Finalmente he visto la adaptación de Pinocho de Guillermo del Toro, estrenada en Netflix. La obra del italiano Carlo Collodi es una de mis favoritas, y tuve en mi infancia mucho aprecio por la adaptación de Disney en 1940, que representó un logro en la animación en su tiempo. También he sido un eterno amante y defensor del cine de animación, y Del Toro con su equipo han creado una pequeña joya contemporánea de la animación, a la vez que han respetado la esencia de la obra original pero también la han reescrito libremente dotándola de mucho más contexto, texturas y con el sello del universo del cineasta mexicano.
El diseño del personaje se acerca más al de Enrico Mazzanti, ilustrador de la obra original de Collodi, y en general todo el diseño de personajes, de producción y decorados es increíble. Se usa la técnica del stop motion, que es una de las que más aprecio y valoro dentro de la animación, por su detalle y toda su esencia artesanal en el proceso de creación. Pero al contrario de lo que he leído en algunos lados, tampoco es bueno decir que nunca se había hecho una película así. El stop motion tiene mucha historia y en cinematografías alejadas a nuestro entorno, como la República Checa por mencionar uno, y además se han hecho muchas películas con historias originales y muy profundas, como hace pocos años la de otro cineasta que incursionó en la animación como Charlie Kaufman con "Anomalisa" en el 2015. Pero aún así, sí valoro algunos detalles nuevos que ha introducido al proceso de la creación de los personajes, como ese sistema mecánico interno que dota de movimiento a las figuras, y que se puede apreciar en el documental de making off de la película también en Netflix, entre otros detalles.
Pero aparte de ese tema, la película me ha parecido preciosa y una joya, que entiendo que recuerde al Laberinto del Fauno por el tema de la guerra (acá la Italia fascista) y el diseño de los monstruos del director, que acá se aprecian en varios personajes, como el de ese contraste de los espíritus de la vida y de la muerte. También incorporaciones como el hijo de Geppetto y la guerra permiten ahondar más en temas importantes de la obra original, como son la paternidad, la iniciación, la educación, el deber, la aceptación, la consciencia, el sacrificio; y a la vez dar cabida a temas más reales y místicos como la importancia de la vida pero sobre todo de la muerte, que es la que le da valor a la primera. Así que en cierta forma la versión de Del Toro sí da una leve vuelta de tuerca a la esencia del personaje y la historia, pero esto no lo afecta en nada, sino que lo enriquece y sella una versión personal y original.
Como se puede apreciar en el documental todo es muy detallado y minucioso, desde la ambientación, los personajes, la selección de encuadres y la fotografía hasta la música de Alexandre Desplat, quien hizo un bello trabajo, junto con las voces de los grandes actores tras los personajes. Y me gustan que las canciones dentro de la música general del filme (que son aparte de la BSO) no entran en un formato tradicional de los musicales animados, donde normalmente se introducen en un momento específico que es completamente anticipado, sino que acá son bastante instantáneas, impredescibles y naturales. Y sin dejar de mencionar al icónico Pepe Grillo (acá Sebastián Grillo), la consciencia, quien acá recibe los golpes que recibe realmente en la historia original, y me encanta su papel más al margen, más individual y ese detalle de que su hogar terminase en el corazón del muñeco de madera.
He disfrutado mucho el visionado. Me ha parecido bella, conmovedora, mágica y con la dureza que proporciona el relato original, porque todo crecimiento e iniciación no se lleva a cabo sin conflictos, problemas y pérdidas. Una joya imperdible, que aún así esperé que me conmoviese un poco más de lo que lo hizo, no sé ahora mismo si es por la resolución final, pero algo adicional me faltó en ese tramo. Aún así creo que sin dudas es la mejor adaptación de la obra de Collodi y me encantó esa reivindicación del pedazo de madera que jamás renunció ni cambió lo que era sino que cambió a los demás, como dice el mismo Collodi al inicio del libro:
"Érase una vez... <¡Un rey!>, exclamaréis los lectores más jóvenes. Pues no, niños; os habéis equivocado. Érase una vez un pedazo de madera"
Tráiler de Pinocchio (Link 1)
Frases y Diálogos de la película (Link 2)
Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)
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