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viernes, 14 de julio de 2017

El Callejón de los Milagros (Naguib Mahfuz)

Naguib Mahfuz




“El Callejón de los Milagros”, es catalogado con muchos méritos “La Gran Novela del Cairo”. Su autor, Naguib Mahfouz, no muy conocido en el panorama internacional, es un escritor egipcio, nacido en Jamaliyyah, una zona de un barrio antiguo de El Cairo, en el año de 1911. Entre sus muchos reconocimientos, como el Premio Nacional de las Letras Egipcias, figura el Premio Nobel de Literatura, concedido en el año de 1988. Mahfouz es considerado el padre de la prosa árabe contemporánea. 

Resulta interesante conocer que Mahfouz nació en un barrio en El Cairo, porque precisamente eso fue lo que retrató en El Callejón de los Milagros, una fauna humana de personajes pintorescos, particulares y muy humanos, todos habitantes de una pequeña calle en El Cairo. 

Habla de las tradiciones, del amor, del interés, de la guerra, del amor a nuestras raíces, del odio a nuestros orígenes, de los impulsos de abandonar las raíces, de la ambición, de la pasión… en fin, con tantos personajes, lo único que tenemos garantía, es que transitaremos por distintas pasiones y emociones humanas. También, puede tener una lectura desde el punto de vista sociológico, psicosocial, de una población, que a la vez se convierte en una representación general y universal. De un callejón, que pasando algunas diferencias, se podría encontrar en cualquier país del mundo. Ubicándose como una novela costumbrista única e inédita en la literatura árabe.  

Las descripciones de los personajes es simplemente magistral, cada uno tiene su espacio, su escrutinio, como se diría en el cine, un reparto coral, donde todos forman parte importante de una sólida y estupenda edificación. 

Me he acordado de la novela El Mundo, de Juan José Millás, donde también describe que el mundo de cada persona se encuentra en la calle donde nacimos, que nos acompaña de por vida. 

Y el amor, la nostalgia y añoranza de Mahfouz por sus orígenes, por su callejón y sus personajes se siente tan papable. Sin olvidar y anotar lo que ocurría en el entorno político en ese momento, teniendo en cuenta que la acción de la novela ocurre en los años 40, por lo que encontramos referencia a la segunda guerra mundial y a Hitler; y cómo los habitantes del Cairo y del país se veían beneficiados por la guerra, por el aumento del trabajo, no sólo en la parte militar, sino en el comercio. Al tiempo que de forma sutil, plantea la situación de Egipto, que durante años estuvo ocupada por Inglaterra, y que sirvió de importante base británica. Los habitantes del callejón, que claramente es una calle humilde, algunos de los jóvenes sueñan ir a vivir a Inglaterra, la que ven como la gran tierra de oportunidades y riqueza. Lo que viene a terminar de edificar a esta novela, como un gran testamento histórico de su tiempo, y el haber atrapado el espíritu de una época y de una población.   

Quizás el título de la novela sea una gran ironía… pero a pesar de la dureza de la situación y la realidad del entorno de la novela, hay personajes que te trasmiten una especie de luz en el caos y la oscuridad, la comedia humana se hace presente… quizás por eso sea milagroso…

En cuanto a su estilo narrativo, tiene una prosa sencilla pero rica en descripciones tanto del ambiente como de sus personajes. Y sus personajes, cada historia es tratada con cuidado, dividiendo precisamente cada capítulo, donde le dedica un espacio para explorar la vida, la intimidad y la psicología de cada individuo. Cada uno de ellos, seres de todas las características, tan reales, humanos, y en casos extraños y grotescos, que nos muestra esa sentencia que desde hace años la literatura y la misma historia ha dado evidencia… que la realidad supera la ficción, y siempre es la materia de su uso.

La recomiendo mucho, para conocer a este talentoso autor, y como la literatura siempre nos permite, conocer otros destinos y fronteras a través de la mente, el intelecto y la imaginación. Y con ello ir convirtiéndonos, creciendo, cambiando y ampliando nuestras fronteras. 


(8.5/10)



Un fragmento de la novela:


"La situación económica de Abbas, que ella no podía ignorar, no era precisamente para entusiasmarla. Sin duda, su temperamento apacible, la docilidad de su mirada, su aire sumiso, satisfacían el instinto de dominio de la muchacha. Pero sin comprender el motivo, el joven le inspiraba aversión. ¿Qué quería ella? ¿Qué hombre la colmaría, si aquel tan bueno y pacífico no lo lograba? Por supuesto, la chica no daba con la respuesta. Atribuyó su aversión a su pobreza. Por lo visto su pasión por dominar era inferior a la que sentía por las disputas. Los caracteres tranquilos no la inspiraban y las victorias demasiado fáciles no le causaban alegría. Pero no conseguía ver suficientemente claro en su interior y eso la desazonó."

(El Callejón de los Milagros, de Naguib Mahfuz)






Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)


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