfrentarse a cada situación presentada.
Y llegando al final nos encontramos con un elemento críptico, simbólico y muy interesante que nos da un mayor incentivo para reflexionar sobre todos los temas abordando durante el filme, que curiosamente se presentan como los sospechosos de haber asustado al niño al inicio: los osos, los extranjeros o el mismo pueblo. Otra gran obra del genial director rumano, aunque en efecto no me parece su mejor película.
Tráiler de R.M.N. - Link 1
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)
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