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viernes, 28 de julio de 2017

La Defensa del Dragón (Natalia Santa)

Natalia Santa



Uno de los buenos estrenos de esta semana en carteleras de Colombia. Película colombiana y ópera prima de la joven directora Natalia Santa, estuvo en competencia en la sección Quinzena de Realizadores del Festival de Cannes 2017. La película me ha gustado, cuenta la historia de 3 hombres y amigos, quienes se encuentran en una etapa de sus vidas donde sienten que ya todo lo bueno pasó, y siguen una rutina que les permite alejarse de sus fracasos y recuerdos del pasado, en una mejor época. Somos testigos de su cotidianeidad, y vemos como poco a poco cada uno de ellos van experimentando una serie de eventos de forma particular y personal, que les hace replantear su vida.



Gonzalo de Sagarminaga


Lo primero que llama la atención de la película es su estética, la directora usa en su totalidad planos y enfoques fijos en cada escena, como si estuviésemos viendo una serie de fotografías en movimiento, pero en un mismo espacio, la cámara se mueve muy poco o prácticamente nada. Quizás tenga que ver por la influencia de la idea de la película, que según la directora fueron una serie de viejas fotografías que mostraban los viejos hábitos, lugares, espacios y personajes de la ciudad, que luchaban por no desaparecer en el mundo moderno. Quizás quiso emular y dar vida a una serie de imágenes estáticas.



Gonzalo de Sagarminaga


El efecto es positivo, especialmente porque cada plano está construido con mucho cuidado y detalle. Muy buenos personajes y actores, un maestro de ajedrez, el dueño de una compraventa y un español con adicción a la marihuana y juegos de azar. Cada uno de ellos luchan por sobrevivir al tiempo, y el espacio que no desean que cambie. De ahí el nombre de la película, “la defensa del dragón”, un movimiento de ajedrez en defensa del rey... de las tradiciones. 



Manuel Navarro


Requiere paciencia y entrar en el juego y la propuesta de la película, sino se puede aburrir o pensar que no pasa nada. A mi me ha agradado, me encantó su puesta en escena y lenguaje, lo único que me dejó esperando un poco más fue el final y el desarrollo de algunas historias, me faltó un equilibrio en las fuerzas narrativas, porque quedas esperando algo que no llega... pero aún así, la sensación de que hubo un pequeño quiebre interior de los personajes, puede aclarar más el panorama, pero para mi no fue suficiente. Un impacto o una muestra de delicadeza. Aún así tiene el aire y la esencia de las mejores películas del cine indie universal, pequeñas joyas valiosas que importan, y que son muy poderosas en su propuesta sencilla y sutil. No se la pierdan. 

7/10


Trailer de La Defensa del Dragón






Hernan Méndez


Gonzalo de Sagarminaga


Gonzalo de Sagarminaga

viernes, 14 de julio de 2017

Ciclo Japón (Literatura/Cine) – Club de Lectura Sícalo



Rashomon



La pasada sesión del Club de Lectura Sícalo tuvimos una de las dos últimas sesiones de cierre del Ciclo de Japón (Literatura/Cine). Un ciclo muy rico, extenso y productivo. Como les mencionaba el pasado miércoles, “Silencio”, fue el título con que se inició la idea del ciclo, luego de que nuestra amiga Iliana me comentara que había visto la película (versión de Martin Scorsese del 2016), y que le había gustado, y de un artículo que salió sobre el libro original. A partir de ahí empecé a diseñar este ciclo, que de cierta forma nos permite hacer un viaje por la historia de Japón. 

En la primera sesión que tuvimos del ciclo, hice una introducción histórica de Japón, porque me pareció muy pertinente en esta oportunidad hacer este contraste, entre la historia y las obras que leímos. A continuación, explico un poco en resumen, para los que no asistieron a la sesión:

Inicialmente, leímos a Ryunosuke Akutagawa (1892-1927), el más grande cuentista japonés, y uno de los grandes de la literatura universal. Tanto, que el premio más importante de Japón tiene su nombre. De él leímos sus dos cuentos “Rashomon” y “En el bosque”, ambas historias que fueron adaptadas al cine en una novela única, como fue “Rashomon” de Akira Kurosawa, el gran director nipón, y al tiempo la película que abrió las puertas del cine japonés al mundo. Según el contexto histórico, Akutagawa es importante porque en Rashomon, nos muestra una constante en su literatura, como es la recreación de la dureza y crudeza de la época, con un símbolo particular, que incluso recibe el título de la historia. “Rashomon” fue la más grande puerta de la ciudad de Kioto durante la era Heian. La era Heian (794-1184) fue la época dorada y clásica de la cultura y artes japonesas. En la historia de Rashomon, se muestra la puerta precisamente la gran puerta descuidada y deteriorada, como símbolos de decadencia, que tuvo como gran culpable el transcurso del Siglo XII, que fue una de las épocas más duras e inestables de Japón. La Japón Feudal, los Samurais, los Ninjas y distintos grupos que relegaron la figura del emperador durante casi un milenio, en un periodo que también se conoce como “Shagunato Tokugawa” (1192-1868), a través de ese tiempo en tres periodos. Ya posteriormente vendría la Restauración Meiji, a partir de 1867, que restauraría la figura del emperador, y del Japón que empezó a crecer y prosperar en todos sus apartados, sirviendo para el renacer de varios de los más grandes artistas japoneses. Por eso destaco de Rashomon, la referencia al Japón clásico.





El Rumor del Oleaje



Luego, con Yukio Mishima (1925-1970), nos saltamos el siglo oscuro del Japón, y llegamos directamente a la modernidad del Japón. Pero Mishima, en “El Rumor del Oleaje”, ambientada en los años 50, como lo hablamos en la sesión, manifiesta una nostalgia por el Japón clásico y las tradiciones antiguas. Pero no solamente del periodo clásico de Heian, sino el mismo periodo del Japón Feudal. Y es algo lógico, teniendo en cuenta que su padre y su abuela venían de una tradición y descendencia de samuráis. Pero las energías de Mishima están más enfocadas al periodo después de la segunda guerra mundial, que trajo entre muchas cosas, la larga ocupación de los Estados Unidos en Japón, y poco a poco la inminente occidentalización del Japón. Algo por lo que Mishima luchó hasta el final de su vida. Pero además, también leímos de Mishima, su extraordinaria “Confesiones de una máscara”, donde además que tratar los temas que trató y le preocuparon en su vida y obra, se centra más en su propia vida, en su pequeña autobiografía, que a la vez es uno de los más grandes relatos confesionales de la literatura. Con Mishima, vimos la excelente película de Paul Schrader: “Mishima, Una Vida en 4 capítulos”, que precisamente nos hace una síntesis artística sobre su vida y obra.

Pueden leer mi reseña completa del libro en el siguiente enlace:





Confesiones de una máscara



Pueden leer mi reseña completa del libro en el siguiente enlace:





Silencio



Y finalmente llegamos a “Silencio” de Shūsaku Endō (1923-1996), con el que históricamente volvemos al pasado, pero esta vez sí nos metemos en el corazón del Japón Feudal, en el periodo oscuro del Japón. Precisamente en el Siglo XVII, con las misiones de evangelización de los Portugueses al Japón. El primer misionero católico que llegó al Japón fue San Francisco Javier, en el año 1549. En menos de 60 años logró una gran labor, 300.000 católicos. Incluso varios señores feudales se llegaron a bautizar bajo la religión católica. Pero a partir de 1614 inician las persecuciones del estado a los cristianos. Y se inventaron mecanismos de tortura, como la famosa Fosa, que leímos en el libro y también vimos (y veremos) en la película de Scorsese. En esta persecución a católicas, la idea era volver apóstatas al mayor número de cristianos confesos, y si eran sacerdotes mucho más. “Silencio” es una novela con tintes históricos, basada en hechos reales, que relata la expedición de dos sacerdotes, especialmente del narrador principal, Sebastian Rodrigues, en búsqueda de su maestro, Cristovao Ferreira, tras pasar un largo periodo sin saber de él. Por lo que habían dos opciones, se había convertido en mártir, o en un apóstata, como se rumoraba. La novela, es ese viaje de descubrimiento, de aventuras, de sufrimiento, de dolor y de silencio. Precisamente, en el año de 1873, coincidiendo con la Restauración Meiji, la libertad religiosa volvería al Japón. Para ese año, según sólo quedarían 30.000 cristianos.

Como comenté en la sesión, es una novela histórica. Su autor, tiene la particularidad de ser un japonés con educación católica, siendo bautizado a los 13 años. Por lo que en su literatura siempre hubo una tendencia a explorar el fenómeno de catolicismo en Japón, exponer las persecuciones, sentirse diferente, y sobre todo hacer un análisis de las creencias. Porque Endo nunca es propagandista, al contrario, es incisivo y curioso, lo que nos lleva a explorar de forma más objetiva y profunda el tema. La novela varía en la narración, en su mayor parte es un relato en primera persona, desde la voz del padre Sebastián, sus pensamientos, sus dudas, sus monólogos; pero también, en ocasiones se utiliza un narrador omnisciente, cuando sentimos que se refieren a Sebastian, como el padre. Y hay al final otro estilo, y es simplemente como forma de un documento lineal, lo que personalmente hizo que me chocara un poco la parte final, creo que pierde ritmo, y se me hace innecesario ese elemento. Creo que Scorsese sorteó de mejor forma ese final. 
Pero lo interesante de todo esto, y lo que quería resaltar al hacer el análisis completo de este ciclo, y su comparación con la cronología histórica del Japón, es porque en realidad realizamos un estudio desde la literatura de todo un país, sólo a través de la lectura de tres de sus grandes autores.




Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)



El Callejón de los Milagros (Naguib Mahfuz)

Naguib Mahfuz




“El Callejón de los Milagros”, es catalogado con muchos méritos “La Gran Novela del Cairo”. Su autor, Naguib Mahfouz, no muy conocido en el panorama internacional, es un escritor egipcio, nacido en Jamaliyyah, una zona de un barrio antiguo de El Cairo, en el año de 1911. Entre sus muchos reconocimientos, como el Premio Nacional de las Letras Egipcias, figura el Premio Nobel de Literatura, concedido en el año de 1988. Mahfouz es considerado el padre de la prosa árabe contemporánea. 

Resulta interesante conocer que Mahfouz nació en un barrio en El Cairo, porque precisamente eso fue lo que retrató en El Callejón de los Milagros, una fauna humana de personajes pintorescos, particulares y muy humanos, todos habitantes de una pequeña calle en El Cairo. 

Habla de las tradiciones, del amor, del interés, de la guerra, del amor a nuestras raíces, del odio a nuestros orígenes, de los impulsos de abandonar las raíces, de la ambición, de la pasión… en fin, con tantos personajes, lo único que tenemos garantía, es que transitaremos por distintas pasiones y emociones humanas. También, puede tener una lectura desde el punto de vista sociológico, psicosocial, de una población, que a la vez se convierte en una representación general y universal. De un callejón, que pasando algunas diferencias, se podría encontrar en cualquier país del mundo. Ubicándose como una novela costumbrista única e inédita en la literatura árabe.  

Las descripciones de los personajes es simplemente magistral, cada uno tiene su espacio, su escrutinio, como se diría en el cine, un reparto coral, donde todos forman parte importante de una sólida y estupenda edificación. 

Me he acordado de la novela El Mundo, de Juan José Millás, donde también describe que el mundo de cada persona se encuentra en la calle donde nacimos, que nos acompaña de por vida. 

Y el amor, la nostalgia y añoranza de Mahfouz por sus orígenes, por su callejón y sus personajes se siente tan papable. Sin olvidar y anotar lo que ocurría en el entorno político en ese momento, teniendo en cuenta que la acción de la novela ocurre en los años 40, por lo que encontramos referencia a la segunda guerra mundial y a Hitler; y cómo los habitantes del Cairo y del país se veían beneficiados por la guerra, por el aumento del trabajo, no sólo en la parte militar, sino en el comercio. Al tiempo que de forma sutil, plantea la situación de Egipto, que durante años estuvo ocupada por Inglaterra, y que sirvió de importante base británica. Los habitantes del callejón, que claramente es una calle humilde, algunos de los jóvenes sueñan ir a vivir a Inglaterra, la que ven como la gran tierra de oportunidades y riqueza. Lo que viene a terminar de edificar a esta novela, como un gran testamento histórico de su tiempo, y el haber atrapado el espíritu de una época y de una población.   

Quizás el título de la novela sea una gran ironía… pero a pesar de la dureza de la situación y la realidad del entorno de la novela, hay personajes que te trasmiten una especie de luz en el caos y la oscuridad, la comedia humana se hace presente… quizás por eso sea milagroso…

En cuanto a su estilo narrativo, tiene una prosa sencilla pero rica en descripciones tanto del ambiente como de sus personajes. Y sus personajes, cada historia es tratada con cuidado, dividiendo precisamente cada capítulo, donde le dedica un espacio para explorar la vida, la intimidad y la psicología de cada individuo. Cada uno de ellos, seres de todas las características, tan reales, humanos, y en casos extraños y grotescos, que nos muestra esa sentencia que desde hace años la literatura y la misma historia ha dado evidencia… que la realidad supera la ficción, y siempre es la materia de su uso.

La recomiendo mucho, para conocer a este talentoso autor, y como la literatura siempre nos permite, conocer otros destinos y fronteras a través de la mente, el intelecto y la imaginación. Y con ello ir convirtiéndonos, creciendo, cambiando y ampliando nuestras fronteras. 


(8.5/10)



Un fragmento de la novela:


"La situación económica de Abbas, que ella no podía ignorar, no era precisamente para entusiasmarla. Sin duda, su temperamento apacible, la docilidad de su mirada, su aire sumiso, satisfacían el instinto de dominio de la muchacha. Pero sin comprender el motivo, el joven le inspiraba aversión. ¿Qué quería ella? ¿Qué hombre la colmaría, si aquel tan bueno y pacífico no lo lograba? Por supuesto, la chica no daba con la respuesta. Atribuyó su aversión a su pobreza. Por lo visto su pasión por dominar era inferior a la que sentía por las disputas. Los caracteres tranquilos no la inspiraban y las victorias demasiado fáciles no le causaban alegría. Pero no conseguía ver suficientemente claro en su interior y eso la desazonó."

(El Callejón de los Milagros, de Naguib Mahfuz)






Alejandro Salgado Baldovino (A.S.B)


lunes, 3 de julio de 2017

Song to Song (Terrence Malick)

Terrence Malick



La más reciente película del gran director, y el ya conocido gran poeta del cine, Terrence Malick: Song to Song. La película hace parte de su trilogía sobre las relaciones de pareja, que inició con "To the Wonder" (2012), y siguió con "Knight of Cups" (2015), y finaliza con "Song to Song" (2017). 

Rooney Mara


Malick, siguiendo el estilo de las dos anteriores películas, sigue presentando un cine cada vez más desmaterializado. En estos años ha experimentado y roto con la narración cinematográfica tradicional. Y ha experimentado no sólo en la forma sino en el fondo de sus piezas. Por momentos parece que la película transita entre el documental y el cine experimental, con una clara orientación en plasmar una perspectiva diferente en la narración. Vemos la predominante voz en off, y en los momentos donde hay diálogos, los reduce al mínimo o simplemente se reduce el sonido de las palabras y quedan los gestos de los actores y la música. Dos elementos importantes en su cine. 



Patti Smith


Siempre he dicho que los actores de Malick son instrumentos en pro de la obra, son ánimas, elementos simbólicos, emociones... y aquí tiene un reparto de lujo que cumple su labor. Y la música, tan importante en esta película especialmente, cumple un papel de hilo conductor en la narración. Como dice uno de sus personajes, viven de canción en canción. Y por esto cada escena está acompañada de una canción diferente, además de las estrellas de la música que aparecen, Patti Smith, Iggy Pop, entre otros. 



Michael Fassbender


Pero "Song to Song" cuenta la historia de un triángulo amoroso, en medio de la escena musical de Austin, Texas. Creo que es la mejor de la trilogía, aunque si no les gustó ninguna de las dos anteriores, esta tampoco gustará. Creo que para disfrutar del juego que propone en esta etapa especial de su cine, que cierra con esta película, hay que entregarse a las emociones, a las imágenes que tan bien le ayuda a componer el gran Emmanuel Lubeski, a la música, a sus símbolos y representaciones, y a la visión de un director que siempre busca capturar el instante. El amor, en esta oportunidad, sigue esquivo, difícil, doloroso, enfermo y cegador. Y la vida, a su paso la acompaña. Una película de sensaciones, emociones y música.

7/10








Ryan Gosling