Ya que estamos en época de Halloween y Noche de brujas, hace poco he terminado este interesante libro del escritor, poeta y ensayista colombiano, William Ospina. Ospina es un virtuoso ensayista y cronista, por lo que en esta obra hace uso de su espíritu investigativo, periodístico, curioso, y especialmente, de amante de la literatura.
Un texto, una investigación, un ensayo literario, una novela histórica, una crónica romántica, con toques autobiográficos, y en efecto narrado en primera persona por el escritor. El libro es todo lo anterior, una travesía sobre su obsesión por la historia de aquel verano de 1816, el año del verano que nunca llegó, en donde coincidieron en Ginebra, específicamente en Villa Diodati, los escritores: Lord Byron, John Polidori, Percy Bysshe Shelley y su esposa Mary Shelley, Claire Clairmont (hermanastra de Shelley), la condesa Potocka y Matthew Lewis. Según el mismo escritor afirma, al inicio no sabía en que se iba a convertir este escrito, por lo que es evidente los distintos recursos que utilizó en su construcción.
Ospina preciso inicia el libro detallando las razones conocidas por las que se presentó en ese año esa variación en el clima. La erupción del volcán Tambora, en Indonesia, en el año de 1815, que provocó grandes desastres en todo el mundo, y convirtió el año siguiente, 1816, en el año del verano que nunca llegó. En Ginebra, el cielo se cubrió de nubes de ceniza y azufre, lo que no permitió que todos estos personajes abandonaran la villa durante tres días, que se extendieron como una larga, oscura y tenebrosa noche. Pero lo realmente emocionante e importante, es que en uno de esos tres días los amigos se encontraban leyendo los relatos de Phantasmagoriana de Polidori, hasta que Lord Byron propuso un juego, escribir el relato más terrorífico que pudieran imaginar. Solamente dos de ellos alcanzaron a terminar el reto, John Polidori, creó El Vampiro, gran referente para todas las versiones famosas y siguientes que tomaron a ese personaje, y Mary Shelley, nada más y nada menos que su famoso Frankenstein. Dos grandes clásicos de la literatura y del género de terror.
Pero aunque este es el tema central o la base del libro, tampoco pensemos que el escritor ha novelado toda esta situación. Al contrario, Ospina nos hace participes de su investigación, de su obsesión, de sus idas y venidas, de las casualidades que lo volvían a traer a la historia, y de todo el proceso de escritura, que nunca seguía un patrón fijo, sino que iba construyendo a la marcha, mientras seguía su instinto y obsesión. Aunque el tema ya se ha investigado bastante, William logra desprenderse un poco, precisamente al introducir su propia voz narradora, e invitar al lector a ser partícipe de sus cavilaciones, sus dudas, sus aciertos, y esos momentos de iluminación ante un nuevo descubrimiento. Pero tampoco todo es sobre el escritor, también para ambientar la trama, el autor va analizando uno por uno los personajes que estuvieron esa noche, ahondando en sus historias, en sus relaciones entre sí, y el impacto que tuvo su estancia en la villa.
Creo que otro de los temas que se trata en el libro, es la repetición de las prácticas, las búsquedas de inspiración, y el seguimiento de los ídolos, porque todos esos escritores se habían reunido en Villa Diodati, ya que era considerado una especie de lugar sagrado para los escritores. Anteriormente habían estado en esa misma villa, escritores como John Milton, Rousseau y Voltaire. Y luego de Byron, Polidori y Shelley, muchos otros fueron con esa misma intención, buscando inspiración, o siguiendo los pasos de lo que ocurrió. Así como lo hace William Ospina, que va a Villa Diodati, y lo acompañamos en esa aventura. El lector puede sentir la emoción del escritor al ver y llegar al sitio, así como los distintos descubrimientos que va haciendo.
Me pareció interesante también, volviendo al punto de que es un libro para apasionados de la literatura, la parte donde se desvela que Claire Clairmont, la hermanastra de Mary Shelley, que también estuvo esa noche en Villa Diodati, pero que claramente no era de los personajes más conocidos y que alcanzaron posterior reconocimiento, fue la inspiración del gran escritor Henry James para una de sus grandes obras Los Papeles de Aspern. Ya que Claire Clairmont fue amante de Lord Byron, y al parecer tenía un su poder una serie de cartas de Byron y Shelley, por lo que muchas personas llegaron a la casa de la anciana Clairmont, con la esperanza de tener acceso a esas cartas o papeles, que nunca dio a conocer. Y esa, para los que conocen el relato magistral de Henry James, es la trama de los Papeles de Aspern. Y es un pasaje realmente bello, como William lo narra, y como relaciona la propia historia con su propia búsqueda, y con miles de otras búsquedas anteriores.
Y hay varios pasajes muy bellos, Ospina es un muy buen escritor, y logra narrar de forma muy animada la historia, además de sus episodios personales y sus teorías. Es realmente muy atractivo de leer, además que lleva al lector a buscar otras fuentes, ahondar más en las historias, comprobarlas, contrastarlas, e incluso leer los libros citados. Y eso siempre me parece muy valioso.
Personalmente disfruté el libro, tiene muy buenos pasajes, hay otros prescindibles, donde quizás podemos notar la impotencia del autor o los vacíos, donde notamos que la información no tiene tanta importancia y está más de relleno, pero en general es muy ágil, y una lectura que puede interesar a los amantes de la literatura, más que a los amantes de las historias de terror.
6/10
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